“Infans, es el muchacho menor de siete años, y como dice la ley de la partida, l. I. tit. 7. p. 2. el que es sin pecado y mancilla. Lo mesmo dice Santo Tomas, y que los infantes han de servir y obedecer al Rey, como niños inocentes, mejor que se hacia en su tiempo. Lo qual dice por los hijos de el Rey Don Fernando el Santo, que dieron muchas pesadumbres a los Reyes su hermano y sobrinos. Esto que digo de Santo Tomas, se entiende, si es suyo, el tratado de Regimine Principum, que yo creo se escribió después de su muerte. San Gerónimo tuvo que los Romanos llamaron Infantes a sus hijos, por mas edad que tuviesen, de donde parece que lo pudimos tomar en España, como escribe Laurencio Vala, en la vida del Rey Don Fernando, el primero de Aragon, que fue Infante de Castilla.
Demas que los hijos legítimos de los Reyes de estos Reynos se llamaron siempre, y se llaman hoy Infantes; tambien hubo en ellos otros que se lo llamaron. Los siete de Lara, Diego, Martin, Suero, Fernando, Ruy, Gustios, Gonzalo, todos con el patronimico Gonzalez. Los de Carrion, Don Diego y Don Fernando Gonzalez, hijos del Conde Don Gonzalo, Señor de Carrion: por ser descendientes de los Reyes, segun escribieron el Conde Don Pedro de Portugal, Gerónimo de Zurita, y Argote de Molina. Las tierras que poseyeron los Infantes, se llamaron Infantados, el de Leon, que fue patrimonio de las Infantas Doña Urraca y Doña Elvira, hijas del Rey Don Fernando el primero de Castilla y de Leon.
Escribe el Arzobispo Don Rodrigo, que el Conde de Castilla Don Garcia Fernandez, dotó el Monasterio de San Cosme y San Damian de Covarrubias de muchas tierras, y las llamó el Infantado para que si alguna señora de su linage no pudisese casar conforme a su qualidad, la sustentase el Monasterio honradamente, y le diese todas sus rentas, menos las que fuesen necesarias para el sustento de los Clérigos que allí puso.
El Rey Don Fernando de Castilla, el primero, dexó a sus hijas Doña Urraca y doña Elvira el Infantado de Leon, con las Ciudades de Zamora y Toro.
El Emperador Don Alonso en la Era de mil y ciento y setenta y tres, que es el año de el Nacimiento de mil y ciento y treinta y cinco, en el octavo dia de Pentecostes, en Valladolid hizo merced al Conde Don Rodrigo Martinez Osorio de toda la heredad que tenia en Famusco, y de la de el Infantado de San Pelayo.
El Rey Don Fernando de Leon dio en dote a su hermana Doña Estevania la mitad de el Infantado de Leon, quando la casó con Don Fernan Ruiz de Castro.
En el Reyno de Toledo, en la comarca de el Alcarria, hay ciertas villas que se llaman el Infantado, por haberlas poseido el Infante Don Manuel, hijo de el Rey Don Fernando el Santo, y otros Infantes, de que tiene título de Duque el Señor de la Casa de Mendoza.
Aunque todos los hijos legítimos de los Reyes se llaman Infantes, el primogénito se llamó Infante primero heredero: lo qual duró hasta los tiempos de el Rey Don Juan el primero, que se comenzó a llamar Príncipe, como veremos a su tiempo.
También se pueden llamar Infantas las mugeres de los Infantes, mas no Infantes los maridos de las Infantes. Algunos presumidos de muy curiosos he visto llamar Infantes a las Infantas, por el derecho que tienen de suceder en estos Reynos a falta de varones. A mi juicio es impropiedad, que obliga de la misma manera a llamar Principes y Reyes a las Princesas y Reynas propietarias.
De Infante se derivó la palabra infancion, que en los tiempos de el Conde Fernan Gonzalez de Castilla, y aun en el de los Godos, significaba al hijodalgo. La ley de partida, l. fin. tit. I. part. 2. dice, que infanciones en España, son los hijosdalgo, que llaman Capitanes, y Balvasores en Italia: los quales aunque vienen de antiguo linage, y tienen grandes heredamientos, no son habidos ni tenidos en la cuenta de los grandes señores; porque no pueden, ni deben usar de poder ni de señorío en sus tierras, mas de aquello que les fuere otorgado por privilegios de los Reyes y Emperadores. Aludiendo a lo que dice esta ley. Don Diego Lopez de Haro el Bueno, Señor de Vizcaya, llamó por desden a Doña Theuda Perez, su segunda muger, hija de el Infancion, siéndolo de Don Pedro Rodriguez de Azagra, señor de Albarracin entre Castilla y Aragón.
Don Vidal de Canellas, Obispo de Huesca, cree que los Infanciones son descendientes de Infantes. Otros quieren que sean los Capitanes d elas Mesnadas de guerra de los Infantes, y Ricos-Homes, cuyos sueldos y gages tiraban estos infanciones.
Tenía cada uno a su cargo, por lo menos, cinco de a caballo, y diez Infantes o peones, segun los acostamientos que les daban. De sus casas, castillos y torres no se podia sacar nadie por causa civil ni criminal, ni ser preso en ellas, sino fuese el delito, en que no gozase de la inmunidad de la Iglesia, y tenian otros muchos privilegios.
En tiempo de las necesidades de guerra acudian a los Infantes, y aun a los Ricos-Homes, cuyos salarios merecian, y procuraban tener gratos a sus vecinos para que los siguiesen: tal Infante o Rico-Home hubo que llevaba en su compañia docientos infanciones.
Esta manera de milicia, dicen algunos, que era como la de los Milites Romanos, que por su antigua nobleza eran escogidos de entre mil uno. Duró en estos Reynos desde la entrada de los Moros hasta el tiempo de el Rey Don Juan el primero. Considerando el Rey que estos Infanciones, juntos a los Infantes, Maestres de las Ordenes Militares, o a los Ricos-Homes causaban muchos desórdenes y alborotos, se halló obligado a deshacer sus mesnadas o compañías, y las deshizo. Fue esto en coyuntura que habia reformado las cosas de la guerra, creando Condestable y Mariscales, y llamó Capitanes a los que habian de hacer el oficio de los Infanciones. De esta manera se fueron olvidando, mayormente despues que el Rey Don Enrique Quarto les derribó muchas casas fuertes, torres y fortalezas, en Vizcaya, y en la Provincia de Guypuzcoa, el año de mil y quatrocientos y cincuenta y siete. Estaban allí muy poderosos desde las revueltas que hubo el año de mil y trecientos y nueve, en favor de Doña Maria Diaz de Haro, Señora de Vizcaya, hija de el Conde Don Lope, y muger de el Infante Don Juan. De estas casas se conservan hoy muchas en Vizcaya, Guypuzcoa, y las Montañas, que son llamadas Infanzonadas, por haber sido de Infanciones, y poséenlas los parientes mayores y cabezas de los linages, y gozan de mas privilegios que los hijosdalgo ordinarios”
(De “Origen de las Dignidades Seglares de Castilla y León”, por el Doctor Salazar y Mendoza, año 1657)
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