Aquí tengo una página de wikipedia sobre el asunto.
Está en inglés, puesto que la página en castellano, tiene una información muy breve.
en www.wikipedia.org/wiki/Rare_Earth_hypothesis
Esta teoría fue desarrollada por el paleontólogo Peter Ward (Seattle, 1949) y el científico planetario Donald E. Brownlee (Las Vegas, 1943).
Introducción
Según esta teoría para que surja vida se requiere una gran cantidad de coincidencias (posición estratégica en el Universo con elementos pesados, un satélite de gran tamaño como la Luna...) lo que hace la Tierra sea un caso excepcional. Sin embargo, esta teoría es rechazada por la mayoría de los científicos, quienes afirman que las zonas habitables en el Universo son mucho más amplias de lo que sostienen Ward Y Brownlee.
Según Ward y Brownlee, un lugar que no sea "una zona muerta" -dónde la vida es imposible- debe implicar que las estrellas tengan la metalicidad necesaria para la formación de planetas rocosos, tener la cantidad mínima de rayos X y Gamma para que estas no impidan la proliferación de vida y la ausencia de cuerpos gravitatorios que puedan extinguir esa vida. Además se debe mantener esa localización el tiempo suficiente para su proliferación. Se calcula que 5-10% de las estrellas de la Vía Láctea -varias decenas de billones- cumplen estos requisitos.
El lugar idóneo en la galaxia idónea
Para la aparición de la vida, se requiere agua en estado líquido, por lo tanto, la distancia debe permitir que el agua permanezca en dicho estado, asimismo también debe permitir un efecto invernadero en la atmósfera. La estrella, para permitir el desarrollo de la vida, requiere un alto grado de estabilidad y debe ser una estrella lo suficientemente joven y lo suficientemente longeva -esto es, pequeña, para que no cambie su tamaño y, por lo tanto, no varíe la zona habitable. También es necesario que el planeta pueda recibir los metales y sustancias químicas complejas necesarias para la vida que son dispersas y creadas por las supernovas.
La órbita idónea en la estrella idónea
La presencia de planetas rocosos pequeños cercanos a la estrella y otros gaseosos externos es, según, Ward y Brownlee, uno de los requisitos, puesto que la presencia de grandes puntos de gravedad permite la protección a los planetas rocosos de bombardeos de asteroides.
Presencia de otros planetas
Para ello, es necesario que no haya ningún cuerpo -con especial atención a los gigantes gaseosos- que pueda alterar la órbita del planeta -directa o indirectamente- mientras la vida se está formando, a menos que sea un satélite.
Una órbita continuamente estable
Si el planeta es demasiado pequeño, es incapaz de mantener una atmósfera, y si es demasiado grande, mantiene demasiados elementos en la atmósfera -al igual que Venus. También deben ser lo suficientemente pequeño para mantener placas tectónicas, grandes montañas y profundos cañones y lo suficientemente grande para que exista.
Un planeta del tamaño idóneo.
Esta teoría también sostiene la importancia de las placas tectónicas y las cadenas montañosas para la vida. Puesto que estas dependen de muchos factores necesarios para la vida como la composición química y física, una fuente durable de calor y la una amplia presencia de agua. Ward, Brownlee y otros (como Tilman Spohn) sostienen que la presencia de placas tectónicas permite el ciclo bioquímico en la vida.
Con placas tectónicas
Según una teoría, la Luna se formó por el impacto de una joven Tierra con un objeto del tamaño de Marte, lo que dio su oblicuidad de la eclíptica, si esta fuera menor, las estaciones no serían lo suficientemente fuertes para estimular la evolución; en cambio, si ésta fuera mayor, las estaciones serían muy hostiles a la vida. Tampoco hay que olvidar que la presencia de una Luna suficientemente grande permite las mareas, las cuales son esenciales para la vida, además, la presencia de la luna también afecta a otros elementos como las placas.
Una gran luna
La presencia de vida compleja ha sido en nuestro planeta ha sido debido a dos cosas: el ancestro común de todas las especies, el cual se volvió más y más complejo, y la presencia de la reproducción sexual, en el caso de las especies más complejas. Eso ha sido lo que nos ha permitido evolucionar.
Uno o varios mecanismos de evolución
Para que la vida prospere no sólo es necesario mecanismos para que lo haga, sino que las condiciones exteriores sean las idóneas. El tiempo en el que se produce la evolución debe tener ausencia de elementos que puedan aniquilar totalmente la vida como cambios meteorológicos extremos, erupciones volcánicas, bombardeos de meteoritos...
El tiempo idóneo para la evolución
Aquí tengo una página de wikipedia sobre el asunto.
Está en inglés, puesto que la página en castellano, tiene una información muy breve.
en www.wikipedia.org/wiki/Rare_Earth_hypothesis
Última edición por Valmadian; 13/09/2015 a las 20:07
Sobre el tema el debate está siempre abierto. En lo relativo a la idea de vida microbiana parece haber bastante unanimidad en que es altamente probable su existencia, pero la discusión se centra particularmente en la parte relativa a las formas de vida superiores y aún más cuando se discute sobre la posibilidad de inteligencia.
