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Re: Habemus Papam - Francisco I
Triste Aniversario
Fray Gerundio
Con la misma superficialidad e irresponsabilidad con que se acogió e interpretó la dramática noticia y en la línea marcada ya por todos los manipuladores y creadores de opinión mundial, conmemoramos el triste aniversario de la renuncia de Benedicto XVI al pontificado. Aquél funesto día 11 de febrero del pasado año, se derrumbó una parte del edificio que todavía quedaba en pie, a pesar de que ya las ruinas estaban acumuladas desde muchos años antes. El pueblo cristiano se sintió huérfano al escuchar atónito al primer papa de la historia –digan lo que quieran los historiadores hermenéuticos al uso-, que tira la toalla, que abandona sus graves responsabilidades y renuncia a seguir guiando el rebaño a él encomendado. Sólo Dios conoce los pensamientos y los secretos últimos de los corazones, es verdad; pero a la vista de los acontecimientos, y sin saber todavía lo que nos esperaba, muchos dijimos ya en aquel aciago día que algo estaba sucediendo entre bambalinas, perfectamente programado por los directores de la obra escénica. Sean cuales fueran, el Príncipe de este Mundo se constituía en Mentor y Patrono de lo que habría de venir. No me cabe la menor duda, independientemente de los casuales rayos que pudieran caer por aquí o por allá. Y elegir el día de la Virgen de Lourdes para tal representación, añadía todavía más gravedad al tema: dos veces desde entonces, ha quedado completamente anegada la gruta de Lourdes, como en una especie de protesta sencilla, pero anunciadora del desastre.
http://tradiciondigital.es/wp-conten...-destruida.jpg
Me he referido a la superficialidad e irreponsabilidad de muchos, que acogieron la nueva elección con una euforia desmedida desde la filas católicas; al tiempo que desde los asientos anticatólicos, ateos, escépticos y por supuesto los claramente heréticos y blasfemos, se enorgullecían de la noticia y cantaba loas a la Nueva Era que llegaba, cerrando para siempre una etapa oscura e inquisitorial. Los cardenales electores, bien apiñados antes y después en torno a la perversa situación, iban en la cabeza de la manifestación y del alboroto entusiasta, al tiempo que se diluían entre la multitud de corifeos aduladores, tanto del Recién Elegido, como de esa parte del Mundo Blasfemo que lo aclamaba. Ni uno sólo de estos cardenales ha salido al paso de la tremenda situación. Ni siquiera un San Atanasio que -sin abandonar la Iglesia-, hubiera dado ejemplo de gallardía y nobleza.
Las anécdotas de cambios menores, clamorosamente aireadas por los medios, no eran sino la cáscara de los auténticos cambios que se avecinaban. Cambios en los modos y maneras –jubilosa e irreflexivamente aceptados-, anunciaban cambios en el fondo, presentados con la etiqueta de la comprensión hacia los que sufren, misericordia divina para todos sin conversión previa, redención de todos sin distinciones y en definitiva una serie de gestos y mensajes implícitos a todo el mundo no católico, a la par que otra serie de mensajes mucho más explícitos de dureza y excesiva severidad, para con los pocos sacerdotes y fieles que denunciaban tales cambios.
La doctrina de la Iglesia, después de este año, ha quedado herida de muerte. Lo estaba ya en la práctica. Los católicos llevaban tiempo permitiéndose opinar y vivir conforme a las exigencias del mundo. Muchos de ellos, con sus Pastores a la cabeza – alemanes y no alemanes-, ya vivían fuera de las normas más elementales del dogma y la moral católicos. Pero todavía quedaba -como un leve punto de referencia-, la mirada hacia Roma. Los hijos pervertidos, temían que su padre les amonestara y les recordara el texto de la doctrina. Ahora, es el padre quien anima a los hijos a pervertirse. No se puede interpretar de otro modo, las continuas llamadas a comprender a los que cometen los pecados más graves denunciados y castigados por Dios en la Sagrada Biblia, mientras no se dice una palabra acerca de la gravedad de los mismos. A comprender a los homosexuales, los divorciados, los blasfemos, los ateos, los que no tienen fe, los que pisotean los dogmas eternos de la Santa Iglesia… en tanto no se dice una sola palabra sobre los pecados en cuestión.
El Pontificado se ha vaciado de contenido, de prestigio (todavía más), de estilo, de clase, de pose, de autoridad en definitiva. Uno más entre la muchedumbre, podría haber sido el lema del escudo, superado ya el clásico Servus servorum Dei, que ahora se interpreta en clave ramplonamente marxista.
Pero insisto en que todo esto no es más que un nuevo capítulo del guión. Y me importa un bledo lo que puedan pensar mis novicios, también entusiasmados y claramente manipulados. El guión empezó a escribirse hace mucho. No han faltado quienes lo denunciaran a su tiempo, entonces y ahora. Pero el guión sigue. El dimitido Benedicto XVI, ya decía hace 40 años lo que iba a suceder. Los tontorrones y malvados de turno (que coinciden casi siempre), lo interpretan en clave profética. Yo lo interpreto en clave programática. No es profeta quien dice a sus oyentes: si hacemos las cosas de este modo, va a pasar esto, y esto, y esto. Y se pone a la cabeza de los actores (aunque eso sí, con la prudencia y la precaución debidas). Todo estaba programado en general, con añadidos programáticos al hilo de la actualidad. El Gran Teatro del Mundo, cada uno con su papel específico, puesto en marcha para destruir lo que quedaba de la Iglesia. Incluso el papel de Pontífice Emérito, al que el Papa Francisco llamaba estos días Su Santidad Benedicto XVI. Malicia sobre malicia.
Si todo esto ha pasado en el corto plazo de un año, veremos lo que nos espera a lo largo del año venidero. Los estragos acumulativos son siempre exponenciales, porque destruir es más sencillo que edificar. Vamos a ver lo que organizan los nuevos gestores nombrados para ayudar al Papa, quien a pesar de tantas declaraciones en contra de la autoridad que representa, tiene ahora más Autoridad Destructiva que nunca, bajo capa de permisividad, pobreza y humildad.
No me gusta ser agorero, ni futurista, ni alarmista, pero debemos pedir a Dios la ayuda de su gracia para mantenernos fieles ante las siguientes fases de destrucción que se avecinan. Me gusta recordar la llamada que hacía San Pedro a la conversión (palabra olvidada o maliciosamente interpretada en nuestros días):No tarda el Señor en cumplir su promesa, como algunos piensan; más bien tiene paciencia con vosotros, porque no quiere que nadie se pierda, sino que todos se conviertan. Pero como un ladrón llegará el día del Señor. Entonces los cielos se desharán con estrépito, los elementos se disolverán abrasados, y lo mismo la tierra con lo que hay en ella. Si todas estas cosas se van a destruir de este modo, ¡cuánto más debéis llevar vosotros una conducta santa y piadosa, mientras aguardáis y apresuráis la venida del día de Dios, cuando los cielos se disuelvan ardiendo y los elementos se derritan abrasados! (2 Ped. 3, 9-12)
Claro que algunos piensan que la conducta santa y piadosa a la que se refiere San Pedro es la comprensión con el pecado, el olvido de la ascesis y el compadreo con las religiones falsas. Es que san Pedro, sin saberlo, era pelagiano.
Que Dios nos ayude.
Triste Aniversario | Tradición Digital
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Re: Habemus Papam - Francisco I
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Re: Habemus Papam - Francisco I
¡¡Y dale con los cristianos tristes…!!
Fray Gerundio
Hay una obsesión repetitiva en la predicación del Papa en Santa Marta, con eso de los cristianos tristes. Ya tuve que explicar en otra columna, que yo me siento aludido por estas acusaciones, a pesar de que nunca hasta ahora me había considerado triste. Pero así son las cosas.
Esta pasada semana, la referencia a los cristianos tristes tiene otro signo distinto, aunque me temo que tenga también la misma finalidad y el mismo trasfondo. Hablando de que la característica de los cristianos es que son personas que exultan porque conocen al Señor y llevan consigo al Señor, se aprovecha para una nueva arremetida que aquí transcribo:
Aquellos cristianos que viven en un tiempo adagio-lamentoso, que viven siempre así, quejándose de todo, tristes, no le hacen ningún favor ni al Señor ni a la Iglesia… Ese no es el estilo del discípulo. San Agustín dice a los cristianos: ¡Anda, ve adelante y camina! Con alegría: y ese es el estilo del cristiano. Anunciar el Evangelio con alegría. Y el Señor lo hace todo. En cambio, la excesiva tristeza, también la amargura nos lleva a vivir un, por así decirlo, cristianismo sin Cristo: la Cruz vacía a los cristianos que están ante el sepulcro llorando, como la Magdalena, pero sin la alegría de haber encontrado al Resucitado.
Aparte de que el estilo oratorio no es precisamente el que tenía Demóstenes, y por lo tanto la traducción no puede ser muy de Cicerón, y aún en medio del confuso lío de palabras… como ya nos conocemos, puedo intuir con mi adagio-lamentosa-mala-milk (que en ocasiones es bastante alegre y divertida para mí), que aquí se mezcla todo al más puro estilo modernista, con la finalidad de sacar una sola conclusión: dar a conocer a los oyentes y lectores quiénes son los tales cristianos tristes, para que inmediatamente -como si estuviéramos en la Alemania nazi-, se les coloque la pañoleta en el brazo que nos identifique como amargados. Ni más ni menos. Yo, por el sólo hecho de llevar mi hábito, ya tengo bastante identificación entre mis hermanos. Soy amargado porque no llevo pantalones vaqueros asquerosamente sucios y no hago celebraciones a las tantas de la madrugada con jóvenes y jóvenas conscientemente cristianos, que apoyan la homosexualidad y que rechazan las enseñanzas morales de la Iglesia.
Nuestro Señor, que era el Buen Pastor, ya nos alertaba de la situación en que nos veríamos después de su muerte y de su desaparición de este mundo. No creo que podamos acusar a Jesucristo de amargado, cuando contraponía la alegría del mundo con nuestra necesaria tristeza:
Lloraréis y os lamentaréis, y en cambio el mundo se alegrará.Vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría (Jn. 16, 20).
En el mundo tendréis tristeza, pero confiad, Yo he vencido al mundo. (Jn. 20, 33)
Todo parece indicar por tanto, que el mismo Señor nos avisa de la posibilidad de que los discípulos tengamos que cargar con una tristeza, que estará justamente en proporción inversa a la alegría y el jolgorio del mundo. Por lo visto el Señor estaba en ese momento en un estado adagio-lamentoso. Claro que como Él no hablaba pensando en la prensa ni en la publicidad, se limitaba sencillamente a aconsejarnos lo que más nos convenía. Menuda diferencia.
Si nos atenemos a estas palabras transmitidas por el Evangelio de San Juan -y claro está, esto solamente sirve para los que creemos en la inspiración y en la historicidad de los Evangelios-, tenemos motivos para estar tristes, porque hay que ver lo contento que está el mundo (yo diría el mundillo), con las actuaciones y con los decires y haceres de nuestros líderes religiosos. Ellos andan felices y contentos, triunfalistas, con plena confianza en sí mismos y en sus programas de acción, con la presunción del éxito al alcance de la mano. Y curiosamente, todos los medios que les encumbran, encaraman y ensalzan.
Para ellos -yo los comprendo, pobrecillos-, no puede haber lugar para la tristeza. Todos sabemos lo bien que va todo. Porque ahora se vive el cristianismo mejor que nunca. La asistencia a los sacramentos está por las nubes, la euforia colectiva está fuera de todo control, el sentido cristiano de la moral está en proporciones elevadísimas, el matrimonio cristiano –especialmente después de la catequesis de alta teología sobre las suegras- está que se sale, la familia está de miedo y fenomenal, a falta del golpe que se le va a dar este mismo año, la juventud vive enamorada de su vocación cristiana, como se ha visto en la participación masiva de jóvenes realmente comprometidos con su vida cristiana en Río de Janeiro, los Obispos están encantados con la nueva situación de progreso eclesial y de acercamiento al mundo… etc.
Por lo visto, son muchas las razones que tienen para estar contentos, mientras el cadáver se corrompe. Ya dijo el Señor que donde esté al cadáver allí se congregarán los buitres. Veo muchos buitres cantando a coro, mientras los adagio-lamentosos advertimos que esto no marcha. Pero no hay que hacer caso: son los clásicos amargados que no hacen ningún favor al Señor ni a la Iglesia.
Yo creo que la tristeza de María Magdalena al ver que el sepulcro estaba vacío, era real. Y por eso -en sus lamentos-, intentaba encontrarlo como fuera. Hasta que el Señor mismo se le hizo presente. Ahora, la habrían calificado en Santa Marta de cristiana amargada y tristona, si la hubieran entrevistado antes de encontrar a Jesús Resucitado. Quejarse de que el Señor ha desaparecido y no se sabe dónde lo han puesto, no está bien visto. La dictadura de los que tanto critican las dictaduras (menos la cubana), la intolerancia de los que se les llena la boca de la palabra tolerancia, la incomprensión de los que no hablan más que de comprensión, la actuación justiciera y despótica de los que no hablan más que de misericordia, es hoy día el carnet de autenticidad de un cristiano alegre.
Los pobrecillos que se atrevan a levantar la voz tímidamente, o a comentar respetuosamente que esto no va bien, que se preparen. Los ejércitos misericordiosos de los déspotas de turno, tan judaizantes ellos, tan mahometanos ellos, tan vudús ellos, no lo permitirán. Que se lo digan al pobre Roberto De Mattei, ya estigmatizado y expulsado, probablemente por una llamadita telefónica desde las altas esferas. Así actúan.
Ha dicho el Cardenal Super-Madariaga que hay que criticar al Papa, pero con amor. Pues vaya cosa. Seguramente él tenga el termómetro para decidir quién critica con amor y quién critica por encima de los niveles permitidos. Cuando en realidad no se trata de eso: se trata de ver con los ojos de la cara que se nos han llevado al Señor y no sabemos dónde lo han puesto. Mientras tanto, todo el mundo sonríe, goza, se alegra, se regocija y se apunta a la jarana, el jolgorio y el alborozo.
Me vienen a la mente las palabras de aquel otro cristiano amargado y lamentoso, amante del adagio que fue Santiago, el apóstol que nos dejó escrito en su carta:
Estad sujetos a Dios. Resistid al Diablo, y él huirá de vosotros. Acercáos a Dios, y Él se acercará a vosotros. Limpiad vuestras manos, pecadores, y purificad vuestros corazones, hombres vacilantes. Reconoced vuestra miseria, afligíos y llorad. Que vuestra risa se convierta en llanto, y vuestra alegría en tristeza.
Este Santiago, sin duda era peligroso. Seguro que le gustaba la Misa Tridentina, ésa que es una moda entre algunos jóvenes adagio-lamentosos de hoy. Yo creo que no hubiera llegado a Cardenal en estos tiempos.
Voy a comprarme unos globos y ponerlos en mi celda, a ver si así me alegro un poco la vida. Y voy a leer solamente la prensa adepta-exultante-eufórica para que se me quite la amargura. No creo que pueda ya soportar los pantalones vaqueros, por razón de la edad, pero quizá unas sesiones de música focolar o kika me espabilen el espíritu. La verdad es que me amarga la idea de no poder quitarme la amargura.
¡¡Y dale con los cristianos tristes
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Re: Habemus Papam - Francisco I
¡¡Y dale con los cristianos tristes…!!
Fray Gerundio
Hay una obsesión repetitiva en la predicación del Papa en Santa Marta, con eso de los cristianos tristes. Ya tuve que explicar en otra columna, que yo me siento aludido por estas acusaciones, a pesar de que nunca hasta ahora me había considerado triste. Pero así son las cosas.
Esta pasada semana, la referencia a los cristianos tristes tiene otro signo distinto, aunque me temo que tenga también la misma finalidad y el mismo trasfondo. Hablando de que la característica de los cristianos es que son personas que exultan porque conocen al Señor y llevan consigo al Señor, se aprovecha para una nueva arremetida que aquí transcribo:
Aquellos cristianos que viven en un tiempo adagio-lamentoso, que viven siempre así, quejándose de todo, tristes, no le hacen ningún favor ni al Señor ni a la Iglesia… Ese no es el estilo del discípulo. San Agustín dice a los cristianos: ¡Anda, ve adelante y camina! Con alegría: y ese es el estilo del cristiano. Anunciar el Evangelio con alegría. Y el Señor lo hace todo. En cambio, la excesiva tristeza, también la amargura nos lleva a vivir un, por así decirlo, cristianismo sin Cristo: la Cruz vacía a los cristianos que están ante el sepulcro llorando, como la Magdalena, pero sin la alegría de haber encontrado al Resucitado.
Aparte de que el estilo oratorio no es precisamente el que tenía Demóstenes, y por lo tanto la traducción no puede ser muy de Cicerón, y aún en medio del confuso lío de palabras… como ya nos conocemos, puedo intuir con mi adagio-lamentosa-mala-milk (que en ocasiones es bastante alegre y divertida para mí), que aquí se mezcla todo al más puro estilo modernista, con la finalidad de sacar una sola conclusión: dar a conocer a los oyentes y lectores quiénes son los tales cristianos tristes, para que inmediatamente -como si estuviéramos en la Alemania nazi-, se les coloque la pañoleta en el brazo que nos identifique como amargados. Ni más ni menos. Yo, por el sólo hecho de llevar mi hábito, ya tengo bastante identificación entre mis hermanos. Soy amargado porque no llevo pantalones vaqueros asquerosamente sucios y no hago celebraciones a las tantas de la madrugada con jóvenes y jóvenas conscientemente cristianos, que apoyan la homosexualidad y que rechazan las enseñanzas morales de la Iglesia.
Nuestro Señor, que era el Buen Pastor, ya nos alertaba de la situación en que nos veríamos después de su muerte y de su desaparición de este mundo. No creo que podamos acusar a Jesucristo de amargado, cuando contraponía la alegría del mundo con nuestra necesaria tristeza:
Lloraréis y os lamentaréis, y en cambio el mundo se alegrará.Vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría (Jn. 16, 20).
En el mundo tendréis tristeza, pero confiad, Yo he vencido al mundo. (Jn. 20, 33)
Todo parece indicar por tanto, que el mismo Señor nos avisa de la posibilidad de que los discípulos tengamos que cargar con una tristeza, que estará justamente en proporción inversa a la alegría y el jolgorio del mundo. Por lo visto el Señor estaba en ese momento en un estado adagio-lamentoso. Claro que como Él no hablaba pensando en la prensa ni en la publicidad, se limitaba sencillamente a aconsejarnos lo que más nos convenía. Menuda diferencia.
Si nos atenemos a estas palabras transmitidas por el Evangelio de San Juan -y claro está, esto solamente sirve para los que creemos en la inspiración y en la historicidad de los Evangelios-, tenemos motivos para estar tristes, porque hay que ver lo contento que está el mundo (yo diría el mundillo), con las actuaciones y con los decires y haceres de nuestros líderes religiosos. Ellos andan felices y contentos, triunfalistas, con plena confianza en sí mismos y en sus programas de acción, con la presunción del éxito al alcance de la mano. Y curiosamente, todos los medios que les encumbran, encaraman y ensalzan.
Para ellos -yo los comprendo, pobrecillos-, no puede haber lugar para la tristeza. Todos sabemos lo bien que va todo. Porque ahora se vive el cristianismo mejor que nunca. La asistencia a los sacramentos está por las nubes, la euforia colectiva está fuera de todo control, el sentido cristiano de la moral está en proporciones elevadísimas, el matrimonio cristiano –especialmente después de la catequesis de alta teología sobre las suegras- está que se sale, la familia está de miedo y fenomenal, a falta del golpe que se le va a dar este mismo año, la juventud vive enamorada de su vocación cristiana, como se ha visto en la participación masiva de jóvenes realmente comprometidos con su vida cristiana en Río de Janeiro, los Obispos están encantados con la nueva situación de progreso eclesial y de acercamiento al mundo… etc.
Por lo visto, son muchas las razones que tienen para estar contentos, mientras el cadáver se corrompe. Ya dijo el Señor que donde esté al cadáver allí se congregarán los buitres. Veo muchos buitres cantando a coro, mientras los adagio-lamentosos advertimos que esto no marcha. Pero no hay que hacer caso: son los clásicos amargados que no hacen ningún favor al Señor ni a la Iglesia.
Yo creo que la tristeza de María Magdalena al ver que el sepulcro estaba vacío, era real. Y por eso -en sus lamentos-, intentaba encontrarlo como fuera. Hasta que el Señor mismo se le hizo presente. Ahora, la habrían calificado en Santa Marta de cristiana amargada y tristona, si la hubieran entrevistado antes de encontrar a Jesús Resucitado. Quejarse de que el Señor ha desaparecido y no se sabe dónde lo han puesto, no está bien visto. La dictadura de los que tanto critican las dictaduras (menos la cubana), la intolerancia de los que se les llena la boca de la palabra tolerancia, la incomprensión de los que no hablan más que de comprensión, la actuación justiciera y despótica de los que no hablan más que de misericordia, es hoy día el carnet de autenticidad de un cristiano alegre.
Los pobrecillos que se atrevan a levantar la voz tímidamente, o a comentar respetuosamente que esto no va bien, que se preparen. Los ejércitos misericordiosos de los déspotas de turno, tan judaizantes ellos, tan mahometanos ellos, tan vudús ellos, no lo permitirán. Que se lo digan al pobre Roberto De Mattei, ya estigmatizado y expulsado, probablemente por una llamadita telefónica desde las altas esferas. Así actúan.
Ha dicho el Cardenal Super-Madariaga que hay que criticar al Papa, pero con amor. Pues vaya cosa. Seguramente él tenga el termómetro para decidir quién critica con amor y quién critica por encima de los niveles permitidos. Cuando en realidad no se trata de eso: se trata de ver con los ojos de la cara que se nos han llevado al Señor y no sabemos dónde lo han puesto. Mientras tanto, todo el mundo sonríe, goza, se alegra, se regocija y se apunta a la jarana, el jolgorio y el alborozo.
Me vienen a la mente las palabras de aquel otro cristiano amargado y lamentoso, amante del adagio que fue Santiago, el apóstol que nos dejó escrito en su carta:
Estad sujetos a Dios. Resistid al Diablo, y él huirá de vosotros. Acercáos a Dios, y Él se acercará a vosotros. Limpiad vuestras manos, pecadores, y purificad vuestros corazones, hombres vacilantes. Reconoced vuestra miseria, afligíos y llorad. Que vuestra risa se convierta en llanto, y vuestra alegría en tristeza.
Este Santiago, sin duda era peligroso. Seguro que le gustaba la Misa Tridentina, ésa que es una moda entre algunos jóvenes adagio-lamentosos de hoy. Yo creo que no hubiera llegado a Cardenal en estos tiempos.
Voy a comprarme unos globos y ponerlos en mi celda, a ver si así me alegro un poco la vida. Y voy a leer solamente la prensa adepta-exultante-eufórica para que se me quite la amargura. No creo que pueda ya soportar los pantalones vaqueros, por razón de la edad, pero quizá unas sesiones de música focolar o kika me espabilen el espíritu. La verdad es que me amarga la idea de no poder quitarme la amargura.
¡¡Y dale con los cristianos tristes
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Lo que está pasando
En un año, la transformación de la Iglesia en su cabeza visible, que es el Papa, ha desfigurado ante el mundo el rostro del Papa y de la Iglesia. En un doble plano/nivel de recepción, el mundo de masas, la sociedad global, aplaude sin saber, mientras el catolicismo más consciente se alarma cada día, cada semana, cada mes. Llevamos un año alarmados, desde la traumática tarde romana en que el ''Habemus Papam!" suscitó nuestra primera alarma, confirmada in actu, coram Urbe et Orbe, cuando el Papa salió a la logia a bendecir, en aquella extraña y desafortunada escena, plena de detalles de lectura inquietante.
La alarma de hoy ha sido enterarnos del prólogo que el Papa Bergoglio ha escrito para el libro 'Póvera per i póveri' del Cardenal Prefecto de Doctrina de la Fe, Gerard Müller, que ha sido presentado al público en un acto con Gustavo Gutiérrez en el estrado de honor, junto al Cardenal Maradiaga (*** estoy escribiendo y releyendo con asumida estupefacción lo que acabo de teclear: que el Papa prologa un libro de teología de liberación escrito por el Cardenal Müller, Prefecto de la Congregación que fue, cincuenta años ha, el Santo Oficio, libro que ha sido presentado con G. Gutiérrez como invitado de honor. Ni el más febril íncubo del venerable Ottaviani hubiera delirado una escena semejante).
Tonando entusiasmo, por su parte, la prensa des-católica, exulta y proclama triunfalista: El padre de la Teología de la Liberación, ovacionado en el Vaticano
Un particular subrayable: Aun sabiendo todo el mundo lo que han dicho, hecho y provocado sus cachorros, en mitad del acto de exaltación, el patriarca liberacionista exculpa a sus epígonos, de los que parece sentirse paternalmente ufano:
- Interrogado por Zenit sobre quienes eran los que desviaban la teología de la liberación dándole una matriz marxista, el sacerdote peruano respondió: "No Boff, no Sobrino, no Juan Luis Segundo, no Ronaldo Muñoz, o sea, diría que los teólogos no" y añadió que "claro, hubo gente muy comprometida antes y que tenían una base teológica, pero no eran los que hacían teología". El caso supera el nivel de la enésima anécdota francisquista por el alcance de su significado implícito. Habiendo sido prelado iberoamericano, PP Franciscus conoce de primera mano la grave responsabilidad de los teólogos de la liberación en la descomposición y degeneración del catolicismo sudamericano, precisamente el continente católico que concentra a la mayor parte de los católicos del mundo. Imaginarnos una América libre de la teología de la liberación, de sus estragos, de sus violencias, es un sueño, una ilusión irrealizable porque el daño está hecho y la cizaña sembrada, crecida y fructificada.
Ahora, además, con el nihil obstat vaticano, con el Cardenal de Doctrina de la Fe apadrinando y el Papa americano aprobando. Libenter, con mucho gusto.
Consciente de que mi desaprobación vale menos que un comino, conste, sin embargo, que no asumo aunque el Papa asuma: Yo no.
Salva reverentia, naturalmente (pero con la sensación de una cada día más lesa reverentia).
Coda: No comento la foto del 'Trío Calaveras', Maradiaga-Müller-Gutiérrez, porque si no se me volatizaría la reverentia salva, la lesa y la extinta también. Les brindo, pues, libertad de opinión (sin que sirva de precedente).
+T.
EX ORBE
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Re: Habemus Papam - Francisco I
...Y lo que va a seguir pasando
Hace poco oí hablar del 'horizonte veinte-veinte'. Es una expresión para referirse al futuro año (Deo volente) 2020, un término usado en la jerga de economistas, sociólogos, analistas, etc. para referirse al nivel de progreso que se alcanzará al final de esta década, dentro de seis años.
Pensando en la Iglesia, desde esta inquietante Roma francisquista, el horizonte veinte-veinte católico se vislumbra calamitoso, católicamente considerado. La tendencia de la deriva se describe muy bien con esta escena que los noticiarios eclesiásticos no han puesto en portada, pero que ha sucedido ayer:
El Papa recibe a una delegación de judíos, musulmanes y católicos de Argentina
En titular más pequeño, se informa del alcance y sentido de la audiencia con PP Franciscus:
'Estamos mostrando que las religiones pueden convivir y trabajar juntas y en paz'
No se dice lo que dijo el Papa. Mejor. Si ya hablando Urbi et Orbi resulta, tantas veces, de digestión pesada para el tracto digestivo católico, en petit comité y con paisanos en promiscuidad tri-religiosa, lo que diga probablemente sea fastidiosamente traumático para los oídos católicos. Mejor que no se sepa, pues, lo que dijera.
Pero no nos podemos hacer ilusiones, al contrario. Si en un año se ha ido definiendo así, en el futuro se irá afianzado la tendencia, con consecuencias.
El doble registro seguirá, por su parte, funcionando también: Homilías y alocuciones con un sencillo y sano tono católico, parenético, moralmente positivo, espiritualmente animoso. Y, juntamente, actos, dichos, notas, recibimientos, reconocimientos, aprobaciones implícitas, reprobaciones en tono menor, ausencias, displicencias, nombramientos, promociones...etc. etc. etc. de perfil, tendencia, contenido y consecuencias inconfundiblemente francisquistas.
Si en un año las cosas van así, ¿cómo estarán en el veinte-veinte?
A cada día le basta su fatiga, nos dijo el Señor, ¿por qué agobiarse por el mañana?
Eso me digo yo, me lo repito, lo interiorizo...Y, sin embargo, no dejo de pensar en el 'horizonte veinte-veinte' de la Iglesia.
Y no, precisamente, con serena expectación, Dios nos valga.
