Re: Invasión de trolls

Iniciado por
ALACRAN
Los llamados trolls tienen un aspecto positivo y es que animan el foro haciendo aumentar el número de visitas y de intervenciones. Además sirven para ejercitar la habilidad e ingenio en las respuestas de los foristas y de ejercitar su 'vis polémica'. Todo guerrero debe ejercitarse en la palestra y qué mejor que con un enemigo que nos visita.
Una buena solución sería habilitar en el Foro un gimnasio, al lado del purgatorio, donde se pudiera uno darse de puñetazos con el intruso y desfogarse el día que esté necesitado: "Hoy me bajo al gimnasio". Siempre cabría la posibilidad de anular los mensajes de insulto del intruso y solo estaría habilitado el hilo para foristas con lo que la repercusión hacia fuera sería nula.
Si, es una idea interesante pero con una condición: disponer de un número mínimo de mensajes para poder acceder a ese "gimnasio". Pues el problema que yo veo no está en los posibles insultos, sino en la "matraca" que dan algunos de esos "trolls" con un mismo tema (a veces varios, pero más o menos relacionados) y cuyo objetivo es reírse de nosotros. No obstante, si el mencionado foro sirve para mantenerlos apartados en una especie de "leonera", "bebedero de patos" o "revolcadero de monas", bienvenido sea.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Marcadores