En tal sentido hay dos corrientes confrontadas: una de ellas se apoya en los argumentos de Ernst MAYR, alemán y profesor de Biología en Harvard, y el mucho más popular Carl SAGAN. Para MAYR las posibilidades son rarísimas, mientras que SAGAN opinaba que el número de civilizaciones sólo en nuestra galaxia debía contarse por millones. En 1995 ambos investigadores mantuvieron un debate publicado por "Bioastronomy News", boletín de Astrobiología de la SOCIEDAD PLANETARIA. El contenido versó principalmente acerca de las posibilidades del programa SETI, acrónimo de Search for ExtraTerrestrial Intelligence, o búsqueda de inteligencia extraterrestre, y cuyo principal instrumento es el radiotelescopio de Arecibo, Puerto Rico.
En 2000 se volvió a publicar el libro de Peter D. WARD y Donald BROWNLEE Rare Earth en el que se sientan las bases de la excepcionalidad de nuestro mundo dentro de la Vía Láctea y del Universo en general. Ciertamente parece que si es una "Tierra excepcional" o una especie de "extraño planeta", pero todos los parámetros que se utilizaron, y que hoy poco han variado, se extrapolan de los propios de nuestro mundo. Considerando que apenas se ha empezado una exploración a distancia del Cosmos, es todavía excesivamente pronto para empezar a sacar conclusión de ninguna clase.
Sin embargo, hay otra dimensión que no se discute, generalmente, desde la Ciencia, y es el relativo al teológico y religioso. Ya en la novela, y película posterior, Contact del propio SAGAN, se hace alusión a esta cuestión, pero desde la óptica de este cosmólogo y no desde nuestro propio enfoque católico. Es en este sentido desde el cual podría ser más interesante el tema el cual, por cierto, ya ha sido tratado con anterioridad.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Valmadian, yo no soy partidario precisamente de las sicodélicas teorías de Sagan y sus adláteres, llámense Iker Jiménez (aunque este es creyente), Alejandro Amenábar o cualquiera otro; ya que están desprovistas de cualquier referencia a la Providencia. Pero una sencilla extrapolación matemática me hace pensar, que si el Universo es "infinito" en cuanto a medidas humanas, entonces las posibilidades ESTADÍSTICAS de que exista no ya un planeta como el nuestro, sino un sistema solar exactamente igual al nuestro, necesariamente deben ser muy altas; incluso "deben tender a infinito". Por tanto, no me extrañaría que existiese vida como la nuestra es otros lugares alejados del Espacio (otra cosa es que nos hayan podido visitar, que ese es otro debate).
Por otra parte, en lo relativo a lo teológico tal y como señalas, no veo que las posibles implicaciones de que la Tierra no sea única, ni que lo sea el ser humano, puedan constituir un problema desde un punto de vista católico. Todo lo contenido en el Universo pertenece a Dios; y esto es así tanto si la vida que pueda existir en otros planetas cumple las leyes naturales que conocemos (vida con base en carbono), como si se basa en otras leyes naturales que podamos desconocer.
Bueno, yo no soy escéptico respecto de esa posibilidad, pero tampoco soy un "entusiasta" que se imagina el Cosmos en plan "Stars War". Es un hecho que hasta ahora todas las especulaciones bien desarrolladas, que no fantasías, se han planteado en términos digamos que muy "terrícolas", lo que no es óbice para que no pueda haber seres similares en otros mundos.
Mi referencia a la dimensión teológica es porque tal como apunto, el tema ya ha sido tratado y de un modo profuso. Habría que buscarlo en los fondos del Foro y rescatarlo a efectos de ampliarlo, si así se desea.Sin embargo, hay otra dimensión que no se discute, generalmente, desde la Ciencia, y es el relativo al teológico y religioso. Ya en la novela, y película posterior, Contact del propio SAGAN, se hace alusión a esta cuestión, pero desde la óptica de este cosmólogo y no desde nuestro propio enfoque católico. Es en este sentido desde el cual podría ser más interesante el tema el cual, por cierto, ya ha sido tratado con anterioridad.
No he dicho que seas partidario, sólo que las "psicodélicas teorías" de SAGAN están directamente entrelazadas con la discusión que abrieron en su día WARD y BROWNLEE, y sobre lo cual un artículo en la revista española "Tribuna de ASTRONOMÍA y Universo", II época, nº 46 correspondiente a abril de 2003, págs., 22-30, trató el tema, no siendo el único, ni exclusivo, y en el que las referencias a SAGAN ( JIMÉNEZ y AMENÁBAR como si no existieran, pues no son un referente para nada) son parte del hilo conductor del artículo. Hay que tener en cuenta que mientras Contact es una novela llevada al cine, SAGAN, que no es nada santo de mi devoción, tiene publicado un ensayo muy especulativo y muy discutible, La conexión cósmica, mucho menos conocido y en la que especula a fondo sobre todo este tema planteando diversas hipótesis. SAGAN, independientemente de que no nos guste, era cosmólogo, planetólogo y astrofísico, mientras que nuestros "aficionados locales" no pasan de eso.