Estrambote: La misma noticia, con otros pormenores, y la escalofriante propuesta de una JMJ interreligiosa !!!
Moraleja: Todo es susceptible de ir francisquistamente peor.
¡Válganos Dios!
+T.
EX ORBE
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Peregrinaje promiscuo
El presentimiento que tuve a propósito de ese comité tri-religioso contra-supernatura, se me ha confirmado pocas horas después de decir que era mejor no saber lo que les dijo PP Franciscus, porque así nos ahorrábamos el sofocón. Y he aquí que el sofocón esperaba a estallarnos desfachatadamente, sin pudor: PP Franciscus hará su peregrinación a los Santos Lugares en promiscua liga, acompañado por un judío y un mahometano. Aquí la noticia.
Dicen que dijo que él sólo no viajaba, que si iba iría acompañado:
"El Papa - indicó Schlosser (el rabino)- agradeció este tipo de gestión, nos dijo que tiene mucha esperanza en el viaje a Medio Oriente pero que no va a ir solo, sino acompañado por un musulmán y un judío: 'Me van a acompañar un musulmán y un judío, solo no voy', nos dijo”. "
Surgen, pues, mil y una preguntas, dudas, cuestiones. Desde si las visitas serán trifásicas, en igualitaria proporción, o de si el papamóvil llevará tres plazas, hasta si veremos a PP Franciscus entonar un alarido de almuédano en lo alto de un minarete, o si se echará por los hombros un talit y soplará un cuerno en el Muro de las Lamentaciones. Todo son incógnitas al respecto. Todo es expectación.
Las escenas, las imágenes, pueden alcanzar niveles traumáticos hasta ahora no registrados en el medidor de despropósitos católicos, comparables a lo de Asís.
Oremus plus.
+T.
EX ORBE
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Visto en InfoCaótica:
Cita:
El Papa Francisco y la FSSPX: una oportunidad
Un colaborador del National Catholic Register (EWTN), una web emblemática del neoconservadurismo eclesial norteamericano, opinó a favor de regularizar la situación canónica de la FSSPX. A los pocos minutos el artículo desapareció de la página. Ofrecemos hoy nuestra revisión de la traducción del artículo desaparecido.
El Papa Francisco y la FSSPX: una oportunidad.
Por PATRICK ARCHBOLD
A estas alturas, muchos de ustedes probablemente han visto el video de Tony Palmer, la semana pasada, que fue muy emocionante para muchos.
En una conferencia de protestantes, Tony Palmer, un sacerdote anglicano, trajo consigo un video de iPhone con el saludo del Papa Francisco. El tema de la conferencia y de la grabación del Papa era la unidad de los cristianos.
En su discurso, el Papa Francisco hizo las siguientes declaraciones a los hermanos separados, con respecto a la separación misma: "Separados porque, es el pecado el que nos ha separado, todos nuestros pecados. Los malentendidos a lo largo de la historia. Ha sido un largo camino de pecados que todos compartimos. ¿Quién tiene la culpa? Todos compartimos la culpa. Todos hemos pecado. Sólo hay uno sin culpa, el Señor".
Sin duda, es así. Independientemente de la verdad de la doctrina católica, la Iglesia ha aceptado su parte de culpa en los malos entendidos, que se han ido profundizando y endureciendo, lo que lleva a siglos de separación.
Cuando me enteré de esto, algo más, escrito por el predecesor del Papa Francisco, vino inmediatamente a mi mente. En 2007, junto con la emisión del Motu proprio Summorum Pontificum, el Papa Benedicto XVI envió una carta dando sus razones. En esa carta, hizo la siguiente declaración:
«…Mirando al pasado, a las divisiones que a lo largo de los siglos han desgarrado el Cuerpo de Cristo, se tiene continuamente la impresión de que en momentos críticos en los que la división estaba naciendo, no se ha hecho lo suficiente por parte de los responsables de la Iglesia para conservar o conquistar la reconciliación y la unidad; se tiene la impresión de que las omisiones de la Iglesia han tenido su parte de culpa en el hecho de que estas divisiones hayan podido consolidarse. Esta mirada al pasado nos impone hoy una obligación: hacer todos los esfuerzos para que a todos aquellos que tienen verdaderamente el deseo de la unidad se les haga posible permanecer en esta unidad o reencontrarla de nuevo. Me viene a la mente una frase de la segunda carta a los Corintios donde Pablo escribe: “Corintios, os hemos hablado con toda franqueza; nuestro corazón se ha abierto de par en par. No está cerrado nuestro corazón para vosotros; los vuestros sí que lo están para nosotros. Correspondednos;... abríos también vosotros” (2 Cor 6,11-13). Pablo lo dice ciertamente en otro contexto, pero su invitación puede y debe tocarnos a nosotros, justamente en este tema. Abramos generosamente nuestro corazón y dejemos entrar todo a lo que la fe misma ofrece espacio.”»
Se me ocurre que esto puede ser uno de esos momentos críticos de la historia a los que Su Santidad se refiere.
Con la ruptura de las conversaciones entre la Santa Sede y la Fraternidad San Pío X, al final del pontificado anterior, el ánimo del público durante este primer año del actual pontificado, y otros acontecimientos internos, los católicos tradicionales, tanto dentro como fuera de la Iglesia, se han sentido cada vez más marginados. Sea verdadero o falso, lo digo sin temor a la contradicción, se trata de un sentimiento predominante.
Esta percepción de la marginación se ha manifestado en la retórica cada vez más estridente y en una franca falta de respeto por parte de algunos tradicionalistas y sus líderes.
Tengo la gran preocupación de que, sin toda la generosidad que permite la fe a los líderes de la Iglesia, esta separación, esta herida en la Iglesia, se convierta en permanente. De hecho, sin tal generosidad, es lo que cabe esperar. Con tal separación permanente, y con tal sentimiento de marginación, probablemente se separarán más almas que las que hoy están asociadas a la FSSPX.
También he llegado a creer que el Papa Francisco es exactamente el Papa que puede hacerlo. En su discurso a los evangélicos deja en claro una preocupación real por la unión.
Por esto, he aquí lo que estoy pidiendo. Pido al Papa que aplique esa gran generosidad hacia la Fraternidad San Pío X, y que normalice las relaciones y su posición dentro de la Iglesia. Le pido al Papa que haga esto incluso sin el acuerdo total sobre el Concilio Vaticano II. Cualesquiera que sean sus desacuerdos, sin duda esto se puede resolver en el tiempo con una FSSPX firmemente implantada en la Iglesia. Creo que la Iglesia tiene que ser más generosa respecto de la unión, [y no] insistir en una adhesión dogmática a la interpretación de un Concilio no-dogmático. Los problemas son reales, pero tienen que ser resueltos con nuestros hermanos en casa y no con la puerta cerrada.
Además, el compromiso del Papa Francisco para con los objetivos del Concilio Vaticano II es incuestionable. De manera tal que nadie podría interpretar su generosidad como un rechazo del Concilio. ¿Cómo podría ser? Porque quizás podría no haberse percibido así en el anterior pontificado; pero hoy el Papa Francisco es justamente el adecuado para este momento magnánimo.
Yo creo que esta generosidad está justificada y es la práctica habitual en la Iglesia. No insistimos a las órdenes religiosas que puedan haberse desviado aún más lejos, en otra dirección, para que firmen una copia de la Pascendi Dominici Gregis antes de que puedan ser llamadas católicas de nuevo. Así que, por favor, no nos hagan insistir más en un corolario aplicable a la FSSPX. ¿Debemos insistir más con un grupo que ha permanecido impasible desde hace cincuenta años? Ruego que no.
Denles status canónico y una estructura organizativa que los proteja. Tráiganlos a casa, por su bien y el de innumerables almas. Sinceramente, creo que tal generosidad será pagada siete veces. El Papa Benedicto XVI ha hecho mucho del trabajo pesado ya, todo lo que se requiere es un poco más.
Por favor, Santo Padre, no dejemos pasar este momento y que esta brecha se convierta en un abismo. Haga esta oferta generosa y salve a la Iglesia de una nueva división. Haga esto para que ninguno de sus sucesores pueda alguna vez decir: "¡Ojalá hubiéramos hecho más."
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Primer Aniversario
Fray Gerundio
No sé si son los años o es el frío intenso que me rodea en esta fría celda monacal, pero he vuelto a estar varios días sin poder descansar y con pesadillas variadas. Ya es la segunda vez que me pasa en los últimos meses, porque he vuelto a soñar con una conversación telefónica tan disparatada, que me ha dejado tremendamente dolorido. Menos mal que hoy tenemos horas de recreo después del rezo de las Horas y podré dormir un rato extra.
La conversación era así de rara:
-Casa Santa Marta, ¿dígame?
-Buenos días, ¿está Francisco?
-No señor. ¿Quién le llama?
-Somos de la empresa Demoliciones y Derribos S.A., ¿con quién tengo el gusto de hablar?
-Soy el secretario. Ya hablamos hace unos meses otra vez por teléfono. Estoy yo solo en Santa Marta, porque todos se han ido de ejercicios espirituales.
-¿De ejercicios fuera del Vaticano? ¿Es que no tiene sitio suficiente para hacerlos ahí?
-Sí señor, pero es que le apetecía salir fuera de este mundillo de la corte e irse a rezar a alguna iglesia más modernista. Esto huele a polilla y naftalina renacentista. Ya dijo una vez que estar aquí le abruma.
-Bueno, dejemos eso. ¿Qué hay de los fastos del aniversario? ¿Se va a celebrar algo?
-No, él ha dicho que no. Pero no hay problema porque todo el mundo lo está celebrando con jolgorio. No hay revista, obispo, rabino, masón, hombre o mujer de a pie, que no esté comentando que tal día como hoy hace un año, llegó la salvación a la Iglesia.
-¿Y no temen con eso molestar a Ratzinger?
-No, porque ya sabe usted que en este ambiente lo que uno es un día, deja de serlo al siguiente. Los que más encumbraban a Ratzinger, son los que ahora dicen que ya era hora que cambiaran las cosas. Se les han abierto los ojos.
-Bueno, al grano. Es que una vez más nos hemos quedado sin conexiones. De vez en cuando el odioso Miguel nos juega esta mala pasada para que tengamos que utilizar los aparatos antiguos y no podamos ver cómo se desarrollan los acontecimientos al minuto. ¿Cómo va el proceso?
-¿Qué proceso?
-Ay, hijo. Para ser secretario no está usted muy al día. Con razón que desde que le sacaron en una revista haciendo tonterías en short y en bañador le han quitado de en medio y ya no se habla de usted… Me refiero al proceso de destrucción y acabado. ¿Se están dando los pasos convenidos?
-Sí, pero ahora dice Francisco que hay que ir poco a poco. Este año ha sido muy intenso y es necesario destruir sin que aparezca tanto en la prensa. Lo de Kasper ha sido malo, porque le están pegando cada azotaina, que el alemán está cabreado. Dice ahora que o se hace lo que él ha dicho en su informe o no se hace el sínodo.Y quiere que todo el mundo haga teología de rodillas. No sé qué mosca le ha picado.
-Bueno, es que está vejete y a punto de entrar en nuestra empresa. Ya ha hecho bastante daño, así que habrá que prescindir de él muy pronto. Pero no entiendo que no se haya hecho más publicidad del aniversario y se haya largado a los ejercicios ignacianos en silencio.
-En silencio parece ser que no. Aprovechan para entrevistarse unos y con otros y para cotillear y contarse chismes, a pesar de que dijo hace poco que en la Iglesia no caben los chismes. Precisamente algún malévolo ha publicado los chismes que se traía el cardenal Bergoglio las tardes-noches anteriores al Cónclave que lo eligió, con el director de la oficina diplomática, a quien por cierto ha hecho cardenal y prefecto sin que nadie se lo esperara.
-Bueno, controlaremos ese tema; como los tontucios no informan de eso, no creo que nadie se entere. Vamos a quitar de las páginas web toda referencia a eso. En realidad sólo se publica lo que nuestra empresa permite. ¿Y cómo va lo de los cardenales económicos?
-Pues muy bien. Lo que pasa es que hay quien dice que la reforma de la Curia hasta ahora solamente ha consistido en crear nuevas comisiones, con nuevos cardenales (casi siempre los mismos), que parecen ser los cardenales cortesanos que se querían eliminar. Los 8 aparecen por todas partes. Y ninguna mujer, después de haber dado esperanzas a los/las feministoides. Aunque en realidad se hace solamente lo que dice mi jefe. Por un lado quiere hacer ver que él no manda nada (para desprestigiar las eclesiologías trasnochadas), pero por otra aquí no se mueve un pelo sin que él lo apruebe. Las reuniones en su habitación a puerta cerrada y sin que nadie se entere, son numerosas. Y no le digo las llamadas telefónicas…
-Vale. Lo tendremos en cuenta también. ¿Qué hay del viaje a Tierra Santa? ¿Alguna novedad?
-Todo según lo previsto. Está pensando en algún montaje que permita dar un bombazo en el tema de los judíos. Pero todavía no está decidido del todo. Habrá declaraciones importantes allí. Hay un par de rabinos que le están escribiendo las homilías de las misas que se celebren allá. Y dos moros van a escribir las oraciones de los fieles. Están ahora dialogando quién pone el incienso, y si debe ser de Egipto o del Líbano el que encienda las velas. Los judíos no dejan hacer nada dialogante.
-Otra cosa: ¿Se sabe dónde se va a celebrar el próximo Jueves Santo?
-Tampoco se sabe nada. Pero igualmente tiene que dar algún golpe de efecto. Lo único seguro es que no será en el Vaticano. Hay varios sitios posibles, pero hay que decantarse por alguno de ellos. Los jesuitas de Roma están buscando el lugar más apropiado, o sea, el que cause mayor escándalo en los tradis, que son los únicos que se quejan. Imagínese que alguien le propuso que dijera la Misa Crismal con el fundador de los Franciscanos de la Inmaculada, porque ahora mismo son los más abandonados y desgraciados en la Iglesia….
-Como siga permitiendo tales cosas, se va a liar. Dígale que nada de retrasos en el plan.
-De acuerdo.
-Por último, ¿sabe usted si ha salido ya el disco sobre las maravillas de este año? Creo que se iba a llamar “El efecto Francisco”.
–Sí, ya está a la venta. No le falta detalle. Lo que yo le decía: si se compara con el que sacaron cuando empezó a reinar el predecesor, da un poco de vergüenza tanto pelotilleo.
-Bueno, usted a lo suyo. Esto no es de su incumbencia… Y por último…
….…
…….
…..de repente me he despertado y un sudor frío corría por mis mejillas. Estaba en la celda, arropado con la manta y me temblaban las manos. Decididamente le voy a decir al hermano boticario que me dé alguna hierba medicinal. Este aniversario puede ser fatal para mí. Veremos si estoy todavía en este mundo cuando cumplamos dos años… si es que llegamos.
Primer Aniversario | Tradición Digital
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4 Archivos adjunto(s)
Re: Habemus Papam - Francisco I
Estimados Foreros:
Les remito un articulo publicado en la Revista "católica" Criterio aparecido en el Número 2399, de Diciembre de 2013.
Cordiales saludos
Archivo adjunto 6853
Archivo adjunto 6854
Archivo adjunto 6855
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Re: Habemus Papam - Francisco I
¿Hermanos en quién...?. Para ser hermanos hay que reconocer una paternidad común que los musulmanes no reconocen, porque para ellos Alá no es padre, ni fué engendrado, ni engendra... Repito lo dicho en otro hilo, estas palabras de Francisco aunque ya no sean tenidas por un insulto para los actuales católicos de pacotilla, a los que parece darles lo mismo un roto que un descosido, sí lo pueden llegar a ser para los musulmanes. Este hombre está jugando con fuego porque parece estarse mofando, además de todo aquello que ha transmitido la tradición y la doctrina católica, del concepto de Umma que posee el islam.
Debería andarse con cuidado, porque esas tonterías solo creo que puedan gustarle a los integrantes de esa secta secreta que dice creer en el Arquitecto del Universo, pero que no piense engatusar a los musulmanes llamándoles "hermanos", porque van a terminar enfadándoles tarde o temprano. ¿Desde cuando Francisco forma parte de la Umma?, ¿acaso ha recitado la sahada?. Debería dejarse de decir tantísimas bobadas masónicas.
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P.D.: El concepto de "hermandad" en el islam está basado en la fé, en compartir una misma fé en Alá y en su profeta Mahoma, y en haber recitado la profesión de fé o shahada (CONOCIENDO EL ISLAM Y MUSULMANES: LA HERMANDAD EN EL ISLAM).
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Gracias por compartirla, juan vergara; igual se puede leer el artículo en el sitio de "Criterio":
Bergoglio como rabino : Revista Criterio
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Cita:
“El jesuita”, la biografía que resultó un suceso editorial
Los autores la escribieron tres años antes de su asunción del Papa.
“¡Qué puntería!”, exclamó el presentador durante la última Feria del Libro de Miami, al introducir a los autores de El jesuita: la historia de Francisco, el Papa argentino , Francesca Ambrogetti y Sergio Rubin. Se refería al acierto de que escribieran tres años antes de la elección de Jorge Bergoglio como Papa un libro sobre la vida y el pensamiento del entonces cardenal argentino en base a más de dos años de charlas con el entonces arzobispo de Buenos Aires. De hecho, luego de una primera edición, que vendió unos 7.000 ejemplares, allá por 2010, su reedición tras la entronización de Francisco fue un boom no sólo en la Argentina, sino en muchos otros países. Los números cantan: más de cien mil ejemplares vendidos aquí –fue el libro de autores argentinos más vendido en 2013-, siete semanas primero en Italia y una veintena de traducciones, entre ellas, al coreano y al árabe, reflejan su éxito.
Pero la “puntería” a la que aludió el presentador no fue buscada. La génesis del libro se remonta a más de una década atrás, cuando en 2001 Ambrogetti, como presidenta de los corresponsales extranjeros, invitó a Bergoglio a dar una charla al grupo. “En esa ocasión, dejó una excelente impresión por su sencillez, su cercanía y su lúcida visión del país, al borde de la crisis de principios de siglo”, recuerda Ambrogetti. Y agrega: “Los periodistas quedaron encantados. Uno me dijo que ‘curas así valen la pena’. Ese comentario me llevó a concebir la idea de hacer un libro con Bergoglio y para ello pensé en compartir su realización con mi amigo Sergio por su conocimiento de lo religioso y el modo ameno de comunicarlo”. Pero pasaron varios años hasta la formalización de la propuesta. En el medio, Bergoglio dio el batacazo al ser el cardenal más votado para Papa en la elección de 2005 que consagró a Benedicto XVI.
“La idea me pareció muy buena porque conocía la interesantísima personalidad de Bergoglio, más el plus de que se había convertido en el primer latinoamericano en haber estado cerca de ser Papa, pero le dije a Francesca que no le veía futuro porque Bergoglio era reacio a dar entrevistas y, más aún, a hablar de su persona”, cuenta Rubin. Su vaticinio fue inicialmente acertado. Durante una audiencia en el arzobispado porteño, Bergoglio se mostró muy cordial, pero cuando llegó el momento de la propuesta se puso tenso. Y la rechazó. Ante la insistencia de los visitantes, contrapropuso que se glosaran sus homilías y discursos. Pero no era la idea. No obstante, Ambrogetti y Rubin volvieron a la carga. Una consulta de Ambrogetti acerca de una expresión que repetía en sus discursos – “transitar la paciencia”– obró como llave: “¿Ustedes me van a preguntar cosas como esa? Bueno, adelante …” Una vez al mes los autores se reunían con Bergoglio y abordaban un tema: sus orígenes familiares, su vocación religiosa, su concepción de la educación, su visión de la Iglesia. Hasta su actuación durante la última dictadura –cuestionada por el periodista Horacio Verbitsky–, siendo la única vez que se refirió al tema, sumado a anécdotas de su vida. Llegaron a pedirle conocer su cuarto para observar el modo austero en que vivía. “Los encuentros fueron enriquecedores, por momentos emotivos y hasta risueños”, completa Ambrogetti. Aunque hubo un episodio de tensión cuando llegó el momento de tomarle la foto de tapa: “Se negó y dijo que usáramos una de archivo. Tras días de insistirle, accedió, pero no logramos que sonriera… ¡qué diferencia con sus expresiones de ahora… ¿no?”, comenta Rubin.
Con la presentación de la primera edición, y los buenos comentarios recogidos, los autores consideraron que la misión estaba cumplida. Habían plasmado la memoria de un gran cardenal que había estado cerca de ser Papa. Tres años después, grande fue su sorpresa cuando lo vieron aparecer vestido de blanco en el balcón de la basílica de San Pedro. “Nunca tuvimos la sensación de hablar con un futuro Papa, pero sí con alguien que merecía serlo”, dice Ambrogetti. “No pensamos que El jesuita iba a ser el prólogo de un gran Papa”, señala Rubin. Lo cierto es que el libro se convirtió en imprescindible a la hora de conocer la vida y el pensamiento del Papa “del fin del mundo” que hoy sorprende a todos.
FUENTE
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Otra "reforma" del papa Francisco: incluyó preguntas sobre el matrimonio gay en un cuestionario para obispos
El Pontífice busca interiorizarse sobre las nuevas familias, el divorcio y la anticoncepción. Los temas serán discutidos en el Sínodo de Obispos, a celebrarse en octubre del año próximo.
http://4.bp.blogspot.com/-a688R3ANJ7...co-303x200.jpg
Otra "reforma" del papa Francisco: incluyó preguntas sobre el matrimonio gay en un cuestionario para obispos. El Vaticano está consultando a sacerdotes y obispos de todo el mundo sobre sus posturas respecto al matrimonio homosexual, el divorcio y la anticoncepción, de cara al Sínodo de Obispos, que se celebrará en octubre de 2014.
Aunque es una práctica común realizar encuestas antes de estas reuniones, el cuestionario actual muestra una mayor sensibilidad a temas que previamente eran vistos como tabú, como la forma de integrar a la iglesia a niños adoptados por parejas de homosexuales.
El cuestionario fue enviado a los obispos el 18 de octubre, de acuerdo a una carta del arzobispo Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo. La misiva y las preguntas de la encuesta fueron publicadas en el sitio web del National Catholic Reporter el jueves y confirmadas por la Santa Sede ayer.
"Las preocupaciones que no fueron escuchadas hasta hace algunos años han surgido hoy como resultado de varias situaciones, desde la práctica generalizada de la cohabitación(...) a uniones entre personas del mismo sexo, a las cuales en muchas ocasiones se les permite adoptar niños", dice la introducción del cuestionario.
Sin embargo, el documento no indica que habría cambios en la doctrina de la Iglesia en relación al matrimonio homosexual o la anticoncepción, pero ofrece otra prueba del intento del papa Francisco por vincularse más con los católicos sobre temas pertinentes a las familias modernas.
"¿Cuál es la actitud de las Iglesias locales hacia el Estado como promotor de uniones civiles entre personas del mismo sexo y ante las personas que las protagonizan? ¿Qué atención pastoral se puede dar a quienes han elegido vivir bajo este tipo de uniones?", se pregunta en el documento.
"En caso de adopciones por parte de parejas del mismo sexo, ¿qué se puede hacer pastoralmente para transmitir la fe?", prosigue el cuestionario, que dedica también un apartado a la educación de los niños en los llamados "matrimonios irregulares" y la forma en la que sus padres se acercan a la Iglesia.
También hay un espacio para "ciertas situaciones maritales difíciles", con separados y divorciados, cuya comunión se abordará en el próximo Sínodo, después de que el Francisco haya mostrado cierta apertura en este asunto, al destacar la necesidad de estudiarlo y subrayar la importancia de mejorar la atención espiritual a aquellos que eligen volver a casarse.
En este sentido, en una entrevista publicada en septiembre, el Pontífice dijo que la Iglesia debía dejar de lado su obsesión con denunciar el aborto, la anticoncepción y la homosexualidad para mostrarse más compasiva, o de lo contrario se arriesgaba al colapso de toda su estructura de moralidad "como una torre de naipes".
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Relacionado con la anterior noticia:
Cita:
El papa Francisco "estudia" las "uniones homosexuales", según el cardenal Dolan
EL HUFFINGTON POST | Publicado: 09/03/2014 19:20 CET | Actualizado: 09/03/2014 19:20 CET
http://i.huffpost.com/gen/1667475/th...A-large570.jpg
RELIGIÓN, El Vaticano, Iglesia Católica, Noticias, Opiniones Sobre El Papa Francisco, Papa, Papa Francisco, Política, Pontífice, Noticias
El papa Francisco quiere "estudiar" las uniones homosexuales para "entender" las razones que han llevado a algunos países a legalizarlas, según aseguró en la NBC Timothy Dolan, cardenal de Nueva York.
Dolan puntualizó, no obstante, que eso no quiere decir que el papa esté a favor del matrimonio homosexual, sino que busca "comprender" en lugar de "condenar rápidamente".
"No dijo 'estoy a favor", subrayó el cardenal. "Afirmó es que la Iglesia debe buscar y ver las razones que llevaron a algunos estados a legalizar las uniones civiles de los parejas homosexuales en lugar de condenarlas de inmediato", añadió.
Dolan reconoció que considera que el matrimonio "no es algo que se refiere sólo a la religión, a los sacramentos", sino también "un elemento de construcción de la sociedad y de la cultura". "Si nosotros decoloramos el significado sacro del matrimonio, temo que no sufre sólo la Iglesia, temo que también sufran la cultura y la sociedad", agregó.
UNA SEMANA DE EJERCICIOS ESPIRITUALES
El papa Francisco recordó durante el Ángelus que este domingo comenzará una semana de ejercicios espirituales acompañado de los cardenales y colaboradores de la Curia romana en la localidad de Ariccia (a unos 30 kilómetros de Roma) y pidió a los fieles que recen por ellos.
La semana de ejercicios espirituales es tradicional durante la Cuaresma, el periodo antes de la Semana Santa, pero la novedad que ha introducido Francisco es la de salir del Vaticano para vivirlos de manera más intensa.
En la última entrevista en el Corriere della Sera, el papa argentino desvelaba que decidió celebrar los ejercicios fuera del Vaticano ya que antes en la Curia "se celebraban las oraciones, pero después algunos continuaban con su trabajo" y por tanto no se vivían intensamente.
En total son 82 miembros de la Curia más el papa los que participarán en estos ejercicios espirituales, y a estos se suman otras 30 personas entre personal de servicio y de seguridad que les acompañarán en esta semana.
http://www.huffingtonpost.es/2014/03...#slide=2929916
Yo me pregunto qué hay que comprender de algo que está claro que es una completa violación de la ley divina y el orden natural.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Un año del pontificado, una desoladora realidad (I).
De uno de nuestros lectores no ha llegado este interesante artículo, al cumplirse el año de pontificado de Francisco, artículo de un desconocido autor para nosotros, pero no por eso deja de sernos interesante para publicarlo en nuestro blog. Artículo dividido en tres partes, que iremos publicando a continuación. Aquí, la primera parte.
http://3.bp.blogspot.com/-B18Es012-C...-francisco.jpg
Un año del pontificado, una desoladora realidad
Buenos días a todos. Mañana se cumplirá un año de la elección del cardenal Bergoglio al sumo pontificado. Año insólito por donde se lo mire y que parecería haberse prolongado una eternidad, considerando los innumerables dichos y hechos de nítido sesgo revolucionario que Francisco no ha dejado de perpetrar ni tan siquiera un sólo día desde aquel inaudito buona sera del miércoles 13 de marzo de 2013 pronunciado desde la loggia de San Pedro, saludo profano de alta carga simbólica, a partir del cual el transcurso del tiempo apenas si ha logrado resistir al frenesí y al vértigo bergoglianos. Acción incesante y palabra incontinente, estruendosas y confusas, semejantes al torrente en la cascada, devorado por la fuerza del vacío que lo aspira irresistiblemente, en un torbellino en el que ya nada puede percibirse con nitidez ni escapar al caudal mortífero que todo lo succiona. Largos estudios teológicos merecerían sus dudosas empresas, conducidos por la pluma talentosa y erudita de algún apologeta de fuste, que quizás la Divina Providencia se dignará en su misericordia infinita a enviarnos, para esclarecer nuestras aletargadas inteligencias con sus luminosas enseñanzas. A la espera de que ello ocurra, me atrevo a hacer público este modesto artículo, en el que he intentado suplir con trabajo serio y minucioso la escasez de talento y compensar una ciencia exigua con el amor incondicional y sin reservas por la verdad ultrajada. Los saludo muy cordialmente.
Alejandro Sosa Laprida
1.- El extraño pontificado del Papa Francisco. 02/02/14.
