Re: Sobre los descubrimientos científicos y el ateísmo
En esa tesitura hay más gente, se trata de una situación en la quien se forma en el estudio, sea de una ciencia, sea de modo autodidacta a causa de alguna inquietud personal, se encuentra en un momento dado ante una especie de bifurcación: creer en Dios o negar a Dios.
La situación del mundo actual ha ayudado mucho a la segunda de las opciones, pero ante la creciente degradación moral generalizada la tendencia irá invirtiéndose de un modo necesario. No obstante, y a efectos de poder rebatir a tu amigo, te recomiendo que tengas la paciencia de leer los contenidos de unos cuantos hilos sobre el tema de las ciencias y el ateísmo.
Por ejemplo, si algo pone muy nervioso a un ateo es que se le haga ver que lo que practica es fe irracional en la ciencia, término que generalizan en demasía en vez de limitarse a su exclusivo campo de conocimiento. Sus argumentos sobre el azar son de "bola de cristal", de "cartas del tarot" o de "adivinador profesional". Todas las ciencias verdaderas se caracterizan por su método y éste se aplica, sólo se puede aplicar de hecho, a todo aquello que es mensurable: que se puede medir, pesar, observar directa o indirectamente, comprobar cómo las condiciones de cualquier experimento varían en función del cambio de condiciones al que se le somete, etc., etc.
Pues bien, a ese tipo de científico que se define ateo por ser científico, conclusión absolutamente desligada de la premisa, no le queda otra que tirar de azar a no ser que quiera reconocer que hay una Causa Primera. Pero el problema del azar es múltiple:
1.- Para que el azar exista es completamente preciso que haya una contingencia, es decir, como mínimo si o no. Esta realidad evidente es un problema irresoluble para determinar cómo empezó todo. Ellos suelen recurrir a la trampa dialéctica de que cuando se refieren a la nada, no están hablando de la nada metafísica. Pero, la cuestión es que esa nada no puede ser física, porque sino sería imposible que existiera algo. En consecuencia sólo puede ser metafísica y ya sabemos que de la nada, nada surge. Pero, aun admitiendo a efectos de argumentación que no tenga un único significado, la pregunta subsiguiente sería: "si había algo en vez de nada ¿qué era? Y hay que tener muy presente que cualquier explicación que se quiera dar será pura fantasía, pues la ignorancia sobre esta cuestión es absoluta, además, es perentorio demostrar lo que se afirma, si no es puro deseo personal, valoración moral u opinión subjetiva.
2.- Y centrándonos más en situaciones mucho más próximas en el espacio y tiempo, veamos las siguientes características del azar:
a) El azar no se puede medir.
b) El azar no se puede pesar.
c) El azar no se puede tocar.
d) El azar no se puede observar.
e) El azar no se puede encerrar en una fórmula.
f) El azar tiene límites.
g) El azar no se ajusta a las leyes del método empírico.
h) El azar sólo se puede apoyar sobre la contingencia y ésta, a su vez, necesita de la existencia de algo previo.
Así pues podemos concluir y afirmar que: el azar no es científico, por ello, el azar no puede formar parte de la ciencia. Y si podemos afirmar, en cambio, la Ley de causalidad = principio general de tipo ontológico que exige una causa para todo ente contingente.
La próxima vez que discutas con tu amigo empieza a rebatir sus argumentos materialistas --mucho más limitados de lo que se cree--, pero antes necesitas algo de práctica.
Última edición por Valmadian; 02/04/2012 a las 00:15
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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