Leyenda Negra
La famosa Leyenda Negra que ha enturbiado la Historia de España no nos ha abandonado , sobre todo, después de ver la película Elizabeth: La Edad de Oro. Yo he visto esta película y me causó como español enfado y como licenciado en Historia estupor. No pretendo que una película inglesa ensalce a los españoles pero, al menos, que no reduzca a los protagonistas de la Historia de España, como el caso de Felipe II, a un fanático religioso a punto de ingresar en el manicomio y que hable entre murmullos y secretismo. El personaje principal de esta película es Isabel I de Inglaterra aquella que dicen que murió virgen y que, según afirmaba el propio film, dio inicio en Inglaterra a una edad de paz, gloria y prosperidad. No pude disimular las risas entre las butacas del cine. Buena época de paz y prosperidad cuando cuarenta años de la muerte de la reina Isabel se inició una cruenta guerra civil, con decapitación del rey incluida, que derivó en la instauración de una dictadura puritana (Cromwell).
En cuanto a la prosperidad y la gloria, los ingleses consideraban imperio en aquel tiempo al mantenimiento de unas pobres factorías en las costas de América del Norte. La mayor riqueza que los ingleses extraían en aquel tiempo se las debían a los galeones españoles que asaltaban sus corsarios como Drake o Hawkins con apoyo explícito de la Corona inglesa. Esta era la manera de comerciar de los ingleses. ¿Y la Armada Invencible? No es de dominio público pero después del fiasco de la Invencible Felipe II envió otras dos expediciones navales contra Inglaterra en el año 1597 e, incluso, ya con Felipe III, una expedición española desembarcó en Irlanda para apoyar a los rebeldes contra Inglaterra. Si España era, como siempre ha afirmado la historiografía inglesa, una potencia en decadencia que había pasado el testigo de la hegemonía naval a Inglaterra ¿cómo se explica estos acontecimientos? El problema no es lo que sucedió sino como se ha transmitido a las generaciones posteriores. Los ingleses siempre han sido expertos en magnificar sus éxitos y minimizar sus errores, justo todo lo contrario que ha ocurrido en España. Así nos va.
Carlos A. Font Gavira. Los Palacios
http://sevilla.abc.es/20071123/opini...711231037.html
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