Como católico, verme en conciencia obligado a emitir críticas hacia el papa me resulta sumamente doloroso. Y la verdad es que sería muy feliz si la situación de la Iglesia fuese normal y no encontrase por consiguiente ningún motivo para formularlas. Desafortunadamente, nos hallamos confrontados al hecho incontestable de que Francisco, en apenas un año de pontificado, ha realizado incontables gestos atípicos y ha efectuado un sinnúmero de declaraciones novedosas y por demás preocupantes. Los hechos en cuestión son tan abundantes que no resulta posible tratarlos todos en el marco necesariamente restringido de este artículo. A la vez, no es tarea sencilla limitarse a escoger sólo algunos de ellos, ya que todos son portadores de una carga simbólica que los vuelve inauditos a la mirada del observador atento y sintomático de una situación eclesial sin precedentes en la historia. Tras ardua reflexión, he retenido cinco que me parecen ser los mejores indicadores de la tonalidad general que es posible observar en este nuevo pontificado.
Esos hechos se agrupan en cinco temas diferentes: el islam, el judaísmo, la laicidad, el homosexualismo y la masonería. Tras haberlos expuestos en ese orden, intentado hacer ver en qué medida son indicadores de una inquietante anomalía en el ejercicio del magisterio y de la pastoral eclesiales, expondré de manera más sucinta otra serie de dichos y hechos que permitirán ilustrar aún más, si acaso fuera posible, la heterodoxia radical que trasuntan los principios y la praxis bergoglianos. Finalmente, suministraré una serie de enlaces a artículos de prensa en los que el lector podrá verificar la exactitud de los hechos referidos en el cuerpo del artículo.
1. La cuestión del islam.
El 10 de julio de 2013 Francisco envió a los musulmanes de todo el mundo un mensaje de felicitaciones por el fin del ramadán. Debemos precisar que se trata de un gesto que jamás se había producido en la Iglesia Católica antes del Concilio Vaticano II. Y debemos añadir que ningún papa había dirigido semejantes saludos a los mahometanos antes del pontificado de Francisco. La razón es muy sencilla, y por cierto manifiesta para cualquier católico que no haya perdido completamente el sensus fidei: los actos de las otras religiones carecen de valor sobrenatural y, objetivamente considerados, no pueden sino alejar a sus adeptos del único camino de salvación: Nuestro Señor Jesucristo. ¿Cómo no estremecerse de espanto al escuchar a Francisco decir a los adoradores de «allah» que «estamos llamados a respetar la religión del otro, sus enseñanzas, sus símbolos y sus valores»? Es imposible dejar de comprobar la distancia insalvable que existe entre esta declaración y lo que nos enseñan los Hechos de los Apóstoles y las epístolas de San Pablo… Que se deba respetar a las personas que se encuentran en los falsos cultos, eso cae de su peso y nadie lo discute, pero que se promueva el respeto de falsas creencias que niegan la Santa Trinidad de las Personas Divinas y la Encarnación del Verbo de Dios es algo insostenible desde el punto de vista del magisterio eclesiástico y de la revelación divina. Sin embargo, es menester reconocer que en este punto no se puede tildar a Francisco de innovador, ya que no hace más que continuar con la línea revolucionaria introducida por el Concilio Vaticano II, el cual pretende, en la declaración Nostra Aetate acerca de la relación de la Iglesia con las religiones no cristianas (hinduísmo, budismo, islam y judaísmo) que «la Iglesia Católica no rechaza nada de lo que es verdadero y santo (!!!) en esas religiones. Considera con un sincero respeto esas maneras de obrar y de vivir, esas reglas y esas doctrinas (…) Exhorta a sus hijos para que (…) a través del diálogo y la colaboración (!!!) con los adeptos de otras religiones (…) reconozcan, preserven y hagan progresar los valores espirituales, morales y socio-culturales que se encuentran en ellos.» Palabras que provocan estupor, ya que es algo palmariamente absurdo pretender que se deba «colaborar» con gente que trabaja activamente para instaurar creencias y a menudo costumbres que son contrarias a las del Evangelio. ¿Cómo no ver en ese «diálogo» tan mentado una profunda desnaturalización de la única actitud evangélica, que es la de anunciar al mundo la Buena Nueva de Jesucristo, quien nos ha dicho sin ambages lo que nos corresponde hacer como discípulos: «Todo poder me ha sido dado en el cielo y en la tierra. Id y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñadles a observar todo cuanto os he mandado» (Mt. 28, 18-20). Esta noción de «diálogo» con las demás religiones carece de todo fundamento bíblico, patrístico y magisterial y de hecho no es sino una impostura tendiente a desvirtuar el auténtico espíritu misionero, que consiste en anunciar a los hombres la salvación en Jesucristo, y de ninguna manera en un utópico « diálogo » entre interlocutores situados en pie de igualdad, enriqueciéndose recíprocamente y pretendiendo buscar juntos la verdad. Esa pastoral conciliar innovadora fundada en un «diálogo» inscripto en un contexto de «legítimo pluralismo», de «respeto» hacia las religiones falsas y de «colaboración» con los infieles no es más que una pérfida celada tendida por el enemigo del género humano para neutralizar la obra redentora de la Iglesia. A ese respecto, baste con citar la única situación de auténtico «diálogo» que nos relatan las escrituras, y lo que es más, justo al comienzo, a fin de estar definitivamente alertados acerca de su carácter intrínsecamente viciado: se trata del «diálogo» al cual se prestó Eva en el jardín del Edén con la serpiente y que habría de desembocar en la caída del género humano (Gn. 3, 1-6). Se podría dar una lista interminable de citaciones del Nuevo Testamento, de los Santos Padres y del magisterio de la Iglesia para refutar la patraña según la cual los falsos cultos deben ser objeto de un «respeto sincero» hacia sus «maneras de obrar y de vivir, sus reglas y sus doctrinas» y para probar que, a diferencia de las personas que los profesan y que naturalmente deben ser objeto de nuestro respeto, de nuestra caridad y de nuestra misericordia, de ningún modo las falsas doctrinas religiosas merecen «respeto», que en dichas religiones no se encuentra ningún elemento de «santidad» y que los elementos de verdad que puedan contener están subordinados al servicio del error. Se debe reconocer que Francisco es perfectamente coherente en su mensaje con lo que el documento conciliar dice acerca de los musulmanes, a saber, que «la Iglesia mira también con estima a los musulmanes, que adoran al único Dios, viviente y subsistente, misericordioso y todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, que ha hablado a los hombres y que procuran someterse con toda su alma a los decretos de Dios». Ahora bien, cualquiera sea la sinceridad de los mahometanos en la creencia y en la práctica de su religión, no por ello es menos falso sostener que «adoran al único Dios», «que ha hablado a los hombres» y que « buscan someterse a los decretos de Dios», por la sencilla razón de que «allah» no es el Dios verdadero, que Dios no ha hablado a los hombres a través del Corán y que sus decretos no son los del islam. Se trata de un lenguaje inédito en la historia de la Iglesia y que contradice veinte siglos de magisterio y de pastoral eclesiales. Esa práctica heterodoxa ha conducido a los múltiples encuentros inter-religiosos de Asís, en donde se ha alentado a los miembros de los diferentes cultos idolátricos a rezar a sus «divinidades» para obtener «la paz en el mundo». Falsa paz, naturalmente, puesto que se persigue injuriando al único Señor de la Paz y Redentor del género humano, al igual que a su Iglesia, única Arca de Salvación. Y esta engañosa noción de « diálogo » ha conducido igualmente a los últimos pontífices a mezquitas, sinagogas y templos protestantes en los que, por el gesto y la palabra, han puesto de relieve esos falsos cultos y no han vacilado en denigrar públicamente a la Iglesia de Dios criticando la actitud « intolerante » de la que Ella habría dado muestras en el pasado hacia ellos. Un ejemplo reciente de esta nueva mentalidad ecuménica malsana, sincretista y relativista, condenada solemnemente por Pío XI en su encíclica Mortalium Animos de 1928 : El 19 de enero, con motivo de la Jornada mundial de los migrantes y de los refugiados, Francisco se dirigió a un centenar de jóvenes refugiados en una sala de la parroquia del Sagrado Corazón, en Roma, diciéndoles que es necesario compartir la experiencia del sufrimiento, para luego añadir: «que los que son cristianos lo hagan con la Biblia y que los que son musulmanes lo hagan con el Corán (!!!) La fe que vuestros padres os han inculcado os ayudará siempre a avanzar.» Esta nueva praxis conciliar es lisa y llanamente escandalosa, por un doble motivo: por un lado, mina la fe de los fieles confrontados a esas falsas religiones valorizadas por sus pastores; por otro lado, socava las posibilidades de conversión de los infieles, quienes se ven confortados en sus errores precisamente por aquellos que deberían ayudarlos a librarse de ellos anunciándoles la Buena Nueva de la salvación, recibida de Aquel que dijera ser «el Camino, la Verdad y la Vida» (Jn. 14, 6).
2. La cuestión del judaísmo.
La primera carta oficial de Francisco, enviada el mismo día de su elección, fue dirigida al gran rabino de Roma. Hecho por demás sorprendente. La primera carta de su pontificado ¡enviada a los judíos! Acaso esta decisión habrá obedecido a un imperativo evangelizador apremiante, a saber, una proclamación inequívoca del Evangelio, destinada a curarlos de su tremenda ceguera espiritual, una solemne invitación a que reconozcan por fin a Jesús de Nazareth como a su Mesías y Salvador… Pues nada de eso. Francisco evoca la «protección del Altísimo», fórmula convencional y vacía de contenido, destinada a ocultar las divergencias teológicas insalvables que separan a la Iglesia de la Sinagoga, para que sus relaciones avancen «en un espíritu de ayuda mutua y al servicio de un mundo cada vez más en armonía con la voluntad de su Creador.» Hay dos preguntas que un lector prevenido no puede dejar de formularse. La primera es la siguiente: ¿Cómo puede concebirse una «ayuda mutua» con un enemigo que no tiene sino un objetivo en mente, a saber, la desaparición del cristianismo, y esto desde hace casi dos mil años? ¿En qué cabeza puede caber el absurdo según el cual los judíos desearían «ayudar» a la Iglesia, fundada según ellos por un impostor, por un falso mesías, el cual constituye el principal obstáculo al advenimiento del que ellos aguardan, y a propósito del cual Nuestro Señor les advirtió: «Yo he venido en nombre de mi Padre y vosotros no me habéis recibido; otro vendrá en su nombre y vosotros lo recibiréis» (Jn., 5, 43). Terrible profecía que San Jerónimo comenta diciendo que « los judíos, tras haber despreciado la verdad en persona, aceptarán la mentira aceptando al Anticristo» (Epist. 151, ad Algasiam, quest. II) y San Ambrosio que «eso muestra que los judíos, quienes no quisieron creer en Jesucristo, creerán en el Anticristo» (in Psalmo XLIII). Ahora que el obstáculo político encarnado por la Cristiandad ha sido suprimido por la oleada revolucionaria asistimos a la supresión progresiva del obstáculo religioso, a saber, el papado, alcanzado desde hace más de cincuenta años por el virus de la modernidad revolucionaria. Ese obstáculo a la manifestación del «hombre de iniquidad», ese misterioso katejon del que habla San Pablo (2 Tes. 2,7), que retarda su venida y que no es otro que el poder espiritual romano, es decir, el papado, según la tradición exegética. Es tan sólo cuando ese obstáculo haya sido removido que «se revelará el impío» (2 Tes. 2, 8). La penetración de las ideas revolucionarias en Roma no es en absoluto una cuestión de fantasías complotistas ni el resultado de una imaginación desbocada: quienes trabajaron activamente para realizar el aggiornamento de la Iglesia, esto es, con miras a su adaptación al mundo moderno, lo que ha sido el objetivo principal del Concilio Vaticano II, su «línea directora» (Pablo VI, Ecclesiam Suam, 1964, n°52), no tienen empacho en admitirlo. Así el cardenal Suenens no se anduvo con rodeos: «Vaticano II, es 1789 en la Iglesia» (citado por Mons. Lefebvre, Ils l’ont découronné, Clovis, 2009, p. 10), aseveró quien fuera una de las figuras más relevantes del último concilio y uno de los cuatro moderadores nombrados por Pablo VI. El padre Ives Congar (o.p.), nombrado por Juan XXIII en 1960 consultor de la Comisión Teológica Preparatoria y luego, en 1962, experto oficial en el concilio, en el cual fuera también miembro de la citada Comisión Teológica, ha sido sin duda alguna el teólogo más influyente de la asamblea conciliar, junto al jesuita Karl Rahner. El famoso dominico declaró, refiriéndose a la colegialidad episcopal, que en el Concilio «la Iglesia había efectuado pacíficamente su Revolución de Octubre» (Vatican II. Le concile au jour le jour, deuxième session, Cerf, p. 115), reconoció que la declaración Dignitatis Humanae sobre la libertad religiosa dice « materialmente otra cosa que el Syllabus de 1864, incluso aproximadamente lo contrario » (La crise dans l’Eglise et Mgr. Lefebvre, Cerf, 1976, p. 51) y admitió que en ese texto, en el cual había trabajado, «se trataba de mostrar que el tema de la libertad religiosa se hallaba presente en la Escritura. Pero no lo estaba» (Eric Vatré, La droite du Père, Guy Trédaniel Editeur, 1995, p. 118). Y según el cardenal Ratzinger «el problema del concilio fue el de asimilar los mejores valores de dos siglos de cultura liberal. Son valores que, aunque surgidos fuera de la Iglesia, pueden hallar un sitio –purificados y corregidos- en su visión del mundo y eso es lo que sucedió» (Jesus, nov. 1984, p. 72), quien tampoco vacila en afirmar, a propósito de la constitución pastoral Gaudium et Spes sobre las relaciones de la Iglesia con el mundo moderno, que se puede considerar ese texto como un «anti-Syllabus, en la medida en que representa un intento de reconciliación de la Iglesia con el mundo tal cual se ha vuelto desde 1789» (Les principes de la théologie catholique, Téqui, 1987, p. 427). La segunda pregunta que se plantea a propósito de la carta enviada por Francisco al gran rabino de Roma es la siguiente: ¿Cómo puede concebirse que una religión falsa (el judaísmo talmúdico, corrupción del judaísmo veterotestamentario), estructurada en base al rechazo, a la condena y al odio de Jesucristo, pueda estar «al servicio de un mundo cada día más en armonía con la voluntad del Creador»? Tamaño absurdo exime de comentarios… Mas se encuentra naturalmente en perfecta consonancia con la modificación de la plegaria por los judíos del Viernes Santo, que Juan XXIII se apresuró a efectuar en marzo de 1959, apenas cuatro meses después de su elección, suprimiendo los términos «perfidis» y «perfidiam» aplicados a los judíos, y que sería luego suprimida definitivamente del nuevo misal aprobado por Pablo VI en abril de 1969 y promulgado en 1970. He aquí la nueva plegaria que en él figura: «Oremos por los judíos, a quienes Dios habló en primer lugar: que progresen en el amor de su Nombre y en la fidelidad a su Alianza.» Plegaria a propósito de la cual cabría efectuar varias observaciones:
1. No se menciona la necesidad de su conversión a Jesucristo.
2. El término «alianza» insinúa que la «antigua» aún tendría vigor.
3. Todo «progreso» en el amor de alguien implica un amor ya presente; ahora bien, ¿cómo podrían «progresar» en el amor del Padre si niegan al Hijo?
4. ¿Y cómo podrían «progresar» en la «fidelidad a su alianza» si se obstinan en rechazar a Jesucristo, sacerdote perfecto y cordero sin tacha, que ha sellado una Nueva Alianza entre Dios y los hombres al inmolarse en la Cruz?
La conclusión cae de su peso: nos encontramos ante una nueva teología que marca una ruptura de fondo con la que había tenido curso en la Iglesia desde sus orígenes hasta Vaticano II y que la antigua plegaria por la conversión de los judíos, eliminada de la liturgia latina, expresaba de manera luminosa: «Oremos igualmente por los judíos, que no han querido creer (perfidis judaeis), a fin de que Dios nuestro Señor quite el velo de sus corazones y que conozcan, ellos también, a Jesucristo nuestro Señor (…) Dios eterno y todopoderoso, que no rehúsas tampoco tu misericordia a la infidelidad judía (judaicam perfidiam), escucha las oraciones que te dirigimos por este pueblo enceguecido; haz que conozcan la luz de la verdad, que es Jesucristo, para que sean liberados de sus tinieblas». El contraste con la nueva plegaria es pasmoso, tanto como lo es con el discurso de Juan Pablo II en la sinagoga de Roma en abril de 1986, en el cual alaba la «legítima pluralidad religiosa » y afirma que hay que esforzarse en «suprimir toda forma de prejuicio (…) a fin de presentar la verdadera cara de los judíos y del judaísmo». «Prejuicio» que la antigua plegaria del Viernes Santo expresaba de manera cabal, lo que explica ciertamente su desaparición de la nueva liturgia… Pero no se puede negar que esto sea harto problemático, pues según reza el célebre adagio del siglo V atribuido al papa San Celestino I: lex orandi, lex credendi, la ley de la oración determina la ley de la creencia, es decir que, modificando el contenido de la oración, puede modificarse a la vez el contenido de la Fe. Y lo acontecido en el siglo XVI a raíz de las innovaciones litúrgicas de Lutero en Alemania y de Cranmer en Inglaterra basta para demostrarlo. Desgraciadamente, el episodio de la carta enviada por Francisco al rabino de Roma en el día de su elección no habría de quedar en eso. En efecto, doce días más tarde Francisco reincidió enviando una segunda carta al rabino, esta vez con motivo de la pascua judía, dirigiéndole sus «felicitaciones más fervientes por la gran fiesta de Pesaj». Lo que no deja de suscitar una pregunta insoslayable: desde una perspectiva católica, ¿cuál puede ser la naturaleza de esas « felicitaciones » con motivo de una celebración en la que se ultraja a Jesucristo, único y verdadero Cordero Pascual inmolado en la Cruz en redención de nuestros pecados ? Porque tales « felicitaciones » no pueden sino confortar a los judíos en su ceguera espiritual y por tanto mantenerlos alejados de su Mesías y Salvador, lo cual es cuando menos paradójico viniendo de parte de un soberano pontífice… El cual prosigue diciendo: «Que el Todopoderoso que liberó a su pueblo de la esclavitud de Egipto para conducirlo hacia la tierra prometida continúe liberándolos de todo mal y acompañándolos de su bendición». Palabras embarazosas en grado sumo, dado que manifiestamente Dios no los ha liberado aún de todo mal, puesto que no existe mal mayor que el de ser considerados «enemigos del Evangelio» (Rom. 11, 28) y formar parte de la «Sinagoga de Satán» (Ap. 3, 9) ¿Cómo concebir que Dios pueda continuar «acompañándolos de su bendición», cuando ellos continúan rechazando con obstinación a Aquel que Él ha enviado? Deseo precisar aquí, para evitar cualquier tipo de malentendido, que de ningún modo ataco a los judíos de manera personal, ya que no me caben dudas de que los hay excelentes personas y que profesan sus creencias con toda buena fe. Al referirme a los judíos entiendo situarme en el plano de los principios teológicos, el único que es pertinente en esta cuestión. Y en ese terreno se comprueba una enemistad irreductible entre la Iglesia, que busca establecer el reino de Jesucristo en la sociedad, y el judaísmo talmúdico, el cual, habiéndose estructurado en oposición a Jesucristo y a la Iglesia, busca obstaculizar su misión evangelizadora, en total coherencia con su teología, que no le permite ver en Jesús de Nazareth más que a un impostor y a un blasfemador, a un falso mesías que impide la venida del verdadero, el que ellos aguardan ansiosamente con vistas a restaurar del reino de Israel y a regir las naciones desde Jerusalén convertida en la capital de su reino mesiánico mundial. No se trata pues en absoluto de «racismo» ni de un pretendido «antisemitismo» conceptualmente absurdo, según la raída cantinela que no cesan de entonar cuando alguien se atreve a abordar el tema, al unísono y a voz en cuello, los creadores de opinión mediáticos, auténtica policía ideológica del sistema mundialista, para desviar la atención del verdadero problema que plantea el judaísmo talmúdico y sionista, cuya índole es estrictamente teológica, aunque de él se sigan necesariamente consecuencias políticas, económicas y culturales. Hecha esta aclaración, volvamos a la carta de Francisco, quien concluye diciendo: «Les pido que recen por mí, y les garantizo mi oración por ustedes, con la confianza de poder profundizar los lazos de estima y de amistad recíproca». Nos es forzoso constatar que aquí llegamos al colmo en el ámbito de lo absurdo. En efecto, ¿cómo es posible imaginar que la oración de quienes están, según San Juan, bajo el imperio de Satán, podría ser atendida por Dios? Y en buena lógica, si los judíos aceptaran rezar por el papa, cosa inimaginable considerando que su misión se opone diametralmente a la suya, se verían obligados a pedir su apostasía del cristianismo y su conversión al judaísmo. Es decir que Francisco implícitamente les estaría pidiendo nada menos que rezaran por él para que pudiera rechazar a Cristo, ¡tal como lo hacen ellos! A decir verdad, si esta cuestión no revistiese una gravedad inaudita, estaríamos ante un gag desopilante por sus incongruentes y grotescas implicaciones. Y esto sin mencionar los lazos de «amistad recíproca» que Francisco evoca al final de su mensaje, ya que la incoherencia de esta expresión no es menos flagrante que la de la anterior.
Expliquémonos: Un amigo es un alter ego, un otro yo, de lo que se sigue que la verdadera amistad no es viable si los amigos no poseen una correspondencia de pensamientos, de sentimientos y de objetivos que vuelva posible la comunión de las almas. Ahora bien, los pensamientos y la acción de la Iglesia y de la Sinagoga son, como ya lo hemos dicho, diametralmente opuestos, sus proyectos son incompatibles, la oposición que existe entre ellas es radical, de suerte que, hasta tanto los judíos no hayan aceptado a Cristo como a su Mesías y Salvador, la enemistad entre ambas permanecerá irreductible, por razones teológicas evidentes, del mismo modo que lo son la luz y las tinieblas, Dios y Satán, Cristo y el Anticristo… Con este tipo de deseos entramos de plano en el terreno de la utopía, de la sensiblería humanista, de la negación de la realidad y, sobretodo, en la falsificación del lenguaje y en la perversión de los conceptos: nos encontramos de lleno en la esfera de la ilusión, de la manipulación intelectual y de la mentira. Mentira de la cual sabemos fehacientemente quien es el padre… Monseñor Jorge Mario Bergoglio, cuando era arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina, tenía ya la muy peculiar costumbre de acudir regularmente a sinagogas para participar en encuentros ecuménicos, el último de los cuales no remonta más allá del 12 de diciembre de 2012, apenas tres meses antes de su elección pontifical, con motivo de la celebración de Hanukkah, la fiesta de las luces, en la cual se enciende cada tarde una vela en un candelabro de nueve brazos durante ocho días consecutivos, liturgia cuyo significado es, desde un punto de vista espiritual, la expansión del culto judío. El cardenal Bergoglio participó activamente en la ceremonia del quinto día, encendiendo la vela correspondiente. De más está decir que evento semejante no se había producido jamás en la historia de la Iglesia. Y que constituye un hecho altamente perturbador. Aunque no menos inquietante resulta ser el hecho de que este tipo de gestos escandalosos pasen completamente desapercibidos para la inmensa mayoría de los católicos, profundamente aletargados, imbuidos hasta la médula del pensamiento revolucionario que socava la Fe y debilita el sensus fidei de los creyentes, compenetrados de la ideología pluralista, humanista, ecuménica, democrática y derecho-humanista que sus pastores les inculcan sin cesar desde hace más de medio siglo, ideología que es totalmente extranjera al depósito de la Revelación y que se ha vuelto el leitmotiv de los discursos oficiales de la jerarquía eclesiástica desde Vaticano II. Para concluir este apartado, he aquí un pequeño extracto de lo que Francisco decía a los judíos en otra sinagoga de Buenos Aires, Bnei Tikva Slijot, en septiembre de 2007, durante su participación a la ceremonia de Rosh Hashanah, el año nuevo hebreo: «Hoy, en esta sinagoga, tomamos nuevamente conciencia de ser pueblo en camino (???) y nos ponemos en presencia de Dios. Hacemos un alto en nuestro camino para mirar a Dios y dejarnos contemplar por El». ¿Qué interpretación podrá atribuirse al «nosotros» empleado por Francisco? ¿Qué realidad querrá designar utilizando la palabra «Dios»? En todo caso, habida cuenta del contexto, no podría designar a Dios Padre, pues sino está claro que los judíos no rechazarían al Hijo. En efecto, Nuestro Señor les dijo: «Si Dios fuese vuestro Padre, me amaríais, porque es de Dios que he salido y que vengo (…) Vosotros tenéis por padre al Demonio, y queréis cumplir los deseos de vuestro padre (…) El que es de Dios escucha las palabras de Dios. Vosotros no escucháis porque no sois de Dios» (Jn. 8, 42-47). Hecho de lo más sorprendente, durante su extenso discurso pronunciado en esa sinagoga de la capital argentina, quien en ese entonces no era «sino» Monseñor Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina, no se dignó a pronunciar ni siquiera una vez el Santo Nombre de Jesús…
3. Francisco y la laicidad del Estado.
Ante todo, es menester tener presente en qué consiste el llamado principio de laicidad: se trata de la piedra angular del pensamiento iluminista, por el cual Dios es excluido de la esfera pública y el Estado es emancipado de la revelación divina y del magisterio eclesiástico en el ejercicio de sus funciones, quedando así habilitado para actuar de manera totalitaria, al negarse a admitir toda instancia moral superior capaz de esclarecerlo intelectualmente y de orientarlo moralmente en su acción, ya se trate de la ley natural, de la ley divina o de la ley eclesiástica. El Estado moderno se concibe a sí mismo como absolutamente desligado de cualquier tipo de trascendencia espiritual o ética a la cual someterse en aras de establecer y de conservar su legitimidad. De este modo, el Estado liberal no reconoce otra legitimidad como no sea la emanada de la llamada voluntad general y que, por ende, se funda únicamente en la ley positiva que los hombres se dan a sí mismos. La separación de la Iglesia y del Estado es el resultado lógico de este principio, por el cual se exonera a la sociedad políticamente organizada de rendir a Dios el culto público que le es debido, de respetar la ley divina en su legislación y de someterse a la enseñanza de la Iglesia en materia de fe y de moral. Esta supuesta independencia del poder temporal respecto al poder espiritual no debe confundirse con la legítima autonomía de la cual la sociedad civil goza en relación a la autoridad religiosa en su propio ámbito de acción, esto es, en la búsqueda del bien común temporal, el cual a su vez se haya ordenado a la del bien común sobrenatural, a saber, la salvación de las almas. Esta es la doctrina católica tradicional de la distinción de los poderes espiritual y temporal y de la subordinación indirecta de éste respecto de aquél. La laicidad conculca el orden natural existente entre ambos poderes y erige al Estado en poder absoluto, transformándolo así en una maquinaria de guerra con vistas a la descristianización de las instituciones, de las leyes y de la sociedad en su conjunto. El gran artesano de la pretendida neutralidad religiosa del Estado es la francmasonería, enemigo jurado de la civilización cristiana. Dicha neutralidad no es más que una superchería, dado que el poder temporal es incapaz de prescindir de una instancia espiritual de orden superior que le brinde los principios morales que reglan su actividad. El Estado laico no es neutro sino en apariencia, puesto que recibe sus principios orientadores en materia espiritual y moral de esa contra-iglesia que es la francmasonería: «La laicidad es la piedra preciosa de la libertad. La piedra nos pertenece a nosotros, masones. La recibimos en bruto, la tallamos progresivamente y nos es preciosa porque nos servirá para edificar el templo ideal, el futuro dichoso del hombre del cual deseamos que ella sea el único señor» (La laïcité: 1905-2005, Edimaf, 2005, p. 117, publicado por el Gran Oriente de Francia en conmemoración del centenario de la ley de separación de la Iglesia y del Estado de 1905.). Habiendo efectuado este recordatorio básico, sin el cual se pueden perder de vista las implicancias cruciales que conlleva este asunto, examinemos la posición de Francisco al respecto. En un discurso dirigido a la clase dirigente brasilera el 27 de julio, durante el transcurso de las Jornadas Mundiales de la Juventud, celebradas en Río de Janeiro, Francisco realizó un elogio entusiasta de la laicidad y del pluralismo religioso, a punto tal de regocijarse por la función social desempeñada por las «grandes tradiciones religiosas, que ejercen un papel fecundo de levadura en la vida social y de animación de la democracia. » Para continuar diciendo que «la laicidad del Estado (…) sin asumir como propia ninguna posición confesional, es favorable a la cohabitación entre las diversas religiones.» Laicismo, pluralismo, ecumenismo, relativismo religioso, democratismo: el número y la magnitud de los errores contenidos en esas pocas palabras, condenados formalmente y en múltiples ocasiones por el magisterio, requeriría una prolongada exposición que excedería ampliamente los límites de este artículo. Para quienes deseasen profundizar la doctrina católica en la materia, he aquí los documentos esenciales: Mirari vos (Gregorio XVI, 1832),Quanta cura, con el Syllabus (Pío IX, 1864); Immortale Dei y Libertas (León XIII, 1885 y 1888); Vehementer nos y Notre chargeapostolique (San Pío X, 1906 y 1910); Ubiarcano y Quas primas (Pío XI, 1922 y 1925); Ci riesce (Pío XII, 1953).
