He estado varias veces en Daroca. La última, este mismo fin de semana; la primera, cuando apenas era un crío. Bien me acuerdo de lo mucho que me gustó entoces esa ciudad que parecía hecha con Exin Castillos, ese juguete que mi hermano nunca me dejaba, pero más me acuerdo aún de la emoción y la devoción con que mi padre me contó el milagro de los Corporales.
Dicen que Daroca fue la primera ciudad del mundo que estableció una fiesta pública en honor del Santísimo Sacramento.
El milagro sucedió en 1239, cuando las tropas cristianas de las comunidades de Daroca, Teruel y Calatayud, bajo el mando de Berenguer de Entenza, se disponían a conquistar el castillo de Chío, a unos 17 quilómetros de Játiva, que estaba entonces en poder de los musulmanes. Eran los tiempos del rey Jaime I.
Antes de la batalla, el capellán, don Mateo Martínez, rector de la parroquia de San Cristóbal de Daroca, celebró Misa, consagrando seis Formas mas para la comunión de los capitanes de los tercios. En ese momento, justo después de la consagración, los moros atacaron por sorpresa a los aragoneses obligando al sacerdote a esconder las seis Formas, envueltas en los corporales, bajo unas piedras, para que no pudieran ser profanadas. Los aragoneses consiguieron parar el ataque y cuando el cura quiso rescatar las Formas escondidas, las halló tintas en sangre y pegadas a los corporales.
El milagro espoleó a las tropas cristianas que, llevando como bandera los Santos Corporales, obtuvieron sobre los enemigos una decisiva victoria. El mérito de esta batalla triunfal fue atribuido al Milagro Eucarístico bondadosamente otorgado por el Señor. Los seis capitanes eran de diferentes regiones de las Españas. Cada uno creía que el Sagrado Corporal debía ir a su ciudad para ser honrado allí. Como no conseguían ponerse de acuerdo, decidieron hacer un sorteo. Por tres veces, fue Daroca elegida como hogar del Milaglo Eucarístico, pero dos de los capitanes no estaban de acuerdo. Se decidió entonces poner el corporal a lomos de una mula árabe, capturada en la conquista. La mula nunca había estado antes en tierra cristiana. El plan era dejar que la mula vagara libremente hasta que encontrara algún lugar donde parar. Donde se detuviera, sería elegido como sitio para guardar el corporal.
La mula inició su jornada seguia de sacerdotes con velas encendidas y soldados. Al principio, la mula se dirigió hacia Valencia, pero no entró en la ciudad. La mula continuó haciaa Segorbe, Jerica y Teruel; pero tampoco entró en ninguna de esas ciudades. La mula viajó durante 12 días y recorrió una distancia de más de 200 millas antes de caer muerta ante la Iglesia de San Marcos, hoy Iglesia de la Trinidad, en la ciudad de Daroca. Era el día 7 de marzo de 1239. El corporal permaneció en dicha iglesia hasta que fue llevado a la de Santa María.
En 1261, algunas gentes de Daroca fueron a Roma para informar al Papa Urbano IV sobre el milagro. Los doctores San Buenaventura y Santo Tomás de Aquino presentaron a la delegación y ayudaron a que el Pontífice declarase la solemne fiesta del Corpus.
La sangre presente en el corporal ha sido analizada, determinándose que es de origen humano.
En Aragón hay algunas tradiciones sobre corporales, por ejemplo las de Aniñón, Cimballa y Daroca, en Zaragoza; Fraga, Montearagón y San Juan de la Peña, en Huesca; Aguaviva y Andorra, en Teruel. No obstante, la más conocida es la de Daroca.
(Si alguien quiere leer este mensaje en aragonés puede hacerlo en mi blog: ARAGON TRADICIONALISTA)
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