Bruselas se rinde ante el independentismo, el festival de cine catalán en Escocia y los piamonteses de España
El héroe escocés William Wallace, encarnado en Mel Gibson
J. Montilla
Delirante es la obsesión que tiene la prensa catalana en formar un gobierno de concentración soberanista. Y como algunos ya andan absolviendo los pecados a Duran i Lleida en Madrid y hablan abiertamente de la Convergencia buena, la prensa clientelar sigue mientras tanto a lo suyo.
Oriol Junqueras, el líder de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), copa la portada del diario
El Punt Avui concediendo una entrevista en la que desgrana sus intenciones. “
Esquerra no está aquí para negociar trivialidades; es mucho más importante el referéndum que no quién ocupa una consejería”, subraya. Y añade “estamos intentando construir una mayoría social y política que es imprescindible para llevar al país (por Cataluña) hacia la independencia”. ¡Y en la
Carrera de San Jerónimo algunos no se han enterado de que esto va en serio!
Sí se enteran, en cambio, de la corrupción por los despachos del diario
ARA. Bien es cierto que hay que agradecer que estén informando de la vida y milagros de las podreduras varias que salpican al
PSC-PSOE. Lástima que hayan estado semanas y meses tapando los múltiples y onerosos escándalos de corrupción vinculados a CiU y su credibilidad, por lo tanto, esté en entredicho. Aún así llevan a portada el asunto y no dudan en titular que
“un arrepentido destapó el caso Mercurio”. Pero sin duda, de traca es la columna de Xavier Casals en la que disparata diciendo que “si a inicios del siglo XX éramos (los catalanes) unos piamonteses de España, hoy somos escoceses independentistas, mientras perdura el apelativo de
polacos”. El sectarismo es muy peligroso.
El Singular Digital continúa testarudo en que
fuera de España el proceso soberanista recibe loas y vítores. Y asegura que “Bruselas felicita a Tremosa y a Romeva (dos eurodiputados catalanes) por el triunfo soberanista del 25-N”. Y es que claro, según Romeva “el independentismo catalán tiene una gran expectación entre los diputados europeos”. Y añade que “con la victoria soberanista conseguida, desde Bruselas se quiere saber el “cómo” del proceso.” Y acaba asegurando que
“los medios europeos avalan el resultado electoral para seguir el proceso hacia una consulta de autodeterminación”. Para esto está quedando el
Parlamento Europeo. Para que eurodiputados españoles vayan a Bruselas a hacer apología de de la división y aquí no pase nada.
Esto no puede extrañar. Si cualquiera se pregunta cuáles son las funciones del conglomerado de embajadas y casales de Cataluña en el exterior, que lea hoy
Nació Digital y se encandile con que el
Centro Catalán de Escocia (financiado por la Secretaría de Asuntos Exteriores de la Vicepresidencia de la Generalidad) organice el
primer festival de Cine catalán en Edimburgo. Para eso está el dinero público, para financiar carísimas embajadas en las que organizar carísimos festivales para proyectar las películas en catalán que previamente ya hemos financiado y utilizar la cultura para la construcción nacional. ¡Qué buen negocio y qué ruina para el contribuyente!
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