Primer complot contra Francisco en el corazón del poder vaticano
Por Julio Algañaraz
El Papa nombró a un funcionario de pasado turbio. Fue porque grupos ultraconservadores le ocultaron sus datos.
Encuentro. Francisco con monseñor Battista Ricca, en el Vaticano, poco después de ser nombrado en el IOR.
VATICANO. CORRESPONSAL - 21/07/13
Los enemigos mortales que el Papa argentino tiene en la Curia Romana –el gobierno de la Iglesia– siguen teniendo un enorme poder que saben les durará poco porque pronto se abatirán sobre ellos las reformas radicales del nuevo pontífice. Por eso
conspiran en la sombra para debilitar a Francisco. Ellos están detrás del escándalo que ha estallado gracias a las revelaciones del vaticanista Sandro Magister en el semanario
L’Espresso, que el viernes reveló detalles del “comportamiento escandaloso” homosex de monseñor Battista Ricca, un amigo de Jorge Bergoglio, quien lo nombró hace poco Prelado en el IOR, el banco vaticano.
Hace más de un mes Magister escribió en un artículo que monseñor Ricca, el director de la Casa de Santa Marta, donde se aloja el nuevo Papa en el Vaticano, tenía un “pasado escandaloso” conquistado con una turbia historia de homosexo cuando era diplomático de la Santa Sede
en la nunciatura apostólica en Montevideo.
Ricca había sido llevado por Francisco al Instituto para las Obras de Religión, el IOR, el más grande foco infeccioso en el Vaticano de casos de corrupción, lavado de dinero y complicidad con mafiosos. Su misión era referir a Francisco todo lo que pasa en el IOR, que ha sido puesto bajo control directo del Papa argentino también con el nombramiento de una Comisión Referente y por una segunda comisión que vigilará toda la estructura económico–financiera que maneja la Santa Sede.
La revolución del Papa jesuita que quiere una Iglesia con pobreza franciscana
alarma a los grupos ultraconservadores en retirada, más la vieja guardia del poder en el Vaticano, que todavía sigue influyendo. Los ultramontanos cuentan con amigos muy poderosos, donde no faltan famosos periodistas. Por lo que sabe
Clarín se han dado como importante objetivo
buscar información que debilite la imagen del Papa argentino.
La revelación inicial de
L’Espresso hace más de un mes no dio al principio buenos resultados para los conspiradores porque ningún medio recogió la denuncia de Magister. El viernes, mientras el Papa se apresta a abordar el avión que mañana lo llevará a Brasil, en su primer viaje apostólico internacional,
L’Espresso publicó su segunda tapa seguida que involucra a Francisco. Esta vez las revelaciones sobre monseñor Ricca fueron mucho más detalladas y lograron más repercusión. El objetivo era obtener un rebote confirmatorio que llegara desde Uruguay. Y ayer la prensa de Montevideo dio una extensa información que ratifica todo. Es más, el secretario general de la Conferencia Episcopal uruguaya, Heriberto Bodeant, confirmó que es verdad que el actual prelado del IOR tuvo una conducta “non sancta”.
En resumen, Ricca llegó a Montevideo como diplomático vaticano en 1999; el embajador del Papa era monseñor Francesco de Nittis, quien se opuso al pedido de Ricca de traer a la embajada, alojarlo y darle un empleo, al capitán del ejército suizo Patric Haari. Pero unos meses después, cuando se marchó de Nittis y Ricca se convirtió en encargado de negocios, fue un juego traer al capitán a la embajada y darle un empleo local.
La intimidad entre Ricca y el militar suizo “escandalizaba a obispos, sacerdotes y laicos, incluso a las monjas que se ocupaban de la nunciatura”, afirma el bien informado Magister en
L’Espresso. Cuando arribó el nuevo nuncio, el polaco Janusz Bolonek, actual embajador del Papa en Bulgaria, estalló la crisis porque exigió el retiro del capitán Haari de la nunciatura y del empleo. Ricca resistió pero ocurrieron dos cosas. Una noche el diplomático recibió una dura golpiza en un local para homosexuales en situado en Bulevard Artigas y Ricca pidió ayuda a varios curas que lo llevaron a la nunciatura con el rostro tumefacto. Tiempo después se descompuso un ascensor de la sede pontificia en Uruguay y los bomberos de Montevideo se encontraron, cuando rescataron a Ricca, que estaba acompañado por un joven, que fue identificado. Bolonek exigió a la Secretaría de Estado vaticano que quitarán a Ricca, que fue transferido a Trinidad-Tobago y después al Vaticano.
Una versión sostiene que misteriosas manos negras
limpiaron el prontuario interno de monseñor Ricca para purgarlo de estos escándalos, que de todas maneras quedaron estampados en los informes secretos de la nunciatura a la Secretaría de Estado. De allí deben venir las filtraciones que hacen recordar al escándalo VatiLeaks con revelaciones que causaron daños fatales al Papa renunciado Benedicto XVI.
Quitar los antecedentes comprometedores de monseñor Battista Ricca de su “dossier” personal, despistaron al Papa argentino, que no encontró informes negativos para nombrarlo como su Prelado en el IOR.
Ahora Francisco debe reaccionar, acelerando los nombramientos en la Curia y en el IOR y haciendo rodar más cabezas conspiradoras de las que esperaba. La lucha continúa y se hace incandescente.
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