Me identifico con la Gran España que fueron mermando los siglos. Con Castilla, León, Vasconia, Catañula, Galicia, Asturias, la Novísima Castilla, Portugal... Y América.
No puedo ser ciudadano del mundo, eso es una entelequia que sólo sirve para distraernos de nuestro suelo.
En primer lugar, me identifico con el lugar en el que descansan mis antepasados, pues las tumbas, como dijo Jünger, son el punto de referencia de toda cultura auténtica.
Pero las tumbas de mis antepasados están en el Norte, en el Sur, en el Este y en el Oeste, en Nápoles, en Flandes, en América...
De allí soy, de cualquier parte a dondequiera que llegó una pica española, un estandarte de los Tercios, un sable que hizo honor a quien lo supo blandir.
De allí soy, de cualquier parte, pues España es, para mí, el universo todo.
He dicho.