Leamos, a guisa de ejemplo, un pasaje de la encíclica Quas Primas, por la cual Pío XI instituyó la solemnidad de Cristo Rey: «La celebración de esta fiesta, que se renovará cada año, enseñará también a las naciones que el deber de adorar públicamente y obedecer a Jesucristo no sólo obliga a los particulares, sino también a los magistrados y gobernantes. A éstos les traerá a la memoria el pensamiento del juicio final, cuando Cristo, no tanto por haber sido arrojado de la gobernación del Estado cuanto también aun por sólo haber sido ignorado o menospreciado, vengará terriblemente todas estas injurias; pues su regia dignidad exige que la sociedad entera se ajuste a los mandamientos divinos y a los principios cristianos, ora al establecer las leyes, ora al administrar justicia, ora finalmente al formar las almas de los jóvenes en la sana doctrina y en la rectitud de costumbres». La lectura de estos textos del magisterio permite comprender que el Estado laico, supuestamente neutro, no confesional, incompetente en materia religiosa y otras falacias por el estilo, no es más que una aberración filosófica, moral y jurídica moderna, una monstruosidad política, una mentira ideológica que pisotea la ley divina y el orden natural. La distinción –sin separación- de los poderes temporal y espiritual es algo muy diferente de la pretendida independencia del temporal respecto del espiritual en relación con Dios, la Iglesia, la ley divina y la ley natural: eso tiene nombre, y se llama la apostasía de las naciones. Esta apostasía es el fruto maduro del Iluminismo, de la francmasonería, de la Revolución Francesa y de todas las sectas infernales que de ella proceden (liberalismo, socialismo, comunismo, anarquismo, etc.) Esos son los enemigos despiadados de Dios y de su Iglesia, quienes alcanzaron su diabólico objetivo de destruir enteramente la sociedad cristiana y de erigir en su lugar la ciudad del hombre sin Dios, creatura insensata embriagada por la falaz autonomía de la cual ella pretende gozar respecto a Dios: en ello reside el rasgo esencial de lo que se ha dado en llamar la modernidad, a pesar de sus rostros variados y multiformes, cuyo desenlace, a término, no puede ser otro que el del reino del Anticristo. Esta figura escatológica del hombre impío conducirá ineluctablemente la sociedad moderna, secularizada y apóstata, al paroxismo de su revuelta contra todo lo que se encuentra por encima de su propia voluntad autónoma y soberana, de la cual nos ofrece ya las aciagas primicias : pensemos, por no citar sino un puñado de ejemplos representativos, en esas aberraciones inimaginables que son el matrimonio homosexual, la adopción homo-parental, el derecho al aborto, la legalización de la industria pornográfica, la escuela sin Dios pero con teoría de género y educación sexual obligatorias para corromper la infancia y mancillar la inocencia de las almas inocentes…Personificación aterradora de la creatura que entiende hacer de su libertad, considerada como absoluta, la única fuente de la ley y de la moral, creatura imbuida de su vacuidad ontológica y enceguecida por su arrogancia irrisoria que pretende asombrosamente ocupar el lugar de Dios. Reitero que es en esta pretensión insensata de la creatura de prescindir de su Creador que radica la característica definitoria de la modernidad, es ella la que constituye la raíz del mal moderno, desvarío metafísico que se manifiesta con una actitud de repliegue del individuo sobre su propia subjetividad, acompañada por el rechazo categórico de un orden objetivo del cual debería reconocer por partida doble la anterioridad cronológica y la superioridad ontológica, y al cual está llamado a someterse libremente para realizar plenamente su humanidad. Esta actitud moderna se declina en múltiples facetas : nominalismo, voluntarismo, subjetivismo, individualismo, humanismo, racionalismo, naturalismo, protestantismo, liberalismo, relativismo, utopismo, socialismo, feminismo, homosexualismo, de las cuales la raíz es siempre la misma, a saber, el sujeto autónomo pretendiendo emanciparse del orden objetivo de las cosas y cuyo desenlace trágico e inevitable es el proyecto descabellado de proponerse crear una civilización que, tras haber expulsado a Dios de la sociedad, se funde exclusivamente en el libre arbitrio soberano del hombre, convertido en fuente de toda legitimidad. Y hoy más que nunca se vuelve indispensable proclamarlo a los cuatro vientos: el principio de laicidad constituye su más acabada encarnación y es su figura emblemática: «El día en que comeréis (del fruto prohibido) vuestros ojos se abrirán y seréis como dioses que conocen el bien y el mal» (Gn. 3,5), sugirió la Serpiente a Eva, quien, dando muestras de una gran apertura mental y de una sincera adhesión al pluralismo religioso, se adentró con madurez y confianza en un diálogo mutuamente enriquecedor con su respetable interlocutor…El desenlace es bien conocido y ciertamente fatal para la humanidad: Adán y Eva terminaron comiendo, se encontraron desnudos, fueron castigados por Dios y expulsados del Paraíso. Las viejas naciones europeas que conformaban la Cristiandad comieron también del fruto, llamado esta vez Derechos Humanos, Democracia y Laicidad. Y ahora se encuentran desnudas. En cuanto al castigo, ineluctable, terminará llegando, tarde o temprano: «Vi surgir del mar una bestia que tenía diez cuernos y siete cabezas, y sobre sus cuernos diez diademas, y sobre sus cabezas nombres de blasfemia (…) Le fue dado hacer la guerra a los santos y vencerlos. Y le fue concedida autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación» (Ap. 13, 1/7). Pero el Anticristo, «el hombre impío, el hijo de perdición» (2 Tes. 2, 3) no llegará solo: será precedido por un falso profeta, parodia diabólica del papel precursor que otrora ejerciera San Juan Bautista disponiendo los corazones para la llegada inminente del Mesías: «Vi otra bestia que subía de la tierra y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como un dragón» (Ap. 13,11). Las dos bestias, la del mar y la de la tierra, el Anticristo y el Falso Profeta, son indisociables, al igual que lo son el poder temporal y el poder espiritual en la sociedad. En régimen de cristiandad, los dos poderes cooperaban a efectos de hacer respetar la ley divina en la sociedad. Pero, en el caso que nos ocupa, los dos poderes han cambiado de signo y se hallan dedicados al servicio de Satán, la segunda bestia –el poder religioso prevaricador-, abriendo el camino a la primera e induciendo a los hombres a que se le sometan: «E hizo que la tierra y todos sus habitantes adorasen a la primera bestia» (Ap.13, 12). La primera bestia representa el poder temporal apóstata, el del régimen democrático laico y secularizado, enemigo de Dios, poder mundano que un día será ostentado por una persona concreta, el Anticristo. La segunda bestia, por su parte, representa el poder religioso corrompido, a la cabeza del cual se hallará también un día una persona concreta, el falso profeta o Anticristo religioso. ¿Qué tan lejos se encontrará la época que verá desplegarse ante su mirada atónita el cumplimiento de estas profecías? No es fácil tener certezas de orden práctico en este terreno ni por tanto dar una respuesta categórica. En cambio, no resulta aventurado sostener que cuando el nuevo papa alaba apasionadamente la laicidad del Estado, siguiendo en esto el ejemplo de sus predecesores recientes en el pontificado y conformándose al magisterio post-conciliar, la necesidad de escrutar las profecías que acabamos de exponer cobra una urgencia manifiesta.
Alejandro Sosa Laprida
STAT VERITAS: Un año del pontificado, una desoladora realidad (I).
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Un año de pontificado, un año de confusión (II).
Continuación del artículo anterior que se puede leer aquí.
http://4.bp.blogspot.com/-WOenJ5uLue...+Francisco.jpg
Un año de pontificado, un año de confusión
4. La ideología homosexualista.
Con motivo de una conferencia de prensa dada el 29 de julio de 2013 en el vuelo entre Río de Janeiro y Roma, de regreso de las JMJ, Francisco pronunció la frase siguiente: «Si una persona es gay y busca al Señor con buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgar?» Frase extremadamente ambigua y perturbadora, ya que el término gay no designa genéricamente a los homosexuales, sino especialmente a aquellos que reivindican públicamente la «cultura» y el estilo de vida de la impureza contra-natura. ¿Por qué haber utilizado una palabra generadora de confusión, totalmente extranjera al vocabulario católico y tomada justamente de la jerga del lobby «gay», avalando de este modo indirectamente su lenguaje subversivo y manipulador? ¿Por qué no haberse apresurado a añadir, para evitar malentendidos, que si bien no se juzga moralmente a la persona que padece esta tendencia, el pasaje al acto, en cambio, constituye un comportamiento gravemente desordenado en el plano moral? Sorprendentemente, no lo hizo, y naturalmente, al día siguiente, la abrumadora mayoría de la prensa mundial intituló el artículo dedicado a la atípica conferencia de prensa pontifical retomando textualmente la pregunta formulada por Francisco. ¿Podrá hablarse de impericia de parte de alguien que domina a la perfección el arte de la comunicación mediática? Resulta difícil creerlo… Y aun cuando así fuera, el contexto exigía eliminar todo riesgo de ambigüedad efectuando inmediatamente las precisiones del caso. Mas las precisiones jamás llegaron. Ni durante la conferencia de prensa ni después. Ni de su boca, ni de la del servicio de prensa del Vaticano. Mientras tanto, la prensa mundial se regodeaba impúdicamente con la consternante salida bergogliana… En la extensa entrevista concedida por Francisco a las revistas culturales jesuitas los días 19, 23 y 29 de agosto y publicada en l’Osservatore Romano del 21 de septiembre, habría podido suponerse que Francisco no dejaría pasar la oportunidad para dar muestras de claridad acerca de esta espinosa cuestión, cortando por lo sano las polémicas que sus desafortunadas declaraciones habían suscitado y disipando drásticamente la confusión y la inquietud generalizada que habían provocado. Veamos si aprovechó la ocasión para hacerlo: «En Buenos Aires recibí cartas de personas homosexuales heridas socialmente porque se sienten desde siempre condenados por la Iglesia. Pero eso no es lo que la Iglesia quiere. Durante el vuelo de regreso desde Río de Janeiro dije que si una persona homosexual tiene buena voluntad y está buscando a Dios, yo no soy quien para juzgar. Al decir eso, dije lo que indica el Catecismo [de la Iglesia Católica]. La religión tiene derecho a expresar su opinión al servicio de las personas, pero Dios nos ha creado libres: la injerencia espiritual en la vida de la gente no es posible. Un día alguien me preguntó de manera provocante si yo aprobaba la homosexualidad. Yo le respondí con otra pregunta: ‘‘Dime: Dios, cuando mira a una persona homosexual, ¿aprueba su existencia con afecto o la rechaza condenándola?’’ Siempre hay que considerar a la persona. Entramos aquí en el misterio del hombre. En la vida cotidiana, Dios acompaña a la gente y nosotros debemos acompañarla tomando en cuenta su condición. Hay que acompañar con misericordia. Cuando esto sucede, el Espíritu Santo inspira al sacerdote para que diga la palabra más adecuada.» Habría mucho para decir respecto a estas declaraciones. Mucho, para utilizar un eufemismo, excepto que destaquen por su claridad… En aras de la concisión, sólo haré algunas observaciones:
1. Contrariamente a lo que afirma, sus dichos brillan por su ausencia en el Catecismo. En éste se encuentra claramente expuesta la doctrina de la Iglesia (§ 2357 a 2359), precisamente lo que Francisco no hizo en la entrevista, durante la cual cultivó la ambigüedad, usó un lenguaje demagógico y añadió aún más confusión.
2. Resulta inconcebible escucharlo decir que «la religión tiene derecho a expresar su opinión al servicio de las personas.» Perdón: ¿La religión? ¿Cuál? ¿O acaso se tratará de las religiones en general, es decir, de «las grandes tradiciones religiosas que ejercen un papel fecundo de levadura en la vida social y de animación de la democracia.» (cf. III)? Lenguaje sorprendente en la boca de quien se encuentra sentado en el trono de San Pedro… ¿Por qué no decir simplemente «la Iglesia»? Y sobre todo, corresponde proclamar sin ambages que la Iglesia no expresa de ninguna manera «su opinión», Ella instruye a las naciones, en conformidad con el mandato que recibiera de su Divino Maestro: «Id y enseñad a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar todo cuanto os he mandado.» (Mt. 28, 19-20)
3. Y a renglón seguido añade: «pero Dios nos ha creado libres: la injerencia espiritual en la vida de la gente no es posible.» Ambigüedad sibilina, característica detestable de parte de quien ha recibido la misión de «enseñar a las naciones», pero rasgo clásico ya en labios de Francisco… Porque si el hombre puede, en virtud de su libre arbitrio, negarse a obedecer a la Iglesia, no es en cambio moralmente libre de hacerlo: la Iglesia ha recibido de Jesucristo el poder de obligar las conciencias de sus fieles (Mt. 18, 15-19). Pretender que «la injerencia espiritual en la vida de la gente no es posible» equivale a divinizar la conciencia individual y a hacer de ella un absoluto: estamos ante el principio fundamental de la religión humanista y masónica de 1789: «Nadie debe ser inquietado por sus opiniones, incluso religiosas» (Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, artículo X). Esta libertad de conciencia falaz y revolucionaria fue condenada por el magisterio de la Iglesia: Gregorio XVI afirmó que pretender «garantizar a cada uno la libertad de conciencia» no solo es absurdo sino además «un delirio» (Mirari Vos, 1832).
4. Finalmente, el hecho de responder a una pregunta -¿aprueba la homosexualidad?- con otra pregunta, que es, para colmo, de un hermetismo poco común, es indigno de aquel a quien fue confiada la tarea de enseñar a la universalidad de los fieles. Respuesta en la que se halla nuevamente esta ambigüedad exasperante que lo caracteriza, aquí al no distinguir entre la condenación del pecado y la del pecador, y dando a entender que el hecho de «aprobar la existencia» (¡sic!) del pecador volvería inútil la reprobación que su acto pecaminoso exige. Sin embargo Nuestro Señor nos enseñó a hablar de otro modo: «Que vuestro lenguaje sea sí, sí; no, no; todo el resto proviene del Maligno» (Mt. 5, 37). Pero retornemos a nuestra conferencia de prensa aérea, tras la celebración de las JMJ de Río de Janeiro. Francisco agregó que esas personas «no deben ser discriminadas, sino integradas en la sociedad». Perdón, pero ¿a qué persona hace alusión? ¿A aquellas que sin pudor alguno se proclaman «gay» o a las que, padeciendo sin culpa de su parte la mortificante inclinación contra-natura se esfuerzan meritoriamente por vivir decentemente? Una ambigüedad suplementaria que naturalmente permanecerá sin aclaración vaticana, pero cuya interpretación «progresista» abandonada a los «medios de información masiva» será la que se impondrá masivamente en el imaginario colectivo. Pero a decir verdad, hay algo peor que la recurrente ambigüedad bergogliana presente en esta afirmación y que se manifiesta en esa disyuntiva irresuelta que he señalado. Me refiero a que sus palabras no sólo cultivan la ambigüedad, elemento suficiente para cuestionarlas, sino que son pura y simplemente falsas. Ellas se inscriben en el marco de la ideología igualitarista de la lucha «contra las discriminaciones» que promueven los partidarios del feminismo y del homosexualismo, genuina maquinaria de combate al servicio de la legitimación de cuanta aberración el partido del «progreso» se esmera en pergeñar, principalmente el infame «matrimonio» homosexual. ¿En dónde reside la falsedad? En el hecho de que, inclusive en el segundo caso de la disyuntiva, es perfectamente legítimo y razonable efectuar ciertas discriminaciones que, atendiendo al bien común social, marginalizan a esas personas en determinados contextos. Y eso es, por ejemplo, lo que la Iglesia siempre ha hecho en lo tocante al sacerdocio, a la vida religiosa y a la educación de los niños. Ni que decir tiene que dichas discriminaciones son más legítimas aun cuando se trata de gente que, además de padecer esa tendencia desordenada, lleva una vida homosexual activa, aunque fuese de manera discreta, y, a fortiori, si hay que vérselas con quienes exhiben pública y desvergonzadamente sus malas costumbres, reivindicando orgullosamente sus fantásticos derechos: me refiero a los «gay», para emplear el atípico vocabulario bergogliano, ciertamente inusitado en el lenguaje de un sucesor de San Pedro. Los individuos pertenecientes a esta última categoría, la de los ideólogos de la causa homosexualista, por ejemplo, los organizadores de las Gay Pride y los militantes de asociaciones subversivas del estilo de Act-Up, tienen tanto menos derecho a ser «integrados a la sociedad» cuanto que justamente deberían ser excluidos de ella sin contemplaciones, los acólitos de la secta LGBT poseen tanto menos el derecho a verse exentos de «toda forma de discriminación» cuanto que deberían precisamente verse privados de libertad y apartados sin miramientos de la vida social por atentado contra el pudor y corrupción de la juventud. Retomando el hilo de la conferencia pontifical en pleno vuelo, asistimos pasmados a la prosecución del extraño discurso de Francisco ante un auditorio cautivado por su desarmante espontaneidad y por el tenor altamente mediático de sus palabras: «El problema no es el de tener esta tendencia, sino de hacer lobbying, eso es lo grave, porque todos los lobbies son malos». Desafortunadamente, esta aseveración es perfectamente gratuita y no resiste el menor análisis: que el hecho de poseer esa tendencia constituya un grave problema de orden psicológico y moral para la persona afectada, así como también un serio motivo de inquietud para su entorno, es algo indiscutible. Y pretender que la homosexualidad no sea algo problemático, sino solamente el hacer «lobbying», es una falacia notoria que contribuye a trivializar la homosexualidad y a volverla aceptable. Por último, es menester afirmar que, contrariamente a lo que sostiene Francisco, ningún lobby es intrínsecamente perverso. Efectivamente, dado que un lobby es «un colectivo que realiza acciones dirigidas a influir ante la administración pública para promover decisiones favorables a los intereses de ese sector concreto de la sociedad» (Wikipedia), un lobby será bueno en la medida en que combata por causas justas y será malo cuando lo haga por causas inicuas. Para dar un ejemplo, las acciones conducidas por los grupos feministas en favor del aborto son reprobables, mientras que las realizadas por los grupos pro-vida en su lucha contra la legalización de dicho crimen son encomiables. Todas estas declaraciones de Francisco se ven particularmente agravadas por el contexto internacional en el que se producen, a saber, en medio de una violenta batalla cultural entre partidarios y opositores del «matrimonio» homosexual, el cual se extiende como reguero de pólvora a escala planetaria. Resulta difícil atribuirlas solamente a eventuales imprecisiones de lenguaje, así como tampoco parece posible negar la complicidad objetiva de sus palabras con los propósitos manifiestos del lobby «gay»: la normalización de la homosexualidad y la legitimación de sus insostenibles reivindicaciones sociales. Esas declaraciones han sembrado confusión entre los católicos y han favorecido objetivamente a los enemigos de Dios, quienes combaten encarnizadamente para que se acepten los supuestos «derechos» de los homosexuales en el interior de la Iglesia y en la sociedad civil. Prueba irrefutable de ello es que la más influyente publicación de la comunidad LGBT de los Estados Unidos,The Advocate, eligió a Francisco como la «Persona del año2013», deshaciéndose en alabanzas hacia él por su actitud de apertura y de tolerancia hacia los homosexuales. He aquí, a modo de ilustración, tres casos que permiten tomar conciencia de la gravedad del contexto en el cual se sitúan esas desafortunadas declaraciones. Ellas se produjeron apenas dos meses después de que el cardenal Angelo Bagnasco, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, celebrara en Génova las exequias de Don Gallo, famoso sacerdote comunista y anarquista, adepto al aborto e incondicional de la causa homosexual, durante las cuales hizo un panegírico suyo y autorizó que dos transexuales hicieran la apología de la ideología LGBT en la lectura de la «plegaria universal», durante la cual agradecieron al clérigo apóstata por haberlos ayudado a «sentirse creaturas trans-gender (sic) deseadas y amadas por Dios», y a los que distribuyó luego la comunión, profanando así las santas especies eucarísticas, escandalizando gravemente a los fieles y sembrando la confusión en las almas. Más inquietante todavía: no hubo ninguna reacción oficial del Vaticano reprobando los hechos. Corresponde destacar que Don Gallo ejercía su «ministerio pastoral» con total impunidad, sin jamás haber sido importunado ni sancionado por la jerarquía eclesiástica. Y cabe añadir que los funerales fueron oficiales, celebrados con gran pompa, nada menos que por la figura más destacada del episcopado italiano, con homilía ditirámbica incluida. Otro hecho sintomático, seleccionado entre muchos otros: la Universidad Pontifical San Francisco Javier de Bogotá, en Colombia, fundada y dirigida por jesuitas, desde hace doce años organiza anualmente un «Ciclo Académico Rosa», que fomenta desembozadamente el estilo de vida «gay». En 2013, por primera vez, iba a tener lugar en los locales de la universidad, del 28 al 30 de agosto. Eso provocó una importante reacción de laicos escandalizados quienes, gracias a un accionar digno de un auténtico «lobby» católico, forzaron la universidad a buscar otro sitio para organizar su inmundo coloquio de degenerados. Huelga decir que no se registró sanción alguna hacia los organizadores del infame evento de parte de las autoridades universitarias. Algo que va de suyo, en la era del culto al «diálogo» con el error y en tiempos de exaltación del «pluralismo» ideológico… Y esta impunidad dura desde hace ya doce largos años. Ninguna sanción tampoco por el lado de la Conferencia Episcopal Colombiana. Ni falta hace precisar el silencio absoluto del Vaticano. Es interesante señalar la reacción del director de la universidad, el Padre Joaquín Emilio Sánchez: ella fue inmediata y sumamente edificante. En efecto, en un áspero comunicado de prensa dirigido a la «comunidad educativa», hizo constar su indignación ante la «violación de la legítima autonomía universitaria», declaró que «ninguna discriminación sería tolerada» y advirtió amenazante a sus adversarios: «Actualmente efectuamos las gestiones necesarias ante las instancias competentes para que una situación tan irregular y dolorosa como la que vivimos con motivo del ‘‘Ciclo Rosa’’ no se repita nunca más». Por su lado, el Padre Carlos Novoa, antiguo rector de la universidad, profesor titular de teología moral y titular de un doctorado en «ética sexual», promotor desvergonzado del aborto, sostuvo que la medida «testimonia de un retorno de la Inquisición en un sector de la Iglesia católica y es la resultante de grupos obscurantistas y fanáticos». Su pública posición contraria a la enseñanza del magisterio eclesial no le ha acarreado ninguna sanción de parte de la jerarquía de su país y menos aún de las autoridades de la citada universidad «pontificia». Este edificante sacerdote continúa ejerciendo afanosamente su «ministerio pastoral» y dispensando con ahínco su «enseñanza universitaria» a estudiantes que, imaginando recibir una instrucción católica, son objeto de una perversión sistemática de sus inteligencias. Tercer y último ejemplo: el de la Universidad Católica de Córdoba, en Argentina, que también está dirigida por jesuitas. En una entrevista publicada el 12 de agosto de 2013 a quien es su rector desde 2005, el Padre Rafael Velasco, gran especialista en «Derechos Humanos», en medio de una letanía de sentencias heterodoxas, nos hizo el honor de participarnos su profunda visión teológica: «Si la Iglesia quiere ser un signo del hecho que Dios está cerca de todos, lo que debe hacer, antes que nada, es no excluir a nadie. Debe encarar reformas muy importantes: los divorciados tienen que ser admitidos a la comunión, los homosexuales, cuando viven de manera estable con sus compañeros, también deberían poder comulgar. Decimos que la mujer es importante, pero la excluimos del ministerio sacerdotal. Esos son signos que serían más comprensibles». Estos tres casos que he citado, tomados de un interminable listado de situaciones similares, ilustran acabadamente el progreso continuo, consentido y alentado, de la ideología homosexualista y de la «teoría de género» en el interior dela Iglesia. Y es justamente en ese contexto alarmante de avance permanente e incontenible de las ideas LGBT, tanto en la sociedad civil como en el seno del clero, que se inscriben esas palabras inauditas de Francisco en una conferencia de prensa internacional en pleno vuelo, a modo de broche de oro de las archimediáticas JMJ de Río de Janeiro: «¿Quién soy yo para juzgar a una persona «gay»?» Francamente, debo admitir que esto se asemeja a un mal sueño, a una pesadilla indescriptible de la cual desearía despertarme cuanto antes…
5. Francisco y la masonería.
En 1999 el cardenal Bergoglio fue elegido miembro honorario del Rotary Club de la ciudad de Buenos Aires. En 2005, recibió el premio anual que el Rotary atribuye al «hombre del año», el Laurel de Plata. Esta entidad, fundada en 1905 en la ciudad de Chicago, USA, por el masón Paul Harris, es una asociación cuyos vínculos con la francmasonería son de público conocimiento: es un semillero de masones y el marco en el que se desarrollan sus iniciativas «caritativas». Un porcentaje importante de rotarios pertenecen a las logias, a punto tal que el Rotary, junto al Lion’s Club, son considerados como los atrios del templo masónico. He aquí lo que decía el obispo de Palencia, España, en una declaración oficial: «El Rotary profesa un laicismo absoluto, una indiferencia religiosa universal y trata de moralizar las personas y la sociedad por medio de una doctrina radicalmente naturalista, racionalista e incluso atea» (Boletín eclesiástico del obispado de Palencia, n° 77, 1/9/1928, p. 391). Esta condenación fue confirmada por una declaración solemne del arzobispo de Toledo, el cardenal Segura y Sáenz, primado de España, el 23 de enero de 1929. Dos semanas más tarde, la Sacra Congregación Consistorial prohibió la participación de los sacerdotes en reuniones rotarias, en calidad tanto de miembros y como de invitados: es el célebre «non expedire» del 4 de febrero de 1929. Esta prohibición sería reiterada por un decreto del Santo Oficio del 20 de diciembre de 1950. El día de la elección pontifical del cardenal Bergoglio, el 13 de marzo de 2013, el Gran Maestre de la francmasonería argentina, Ángel Jorge Clavero, rindió tributo al nuevo pontífice saludándolo calurosamente. La logia masónica judía B’nai B’rith hizo otro tanto: «Estamos convencidos que el nuevo papa Francisco seguirá obrando con determinación para reforzar los lazos y el diálogo entre la iglesia católica y el judaísmo y continuará la lucha contra todas las formas de antisemitismo», declaró la logia francesa, mientras que la argentina aseveró que reconocen en Francisco a «un amigo de los judíos, a un hombre dedicado al diálogo y comprometido en el encuentro fraterno» y aseguran estar convencidos de que durante su pontificado «conservará el mismo compromiso y podrá poner en práctica sus convicciones en el camino del diálogo inter-religioso». El director de asuntos inter-religiosos de la B’nai B’rith, David Michaels, asistió a la ceremonia de investidura del nuevo papa, el 19 de marzo y al día siguiente participó a la audiencia dada por Francisco a los líderes de las diferentes religiones en la Sala Clementina. Se habían dado cita dieciséis personalidades judías en representación de ocho organizaciones internacionales judías, entre quienes se hallaba el rabino David Rosen, director del Comité Judeo-Americano (American Jewish Committee), quien declaró, en una entrevista concedida a la agencia Zenit, que desde el Concilio Vaticano II «la enseñanza de la Iglesia y su enfoque de los judíos, del judaísmo y de Israel han tenido una transformación revolucionaria». Al día siguiente de su elección, el Gran Oriente de Italia emitió un comunicado en el cual el Gran Maestre Gustavo Raffi decía que «con el Papa Francisco ya nunca nada será como antes. Esta elección ha sido una apuesta indiscutible de la fraternidad por una Iglesia de diálogo, no contaminada por la lógica ni las tentaciones del poder temporal (…) Nuestra esperanza es que el pontificado de Francisco marque el regreso de la Iglesia-Palabra en lugar de la Iglesia-Institución, y que él promueva el diálogo con el mundo contemporáneo (…) siguiendo los principios de Vaticano II (…) Tiene la gran oportunidad de mostrar al mundo el rostro de una Iglesia que debe recuperar el anuncio de una nueva humanidad, no el peso de una institución que defiende sus privilegios». El 16 de marzo, en un nuevo artículo del Gran Oriente de Italia, esta vez anónimo, el lector se entera de que existen tres miradas diferentes en los miembros del GOI: la de los que son escépticos en cuanto al progresismo de Francisco, la de los que prefieren guardar un cauto silencio y juzgarlo luego por sus actos y, finalmente, la de los que exhiben la convicción de que será un papa «innovador y progresista, basándose en el hecho de que algunos Hermanos aseguran haber contribuido indirectamente, en el interior del Cónclave, por intermedio de amigos fraternos, a la elección de un hombre capaz de regenerar la Iglesia Católica y la sociedad humana en su conjunto». Ese punto de vista se ve reforzado por el hecho de que el cardenal Bergoglio, durante el cónclave de 2005, había sido apadrinado por el cardenal Carlo María Martini, fallecido el 31 de agosto de 2012, desaparición saludada por el GOI en un comunicado fechado el 12 de septiembre en los siguientes términos: «Ahora que las celebraciones retóricas y las condolencias pomposas han dejado lugar al silencio y al duelo, el Gran Oriente de Italia saluda con afecto al Hermano Carlo María Martini, quien ha partido hacia el Oriente Eterno». Y el 28 de julio de 2013, con ocasión del deceso del cardenal Ersilio Tonini, masón reconocido, el Gran Maestre Gustavo Raffi le rindió tributo asegurando que llora «al amigo, al hombre del diálogo con los masones, al maestro del Evangelio social. Hoy la humanidad es más pobre, como lo es igualmente la Iglesia Católica». Pero a renglón seguido se apresura a añadir que, a despecho de esa gran pérdida, «la Iglesia del Papa Francisco es una Iglesia que promete ser respetuosa de la alteridad y compartir la idea que el Estado laico favorece la paz y la coexistencia de las diferentes religiones (!!!)». El límpido homenaje tributado a Francisco por el Gran Maestre del Gran Oriente de Italia es un testimonio por demás inquietante con relación a su pontificado. Como prueba de ello, y limitándonos a tan sólo uno de los abundantes textos pontificales referidos a la masonería, he aquí lo que decía León XIII en su encíclicaHumanum Genus, del 20 de abril de 1884: «En nuestra época, los autores del mal parecieran haberse coaligado en un inmenso esfuerzo, bajo el impulso y con la ayuda de una sociedad diseminada por un gran número de lugares y fuertemente organizada, la sociedad de los francmasones. Estos, sin disimular ya sus intenciones, rivalizan de audacia entre ellos contra la augusta majestad de Dios, maquinando abiertamente y en público la ruina de la Santa Iglesia, con la finalidad de lograr despojar, si lo pudiesen, las naciones cristianas de los beneficios que ellas han recibido de Jesucristo, nuestro Salvador».
