de: www.edicionescatolicas.com
Apocalypto. Una gran película de Mel Gibson construida desde la Fe.
Apocalypto tal vez no sea la mejor película de Mel Gibson, pero si es una película imprescindible y especial; divertida y profunda a la vez, y sobre todo una película comprometida con la fe Católica a pesar de las apariencias.
Y es que Gibson es uno de los pocos cineastas capaces de hacer simultáneamente cine de tesis y cine divertido, cine que nos hace gozar de ese instinto que hay en todos de querer que nos cuenten historias. Gibson tiene esa magia especial que tienen algunos genios del cine de estar contándonos una historia, tenernos pegados al asiento dos horas, y al mismo tiempo saber que nos está convenciendo de algo, que está intentando demostrar algo; pero se lo perdonamos porque cuenta tan bien la historia que hasta el que esté intentando demostrar algo se lo perdonamos.
¿Cuál es la tesis del cine de Gibson? La tesis presente en el cine de Gibson, al menos desde Brave Heart es su fe Católica. El cine de Gibson es profundamente creyente. Es quizás el único ejemplo de cine católico en el cine moderno que conocemos. Cine de alguien que vive la fe Católica, mejor o peor, y que refleja su vivencia en el cine. Y Apocalypto es un buen ejemplo de lo dicho.
¿Qué tiene de católico Apocaplypto? Tiene de católico el que nos muestra cómo era el mundo antes de que el cristianismo creciera en el corazón de los hombres. Apocalypto es una película que nos muestra cómo es el mundo sin Cristo.
¿Y cómo es el mundo sin Cristo? Es un infierno, y los hombres demonios. Por eso la película, que permanece siempre abierta a la esperanza de salvación, nos muestra algo absolutamente terrible. No sé si alguna vez el cine había conseguido recrear una atmósfera tan satánica como la que se percibe en Apocalypto.
El argumento es muy simple. La historia empieza mostrándonos la vida cotidiana de una pequeña tribu de cazadores en la jungla. Y sobre todo del protagonista, que está casado tiene un hijo de unos cuatro años y su esposa está en un estado de gestación muy avanzado. Un día la aldea es atacada por una partida de guerreros que suponemos sean aztecas, y aquí empieza el infierno para el protagonista. Las escenas son de una violencia extrema, y lo de menos es el la muerte de los que se resisten. Lo peor es una violencia ilimitada en la que el otro es sólo una cosa con la que divertirse. Las imágenes incluyen la violación de una de las mujeres de la tribu ante los ojos de su esposo, o cómo los niños pequeños son abandonados en la aldea mientras sus padres son arreados como animales.
ARGUMENTO
El objeto de la incursión es conseguir prisioneros que son llevados en un viaje, que es una bajada al infierno, hasta la ciudad de los guerreros donde los prisiones van a ser usados en sacrificios humanos, y de los que se nos ofrece una visión realista, aunque no completa, pues se evita la componente de canibalismo que esos rituales incluían.
La segunda parte de la historia, es la huida del protagonista a través de la selva perseguido por un grupo de guerreros de vuelta a su aldea donde había dejado escondida a su mujer y a su hijo en una situación más que comprometida, y que a lo largo de la película vamos conociendo como una historia paralela.
Esta segunda parte de la película quizás sea la más débil pero también la más divertida, y está narrada con un estilo de película de aventuras tradicional, donde a veces el realismo de la historia se sacrifica en ara de la narración y su dinamismo.
Esta segunda parte de la película, en la que tampoco está ausente unas dosis de violencia no despreciable, la asume el espectador como una liberación de las dosis de malignidad pura y opresión absoluta que ha tenido que soportar en la primera. Es como un grito de libertad, y aire fresco.
Hay una verdadera catarsis en esta segunda parte, cuando el protagonista, que acaba de saltar una catarata, que nos parece inmensa e inacabable para escapar a sus perseguidores, les grita desde el otro lado las mismas palabras que dijo su padre antes de ser asesinado:
“¡Soy Garra de Jaguar(Jaguar Paw) hijo de Cielo de Pedernal!
¡Mi padre cazó en este bosque antes que yo!
¡Mi nombre es Garra de Jaguar!
¡Soy un cazador!
¡Este es mi bosque!
¡Mis hijos cazaran aquí cuando yo no esté!”
Y no contamos más de la historia para no estropear el efecto final, que de alguna manera nos revela de golpe, en unas pocas imágenes, el sentido de toda la historia.
EL SIGNIFICADO DE LA HISTORIAEl significado de la historia ya lo hemos revelado: la película nos cuenta cómo era el mundo antes de que Cristo viniera y luego habitara el corazón de los hombres. La película nos cuenta cómo es un mundo en el que el demonio reina. Cómo se puede convertir al otro en cosa, en juguete con el que uno se divierte mediante su sufrimiento infringido.
En la película se ven imágenes fuertes. Nos muestran cómo eran los sacrificios humanos en la América precolombina: Cómo unos sacerdotes sujetan a una persona viva y otro le abre el pecho, y todavía palpitante el corazón se lo ofrece a los demonios a los que adoran. Y luego cómo es arrojado el cuerpo de la víctima pirámide abajo. Y como el guiñapo sanguinolento es recogido por los guerreros que se lo llevan.
Las imágenes un mundo de una violencia inusitada. Pero, hasta cierto punto, las imágenes de Gibson no son suficientemente realistas al ofrecer esa violencia: le falta la masividad (se habla de casi un cuarto de millón de víctimas anuales sacrificadas en el Imperio Azteca), le falta la generalidad (los sacrificios se practicaba en todo el continente, y casi los realizaban casi todas las culturas), y sobre todo le falta que veamos cómo esos sacrificios estaban unidos a la antropofagia sistemática y masiva: en esos sacrificios el corazón era de los dioses, pero el cuerpo se lo comían los guerreros.
Así y todo, la película nos muestra suficiente de un mundo en poder de Satanás para que intuyamos lo que es. Y en este sentido la película es sobre todo una justificación completa de la colonización española. Y de hecho es difícil mantener el discurso del indigenismo antiespañol si uno no cuestiona antes esta película. Pero, el problema es para los indigenistas que es muy difícil argumentar contra la realidad histórica de lo que se cuenta en la película.
En países como México, lo que la intelectualidad políticamente correcta, es decir, indigenista, nos ha querido convencer de la existencia de un paraíso prehispano, una especie de reino del Buen Salvaje. Pero lo que han hecho en la práctica ha sido manipular la historia y contarnos una historia no real. Borrando, o incluso negando los sacrificios humanos y el canibalismo social. Películas como ésta de Gibson lo que hacen es denunciar implícitamente tal manipulación; es revelar esas mentiras y ocultaciones de la historia precolombina a la que han convertido en una historia edificante y completamente inventada.
Hoy en todo América el discurso indigenista y anti-hispano en el fondo lo que intenta es cuestionar la Evangelización; y con esta película, que paradójicamente es profundamente cristiana (aunque sólo se ve una cruz unos segundos), lo que se está es dando argumentos irrebatibles para esa evangelización.
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