Decía Carlomagno que "pecar es humano, pero permanecer en el pecado es diabólico".
Si un bujarrón ejercita viciosamente su sexualidad desordenada, está claro que no combate contra el pecado y, por tanto, la paternidad de sus actos es diabólica.
Otra cosa es la persona de tendencia homosexual que, mediante la oración, los sacramentos y la voluntad, evita el pecado.
Interesante este artículo de César Vidal:
Interrogantes.net - César Vidal, "La homosexualidad no es lo que era", Libertad Digital, 18.XI.02
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