Habría muchas otras declaraciones y gestos de Francisco que se podrían calificar cuando menos de perturbadores y que se prestarían a un prolongado desarrollo, del que me abstendré aquí en aras de la brevedad, y de los cuales he seleccionado tan sólo algunos a modo de ejemplo, tomados de una extensa lista que por cierto no deja de acrecentarse día tras día a una velocidad vertiginosa…
(Continúa) Alejandro Sosa Laprida
STAT VERITAS: Un año de pontificado, un año de confusión (II).
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Un año de pontificado, un año de confusión (III).
Continuación y final del artículo iniciado aquí (1ra parte) y continuado aquí (2da parte).
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Un año de pontificado, un año de confusión
1. La noche de su elección, Francisco se presentó como el «Obispo de Roma», sin pronunciar la palabra «Papa». Ese proceder, reiterado luego en varias ocasiones, fue confirmado por la nueva edición del Anuario Pontificio publicado en mayo. Calificándose a sí mismo exclusivamente con el título de Obispo de Roma, y ya no de Papa, Soberano Pontífice o Vicario de Cristo, Francisco realiza un gesto inédito en la historia de la Iglesia, claramente revolucionario, que menoscaba de manera brutal la autoridad de la Sede Romana.
2. Con ocasión de las JMJ celebradas en julio 2013 en Río de Janeiro, Francisco declaró, durante una entrevista de prensa concedida a la televisión brasilera, que «si un niño recibe su educación de los católicos, protestantes, ortodoxos o judíos, eso no me interesa». Lo que le interesa es «que lo eduquen y que le den de comer». Tales palabras no requieren comentario. A condición, evidentemente, de no haber perdido la Fe.
3. El 16 de marzo de 2013, al final de la audiencia otorgada a los periodistas del mundo entero en la sala Pablo VI del Vaticano, Francisco les dio una bendición totalmente atípica, una «bendición silenciosa, respetando la conciencia de cada uno». No se dignó a hacer el signo de la Cruz sobre la multitud de periodistas ni a pronunciar el santo nombre de las Tres Personas Divinas. Lo que nos enseñó Jesús se sitúa en las antípodas de esa falsa noción de respeto: «Todo poder me ha sido dado en el cielo y en la tierra. Id pues y enseñad a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar todo cuanto os he mandado» (Mt. 28, 18-20). Nuestro Divino Maestro nos ha dicho también: «A todo el que me confesare delante de los hombres, yo también lo confesaré delante de mi Padre, que está en los Cielos; pero a todo el que me negare delante de los hombres, yo lo negaré también delante de mi Padre, que está en los Cielos» (Mt. 10, 32-33). Hablemos claramente: el «respeto de la conciencia» alegado por Francisco para dispensarse de ejercer su suprema autoridad apostólica carece de todo fundamento escriturístico, patrístico o magisterial. Se trata de una noción cuyo origen se halla en los «filósofos» del Iluminismo y que forma parte integrante de la enseñanza impartida en las logias masónicas. En la encíclica Mirari Vos (1832) Gregorio XVI afirma que de la «fuente envenenada del indiferentismo deriva esa máxima falsa y absurda, o mejor dicho ese delirio, según el cual se debe garantizar a cada uno la libertad de conciencia, error de lo más contagioso (…) que ciertos hombres, por un exceso de impudicia, no vacilan en presentar como ventajoso para la religión».
4. Durante esa misma audiencia dijo que deseaba «una Iglesia pobre para los pobres». Es un deseo novador y completamente extranjero a la enseñanza y a la práctica bimilenaria de la Iglesia. «María, tomando una libra de ungüento de nardo legítimo de gran valor, ungió los pies de Jesús y los enjugó con sus cabellos, y la casa se llenó del olor del ungüento. Uno de sus discípulos, Judas Iscariote, el que habría de entregarlo, dijo -¿Por qué este ungüento no se vendió por trescientos denarios y se dio a los pobres?» (Jn. 12, 3-5).
5. El 11 de septiembre Francisco recibió en audiencia privada al religioso peruano Gustavo Gutiérrez, sacerdote modernista, izquierdista y subversivo, quien diera origen al nombre de «teología de la liberación» gracias a su libro homónimo publicado en 1971. Este «teólogo», cómplice de los movimientos marxistas y tercermundistas latinoamericanos comprometidos en la lucha armada revolucionaria, considera que la salvación cristiana pasa por la emancipación de las servidumbres terrenas: «La creación de una sociedad justa y fraterna es la salvación de los seres humanos, si por salvación entendemos el paso de lo menos humano a lo más humano. No se puede ser cristiano hoy sin un compromiso de liberación», es decir, sin recurrir a una praxis histórica marxista ordenada a la emancipación revolucionaria de las masas «oprimidas» socialmente, en el seno de una «iglesia popular» que, gracias a su «conciencia de clase», toma partido por la lucha de los pobres contra la clase poseedora y contra la jerarquía eclesiástica. Es interesante notar que la semana anterior L’Osservatore Romano le había consagrado un largo artículo con motivo de la publicación de un libro que había co-escrito con Monseñor Gerhard Müller, actual prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, intitulado “De parte de los pobres, teología de la liberación, teología de la Iglesia”.
6. El día de su elección, antes de impartir la bendición apostólica a los fieles congregados en la plaza San Pedro, Francisco pidió a la muchedumbre que ella rezara primero por él para que Dios lo bendijese. El simbolismo del gesto es claro: la bendición ya no procede de lo alto, a través del papa que recibió su investidura de derecho divino, y que él hace descender luego directamente sobre los fieles: nos encontramos ante un gesto que evoca los principios democráticos revolucionarios, según los cuales el poder emana del pueblo, única fuente de legitimidad para el ejercicio de la autoridad.
7. Con ocasión de su homilía en la Casa Santa Marta, en el Vaticano, el 22 de mayo de 2013, Francisco dijo que el Señor salvó «a todos los hombres» por la Sangre de Cristo, y que de este modo se convierten en «hijos de Dios, no sólo los católicos, todos, los ateos también». Gregorio XVI, en la encíclica citada anteriormente, censuraba «el indiferentismo, esa funesta opinión difundida por la depravación de los malvados según la cual es posible obtener la salvación por cualquier profesión de fe, con tal de que las costumbres sean conformes a la justicia y a la probidad».
8. Francisco organizó una jornada de oración y de ayuno por la paz en Siria, lo que es en sí mismo algo laudable. Desgraciadamente, este evento fue convocado siguiendo el espíritu del falso ecumenismo conciliar de Nostra Aetate y de Asís, puesto que extiende la invitación «a todos los cristianos de otras confesiones, a los hombres y mujeres de cada religión, así como a los hermanos y hermanas no creyentes». Esto se opone diametralmente tanto a la doctrina como a la práctica constante de la Iglesia hasta Vaticano II. He aquí lo que decía Pío XI al respecto: «(…) invitan a todos los hombres indistintamente, a los infieles de todo género como a los fieles de Cristo (…) Tales empresas no pueden ser aprobadas por los católicos de ninguna manera, ya que se basan sobra la teoría errónea según la cual todas las religiones son todas más o menos buenas, en el sentido de que todas, aunque de maneras diferentes, manifiestan y significan el sentimiento natural e innato que nos conduce a Dios y nos lleva a reconocer con respeto su poder. La verdad es que los partidarios de esa teoría se extravían en pleno error, pero además, pervirtiendo la noción de la verdadera religión, la repudian (…) La conclusión es clara: solidarizarse con los partidarios y los propagadores de tales doctrinas es alejarse completamente de la religión divinamente revelada» (Mortalium Animos, 1928). Francisco prosigue diciendo que «la cultura del diálogo es el único camino para la paz». Ahora bien, esto supone una concepción errónea de la paz, fundada en una visión naturalista de la vida y en el relativismo religioso: estamos ante una utopía humanista y un desconocimiento caracterizado de la naturaleza humana real, caída y redimida por la Sangre de Cristo, redención que se comunica a los hombres a través de su Cuerpo Místico, la Iglesia, fuera de la cual la humanidad, individual y socialmente considerada, permanece cautiva del pecado y sometida al imperio de Satán. En tales condiciones, hablar de «diálogo» como del «único camino para la paz» resulta un embuste grotesco y repulsivo. Sepan disculpar la extensa citación que me veo forzado a realizar para probar lo que digo: «El día en que Estados y gobiernos estimen ser un deber sagrado el atenerse a las enseñanzas y a las prescripciones de Jesucristo en sus relaciones interiores y exteriores, sólo así llegarán a gozar de una paz provechosa, mantendrán relaciones de confianza recíproca y resolverán pacíficamente los conflictos que pudiesen surgir (…) Síguese entonces que no podrá existir ninguna paz verdadera, a saber, la tan deseada paz de Cristo, hasta tanto los hombres no sigan en la vida pública y privada con fidelidad las enseñanzas, los preceptos y los ejemplos de Cristo. Una vez así constituida ordenadamente la sociedad, pueda por fin la Iglesia, desempeñando su divina misión, hacer valer todos y cada uno de los derechos de Dios lo mismo sobre los individuos como sobre las sociedades. En esto consiste la breve fórmula: el reino de Cristo (…) De todo lo cual resulta claro que no hay paz de Cristo sin el reino de Cristo» (Ubi Arcano, Pío XI, 1922). Y también: «Si los hombres reconociesen la autoridad real de Cristo en su vida privada y en su vida pública, inmensos beneficios –una justa libertad, el orden y la tranquilidad- se propagarían infaliblemente sobre toda la sociedad» (Quas Primas, Pío XI, 1925).
9. Con ocasión de la ceremonia del lavatorio del Jueves Santo, celebrada en un centro de detención de menores de Roma, entre las personas que representaban a los doce apóstoles había mujeres y musulmanes, lo que infringe gravemente la tradición litúrgica, la que ha recurrido siempre a hombres bautizados, ya que las mujeres no son admitidas al sacerdocio cristiano ni los infieles a las ceremonias litúrgicas. A menos que se pretenda utilizar el culto divino como una oportunidad para promover el feminismo y buscar transformar la santa liturgia en un espacio consagrado al relativismo y al indiferentismo religioso. A menos que se procure convertir la Santa Misa en una vulgar representación de humanitarismo miserabilista y demagógico, a través de una indigna operación de comunicación destinada al sistema mediático planetario, siempre ávido del menor gesto «humanista» y «progresista» de Francisco… La Santa Cena del Señor no fue pues celebrada en la basílica de San Pedro, ni en la catedral de San Juan de Letrán, en presencia del clero y de los fieles romanos y de los peregrinos procedentes del mundo entero para asistir a las festividades de la Semana Santa, sino nada menos que en una cárcel, lugar por completo inconveniente para una acción litúrgica, en presencia de una mayoría de no católicos, en una ceremonia confidencial, inaccesible para los fieles… Y como por casualidad, ese gesto insólito de ruptura de la tradición litúrgica tuvo lugar el día en que la Iglesia celebraba solemnemente la institución de la Santa Eucaristía y del Sacerdocio por Nuestro Señor Jesucristo… Visitar a los prisioneros es ciertamente una acción muy laudable, puesto que es una obra de misericordia. En cambio, servirse de ella como pretexto para rebajar el culto divino celebrando la Misa in Cena Domini en una cárcel, sin clero ni feligreses, sin predicación sobre la institución de la Eucaristía y del sacerdocio cristiano por Nuestro Señor, invitando a participar a infieles en la ceremonia, dista mucho de ser una acción laudable: se trata, lisa y llanamente, de un sacrilegio. Fieles, casi no había. Fotos e imágenes para la televisión, sí. Y dieron la vuelta al mundo. Parece ser que la operación fue todo un éxito.
10. El 28 de agosto Francisco recibió en la basílica de San Pedro un grupo de 500 jóvenes peregrinos de la diócesis de Piacenza. Hacia el final, les pidió: «recen por mí, porque este trabajo es insalubre, no hace bien». La misión de pastor universal de las almas, de vicario de Nuestro Señor Jesucristo en la tierra para «apacentar a sus ovejas» (Jn. 21,17) y para «confirmar a sus hermanos en la Fe» (Lc. 22, 32) no constituye para él más que un trabajo, y para colmo, insalubre… Jamás se había escuchado a un papa expresarse en esos términos, en los que vulgaridad y ridículo concurren a una desacralización notoria del ministerio petrino.
11. Así como la primera misiva oficial de Francisco no había tenido por destinatarios a católicos, sino a los judíos de Roma, así también su primer viaje oficial tuvo por beneficiario a gente de otra religión, escogiendo un desplazamiento altamente simbólico y extremadamente mediático, con visos de manifiesto ideológico. En efecto, el 8 de julio acudió a Lampedusa, en memoria de los inmigrantes clandestinos musulmanes que se ahogaron tratando de alcanzar esa isla italiana desde África en el transcurso de los últimos quince años. Y eso en el mismo momento en que Europa, enteramente descristianizada, observa como el islam se vuelve de manera irresistible la religión preponderante, especialmente gracias a la inmigración masiva de musulmanes procedentes de África.
12. En el reportaje concedido a las revistas culturales jesuitas, efectuado por el Padre Antonio Spadaro s.j., director de LaCiviltà Cattolica, en el mes de agosto y publicado en L’Osservatore Romano del 21 de septiembre, Francisco expresó un punto de vista totalmente novador en lo que concierne la naturaleza de la virtud teologal de la Fe, aseverando que la duda y la incertidumbre deberían formar parte de ella, so pena de caer en la «arrogancia», de encontrar a un Dios que sería «a nuestra medida», de tener sobre Él una visión «estática y no evolutiva», de tender de un modo exagerado hacia la «seguridad doctrinal»… ¿Puede pretenderse honestamente que no se trataría, como de costumbre, sino de una enésima citación malintencionada, de carácter tendencioso y sacando sus palabras del contexto? He aquí las declaraciones incriminadas: «Por supuesto, en ese buscar y encontrar a Dios en todas las cosas, queda siempre una zona de incertidumbre. Debe existir. Si alguien dice que encontró a Dios con una certeza total y que no deja ningún margen de incertidumbre, significa que algo no funciona (…) El riesgo de buscar y de hallar a Dios en todo es entonces la voluntad de explicitar demasiado; de decir con certeza humana y arrogancia: ‘‘Dios está aquí’’. Así sólo encontraremos un Dios a nuestra medida (…) Quien hoy día no aspira sino a soluciones disciplinares, quien tiende de manera exagerada a la ‘‘seguridad’’ doctrinal, quien busca obstinadamente recuperar el pasado perdido, tiene una visión estática y no evolutiva. De este modo, la Fe se vuelve una ideología como cualquier otra». Francisco reiteró la misma idea en su Mensaje para la jornada de las comunicaciones sociales, presentado el 23 de enero, en el cual sostiene que «dialogar significa estar convencido que el otro tiene algo bueno para decirnos, hacerle un lugar a su punto de vista, a sus proposiciones. Dialogar no significa renunciar a sus propias ideas y tradiciones, pero sí a la pretensión de que sean únicas y absolutas». Se observará la contradictio in terminisflagrante de la última frase, y forzoso es comprobar que con tales principios se firma, ni más ni menos, la sentencia de muerte de la Fe, para naufragar en los abismos del subjetivismo y del relativismo modernistas más explícitos.
13. En su Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium (§ 247 a 249), publicada el 24 de noviembre, Francisco afirma que la Antigua Alianza «no ha sido nunca revocada», que no debe considerarse al judaísmo talmúdico actual, estructurado en oposición a Cristo y a la misión evangelizadora de la Iglesia, como a «una religión extranjera» ni decir que los judíos estén llamados a «convertirse al verdadero Dios», puesto que juntos creemos «en el único Dios que actúa en la historia» y «acogemos con ellos la común Palabra revelada». Pero desafortunadamente para Francisco, el cristiano verdadero bien sabe que sus enseñanzas son falsas y que ellas no pueden provenir sino del padre de la mentira, ya que aprendió que «quien niega al Hijo tampoco tiene al Padre; quien confiesa al Hijo, confiesa también al Padre.» (1 Jn. 2,22) y además que «todo espíritu que confiesa a Jesucristo venido en carne es de Dios; y todo espíritu que no confiesa a Jesús, no es de Dios» (1 Jn. 4, 2-3). Francisco prosigue luego sus afirmaciones insensatas, en ruptura total con el magisterio y la tradición unánime de la Iglesia durante veinte siglos, diciendo que «Dios sigue obrando en el pueblo de la primera Alianza y hace nacer tesoros de sabiduría que brotan de su encuentro con la Palabra divina. Por eso, la Iglesia también se enriquece cuando acoge los valores del judaísmo (…) Existe una rica complementariedad que nos permite leer juntos los textos de la Biblia hebraica y ayudarnos recíprocamente para profundizar las riquezas de la Palabra». Perdón, pero la Palabra de Dios es idéntica al Verbo de Dios, a la segunda Persona de la Santísima Trinidad, que «se hizo carne y habitó entre nosotros» (Jn. 1, 14) y de la cual se dice igualmente que «vino a los suyos, pero los suyos no lo recibieron» (Jn. 1, 11): los «suyos» son los judíos, quienes, en su gran mayoría, rechazaron a Jesucristo, el Verbo encarnado, la Palabra de Dios hecha carne. Atreverse a sostener, contra la enseñanza explícita dela Sagrada Escritura, que «acogemos con ellos la común Palabra revelada» y que «tesoros de sabiduría nacen de su encuentro con la Palabra divina» supone o bien una ignorancia supina, o bien una mala fe diabólica. En cualquier caso, estamos ante un serio problema, si se me permite el eufemismo… Y confieso que no puedo dejar de interrogarme: ¿llegará acaso el momento en que se prohíba a los fieles rezar por la conversión de los judíos, por considerarlo como un acto de «intolerancia religiosa», «discriminatorio» y «antisemita»? ¿Veremos el día en el que se nos impondrá coactivamente la nueva teología conciliar a efectos de dejarnos así «enriquecer con los valores del judaísmo (habla del actual, falso, talmúdico y anti-cristiano)? ¿Seremos a término obligados a adoptar la exégesis judía para «leer juntos los textos bíblicos» y «profundizar las riquezas» contenidas en las Escrituras? ¿Hasta dónde nos conducirá la locura desatada porNostra Aetate? No hace falta ser profeta para predecir que si la lógica interna de ese documento revolucionario se desplegara hasta sus últimas consecuencias (y, a vista humana, resulta difícil vislumbrar otro desenlace…), se llegaría ineluctablemente a la apostasía generalizada y los fieles, debidamente aclimatados desde hace décadas por lobos despiadados disfrazados de ovejas a esa mutación radical de la Fe que es la impostura del ecumenismo «judeo-cristiano», se encontrarían preparados para acoger al «mesías» que espera la Sinagoga, y que no es otro que el Anticristo, como nos lo advierte claramente Nuestro Señor profetizando ante los judíos incrédulos de su época: «Yo he venido en nombre de mi Padre y vosotros ne me habéis recibido; otro vendrá en su propio nombre y vosotros lo recibiréis» (Jn. 5, 43). En estas proféticas palabras de Nuestro Señor se halla la clave interpretativa de los tiempos históricos en los que nos es dado vivir, junto a 2 Tesalonicenses 2 y Apocalipsis 13.
14. En una entrevista mantenida con el periodista ateo Eugenio Scalfari el 24 de septiembre en el Vaticano, publicada por el cotidiano izquierdista La Repubblica el 1 de octubre, Francisco realizó unas declaraciones pasmosas. Cabe precisar que esta entrevista fue publicada en el sitio oficial de la Santa Sede, lo que le confería un rango magisterial. Fue retirada al cabo de un mes y medio, a causa de las incesantes polémicas y de las numerosas protestas que había suscitado en ámbitos católicos conservadores. Pero la entrevista permanece considerada «confiable en líneas generales», asegura el Padre Federico Lombardi, el encargado de la sala de prensa de la Santa Sede. Además, el artículo fue íntegramente publicado por el cotidiano del Vaticano, L’Osservatore Romano, incluso en su versión semanal italiana del 8 de octubre. Sin esas polémicas y protestas, la entrevista aún se hallaría en el sitio oficial del Vaticano, entre los documentos oficiales del nuevo pontificado… Tras haber expuesto el contexto, leamos algunos pasajes: «Los males más graves que afligen al mundo hoy son el desempleo de los jóvenes y la soledad en la que son abandonados los ancianos». Frente a semejante sentencia, resulta imposible no interrogarse: ¿Más graves incluso que la legalización de la pornografía y del aborto, del divorcio y de la contracepción, del «matrimonio» homosexual y de la adopción «homoparental»? ¿Más graves todavía que la apostasía de las naciones antaño católicas, que la escuela sin Dios, que la «cultura» de masa hedonista y que la ignorancia religiosa casi absoluta de la juventud? A renglón seguido, al periodista que se imagina que Francisco podría intentar convertirlo, éste le responde tranquilizándolo en términos inverosímiles: «El proselitismo es soberanamente absurdo, no tiene ningún sentido. Hay que conocerse, escucharse mutuamente y aumentar el conocimiento del mundo que nos rodea (…) Creo que ya he dicho al comienzo que nuestro objetivo no es el proselitismo sino la escucha de las necesidades, de los deseos, de las ilusiones perdidas, de la desesperación y de la esperanza. Tenemos que devolverles la esperanza a los jóvenes, ayudar a los viejos, mirar al futuro, propagar el amor». Afirmaciones de este tenor podrían ser rubricadas sin vacilar por un masón, un «libre-pensador» o un filósofo «humanista»… No es por nada que Scalfari ha podido decir acerca de las declaraciones de Francisco que «nunca antes la cátedra de San Pedro había dado muestras de una apertura tan grande hacia la cultura moderna y laica, de una visión tan profunda en lo referido a la conciencia y a su autonomía». He aquí otra sentencia bergogliana: «Todo ser humano posee su propia visión del bien y del mal. Nuestra tarea reside en incitarlo a seguir el camino que el considere bueno (…) No dudo en repetirlo: cada uno tiene su propia concepción del bien y del mal, y cada uno debe escoger seguir el bien y combatir el mal según su propia idea». Esto no es sino puro naturalismo, relativismo moral e indiferentismo religioso. ¡Y pensar que nosotros creíamos, sin dudas algo ingenuamente, que la principal tarea de los clérigos consistía en anunciar a los hombres la salvación en Jesucristo! Pero retomemos la seriedad: salta a la vista de todo creyente medianamente instruido que la doctrina católica se sitúa en las antípodas de esas palabras inauditas y escandalosas en boca de quien ocupa la sede de San Pedro… Acá tenemos dos de las proposiciones solemnemente reprobadas por Pío IX en su Syllabus de 1864: «Las leyes de la moral no requieren la sanción divina y no es en absoluto necesario que las leyes humanas se conformen con el derecho natural o reciban de Dios el poder de obligar» (n° 56). «La ciencia de las cuestiones filosóficas y morales, así como las leyes civiles, pueden ser sustraídas a la autoridad divina y eclesiástica» (n° 57). Pasemos a continuación a la última salida de Francisco: «Yo creo en Dios. No en un Dios católico, porque no existe un Dios católico, existe Dios (…) Por mi parte, observo que Dios es luz que ilumina las tinieblas, incluso si no las disipa, y que una chispa de esta luz divina se encuentra dentro de cada uno de nosotros (…) (Pero) la trascendencia permanece, porque esta luz, toda la luz que se encuentra en todos, trasciende el universo y las especies que lo habitan durante esta fase». Francisco hace suya la posición teológica de su amigo y mentor, el cardenal jesuita Carlo Maria Martini, al que en dos oportunidades cita elogiosamente en su conversación con Scalfari, consignada en su último libro, editado en 2008, Conversaciones nocturnas en Jerusalén. Sobre el riesgo de la Fe, en el cual este eclesiástico progresista y francmasón, reconocido como tal por el Gran Oriente de Italia, afirmaba que «no se puede convertir a Dios en católico. Dios está más allá de los límites y de las definiciones que establecemos». Los dichos consternantes de Francisco eximen de mayor comentario: ellos corresponden más a una gnosis naturalista y panteísta a la Teilhard de Chardin (¡Otro jesuita más! San Ignacio de Loyola debe estar que se revuelve en su tumba…) que a lo que nos enseñan la revelación divina y el magisterio de la Iglesia sobre la naturaleza de Dios, la creación y el orden sobrenatural.
15. Durante una homilía pronunciada el viernes 20 de diciembre en la capilla de la Casa Santa Marta, en el Vaticano, Francisco dio a entender que la Santísima Virgen María experimentó sentimientos de rebeldía al pie de la Cruz, que fue tomada de improviso por la Pasión de su divino Hijo, que creyó que las promesas formuladas por el ángel Gabriel el día de la Anunciación no eran sino mentiras y que por ende había sido engañada. Cito sus palabras: «Ella estaba silenciosa, pero en su corazón, ¡cuántas cosas le decía al Señor! ¡Tú, aquel día, me dijiste que sería grande; me dijiste que le darías el trono de David, su padre, que reinaría para siempre y ahora lo veo aquí! ¡La Virgen era humana! Y tal vez tenía ganas de decir: ¡Mentiras! ¡Me han engañado!» Estas palabras son sencillamente escandalosas. La tradición nunca ha atribuido a María sentimientos de revuelta ante el sufrimiento. Su disposición permanente en toda circunstancia fue la que tuvo el día de la Anunciación: «He aquí la servidora del Señor, que me sea hecho según tu palabra» (Lc. 1, 38). La Iglesia venera a María como Reina de los Mártires, lo que no habría sido posible si no hubiese consentido a realizar el infinito sacrificio que Dios le pedía: hacer entrega de la vida de su divino Hijo con miras a la salvación de la humanidad caída, y del cual ella era plenamente consiente desde la profecía que le hiciera Simeón el día de la Presentación del Niño Jesús en el Templo: «Y a tí una espada te atravesará el alma para que se descubran los pensamientos de muchos corazones» (Lc. 2, 35). Como lo explica San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia, en su obra Las glorias de María: «Cuanto más amaba a Jesús, tanto más su sufrimiento se acrecentaba, al considerar que debía perderlo por una muerte tan cruel. Cuanto más se acercaba el tiempo de la Pasión de su Hijo, tanto más desgarraba su corazón de madre la espada de dolor predicha por Simeón.» (Segunda parte, Primer Dolor) Y también: «(…) María, quien por amor de nosotros consintió en verlo inmolado a la justicia divina por la barbarie de los hombres. Los espantosos tormentos que María padeció, tormentos que le significaron más de mil muertes (…) Contemplemos unos instantes la amargura de esta pena, que hizo de la divina Madre la Reina de los mártires, dado que su martirio sobrepasa el de todos los mártires (…) Como la Pasión de Jesús comenzó a su nacimiento, según San Bernardo, así María, semejante en todo a su divino Hijo, sufrió el martirio durante toda su vida» (Segunda parte, Discurso XI). Ningún signo de rebeldía ni de ignorancia en María, sino una completa sumisión a la voluntad divina y una total conciencia en su acto libre y voluntario de consentimiento en la inmolación de su divino Hijo por la salvación de los hombres. Así como Eva fue íntimamente asociada a la falta de Adán, así también María, la nueva Eva, fue asociada estrechamente al sacrificio redentor de Jesús, el nuevo Adán, sobre el altar de la Cruz. Esa es la doctrina tradicional de la Santa Iglesia de Dios, en conformidad con la revelación divina, en las antípodas de los dichos impíos y blasfematorios proferidos por quien ocupa la cátedra de San Pedro.