No confíes mucho en la Estadística, porque es la más mentirosa de las matemáticas ("tenemos un pollo y dos posibles comensales, ¿a cuánto toca cada uno?a la mitad, ¿no? Eso dice la estadística, pero ¿es eso seguro y no hay uno al que el otro le deja sólo chupar los huesos?). Bromas aparte, a la hora de analizar posibilidades aunque el Universo sea tan inconmensurable, resulta que hay que ir eliminando parámetros uno detrás de otro, hasta dejar las posibilidades de vida en los huesos, la que sea superior en el caldo y la posible inteligente en el aroma de la cocción. Aún así, fíjate en lo que digo después en mi siguiente comentario.Pero una sencilla extrapolación matemática me hace pensar, que si el Universo es "infinito" en cuanto a medidas humanas, entonces las posibilidades ESTADÍSTICAS de que exista no ya un planeta como el nuestro, sino un sistema solar exactamente igual al nuestro, necesariamente deben ser muy altas; incluso "deben tender a infinito". Por tanto, no me extrañaría que existiese vida como la nuestra es otros lugares alejados del Espacio (otra cosa es que nos hayan podido visitar, que ese es otro debate).
"Del Señor es la tierra y todo cuanto contiene, el Universo y sus habitantes." 1.del SALMO 24 (23)Por otra parte, en lo relativo a lo teológico tal y como señalas, no veo que las posibles implicaciones de que la Tierra no sea única, ni que lo sea el ser humano, puedan constituir un problema desde un punto de vista católico. Todo lo contenido en el Universo pertenece a Dios; y esto es así tanto si la vida que pueda existir en otros planetas cumple las leyes naturales que conocemos (vida con base en carbono), como si se basa en otras leyes naturales que podamos desconocer.
Hay traducciones que en lugar de Universo dicen Orbe, pero se trata de dos términos sinónimos. Tampoco se escribe "tierra" con mayúscula, pues el exégeta no contempla a ésta como un nombre propio que designa al planeta diferenciándolo de otros cuerpos celestes.
"Alégrese el cielo y salte de gozo la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo lleva;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque
delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el Orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad."
SALMO 96 (95)-11
En fin, ¿a qué se refiere el Salmo?
Fíjate cómo lo dice la Edición Paulina de La Biblia:
"De Yavé es la tierra y cuanto encierra,
el Universo y los que en él habitan."
Antes citado.
"Tengo otras ovejas que no son de este aprisco, y es preciso que yo las traiga, y oirán mi voz, y habrá un sólo rebaño y un sólo pastor."
S Jn 10-16
"En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así os lo diría, porque voy a prepararos el lugar.
S Jn 14, 2
Sin comentarios para evitar ninguna clase de interpretación, aunque palabras dignas de ser bien meditadas.
En el relato de los acontecimientos de Garabandal, hay una parte en la que se afirma que la vidente principal preguntó a "la Señora" si había otros mundos habitados. En el relato se afirma que la respuesta fue que "hay otros donde hay gente", o muy similar, pues estoy hablando de memoria.
Se ha afirmado muchas veces que un posible contacto con otros seres provocaría grandes cambios en la percepción religiosa. Personalmente creo que no, con esto quiero decir que no tiene por qué ser así. No pongo en duda de que habría gente que se alteraría enormemente, pero un escenario así no tiene porque afectar en nada.
La tremenda realidad es que las propias dimensiones cósmicas son de tal naturaleza que con el nivel de conocimientos actuales, así como el de desarrollo tecnológico, es prácticamente imposible un contacto físico, obviamente estoy excluyendo toda especulación relativa al llamado fenómeno ovni. Que la opción del contacto a través de las ondas y en esto estamos ante otro problema monumental. Primero, aún en el supuesto de que hubiese un mundo cercano en términos cósmicos (1 año-luz = 9.500.000.000.000 kilómetros) con capacidad tecnológica suficiente, cualquier comunicación a velocidad luz de las señales de cada mensaje tardarían los años de separación entre ambos mundos. Así, por ejemplo, supongamos que se encuentre a 50 a.-l. de distancia, el mensaje tardará 50 años en llegar y tardarán otros 50 en recibir la respuesta. Esto nos pinta un panorama ciertamente sombrío, y si no estamos sólos, a los efectos como si lo estuviésemos. Consideremos, además, qué cantidad de potencia será precisa para hacer que cada mensaje no se limite a un "Hola, estamos aquí".
Última edición por Valmadian; 14/09/2015 a las 03:11
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
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