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Francisco y José Mujica
16. Francisco recibió a José Mujica, presidente del Uruguay, el sábado 1 de junio con motivo de una larga audiencia privada. Luego de ella declaró a la prensa sentirse «muy feliz de haber podido discutir con un hombre sabio». Este hombre «sabio» fue miembro de los Tupamaros, una de las principales organizaciones terroristas latino-americanas durante los años 60’/70’, cuya actividad criminal comenzó mucho antes del golpe de estado militar de 1973. Pasó 15 años en la cárcel, condenado por asesinato, secuestro y actos de terrorismo. Fue liberado en 1985, «amnistiado» por el gobierno de Julio Sanguinetti. Mujica se negó a asistir a la ceremonia de inauguración del nuevo pontificado, en razón de su ateísmo militante. Cabe precisar que su gobierno aprobó la ley autorizando el aborto en octubre de 2010, la del «matrimonio» homosexual y de la adopción «homo-parental» en abril de 2013 y la de la legalización del cultivo, la venta y el consumo de marihuana en diciembre de 2013. Que un hombre de Iglesia pueda recibir en audiencia pública a semejante individuo, dejarse fotografiar a su lado sonriente y dándole un abrazo, para luego hacer de él un elogio encendido a la prensa es algo que supera lo imaginable. Sobre todo considerando que ese «hombre de Iglesia» es ni más ni menos que quien a los ojos del mundo pasa por ser el sucesor de San Pedro…
17. Como consecuencia de todos esos gestos políticamente muy correctos y mediáticamente irresistibles, Francisco fue elegido «Hombre del año» por la edición italiana de la revista Vanity Fair. Otro tanto hizo la revista estadounidense Time tres días después, dedicándole la tapa con el título «El Papa del pueblo». Vanity Fair interroga a varias celebridades sobre el nuevo papa, todas fascinadas por su humildad y su carisma. Así, por ejemplo, el famoso cantor sodomita «Sir» Elton John declara que «Francisco es un milagro de humildad en una época dominada por la vanidad. Espero que sabrá hacer llegar su mensaje hasta las personas más marginadas en la sociedad, pienso por ejemplo en los homosexuales. Esta papa parece querer llevar a la Iglesia a los antiguos valores de Cristo, pero conduciéndola a la vez al siglo XXI». Otra «celebridad» de fama mundial, el modista pederasta alemán Karl Lagerfeld, dijo por su parte que a él «le gusta el nuevo papa, tiene un no sé qué de divino, con un gran sentido del humor», pero añade seguidamente que él no necesita «a la Iglesia» y que no cree «ni en el pecado ni en el infierno». Tiempo después, en diciembre, la revista Time lo eligió también «Hombre del año 2013», haciéndolo suceder en el preciado historial al militante pro-aborto y pro-«matrimonio gay» Barack Obama. En el mismo mes de diciembre, la célebre revista de la comunidad homosexual estadounidense, The Advocate, le otorgó igualmente el premio de «Persona del año 2013», explicando a sus lectores que las declaraciones de Francisco son «las más alentadoras que un pontífice haya pronunciado jamás con respecto a los gays y a las lesbianas» y que, gracias a él, «los católicos LGBT tienen ahora fundadas esperanzas de que el tiempo propicio al cambio haya llegado». A Francisco fue dedicada también la tapa de la famosísima revista pop estadounidense RollingStone del mes de febrero, bajo el título ‘Pope Francis: The times they are a-changin’ (Papa Francisco: Los tiempos están cambiando), que retoma el nombre de la legendaria canción contestataria de Bob Dylan de los años 60’ para aplicarlo a su acción durante su primer año de pontificado. Time, Vanity Fair, The Advocate, Rolling Stone: estamos hablando de cuatro de las publicaciones emblemáticas de la cultura subversiva, libertaria y decadente que prevalece en el mundo occidental desde el final de la segunda guerra mundial. Las cuatro hacen de Francisco su «héroe» del «progreso», su ícono del «cambio», ven en él la encarnación de la apertura mental hacia la «modernidad» y las cuatro se deshacen en alabanzas ditirámbicas hacia su persona. De nada sirve negar la realidad, por difícil que sea mirarla de frente: esto es algo que no tiene precedentes en la historia de la Iglesia y que no puede sino turbar profundamente el alma de los fieles. En estos tiempos diabólicos en los que la confusión reina soberanamente en la inmensa mayoría de las almas, no debe perderse de vista que, en lo que atañe a nuestras relaciones con el mundo, el cual se halla «enteramente bajo el imperio del Maligno» (1 Jn. 5, 19), Nuestro Divino Maestro nos advirtió explícitamente: «Si el mundo os odia, sabed que me odió a mí antes que a vosotros. Si fuéseis del mundo, el mundo amaría lo que le pertenece; pero como no sois del mundo, porque Yo os saqué del mundo, el mundo os odia» (Jn. 15, 18-19).
Estoy descorazonado por verme en conciencia obligado a escribir esto. Entristecido en grado sumo. Anonadado, a decir verdad. ¡Cómo desearía que las cosas fuesen diferentes! Poder confiar y dejarme guiar. Me horroriza la oposición a la autoridad, la disputa, el conflicto: es una actitud ajena a mi naturaleza. Cada día imploro al Señor tenga a bien abreviar esta situación tan penosa, humanamente insoportable. A la espera de que Él se digne a intervenir, me resulta imposible guardar silencio. A pesar de que querría poder hacerlo. Más de lo que podría imaginarse. Pero sencillamente no puedo: me sentiría avergonzado de mí mismo. La hora es grave. La confusión reina. El mal es profundo. Callar es volverse cómplice. Lo que está en juego es vital: se trata, ni más ni menos, de lograr conservar la Fe. Y de seguir profesándola públicamente. En el interior de la Iglesia como fuera de ella. Ser testigos de la Verdad frente a nuestros contemporáneos, presa del error y de la mentira vueltos sistema. Institucionalizados. Hay que dar testimonio, «a tiempo y a destiempo», nos exhorta San Pablo (2 Tim. 4,2). Como saben, testigo, en griego, se dice mártir. Esa es nuestra situación. En sentido literal, quizás aun no en nuestros países, pero en el figurado muy a menudo, y en todas partes. Los saludo fraternalmente en el Señor. Quiera El alumbrar nuestro camino terrestre con su claridad divina y guiar nuestros pasos hacia la gloria de su Reino venidero. Maranatha: «¡Ven, Señor Jesús!» (Ap. 22,20)
Terminado el dos de febrero de 2014, en la solemnidad de la Presentación del Niño Jesús en el Templo y de la Purificación de la Santísima Virgen María.
Alejandro Sosa Laprida
STAT VERITAS: Un año de pontificado, un año de confusión (III).
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Re: Habemus Papam - Francisco I
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Cita:
Las quinielas de Francisco
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Uno de los efectos del pontificado de Francisco es la propensión que se observa en muchos ambientes conservadores a participar de quinielas. Se apuesta sobre cuál será el próximo desatino que pronunciará el pontífice desde los balcones vaticanos, qué nombramiento sorprendente publicará L’Osservatore Romano o qué nuevo santo será canonizado por fuera del proceso ordinario (Al respecto, puede leerse
este artículo de S. Magister. ¿Serán los próximos santos
fast track el P. Mugica o Mons. Angelelli?). Sin embargo, en las últimas semanas, las apuestas giran en torno al próximo sínodo sobre la familia y las expectativas que esta reunión ha generado. Las últimas declaraciones, o la bravuconada, del cardenal Kasper han hecho subir exponencialmente los montos que se ponen en juego. Recordemos que el purpurado alemán afirmó que, si el sínodo no modifica la disciplina de la Iglesia sobre la comunión a los divorciados vueltos a casar, es mejor que tal reunión no se haga.
Resulta claro que Kasper le está recordando a Bergoglio que debe pagar sus facturas. Tal como explicaba Tosatti la semana pasada en su
artículo de La Stampa, el cardenal porteño se encaramó al trono petrino empujado por la franja progresista del colegio cardenalicio ayudada por una facción resentida de la Curia Romana encabezada por el cardenal Bertone. Por cierto, la ayudita tenía un precio, y ahora están pidiendo que lo pague.
Concretamente, ¿cambiará el papa Francisco la doctrina sobre la admisión a la comunión de las personas divorciadas y vueltas a casar? Apuesten…. Aquí va la mía:
Francisco no cambiará la doctrina, pero no precisamente porque tenga mentalidad católica, sino porque, de hecho, la doctrina ya está cambiada y se terminará de cambiar con las operaciones de prensa pre y post sínodo. Lo
alertaba Sandro Magister a fines de febrero y ya sabemos lo que pasó durante el Vaticano II cuando la prensa se difundía principalmente en papel, con la enorme limitación en la distribución de las ideas que ese medio físico posee. Pero hoy la cosa es mucho más elemental. Como dice Jack Tollers, la
doctrina es de la época de Gütemberg. Hoy se trata de titulares digitales, o de tweets. Veamos:
Bergoglio es un gobernante peronista o, lo que es lo mismo, populista. Muy bien lo desentrañó su antiguo compañero de seminario y excura tercermundista, Domingo Bresci en
esta entrevista. A él le importa lo que diga o piense el pueblo y no la elite de los teólogos y, mucho menos, la de los restauracionistas semipelagianos entre la que nos contamos. Ya sabemos lo que el General Perón pensaba de la “oligarquía vacuna” argentina; lo mismo piensa Jorge Mario de la oligarquía teológica. Además, no olvidemos que, como el mismo pontífice lo ha dicho, su mentor teológico fue Lucio Gera y su “teología del pueblo”, según la cual “el pueblo” no es
sujeto a evangelizar sino
sujeto evangelizador. Se entiende de ese modo, más allá del innegable afán populista, que el primer gesto de Bergoglio al asomarse a la loggia vaticana el fatídico 13/3/13, haya sido pedir la bendición del pueblo. Y eso explica también el por qué ordenó una encuesta al pueblo para conocer su opinión sobre la familia y otras cuestiones de moral sexual. El
pueblo enseña.
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Y todos sabemos que el pueblo no lee doctrina ni se interesa por las discusiones teológicas ni tiene muy en cuenta lo que dicen los teólogos, por más obispos o curas que sean. El pueblo lee titulares y sigue y cree lo que esas cinco palabritas en letras de molde le señalan, y con eso le basta. Y Francisco, que no es tonto, eso lo sabe muy bien.
Bergoglio nunca haría la estupidez de cambiar formal y solemnemente la doctrina católica sobre, por ejemplo, las relaciones homosexuales. Eso le acarrearía la condena de muchísimos sectores de la Iglesia, posibles cismas quizás encabezados por el papa Benedicto y un sinfín de problemas más, amén de que pasaría a la historia como un papa herético o cercano a la herejía. ¿Para qué hacerse tanto problema si la cosa se puede solucionar con un “¿Quién soy yo para juzgar a los gays?” Los medios de prensa se dedicaron a difundir la frasesita, que apareció en todos los portales, y en la lectura popular significó que el papa no se oponía a los amores invertidos; en la lectura de los periodistas que, de ahora en más, cualquier obispo que hiciera una mínima crítica a la homosexualidad sería un opositor al papa como puede verse
aquí; en la de los neocones, que se estaban manipulado las expresiones pontificias porque él no quiso decir lo que dijo, y en la de los manfloros, que su estilo de vida ya tiene bendición pontificia lo cual implicó, entre otras cosas, que lo incluyeran como tapa de su revista “Advocate”. Hagámosla corta: el mal ya está hecho.
No creo que a Francisco le interese mucho en qué terminará el sínodo. No creo que se arriesgue a una catarata de problemas intestinos por jugarse a una apertura moral sobre la que no tiene fundamentos ni le interesa tenerlos. Para él serán suficiente los titulares, y sobre eso trabaja. Ya lo vimos en el pasado consistorio: al discurso aperturista de Kasper, respondió que eso era “hacer teología de rodillas”. ¿Qué otra cosa es necesaria para consagrar las palabras del cardenal alemán como los deseos del pontífice?
The Wanderer: Las quinielas de Francisco
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Re: Habemus Papam - Francisco I
EL PAPA CONTUNDENTE CON LA MAFIA
El Papa amenaza a la Mafia con el infierno
http://www.diarioya.es/store/imageca...ajhasbajhb.jpg
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Paula Gordon Gimeno. “Convertíos, dejad de hacer el mal, todavía estáis a tiempo de no acabar en el infierno.” Así de contundente fue la condena del papa Francisco durante una homilía dirigida a 700 familiares de víctimas de la mafia italiana.
El encuentro tuvo lugar el viernes 21 de marzo en la iglesia de San Gregorio VII, en Roma. Las 700 personas convocadas representaban a más de 15.000 familiares de las 845 víctimas mortales inocentes de la mafia italiana.
Durante la celebración se leyeron uno por uno los nombres de los asesinados, lectura que se prolongó durante media hora, al final de la cual el papa se dirigió a los presentes. En su discurso habló de las víctimas, pero casi a su término envió un mensaje directamente a los que denominó como “el gran protagonista ausente de hoy”; a los hombres y mujeres que pertenecen a la mafia. “El poder, el dinero que tenéis ahora por tantos negocios sucios, por tantos crímenes mafiosos es dinero y poder ensangrentado que no podréis llevaros a la otra vida." Les instó a la conversión para no acabar en el infierno.
La vigilia celebrada en San Gregorio es la antesala de la XIX’ jornadas en memoria de las víctimas de la mafia. Se trata de un encuentro promovido por la Fundación Libera, promovida por Luigi Giotti. Giotti se hizo muy famoso en Italia durante el juicio contra los terroristas que secuestraron a Aldo Moro por ser el abogado del hijo del capitán de los escoltas del político cristiano-demócrata que murió durante el secuestro. Esta fundación asiste a víctimas de la Camorra desde 1995.
http://www.diarioya.es/content/el-papa-amenaza-a-la-mafia-con-el-infierno
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Tengo que reconocer que este Papa, cuando no habla de teología, me gusta mucho. En el terreno de lo social, e incluso de lo político, es magnífico.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
pues hombre,estimado Jasarhez,que diga Ms Munilla el otro día que ningún aborto es admisible y que diga el Papa que los mafiosos llevan camino del infierno,es muy bueno si,ahora bien,que nos pongamos todos tan contentos,y me incluyo,porque digan cosas tan evidentes da que pensar.
Un abrazo en Xto.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
En el terreno de la Social, Económico y Político tiene una linea tan dura como la tuvo en su momento el Papa Pio XI. Una pena que no sea asi en el terreno de la Fe y la Moral.
Pax.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Cita:
Iniciado por
Xaxi
pues hombre,estimado Jasarhez,que diga Ms Munilla el otro día que ningún aborto es admisible y que diga el Papa que los mafiosos llevan camino del infierno,es muy bueno si,ahora bien,que nos pongamos todos tan contentos,y me incluyo,porque digan cosas tan evidentes da que pensar.
Un abrazo en Xto.
Sin ninguna duda, estoy de acuerdo con lo que dices. Da que pensar que tengamos que mostrarnos tan satisfechos porque, sencillamente, digan algo que es obvio... como que el aborto es inadmisible o que los mafiosos caminan directos por el camino al infierno.
Y creo que los dos decimos que da que pensar, precisamente, porque tenemos miedo de que (hasta en esos temas tan clarísimos) algún día empiecen a manifestar posturas menos contundentes y empiecen a ser más ambiguos o conciliadores con el mundo moderno. Tal y como dice nuestro compañero NovoHispano... es una pena que en el terreno de la fe y la moral no demuestren también la misma contundencia, por lo que se echan en falta ejemplos como el de Pio XI (o León XIII o San Pío X... por poner otros ejemplos; etc, etc). Y que, lamentablemente, a todos nos entra un poco el temor por ello.
Sinceramente, a mi un Pontífice que anda diciendo por ahí que judíos, musulmanes y cristianos (sin dar más explicaciones teológicas, para evitar equívocos) le rezamos al mismo Dios, me da bastante miedo.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
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Re: Habemus Papam - Francisco I
OBAMA ELOGIA AL PAPA FRANCISCO Y PIDE QUE SE LE ESCUCHE
Obama consagra el liderazgo del Papa
El presidente de EE UU pide, en su primera visita al Vaticano, que se escuche a Francisco
Conversan sobre la situación internacional y los migrantes
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El presidente Barack Obama durante su visita de este jueves al papa Francisco, en el Vaticano. / REUTERS-LIVE!
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Cada uno a su manera, los dos llegaron al lugar que hoy ocupan desde el fin del mundo. El primer presidente negro de la historia de Estados Unidos y un arzobispo callejero, en contacto constante con la pobreza, que se convirtió en Papa en medio de un Vaticano corrompido por las guerras de poder. La visita de Barack Obama a Roma consagró aún más si cabe el liderazgo mundial de Francisco, por cuanto no se limitó al habitual intercambio de sonrisas, secretos y fotos. El presidente de la nación más poderosa del mundo hizo un llamamiento a prestar atención a los mensajes de Jorge Mario Bergoglio — “la suya es una voz que el mundo debe escuchar”— y se ofreció a luchar juntos contra la pobreza: “Él nos desafía. El Papa nos pone ante los ojos el peligro de acostumbrarnos a la desigualdad. Y su autoridad moral hace que sus palabras cuenten. Con una sola frase, él puede focalizar la atención del planeta”.
Dos enormes poderes sentados frente a frente durante 50 minutos, sin testigos, a excepción de sus respectivos intérpretes. Al margen de las anécdotas típicas —Obama le dijo que lo admiraba y que era una maravilla poder conocerlo—, el Vaticano no ofreció muchos detalles del encuentro. Solo cinco líneas en las que se decía de forma genérica que el presidente de EE UU y el Papa habían hablado de los conflictos internacionales y de los problemas de los migrantes. Por la tarde, durante una conferencia de prensa conjunta con el primer ministro italiano, Matteo Renzi, Obama fue más explícito. Se mostró “muy conmovido” por el encuentro y explicó: “Hemos hablado mucho sobre los desafíos y los conflictos actuales y de lo difícil que es mantener la paz en el mundo. He percibido un gran interés por parte de su santidad sobre la situación de Oriente Próximo, sobre todo en Siria y Líbano, y por la persecución que sufren los cristianos en esas zonas”. Vino a decir el presidente de EE UU que, en cierta forma, su trabajo y el de Bergoglio son complementarios: “Nosotros, los políticos, tenemos el deber de encontrar las soluciones a los problemas. Su santidad tiene la capacidad de abrir los ojos a la gente para que vean el problema, porque el peligro es la indiferencia y el cinismo cuando se trata de ayudar al menos afortunado”.
Antes del encuentro, durante una entrevista con el diario italianoCorriere della Sera, Obama ya había hecho hincapié en el liderazgo moral de Jorge Mario Bergoglio: “Ha inspirado a la gente de todo el mundo y también a mí con su esfuerzo por la justicia social y su mensaje de amor y compasión, especialmente por las personas que, entre nosotros, son las más pobres y vulnerables (…). Su testimonio, el hecho de ir siempre en busca de los últimos, de aquellos que viven en las condiciones más difíciles, tiene también el valor de una llamada de atención: nos recuerda que cada uno de nosotros tiene la responsabilidad individual de vivir de un modo recto, virtuoso (…). No se trata de solo un problema económico: en el fondo es una cuestión ética. Yo creo que, al referirse a ello continuamente, el Papa nos pone ante los ojos el peligro de acostumbrarnos a la desigualdad. De acostumbrarnos a este tipo de desigualdad extrema hasta el punto de aceptarla como normal”. También hablaron de la reforma migratoria: “Una persona como el Papa, que procede de América Latina, conoce bien la situación de quienes han emigrado, tienen hijos nacidos en Estados Unidos, pero que se ven obligados a vivir en la sombra y muchas veces son deportados”.
Durante el intercambio de regalos, Obama aprovechó para invitar al Papa a visitar Estados Unidos, a lo que Bergoglio respondió en español: “¿Por qué no?”. Durante el tiempo abierto a las cámaras de televisión, el presidente estadounidense se mostró mucho más sonriente que el Papa, quien, no obstante, bromeó y se dejó fotografiar aquí y allá junto a su invitado. Antes del encuentro con Obama, el Papa dijo misa a las siete de la mañana ante 493 parlamentarios italianos. La práctica totalidad de diputados y senadores escucharon durante la homilía una seria advertencia por parte de Francisco ante los peligros de la corrupción en la política: “Es tan difícil que un corrupto pueda volver atrás… El pecador sí, porque el Señor es misericordioso y nos espera a todos. Pero el corrupto se fija en sus asuntos, y sus asuntos son la corrupción”.
Desde que llegó a la silla de Pedro, Bergoglio no ha dejado de lanzar aldabonazos contra la corrupción y los privilegios, tanto los que se cometen desde el interior de los muros del Vaticano como de la política en general. Y ese es, según Obama, uno de sus atractivos: “Una de las cualidades que más admiro en el santo padre es su coraje de hablar sin pelos en la lengua de los desafíos económicos y sociales más grandes con los que nos encontramos en estos tiempos".
Obama consagra el liderazgo del Papa | Internacional | EL PAÍS
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Curioso. El mismo Obama que el otro día bendijo la labor de IPPF, ahora también elogia a Francisco.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
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Opinión
LA MIRADA GLOBAL
Enigmas de Francisco
15.05.2014 | "De este Papa "que viene del fin del mundo" -escribió- nos podemos ciertamente esperar de todo", dijo Sandro Magister, vaticanista de la revista italiana L"Espresso.
Por Jorge Martínez
Jorge Bergoglio lleva más de un año de pontificado y sin embargo, para algunos, sigue siendo un enigma. Y es que no faltan los motivos de duda. Ocurre que con sus palabras sencillas e improvisadas el Papa fascina a quienes más lejos están de la Iglesia, al tiempo que los fieles apegados desde siempre a la tradición católica escuchan con creciente inquietud un mensaje que insinúa cambios profundos en la práctica y en la doctrina de su fe milenaria.
Francisco pareciera jugar con esa ambivalencia. Si llama por teléfono a una mujer casada con un divorciado para habilitarla a comulgar porque "no está haciendo nada malo", a los pocos días ratifica en una de sus homilías matutinas el carácter indisoluble del matrimonio cristiano y lo defiende de los embates de la cultura moderna. De un lado dice que ya no es necesario insistir en las posiciones tradicionales de la Iglesia en materia de moral sexual; del otro, elogia la Humanae vitae, de 1968, acaso la encíclica más rechazada de los tiempos modernos, en la que Pablo VI ratificó la condena eclesiástica a las relaciones sexuales prematrimoniales, el aborto y la anticoncepción.
El Papa menciona a menudo al diablo y fustiga el "pensamiento único" ateo y libertino. Pero, como bien señaló Sandro Magister, vaticanista de la revista italiana L"Espresso, "es muy hábil evitando que sus denuncias se crucen explícitamente con las leyes, los actos de gobierno, las sentencias judiciales, los hechos de crónica, las campañas de opinión que, diariamente, en muchos países, confirman el avance precisamente de ese "pensamiento único" que él detesta. Y esto basta para que se le permita benévolamente hacer todo, siempre que quede en la abstracción".
Esta suerte de juego pendular, tan parecido al vaivén ideológico del peronismo al que, se asegura, Bergoglio habría sido afecto en su juventud, se desarrolla en los medios de comunicación y crea enormes -y peligrosas- expectativas de cambio en un mundo secularizado que ya no comprende los dogmas de fe y sólo busca someter a la Iglesia a sus propios criterios terrenales.
La estrategia, si es que de estrategia se trata, corre el riesgo, además, de sembrar la confusión entre los fieles, educados desde el catecismo para acudir al Vicario de Cristo en busca de enseñanzas inequívocas y sujetas al magisterio tradicional de la Iglesia.
En este panorama ambivalente una cosa, al menos, queda clara, y es que las dudas podrían empezar a disiparse a partir de octubre próximo cuando delibere el Sínodo de Obispos convocado para tratar los grandes cambios que afectan a la familia en el mundo actual.
Un tema central del debate será el de la comunión de los divorciados casados en segundas nupcias, antigua demanda del mundo secular que ahora los medios juzgan segura a partir de ciertos gestos, como el reciente llamado telefónico papal. De ahí que no sea difícil vaticinar que con el correr de los meses, la presión de la opinión publicada se haga insostenible en favor de una resolución positiva, fenómeno que de por sí tornará anómalo el contexto mismo en el que la Iglesia habrá de deliberar.
Pero hay observadores como Magister que invitan a no apresurarse y apuestan a otra sorpresa del enigmático Bergoglio. "Porque de este Papa "que viene del fin del mundo" -escribió- nos podemos ciertamente esperar de todo, también que sobre la cuestión de los divorciados vueltos a casar tome al final una decisión "contra la mayoría": es decir, una decisión que reconfirme de manera intacta la doctrina del matrimonio indisoluble, aunque esté dulcificada por la misericordia de los pastores de almas ante situaciones concretas". Que así sea.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
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Francisco: ni socialista ni liberal – Alberto Buela
En los primeros días de enero apareció un artículo firmado por el teólogo brasileño de la teología de la liberación, Leonardo Boff, hablando sobre el Papa Francisco y su concepción de la economía, vinculándolo con el economista socialista húngaro Kart Polanyi (1896-1964).
En principio pensamos escribir algo pero, preferimos guardar silencio, para no menear el asunto y así, la mentira a designio e interesada de Boff, muriera por su propio peso.
Pero como nunca falta un buey corneta, apareció en estos días el artículo de un periodista canadiense, haciéndose eco del artículo de Boff y cantando loas a Polanyi y haciendo aparecer a Francisco como su discípulo amado.
Si bien nosotros no somos “franciscólogos” como hoy aparecen tantos, pero conocemos de visu la trayectoria intelectual de Francisco, estamos obligados a afirmar que la crítica del Papa al liberalismo y a la economía del capitalismo salvaje no nace ni se apoya en el socialista Polanyi sino en el menos renombrado y más telúrico nacionalista argentino, el cura Leonardo Castellani (1899-1981).
Francisco conoció y trató al “Chesterton del castellano” según lo apodaron en España. Fue comilitón de él por ser también jesuita. Y castigado también como él por el superior de la orden. Hijo de “gringos” como él. A Francisco lo rescata de su ostracismo en Córdoba para llevarlo al arzobispado de Buenos Aires, el cardenal Antonio Quarracino, quien fue quien rescató públicamente al cura Castellani.
La crítica al liberalismo capitalista de Francisco encuentra su último fundamento en la realidad tal como es y como él la ve. Pero, el antecedente que hay que tener en cuenta es la crítica de Castellani, que es de donde se nutre Francisco.
Los trabajos de Jerónimo del Rey, tal uno de sus pseudónimos, sobre el liberalismo son inúmeros y así en su inmensa producción se suceden libros, artículos, folletos y conferencias. Sus críticas están hechas desde todos los ángulos: filosófico, político, teológico, económico, social y cultural.
La diferencia entre Castellani y Polanyi es abismal. Mientras que el santafesino propone restaurare omnia in Christo el húngaro propone un socialismo cristiano. Esto es, combatir al liberalismo capitalismo con pecesitos colorados nadando en agua bendita.
Leonardo Boff sabe esto y sabe de las graves limitaciones del socialismo cristiano para combatir al capitalismo, pero usa la figura de Polanyi para llevar agua para su molino: hoy los teólogos de la liberación se quieren salvar con Francisco. El que no sabe es el mamarracho canadiense (de apellido Rabilotta. Se presta para el versito) que quiere pegar a Francisco con socialismo cristiano sin haber estudiado, mínimamente, los pasos en la formación del Papa.
La periodista del diario La Nación de Argentina, Elisabetta Piqué, una especie de viuda intelectual del Papa Francisco, hoy 21/1/14 cuenta que “cuando fue creado (el verbo correcto designado) cardenal en febrero de 2001, prefirió mandar arreglar el hábito de su predecesor el arzobispo Antonio Quarracino, antes que degastar (el verbo correcto es malgastar) unos 1000 euros para mandarse hacer uno nuevo”.
Es que el principio de austeridad es el fundamento último para poder combatir con éxito la sociedad que consumo, pues como decía Hegel: el consumo es infinito.
Y la idea de vivir austeramente es lo que tiene metido Francisco hasta el tuétano, y en esto Polanyi está pintado, está demás, sobra. Esa austeridad raigal le viene de los gringos de sus padres que con una mano atrás y otra adelante vinieron a la Argentina ante la imposibilidad de ser plenamente hombres en Italia. Le viene del ideario de San Ignacio, Le viene, en definitiva, de la figura emblemática para él: San Francisco de Asís.
Ex cursus
El escrito de Boff es tan jodido que termina afirmando que “el Jesús histórico que actualiza Francisco, no tiene nada que ver con el cristianismo proselitista”, cuando, por el contrario, la lucha real y concreta de Francisco es, frente a la marea arrolladora del evangelismo en sus distintas variantes, recuperar los fieles para la Iglesia.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Otra opinión más, en la conocida revista modernista Criterio:
Cita:
El secreto del Papa jesuita
por
Luchetti Bingemer, Maria Clara
La teóloga brasileña, ex decana de la Facultad de Teología de la Universidad Católica en su ciudad y asidua colaboradora de esta revista, se refiere a la formación y la espiritualidad jesuíticas en la persona de Francisco.
http://www.revistacriterio.com.ar/bl...81-300x199.jpg
Francisco, el papa Bergoglio, es primero en muchos sentidos. Es el primer Papa latinoamericano, el primer Papa argentino y el primero que lleva el nombre del santo de Asís. Es asimismo, y no menos importante, el primer Papa jesuita. La orden fundada por Ignacio de Loyola nunca le había dado un Papa a la Iglesia. En parte por ser relativamente nueva, con menos de 500 años de existencia. También por ser numerosa y poderosa, lo cual le hizo ganar muchas simpatías en todo el mundo, y a la vez muchos enemigos. Estos últimos tenían miedo de que un Papa jesuita pudiera hacer crecer exponencialmente la fuerza de la Compañía de Jesús.
Pero llegó el día. Francisco, como eligió ser llamado el cardenal Jorge Mario Bergoglio, es jesuita. Ingresó joven a la Compañía, recibió su formación en la Argentina y en Chile. Ocupó todos los cargos importantes en la Compañía de Jesús en su país: maestro de novicios, provincial y rector del Colegio Máximo, antes de ser obispo auxiliar y luego arzobispo de Buenos Aires. Esto muestra cuán profundamente está marcado en su espiritualidad y en su modo de ser por los Ejercicios Espirituales de san Ignacio.
Espiritualidad cristocéntrica y esencialmente misionera, que encuentra en el discernimiento del espíritu el camino para buscar y encontrar la voluntad de Dios, a fin de ponerla en práctica en la vida diaria. Espiritualidad que moviliza los afectos y la voluntad en la dirección del querer de Dios, que enseña a tomar decisiones en plena libertad sin la influencia de afecciones desordenadas. Espiritualidad que entiende que el espíritu debe ejercitarse así como el cuerpo a fin de encontrar agilidad y flexibilidad para responder a las invitaciones divinas, apelando a la libertad para que ésta se mueva en dirección a un mayor servicio y alabanza a Dios nuestro Señor.
El nuevo Papa se encontrará con innumerables desafíos. Algunos son administrativos y surgieron con más fuerza al final del pontificado anterior, especialmente en relación a la transparencia en la comunicación interna de la curia, las finanzas del Vaticano, etcétera. Otros tocan la propia imagen de la Iglesia como tal, alcanzada por terribles escándalos de pedofilia. A todos ellos deberá responder con la “indiferencia” –nombre ignaciano para la libertad interior–, que le permitirá enfrentar los conflictos y esfuerzos que el proceso en su conjunto ciertamente le acarreará.
La espiritualidad ignaciana busca convertir a aquel que vive la experiencia de los Ejercicios Espirituales en otro Cristo que pueda andar por el mundo con las actitudes y los gestos del propio Jesús, pobre y humilde, que pasó por la vida haciendo el bien a todos, especialmente a los más oprimidos y necesitados. En este sentido expone al que realiza el ejercicio a la contemplación incesante de ese Jesús, en los misterios de su infancia, de su vida interior, de su vida pública, su pasión, muerte y resurrección. El deseo de Ignacio es que el ejercitante quede totalmente embebido y configurado por la persona de Jesús a fin de que todos sus sentimientos, acciones y decisiones estén imbuidas por el espíritu del mismo Jesús, siguiendo obedientemente a su persona, haciendo la voluntad del Padre. Por esto, en el momento de asumir una misión o un trabajo pastoral, el criterio debe ser si eso conduce a la mayor gloria de Dios, es decir, al bien más universal, que necesariamente es más divino. A la vez debe predisponerse con absoluta libertad, deseando sólo que se haga la voluntad de Dios y que su reino crezca en este mundo.
Esta es la espiritualidad que vive el nuevo Papa, dentro de la cual se comprende que haya aceptado la misión que le fue conferida por la elección de sus hermanos cardenales como una oportunidad de ayudar a la Iglesia en este difícil momento, con el fin de alcanzar el bien más universal y más divino. Se entiende igualmente su estilo de vida: pobre, simple, con una cruz de hierro en el pecho y sin más ornamento que la túnica blanca de los papas. Finalmente es entendible el motivo de alegría en su primera comunicación con los fieles reunidos en la Plaza San Pedro, con tamaña simplicidad y despojamiento.
Más aún, se percibe en su persona y en su discurso la sólida formación teológica que recibió en la Compañía. Se presentó como obispo de Roma, a lo que fue elegido en primer lugar por el cónclave, para ocupar la silla de San Juan de Letrán (la catedral de Roma). Su magisterio ordinario es ser obispo de Roma y pastor de los católicos que allí viven. En su primera aparición les dijo: “Y ahora iniciamos este camino, obispo y pueblo… este camino de la Iglesia de Roma, que es la que preside todas las Iglesias en la caridad”. De esta manera explicó el sentido de su función universal como Papa.
Inclinando su cabeza, pidió una oración al pueblo por su persona y por su ministerio. Fue un gesto típico de alguien formado en la escuela de Ignacio de Loyola, cuya mayor aspiración es seguir y servir a Cristo pobre y humilde. Esperemos que la fidelidad del nuevo papa Francisco a los Ejercicios que lo formaron lo ayude a ser un Papa según el corazón de Dios: pobre y humilde, pero también lleno de ardientes deseos de conducir a la Iglesia como un pastor, siguiendo siempre la dirección de la voluntad de Dios y buscando la implantación de su Reino de amor y justicia. Este será su secreto y también, y especialmente, su fuerza.
El artículo fue publicado en el periódico brasileño Testemunho de fé.
Traducción de Eduardo López Rivarola
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Con todo lo malo que se ha dicho de Francisco, hoy toca algo bueno:
Archivo adjunto 7128
Ninguno de los papas recientes habría tenido ni la mitad de las narices suficientes para detenerse delante del muro israelí, justo enfrente de las pintadas "Palestina libre" o "Belén es como el gueto de Varsovia", y allí rezar. Es todo un manotazo a los judíos que difícilmente le van a perdonar.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Lo he dicho muchas veces, el Papa Francisco en lo tocante a los temas sociales o políticos, sencillamente me encanta.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Posiblemente, muchas malas ideas que teníamos algunos sobre él, sean erróneas
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Hoy ha logrado algo inédito: ha celebrado Misa en el Cenáculo en Jerusalén. Habrá quien se pregunte qué tiene de extraño, pero si que lo es. El Cenáculo donde Nuestro Señor instituyó la Eucaristía, en la Última Cena, es "una mezquita propiedad del Estado Hebreo" ¡Toma castaña! En dicho lugar los judíos atribuyen que está enterrado el Rey David y, al tiempo es una mezquita. Por tal razón siempre se han denegado todos los permisos para que los PP Franciscanos, custodios de los Santos Lugares, pueden oficiar misas en el Cenáculo. Solamente JPII logró una misa cerrada exclusivamente para unos pocos. En esta ocasión ha sido retransmitida por primera vez a través de la CTV a otras cadenas, en España, 13TV de la COPE.
Sin embargo, si nos atenemos a lo que se sabe, resulta sorprendente que el Rey David esté, o haya estado, enterrado allí. Es claro que los evangelistas así lo hubiesen comentado, más aún cuando la casa en cuestión donde se celebró la Última Cena no era un palacio precisamente y ello parece indicar que su tumba estaba perdida en aquellos días. Pero lo chocante es como resulta posible que el edificio sea una mezquita, y no un inmueble cristiano y compartido, si acaso, con los judíos. Al fin y al cabo, Cristo como hijo de María, es descendiente de David, pero ¿qué supone la presencia de una mezquita sino un sacrilegio?
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Sí, y posteriormente se fué hacer una ofrenda floral al padre del sionismo. Una de cal y otra de arena.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
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Iniciado por
Adriano
Sí, y posteriormente se fué hacer una ofrenda floral al padre del sionismo. Una de cal y otra de arena.
En materia de política protocolaria suelen darse situaciones contradictorias entre los Estados. La razón es que la diplomacia debe primar sobre cualquier otra situación y, en este caso, esa ofrenda no significa necesariamente un reconocimiento de nada, sólo el protocolo exigido por el Estado de Israel. Un ejemplo de coherencia personal que nos costó muchos disgustos, fue la actitud de ZP de no levantarse al paso de las banderas en aquel famoso desfile. No lo hizo ante el paso de la de EEUU y se lió, y eso que era todavía el jefe de la oposición. Considero que fue coherente con su forma de pensar, pero se equivocó al no hacerlo en su estatus personal. La política entre Estados es así y eso hay que guardarlo y respetarlo si lo que se quiere es gobernar y representar uno de ellos, y así desde la Convención de Viena de 1815. Y el Papa no es sólo el Jefe de la Iglesia, sino también el Jefe del Estado Ciudad del Vaticano.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
No me gusta hablar mal del Papa, pero tampoco sería bueno tener una venda en los ojos. Los últimos Papas iban a Tierra Santa a reunirse con judíos, este Papa en cambio ya trae los judíos en su propio séquito desde Roma. Hay algo que falla y no es el protocolo.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
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Iniciado por
Rodrigo
No me gusta hablar mal del Papa, pero tampoco sería bueno tener una venda en los ojos. Los últimos Papas iban a Tierra Santa a reunirse con judíos, este Papa en cambio ya trae los judíos en su propio séquito desde Roma. Hay algo que falla y no es el protocolo.
Respecto al "fallo" siempre me ha causado una gran duda el cómo se van a convertir los judíos al Cristianismo. Porque sobre esa conversión habla San Pablo, pero no indica cómo, ni cuándo, ni a través de quién. Y, desde luego, alguien y algo, en unas determinadas circunstancias, son precisos para que esa conversión se produzca. Evidentemente, atribuirle al Papa ese papel sería muy aventurado, pero un acercamiento, sólo "acercamiento", si parece algo necesario. En caso contrario, habría que hablar de un milagro y sobre ello San Pablo no dice nada, al menos que yo sepa.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Lo señalado por San Pablo no implica la conversión de todos los judios.
Ahora bien, para ello es vital que nosotros no nos judaicemos.
Ni que caigamos en la neo herejía del "judeo-cristianismo", denunciada con toda dureza a San Pedro por el propio San Pablo.
Esto fue mantenido en forma continua y permanente por los santos Padres, Santo Tomas, etc.
Que no hacen más que seguir a los Evangelistas, especialmente al Teólogo por excelencia: San Juan.
En esta materia lo peor es la confusión que impera hoy en día y que parece no tener quien la pare.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
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Iniciado por
juan vergara
Lo señalado por San Pablo no implica la conversión de todos los judios.
Ahora bien, para ello es vital que nosotros no nos judaicemos.
Ni que caigamos en la neo herejía del "judeo-cristianismo", denunciada con toda dureza a San Pedro por el propio San Pablo.
Esto fue mantenido en forma continua y permanente por los santos Padres, Santo Tomas, etc.
Que no hacen más que seguir a los Evangelistas, especialmente al Teólogo por excelencia: San Juan.
En esta materia lo peor es la confusión que impera hoy en día y que parece no tener quien la pare.
Lo que dice San Pablo es:
"Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no presumáis de vosotros mismos: que el endurecimiento vino a una parte de Israel hasta que entrase la plenitud de las naciones; y entonces todo Israel será salvo, según está escrito: Vendrá de Sión el Libertador, para alejar de Jacob las impiedades. Y ésta será mi alianza con ellos, cuando borre sus pecados."
(ROM 11, 25-27)
Según sus palabras, si será una conversión completa. Y no cabe duda que será por obra de alguien. También son misteriosos los términos "la plenitud de las naciones" y éstas palabras si que son para interpretar, pues se trata de un signo, pero es lo que no debemos hacer.
Respecto a la confusión, también parece que es voluntad de Dios que así suceda y será Nuestro Señor quien acabe con ella.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Exceso de política, déficit de espiritualidad
La Historia de la Iglesia tiene registrados en su larga crónica muchos momentos políticos protagonizados con más o menos acierto (político) por algunos Papas de perfil más político que sacerdotal. No niego la oportunidad, incluso la necesidad, de algunos momentos, circunstancias, coyunturas políticas que reclamaban un trato político. Pero sí afirmo que los grandes capítulos de la Historia de la Iglesia no se escribieron con vis política, sino que fueron consecuencia de grandes Papas de gran impronta sacerdotal.
Que el Papa se supiera/sintiera garante de la concordia entre naciones y príncipes cuando la sociedad se definía, propiamente, como Cristiandad, era algo que entraba dentro de la lógica ministerial de quien era reconocido no sólo como cabeza de la Iglesia, sino también como el supremo legislador y juez de todo y de todos.
El tercer Papa del globalizado siglo XXI mantiene la vocación de ser para el mundo un agente de la paz necesaria. Su predecesor Juan Pablo II dio la impresión de estar firmemente persuadido de ser/haber sido el hombre providencial de su momento histórico. Desde los prolegómenos de la Iª Guerra Mundial, el Papado desarrolló profundamente esa conciencia, característica de la Iglesia del siglo XX que se fue confirmando con cada uno de los Pontífices, todos, hasta la actualidad, grandes promotores y ministros de la paz internacional, con doctrina, signos, iniciativas e intervenciones.
Aunque no sea ese el ministerio petrino fundamental. La vocación papal es, esencialmente, de fe: Confirmar en la fe a los hermanos. Sin olvidar que el apacentar a la grey de Cristo es mantener vivo y equilibrado el principio lex orandi, lex credendi, alma de lo esencial eclesial.
Yo hubiera gozado más de un Francisco celebrando y orando, predicando y bendiciendo, evangelizando y consagrando que con el Francisco político en Jordania, entre los palestinos (menos expresivamente) y con los israelíes (con excesivos signos de complicidad).
Los Santos Lugares no son lugar de política, sino un enclave real de la más auténtica espiritualidad. Por Cristo. Per Ipsum, et cum Ipso et in Ipso.
Todo eso, se ha visto poco, demasiado poco.
Y mucho todo lo demás.
Por lo demás, Deo gratias que la peregrinación papal concluyó bien. Bien en estilo francisquista, quiero decir (con otro episodio de elocuencia en vuelo).
Es decir.
+T.
EX ORBE
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Cita:
El Papa critica un sistema que causa un paro juvenil "del 50% en España"
El papa Francisco criticó ayer "el sistema económico inhumano" que causa niveles de paro juvenil que alcanza "en España el 50 %, en Andalucía el 60 %" y dijo que es un ejemplo de la cultura de "la exclusión".Preguntado por la prensa en el vuelo de regreso a Roma desde Israel sobre los resultados de las recientes elecciones al Parlamento Europeo, el pontífice admitió "no entender tanto" de asuntos como el populismo o el euro.
Pero sí tuvo palabras para el paro, del que dijo que es "grave" y agregó, según publicó el diario italiano "La Stampa": "estamos en un sistema económico donde el centro es el dinero, no la persona humana".
"Este sistema excluye para mantenerse. Se excluye a los niños: el nivel de nacimientos no es elevado, en Italia menos de dos por pareja, en España todavía menos", dijo el pontífice argentino.
"Se excluye a los ancianos, también con la eutanasia oculta, las medicinas se dan solo hasta cierto punto. Y se excluye a los jóvenes. En Italia creo que el desempleo juvenil está cerca del 40 %, en España es del 50 %, en Andalucía del 60 %".
"Es toda una generación de personas que ni estudian ni trabajan. Esta cultura de la exclusión es gravísima. No solo en Europa, pero en Europa se siente fuerte", dijo el papa.
Al ser preguntado sobre si la Iglesia Católica podría algún día permitir que los sacerdotes se casen, como ya ocurre en otras Iglesias cristianas, Francisco ha insistido en dejar la puerta abierta a un cambio, con comentarios similares a los que ya hizo cuando era arzobispo de Buenos Aires.
"El celibato es una regla de vida que aprecio mucho y creo que es un regalo para la Iglesia, pero ya que no es un dogma, la puerta siempre está abierta", ha señalado este lunes el Papa, en referencia a esta tradición que se remonta a cerca de 1.000 años.
¿Qué significa esto? ¿El celibato es un dogma, una tradición? Ahora me entero...
La puerta está abierta... ¿qué puerta y a qué se abre?
No entiendo nada. ¿Puede alguien ayudarme?
¿Algún texto sobre el valor de la castidad o el celibato?
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Jamás el celibato del clero ha sido dogma. De hecho, el Papa Francisco (por una vez y sin que sirva de precedente) tiene razón cuando dice que es una tradición que se remonta a mil años... Pero, como todos sabemos, jamás fué así desde un principio. La Iglesia Primitiva nunca prohibió el matrimonio a su clero. San Pedro estaba casado, y también lo estuvieron muchos Papas que le sucedieron... Échale un vistazo a esta expresión latina: "Viri probati" (hombres probados).
Y como prueba de ello, no tenemos más que echarle un vistazo a la iglesia católica oriental y ver cómo son allí las cosas. Y ver por qué allí son de otra manera, y sobretodo, enterarnos "desde cuando" entre el oriente católico y el latino han existido tales diferencias. Porque, si miramos aquí... en nuestra iglesia católica latina, enseguida nos encontraremos con el Concilio de Letrán, el del siglo XII y con el Concilio de Trento (1545-1563).
Es a eso a lo que se refería el Papa Francisco cuando decía que "el celibato es una regla de vida que aprecia mucho y que es un regalo para la Iglesia, pero que no es un dogma...". Está clarísimo que, más pronto que tarde, están pensando olvidar mil años de historia y copiar a la iglesia oriental (cuanto menos...).
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Cita:
Iniciado por
LUX
¿Qué significa esto? ¿El celibato es un dogma, una tradición? Ahora me entero...
La puerta está abierta... ¿qué puerta y a qué se abre?
No entiendo nada. ¿Puede alguien ayudarme?
¿Algún texto sobre el valor de la castidad o el celibato?
Si bien no es Dogma, si forma parte del Sacramento del Orden. Pero si hay alguna referencia en El Evangelio que se ha interpretado. Por ejemplo, en San Mateo encontramos:
"Dijéronle los discípulos: si tal es la condición del hombre con la mujer, preferible es no casarse. Él les contestó: no todos entienden esto, sino aquellos a quien ha sido dado. Porque hay eunucos que nacieron así del vientre de su madre, y hay eunucos que fueron hechos por los hombres, y hay eunucos que a si mismos se han hecho tales por amor del Reino de los Cielos. El que pueda entender, que entienda." Mt. 19, 10-12
El comentarista afirma lo siguiente:
"Jesús responde a los discípulos ponderando el valor del celibato guardado por amor del Reino de los Cielos. San Pablo ( 1 Cor 2,25 y ss) declaró este pensamiento del Salvador y redactó la carta magna del celibato cristiano." (págs., 66-67)
Nuevo Testamento NÁCAR, COLUNGA (versión directa del texto original griego) B.A.C. Madrid MCMLXIV
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Gracias a ambos. Quizá interpreté mal... algunas personas ya hablan de que las palabras del Papa "abren la puerta" al matrimonio de sacerdotes (católicos, se entiende).
En ese ambiente, creo que me asusté.
Si ojeamos el CIC, queda claro que ello no es posible, a pesar de que en Oriente sea distinto.
Incluso después de haber consultado esta y otras fuentes, creo que -Dios me perdone la ignorancia- siguen sin gustarme estas declaraciones.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Celibato de puerta abierta
De nuevo la locuacidad del Papa en vuelo ha armado otro lio (como a él le gusta). Los líos de las entrevistas volantes de PP Franciscus, a pesar de la improvisación que parece aneja a ese extraño plan pastoral liante, tienen cierta coherencia en tanto marcan un determinado sentido que, aunque algunos quieran llamar de 'renovación', es, de hecho, neta innovación rupturista (la misericordina y demás franciscadas son la costra de chocolate que envuelve la amarga píldora).
El tema de esta vez vuelve a ser el celibato tradicional del clero católico, una institución vinculada al Sacramento del Orden que, por mucho que insistan sus detractores, no es sólo una disciplina. Una práctica ininterrumpida desde tiempos apostólicos, con fundamento en los Santos Evangelios, siempre alabada, recomendada desde siempre y de observancia católica general desde hace mil años no es una mera disciplina susceptible de ser revisada/reformulada como si fuera el vestuario ceremonial del Papa.
Las palabras del Papa en el avión de regreso a Roma desde Tel Aviv se han publicado en todos los medios. En el boletín de Zenit lo cuentan así:
"...Otro tema al que respondió fue sobre el celibato eclesiástico. Les recordó a los periodistas allí presentes que no se trata de un 'dogma de fe' y que hay en diversos ritos orientales de la Iglesia católica hay sacerdotes casados. Y que al no ser un dogma se puede siempre abordar el tema. Si bien precisó que los temas “sobre el tapete", en este momento son otros.
Reitero entretanto que el celibato 'es una regla de vida, yo lo aprecio mucho y creo que es un don para la Iglesia'. El tema era particularmente recurrente hace dos o tres de décadas atrás en las ruedas de prensa, aunque sigue siempre despertando interés. (...)"
Precisamente es la recurrencia del tema lo que me preocupa, a mí y a todos los católicos preocupados, porque no parece ser casualidad que salga tanto, de un tiempo a esta parte. Aquí mismo, en ExOrbe, salió a relucir hace poco, en uno de los articuletes del mes pasado: La trampa de los 'viri probati'
Pero la preocupación no es sólo mía, pues hace unos días el blog de Messa in Latino, siempre bien informado, publicaba un alarmante artículo: ¿Y si el Sínodo fuera una distracción para hacer caer el celibato de los sacerdotes?
Según parece, el juego sería aprovechar la decepción del mantenimiento de la prohibición de la comunión a los divorciados y matrimonios irregulares para compensar la avidez de los revolucionarios des-católicos abriendo la puerta del celibato opcional y el matrimonio de los sacerdotes.
Si al supuesto de Messa in Latino añadimos el hecho de la carta indecente que dos docenas de uxores remitieron la semana pasada a PP Franciscus reclamando que se les reconociese como esposas de curas (y a los curas, sacerdotes con esposa), el panorama es en extremo preocupante. Son demasiadas piezas sueltas, demasiadas coincidencias para que todo sea una especulación de blogs y prensa.
¿Concluimos, pues, que hay algo más? Y si hay algo más debe ser algo más que intención.
Conque ya no sería el momento de cuestionar la intención, pues la pregunta es: ¿Hay determinación?
Yo me confirmo en lo que dije: Si suspenden el celibato sacerdotal, será el campanazo para replantearse otra forma de ser y estar (dado que están dispuestos a dejar de ser y a no dejar estar).
Interim, oremus.
+T.
EX ORBE
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Rogativas
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Hoy es el segundo día de Rogativas, una ceremonia litúrgica que fue eliminada por el Concilio Vaticano II. Se trataba de un rito que hunde sus orígenes en el siglo IV y que obedecía a las palabras del Señor antes de su ascensión que nos mandan a orar y pedir, tal como se leyó en el evangelio del pasado domingo. Consistía en unas largas letanías a todos los santos y varias oraciones que se cantaban, con los fieles en procesión, antes de la misa de los tres días que preceden el jueves de Ascensión.
Estas letanías no podrían rezarse en la actualidad públicamente. No, al menos, después de los gestos que nos hemos acostumbrado a ver y que, obscenamente, se han repetido en los últimos días. Aquí van algunas de las frases letánicas que deberían ser eliminadas:
Para que te dignes humillar a los enemigos de la Santa Iglesia.
Hemos visto como el papa Francisco, hace un par de días, exclamó un satisfecho ¡Lo logramos!, al abrazarse y besuquearse con un rabino y un religioso musulmán frente al Muro del Templo de Jerusalén. ¿Hay, acaso, enemigos más claros de la Iglesia que la Sinagoga y el Islam? Aquella, crucificó al Señor reclamando para sí y sus descendientes la sangre divina derramada; éste, desde sus orígenes no dejó ni deja de perseguir a los cristianos.
Para que llames a todos los que están equivocados a la unidad de la Iglesia, y conduzcas a todos los infieles a la unidad del Evangelio.
Ya no hay equivocados ni infieles en la visión del papa Francisco. Hasta los ateos y los marxistas son buenas personas… Los judíos y musulmanes merecen abrazos, y los protestantes son hermanos de los que nos diferencian naderías. Y el obispo de Roma está dispuesto a discutir la función del primado. Es decir, la unidad de la Iglesia es un tema abierto a la discusión.
Para que dirijas nuestras mentes a los deseos del cielo.
¿Es que alguien escuchó al pontífice referirse a estos deseos? Pareciera que nuestras mentes debieran estar dirigidas a lograr la paz mundial y la concordia entre los argentinos; a acabar con los contenedores humanos y a llorar a los muertos de Cromagnon o los náufragos africanos que no han sido suficientemente llorados; a acabar con la pobreza y la desigualdad social; a no chismorrear ni hacer lobby y a dejarse misericordiar. Del cielo y de la vida eterna, ni noticia.
Quema con el fuego del Espíritu Santo nuestros riñones y nuestros corazones, a fin de que te sirvamos con cuerpo casto y te agrademos con un corazón puro.
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Causa risa… Se nos pide dejarse quemar el interior antes que caer en la fornicación, pero nuestro papa besa las manos de un sacerdote que públicamente defiende el sexo entre homosexuales, afirma que él es no es nadie para juzgar a los que practican esta perversión, considera que los actos de este tipo cometidos por su asistente, Mons. Ricca, son “pecados de juventud”, declara públicamente que los refocilos del arzobispo Maccarone con su chofer pertenecen a su vida privada y alaba frente a los católicos de su propia diócesis al obispo Bargalló, sorprendido in fraganti con una rubia señora divorciada en un lujoso hotel caribeño.
Hoy también es el día de San Beda el Venerable, uno de los doctores de la Iglesia menos conocido. Yo me pregunto: ¿la fe de Francisco es la fe de San Beda?
The Wanderer
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Re: Habemus Papam - Francisco I
EL PRIMADO PETRINO, ¿A NEGOCIARSE?
A uno y otro lado del Atlántico no podía sino esperarse la previsible unidad de las consignas en la diversidad de las situaciones convocantes: en Tierra Santa, y perpetrando con su sola lengua una profanación que ni acaso los turcos selyúcidas igualaran en sus más sangrientas incursiones, Francisco fue toda melaza para con sus anfitriones (incluida una prevista ofrenda floral a la tumba de Theodor Herzl, padre del sionismo), ofreciendo sus estancias vaticanas para una oración común (¡¡¡!!!) con los presidentes de Israel y Palestina, a los fines de alcanzar la paz entre ambas naciones. Malabarista consumado en esto del diálogo, cuanto más con circuncisos, habrá que admitir sin atenuantes la declaración de Jorge Kirszembaum, ex-presidente de la Daia (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas), cuando soltó que «Bergoglio, bromeando sobre la fe, me hizo comprender el valor del diálogo».
En rigor de verdad, el Obispo de Roma no ha dejado ni un momento de bromear sobre la fe en su año y pico de pontificado. Pero nos interesa el eco transatlántico de esta palabra-talismán, «diálogo», en el tradicional Tedéum del 25 de mayo. Allí fue que el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Poli, citando en su homilía a su mentor -hoy en el Trono Petrino-, redundó, por si no quedara lo suficientemente claro en tantos años de perseverante prédica, que «el Papa, un argentino nuestro (...), tanta veces dijo: "cuando los líderes de diferentes sectores me piden un consejo, mi respuesta siempre es la misma: diálogo, diálogo, diálogo"».
Ya había hecho notar Romano Amerio que la palabra «diálogo», ausente por completo en todos los Concilios previos al Vaticano II (y en las Encíclicas y en la homilética también previas), aparece nada menos que veintiocho veces en los documentos del último Concilio. «Esta palabra, novísima en la Iglesia católica, devino, con propagación fulminante y con enorme dilatación semántica, el vocablo príncipe de la protología post-conciliar y la categoría universal de la mentalidad neotérica». Conque a otro perro con ese hueso de la presunta intrepidez en repetir lo que ya viene siendo pesadamente impuesto con el auxilio de todos los medios. Cuesta creer -en el hastío de estas sociedades ya sin nervio ni porvenir- que se le pueda atribuir mucha más fortuna a términos cuya sola proferición va inmediatamente asociada, en la percepción de los más, a oportunismo, impostación, falsete.
Pero hay algo que destacar entre todas estas nimiedades ¡ay! asaz anticipables, y que debe entenderse como su consecuencia lógica, hoy lista a enunciarse sin rodeos. Consta, en el artículo reproducido por Giacomo Galeazzi en Vatican Insider acerca del encuentro entre Francisco y el patriarca de Constantinopla Bartolomeo I en el Santo Sepulcro, que aquél, en una enésima manifestación de su apertura al diálogo y a la "cultura del encuentro" con miras a la unidad de los cristianos, no tuvo mejor cosa que decir que «estoy dispuesto a discutir el primado petrino» (nótese que en la transcripción española de la noticia se omite esta declaración, que en el original italiano le da el título al reporte). Bomba de veras letal para la fe y la unidad de la Iglesia, era la perla que le faltaba arrojar a este verdadero oráculo de la demolición, aparentemente dispuesto a superarse a sí mismo en una carrera rauda y descendente que a todos nos involucra -y quizás espoleado, con oportunidad de su periplo, por ciertas vagas, indescifrables sugestiones palestinas- hacia el mismísimo Valle de Josafat.
Por lo demás, ya había manifestado tiempo atrás no comprender esa expresión «principios no negociables». No se le puede negar, entonces, que habla y obra con alguna coherencia.
In exspectatione
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Re: Habemus Papam - Francisco I
UN PAR DE APUNTES AL FIASCO PAPAL EN TIERRA SANTA
https://encrypted-tbn1.gstatic.com/i...tNcPzPZtONbVtZComo apéndice a la entrada anterior acerca del primado petrino y la intención (así manifestada por el Obispo de Roma) de someterlo a revisión, en un nuevo intento de contemporizar con los cismáticos de Oriente, ofrecemos a continuación dos significativos antecedentes que van en la misma dirección, traídos a cuento por el sitio Chiesa e postconcilio. Sirven simplemente para comprobar que Bergoglio no surgió por generación espontánea, y que el enrarecimiento de la Iglesia (que está llegando al paroxismo con el pontificado del Bocón) lleva sus varias décadas de curso.
En primer lugar, adviértanse las palabras dirigidas por Paulo VI el 28 de abril de 1967 al Secretariado por la unidad de los cristianos: «el papa, como bien lo sabemos, constituye sin sombra de duda el obstáculo más grave en el camino del ecumenismo». Todo un postulado reversivo, de esos que, multiplicados por mil, han ido anublando la serena convicción de que el orden de los hechos depende y dimana del orden de los principios, katá ton órthon lógon. Estamos en el más cenagoso terreno de la búsqueda de la añadidura sin el Reino de Dios y su justicia, de los beneficios prácticos fuera de sus dependencias ontológicas de rigor. A fuer de audaces, y si fuera lícito pensar como lo hizo el titubeante papa Montini, el razonamiento debiera extenderse a más, admitiendo otras fórmulas que podrían sonar así: «el culto de María y de los santos constituye el escollo más acusado para la realización de la unidad de las Iglesias (sic)», y aun: «la Encarnación es una verdadera traba para alcanzar la soñada simbiosis con el judaísmo, porque ofende el sentimiento religioso de nuestros hermanos mayores». Quizás no estemos muy lejos de asistir a tan repulsivos desatinos manados desde el mismo vértice: el error no combatido se vuelve progresivo, invadente, hipertrófico. Pruebas a la vista, de a manojos.
El otro pasaje que trae a colación el sitio italiano es el de una encíclica de Juan Pablo II, Ut unum sint, del 25 de mayo de 1995, en la que el polaco pontífice expresa su deseo de «encontrar una forma de ejercicio del primado que, sin renunciar de ningún modo a lo esencial de su misión, se abra a una situación nueva» (n. 95). El lenguaje es suficientemente ambiguo como para satisfacer a unos y otros. Lo que en todo caso nunca consta, de acuerdo al magisterio previo al Concilio y como condición de un ecumenismo intachable, es la necesidad del redditus de los separados al seno de la Iglesia. Juan Pablo II, en cambio, y remitiendo a las palabras que le dirigiera al Patriarca ecuménico Dimitirás I -de sugestivo nombre- lo insta a que «busquemos, por supuesto juntos, las formas con las que este ministerio pueda realizar un servicio de fe y amor reconocido por unos y otros». "Consensuar el primado" parece haber sido la consigna.
Queda claro que Francisco, llevado de un apetito perentorio de innovación, ha ido un buen poco más lejos. Pero bien se advierte cuánto se sirve literalmente de las palabras de Wojtyla como pretexto, al decir, en su reciente viaje a Tierra Santa y dirigiéndose a los patriarcas de otras confesiones cristianas allí presentes, que «deseo renovar el auspicio ya expresado por mis Predecesores, de mantener un diálogo con todos los hermanos en Cristo, para encontrar una forma del ministerio propio del Obispo de Roma que, en conformidad con su misión, se abra a una situación nueva y pueda ser, en el contexto actual, un servicio de amor y de comunión reconocido por todos». Ya era todo de esperar: en la Evangelii Gaudium, y valiéndose de un razonamiento a todas luces engañoso, había dicho (n. 32) que «dado que estoy llamado a vivir lo que pido a los demás, también debo pensar en una conversión del papado». A esta altura de la noche creemos ocioso señalar lo obvio: lo que anhelamos es la conversión de Bergoglio.
La dilución del papado en una especie de cuerpo patriarcal colegiado, haciendo del pontífice romano apenas un primus -e incluso un pars- inter pares no contradice la posibilidad -y aun la necesidad- del ejercicio despótico de sus funciones. De hecho, el carácter último de su ministerio no lo decide el Sumo Pontífice, y cuantas veces éste quiera avanzar cualesquier tesis ajenas al depositum en lo relativo al primado petrino (o a todo otro objeto de definición doctrinal) estará obrando violencia contra la Iglesia, por decir lo menos. En realidad, en la misma medida en que asciende el culto de la personalidad decae vertiginosamente el munus. Cosade sobra evidente cuando el propio pontífice, a quien la Iglesia reconoció desde siempre la suprema potestad judicativa, se declara incompetente para juzgar los pecados más notorios («¿quién soy yo...?»).
Finalmente, no queremos dejar de reproducir el elocuente comentario enviado al sitio Messa in latino por un lector, luego allí publicado como entrada bajo el título de «Precisiones teológicas acerca de las palabras del Papa Francisco pronunciadas en el Yad Vashem (26-5-2014)». Comienza citando el texto pronunciado por el Papa Bergoglio en la ocasión, en Jerusalén, para luego hacer discurrir su inevitable fastidio, que hacemos nuestro.
«Adán, ¿dónde estás?» (Cf. Gen 3:09).
«¿Dónde estás, hombre?
¿Dónde estás?
En este lugar, memorial de la Shoah, escuchamos resonar esta pregunta de Dios: "Adán, ¿dónde estás?". En esta pregunta está todo el dolor del Padre que ha perdido al hijo.
El Padre sabía el riesgo de la libertad; sabía que el hijo habría podido perderse ... ¡pero tal vez ni siquiera el padre podría haber imaginado semejante caída, un abismo semejante!
Ese grito: "¿dónde estás", aquí, frente a la tragedia inconmensurable del Holocausto, resuena como una voz que se pierde en un abismo sin fondo...» (palabras de Francisco en Yad Vashem)
Hago notar humildemente que cuando Dios en el Génesis se hace la pregunta, no estaba ciertamente pensando en la Shoah ni en el Yad Vashem. Esta exégesis es heterodoxa; hago también humildemente notar que Dios se dirige al hombre y no al Hijo (especialmente si se expresa en singular), porque el Hijo (único y solo) del Padre (la Trinidad debería estar clara para un papa) es Cristo. El hombre, en cambio, es hijo adoptivo de Dios y no del Padre entendido como persona divina, y en todo caso lo es como consecuencia de la venida salvífica de Cristo. Para la teología judía Dios no es Trinidad y la adopción no es para todos los hombres, sino para un pueblo (aquel elegido, el de los hermanos mayores - sic!).
Afirmar luego que «tal vez ni siquiera el Padre podría haber imaginado» el abismo de perdición de la humanidad es una herejía aún más evidente y flagrante. Dios lo sabe todo y Bergoglio debería recordar al menos el catecismo: afirmar que Dios fue imprudente en concederle el libre albedrío al hombre porque «tal vez no podía imaginar» las consecuencias, es una herejía obscena y una blasfemia. El «tal vez» no reduce ni atenúa el contenido herético de la afirmación: de hecho, el solo afirmar que exista, en este sentido, siquiera una mera posibilidad, o bien no afirmar claramente la certeza de la omnisciencia de Dios y abrir la duda a este propósito es, obviamente, no católico.
Hago también notar que el abismo de perdición del racismo y el terrorismo de Estado perpetrado por Israel contra el pueblo de Gaza y los territorios ocupados no es menos conocido por el Padre y por toda la Santísima Trinidad, pero Bergoglio «tal vez» no está informado y, por lo tanto, visto que se encuentra en Israel, en lugar de gastar una palabra sobre la persecución de los cristianos o de los pobrecillos de Gaza lleva coronas y rinde homenaje al fundador del movimiento sionista. Éste es también un hecho relevante que los papaboys prefieren no ver.
Estamos en el caos completo.
Desde In Exspectatione el único dilema que en esta instancia nos ponemos es el hasta cuándo.
In exspectatione
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Re: Habemus Papam - Francisco I
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juan vergara
Ni que caigamos en la neo herejía del "judeo-cristianismo", denunciada con toda dureza a San Pedro por el propio San Pablo.
¿Sabés de algún sitio donde se pueda leer online o descargar "La Herejía Judeocristiana", de Carlos Disandro. Lamentablemente no cuento en la actualidad con el libro (era de editorial Struhart).
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LUX
(católicos, se entiende)
Cuando jasarhez menciona a la Iglesia oriental se está refiriendo a aquellos que están en comunión con Roma, no a los cismáticos.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
(Transcrito de Religión en Libertad)
El pasado 11 de mayo, el superior general de la Hermandad de San Pío X (FSSPX) pronunció una conferencia cuyo texto ha dado a conocer la página web de su distrito de Francia. Al explicar las relaciones de la Fraternidad con el actual Papa, el obispo Bernard Fellay afirmó que Francisco “ha leído dos veces el libro de monseñor Tissier de Mallerais sobre monseñor Lefebvre, y el libro le gustó. Él está contra todo lo que nosotros representamos, pero, como vida, le gustó“. (La obra, una documentada biografía oficial del fundador de la FSSPX, detalla entre otras aportaciones la etapa del arzobispo Marcel Lefebvre [1905-1991] como misionero, así como su participación en el Concilio Vaticano II y sus posteriores conflictos con el Vaticano.)
Asimismo, monseñor Fellay explicó la ayuda que el cardenal Jorge Mario Bergoglio prestó a la congregación cuando era arzobispo de Buenos Aires, por un problema con el visado de residencia de sus miembros no argentinos. El gobierno (“que es muy de izquierdas”), con objeto de dificultar las cosas a la Fraternidad, les exigía para residir en el país la firma del obispo. “Había una solución fácil, declararnos iglesia independiente, algo que no queríamos porque nosotros somos católicos”, explicó Fellay. Entonces acudieron al cardenal Bergoglio, quien les dijo: “No, no, ustedes son católicos, eso es evidente. Les voy a ayudar”. Y, efectivamente, escribió una carta en su favor, que fue contrarrestada por el Estado argentino movilizando al nuncio en contra.
El superior de la FSSPX añadió un dato más: “Nuestro abogado ha podido reunirse con el Papa. Le dijo que el problema continuaba para la Hermandad, y le pidió que designase un obispo de Argentina con quien pudiese tratar para resolver el problema. El Papa dijo: «Sí, y ese obispo soy yo, prometí ayudar y lo haré»”.
Según Fellay, Francisco también habría dicho, en relación a la Fraternidad: “Esa gente cree que voy a excomulgarles. Se equivocan“. “Y ha dicho otra cosa bastante interesante”, continuó: “No les condenaré y no impediré a nadie que vaya con ellos”.
Monseñor Fellay no oculta sus diferencias con Francisco (como con todos los Papas postconciliares) en relación al Concilio Vaticano II, y considera “absolutamente imposible” un acuerdo. Pero explica así la actitud del Papa: “Es un hombre práctico, que mira a las personas. Lo que una persona piense o crea le es, en el fondo, indiferente. Lo que cuenta para él es que esa persona le resulte simpática y considere que va de frente“.
FUENTE: https://forocatolico.wordpress.com/2...-en-argentina/
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Es curioso que, en relación con la última visita a Israel, Francisco ha recibido tortas desde todas direcciones también el ámbito tradicionalista.
Unos dicen que ha estado demasiado amable con los judíos:
Francisco esconde la cruz en su reunión con rabinos - Tradición Digital
STAT VERITAS: Francisco deposita flores en la tumba de Theodor Herzl, fundador del sionismo.
Otros dicen que ha estado demasiado amable con los palestinos y de ahí infieren responsabilidades con respecto a lo de Boko Haram:
InfoCaótica: Francisco vive en un mundo que le es ajeno
Al final no se sabe qué pensar. Yo creo que, por mucho que digan unos y otros, la foto en el muro que puso Donoso no se habría dado con los dos pontífices anteriores.
En otro orden de cosas, parece que el rechazo del papado a los liantes separatistas está siendo bastante más nítido que en papas anteriores. Si al menos eso es cierto, algo habremos ganado. Si por lo menos este papa es más proclive a defender los intereses españoles, sería un avance con respecto a los papas anteriores (y a lo mejor de ahí viene buena parte del cabreo de los necocones yanquis). Cito la siguiente noticia:
Cita:
Pidieron ser recibidos por el Pontífice
Portazo del Vaticano a una delegación de CiU que quería ir a una misa privada del Papa
El presidente de la Diputación de Barcelona y un abultado séquito pretendían ser recibidos por Francisco para internacionalizar el "proceso".
Pablo Planas (Barcelona) 2014-05-29
La
Diputación de Barcelona no repara en gastos y pese a los recortes, sus principales representantes políticos no han tenido ningún problema en
realizar una excursión a Roma de domingo a miércoles acompañados la mayoría de ellos por sus parejas. La extensa comitiva, según informa el diario digital "e-noticies", estaba formada por el presidente de la Diputación, Salvador Esteve (alcalde de Martorell), y esposa; el vicepresidente primero, Ferran Civil (alcalde de Cercs); la vicepresidenta segunda, Mercè Conesa (alcaldesa de Sant Cugat); y el vicepresidente tercero, Joaquim Ferrer (alcalde de Vilassar de Mar), acompañado también de su esposa.
Según este medio, también formaban parte del abultado séquito el "delegado de Hacienda" de la institución provincial, Carles Rossinyol (concejal de Sabadell), con su esposa; el diputado de Cultura, Joan Carles García Cañizares (alcalde de Tordera); el coordinador general de la Diputación, Xavier Forcadell; y el director de planificación estratégica, Josep Maria Elorduy Vidal, acompañado por dos asesores no identificados en la información.
La totalidad de los agraciados con el viaje a Roma son de CiU y la excusa del viaje era asistir a un homenaje el pasado día 19 al sacerdote Miquel Batllori (1909-2003) en la Pontifica Universidad Gregoriana, de la que fuera profesor. Sin embargo, los desplazados tenían una misión y prolongaron su estancia durante varios días.
Pretendían asistir a una misa privada con el papa Francisco y pedirle que visitara Cataluña a fin de reforzar el proceso separatista.
En caso de que lo de la misa privada no fuera posible, aspiraban a ser recibidos en audiencia por el Santo Padre
para exponerle la situación política en Cataluña, las ansias democráticas, el derecho a decidir y la opresión española, etcétera, etcétera. Incluso le llevaban un obsequio a Francisco I. Sin embargo, el Vaticano no accedió a sus pretensiones y la delegación provincial hubo de volver a España sin ver al Papa y con el regalo bajo el brazo.
Fuente:
Portazo del Vaticano a una delegacin de CiU que quera ir a una misa privada del Papa - Libertad Digital
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Re: Habemus Papam - Francisco I
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Erasmus
¿Sabés de algún sitio donde se pueda leer online o descargar "La Herejía Judeocristiana", de Carlos Disandro. Lamentablemente no cuento en la actualidad con el libro (era de editorial Struhart).
Que yo sepa no hay ningún lugar en el cual se pueda bajar el libro del Dr. Carlos Disandro.
Tendrías que pedírselo a alguien quien lo tenga y fotocopiarlo.
Tengo un ejemplar.
También he visto que lo venden por Mercado Libre.
Es posible que a la Fundación Decus, que dirige Jorge Disandro (hijo de Carlos), en La Plata les quede ejemplares para vender.
Cordiales saludos.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
La Pulsera del Pescador
Fray Gerundio
El Anulum Piscatoris (Anillo del Pescador), que en otro tiempo fue típicamente ilustrativo-definitorio del Vicario de Cristo, el sello de su Autoridad y de su Reinado, ha desaparecido del mapa, y solamente se encuentra en su dedo correspondiente en ocasiones muy especiales. Parece ser que se quiere transmitir la idea de que en esta evaporación se incluye también todo lo que el susodicho anillo representa, especialmente el Primado de Pedro.http://tradiciondigital.es/wp-conten...3%ADndice1.jpgEs sabido que todos los sucesores de San Pedro en la Sede de Roma y por tanto en el Sumo Pontificado de toda la Cristiandad, han ostentado siempre esta Primacía, dada directamente por Cristo a Pedro y sus sucesores. Ahora quieren hacer una cuchipanda episcopal entre todos los aspirantes que desde siglos andan cabreadetes con el tema, una especie de club de los Cinco como si fuera todo lo mismo. Y desde luego, Francisco está encantado con ello. Ya se viene buscando desde hace años -aunque de una forma menos descarada-, lo que Juan Pablo II y Benedicto XVI llamaron una nueva forma de entender el Primado, y que Francisco acaba de corroborar: lo que dicho en cristiano quiere decir una nueva forma de cargase lo que ha constituido desde siempre la Supremacía del Obispo de Roma, y que tanta sangre ha costado a la Iglesia, amén de un Cisma monumental. Eran otros tiempos, dicen ellos.
Hoy día, con una Iglesia que se emboba con la democracia, que abomina de lo jerárquico y que se avergüenza de su propia Autoridad, el Primado de Pedro no deja de ser un contrasentido. Por eso los exegetas se han cuidado mucho de decir que el texto en que Jesús entrega a San Pedro el poder de atar y desatar, es tardío, insulso, falso, inventado y molesto. Ya saben ustedes la tendencia de los exegetas modernos a eliminar lo que no interesa y llegar a las mismas palabras de Cristo que no son otras que las aceptadas por los gurús de la Teología. Que me gustan, pues estupendo: son auténticas. Que no me gustan, pues entonces son añadidos de copistas carcas medievales.
El caso es que el dichoso anillo aparece y desaparece como si fuera por arte de magia. Nada por aquí, nada por allí. Ahora sí, ahora no. Soy el Obispo de Roma, soy el Sumo Pontífice. Mando, pero no mando. El ecumenista que ecumenice buen ecumenizador será. Como la Cruz Pectoral que se desliza suavemente para esconderse en el fajín cuando los judíos están delante. ¡¡Qué cosas!!
El mensaje viene a completar tantas otras costumbres y ritos que van desapareciendo porque son signo de riqueza, de poder, de principado temporal y de molestia tradicionalista. Desapareció en el primer minuto la muceta, el estolón papal, desaparecieron los famosos zapatos rojos, las casullas elegantes, desapareció la riqueza litúrgica, las recepciones con estilo. Y como una cosa que desaparece debe ser sustituida por otra, aparecieron los zapatos vulgares, las casullas cutres, los cálices lampedusa, la sotana blanca transparentando pantalones negros…. ¡¡¡Uf!!!… y por supuesto la cartera de mano modelo viaje pontificio, con ribetes bien sobados para dar muestras de pobreza.
http://tradiciondigital.es/wp-conten...06/images1.jpgPero lo que no me podría sospechar es que apareciera la pulsera modelo color-gay, tipo adolescente rebelde y con ligeros toques new-age. Ya se sabe que estas pulseritas son una monada y que se encuentran por doquier. Las hay también que llevan añadidos ciertos aditamentos de brujería medicinal que quitan el reúma o que disminuyen la artrosis espiritual. Todo muy mono y revelador de lo que tenemos y padecemos.
http://tradiciondigital.es/wp-conten...06/images2.jpgPor eso propongo que se la llame la pulsera del pescador, para que de ese modo se pueda recuperar algo de las antiguas tradiciones. Seguro que pronto descubrirán algunos, que San Pedro llevaba algún brazalete o esclava que le diera suerte en sus viajes y que le había regalado su suegra después de la curación de las fiebres.
Hay dos intervenciones papales recientes que ilustran la situación muy bien.
Ante la Renovación Carismática, Francisco dice con soltura que no hay que enjaular al Espíritu Santo (expresión casi de chiste de barrio bajo), se supone que porque el Espíritu es libre y todos cabemos en la Iglesia. Ya se dijo en otra ocasión que en la Iglesia cada carisma representa una acción del Espíritu. Claro que no se aplica esto a ciertos carismas que no acaban de gustar. A esos se les conmina a ponerse al día y abandonar sus costumbres preconciliares o si no, ¡puerta! Ya lo han hecho con los Franciscanos de la Inmaculada los dos mafiosos (con perdón) que están dirigiendo la Congregación correspondiente. Y vienen más por ahí cerca.
San Pablo (que era mucho más fino y además escribía por inspiración), llegó a decir: No extingais el Espíritu. Pero aquí se extingue al Espíritu que no es el que nos gusta, y se enjaula a los Franciscanos de la Inmaculada. O a quien se ponga por delante.
Así que Francisco tuvo que aclarar que la definición de piedad no es un mero tener lástima de alguien, sino amar de verdad al prójimo. Pues por lo visto, no se tiene lástima de nadie siempre que sea amante de la tradición o sospechosos de herejía preconciliar (que hoy es la verdadera herejía). Y tampoco se le concede la más mínima dosis de misericordia.
Me temo que esto va en aumento. Y la pulsera del pescador tiene más poder del que parece. Una pulsera para dominarlos a todos, como en el relato de Tolkien.
http://tradiciondigital.es/wp-conten...3%ADndice3.jpg
La Pulsera del Pescador | Tradición Digital
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Re: Habemus Papam - Francisco I
El Papa arremete contra los que prefieren "tener un perrito, dos gatos" en lugar de hijos
Francisco: "Hay cosas que a Jesús no le gustan, o sea los matrimonios estériles por elección"
Fidelidad, perseverancia y fidelidad, claves de un matrimonio cristiano
Redacción, 02 de junio de 2014 a las 16:55
El Papa Francisco criticó hoy a los matrimonios que prefieren no tener hijos, a los cuales la "cultura del bienestar" -que se ha propagado en los últimos 10 años- los ha convencido que es mejor tener gatos y perros.
Francisco presidió en la capilla de la residencia vaticana de Santa Marta y en la cual participaron unas 15 parejas con 25, 50 y hasta 60 años de casados.
"¡Es mejor no tener hijos! ¡Es mejor! Así tú puedes ir de vacaciones a conocer el mundo, puedes tener una casa en el campo, tú estás tranquilo'... Pero quizá sea mejor - más cómodo - tener un perrito, dos gatos, y el amor va a los dos gatos y al perrito", indicó.
"¿Es verdad o no esto? ¿Lo vieron ustedes? Y al final este matrimonio llega a la vejez en la soledad, con la amargura de la mala soledad. No es fecundo, no hace lo que Jesús hace con su Iglesia: la hace fecunda", agregó en el sermón, pronunciado en italiano.
Durante el mismo reflexionó sobre los tres pilares que, desde el punto de vista de la fe, deben sostener el amor de los esposos: la fidelidad, la perseverancia y la fecundidad.
Estableció que la perseverancia en el amor debe darse en los momentos bellos y en los momentos difíciles, cuando hay problemas con los hijos o problemas económicos.
http://www.periodistadigital.com/ima...atrimonios.jpg
Precisó que el verdadero amor persevera, va adelante, tratando siempre de resolver las cosas para salvar a la familia. De esa manera el hombre y la mujer se levantan cada mañana y llevan adelante la familia.
"Hay parejas que miran a Jesús y toman fuerza de la fecundidad que él tiene en su Iglesia. Mientras, al contrario hay cosas que a Jesús no le gustan, o sea los matrimonios estériles por elección", ponderó.
Fuente: Francisco: "Hay cosas que a Jesús no le gustan, o sea los matrimonios estériles por elección" :: Vaticano :: Religión Digital
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Re: Habemus Papam - Francisco I
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Hyeronimus
...Pero lo que no me podría sospechar es que apareciera la pulsera modelo color-gay, tipo adolescente rebelde y con ligeros toques new-age. Ya se sabe que estas pulseritas son una monada y que se encuentran por doquier. Las hay también que llevan añadidos ciertos aditamentos de brujería medicinal que quitan el reúma o que disminuyen la artrosis espiritual. Todo muy mono y revelador de lo que tenemos y padecemos.
http://tradiciondigital.es/wp-conten...06/images2.jpg
Por eso propongo que se la llame
la pulsera del pescador, para que de ese modo se pueda recuperar algo de las antiguas tradiciones. Seguro que pronto descubrirán algunos, que San Pedro llevaba algún brazalete o esclava que le diera suerte en sus viajes y que le había regalado su suegra después de la curación de las fiebres.
A ver... este tipo de críticas que, en esta ocasión está haciendo Fray Gerundio, no puedo compartirlas. Amén de que me parecen un poquito fuera de tono.
Se puede criticar a Francisco porque, desde un punto de vista teológico, a algunos nos parezca que dice cosas demasiado heterodoxas o ambiguas, se puede criticar a Francisco por su actitud tan excesivamente mediática (un poco al estilo del líder de los de PODEMOS), o se le pueden criticar tantas otras cosas.... Pero centrar esta vez las críticas en que si a Francisco se le ha visto que lleva una pulserita de cuero a la moda del momento, ya me parece excesivo. Pulseritas de ese tipo las lleva
muchísima gente hoy en día (yo no las llevo, porque las detesto). Pero, las hay de "color-gay, tipo adolescente rebelde y con ligeros toques new-age", como las que describe con tantísima dosis de mala leche el artículo, con "añadidos de brujería que quitan el reúma" o "dan suerte en los viajes" (sigo citando...), e incluso las hay de las que algunos aseguran que sirven para "dar testimonio de tu fé" (¡¡ohhh...!!):
http://tudiocesis.files.wordpress.co...pg?w=584&h=413
Lo cierto, es que yo estoy bastante hasta ahí mismo de este rollito de las puñeteras pulseritas. Las hay de todos los tipos... Y la cosa, hasta incluso, va por barrios. En cada barrio se ven distintos modelitos. Al menos las de Francisco tienen gracia y no parece que se las hayan regalado comprando La Gaceta.
Un saludo
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Re: Habemus Papam - Francisco I
De acuerdo que en comparación con otras cosas más graves la cosa es mínima. De todos modos, en un papa no son convenientes esas tonterías. Y menos todavía cuando ha abandonado cosas mucho más importantes en materia de atuendo, liturgia, protocolo, etc., cosas todas que tienen su simbología y su importancia.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
POLÍTICA CLERICAL vs. POLÍTICA RELIGIOSA
Ya resulta demasiado transparente (incluso más que la sotana blanca de Francisco, que deja ver como al desgaire sus pantalones negros) la intencionalidad toda política de los actos promovidos por la Santa Sede, como así también de algunas entre las desconcertantes palabras que lanza el pontífice a rodar, no menos que de sus silencios. Sobre la dirección predominantemente política que puede alcanzar un pontificado -complicada en pulseadas, en zigzagueos, en asuntos de imagen y en índices de popularidad-, el de Juan Pablo II fue lo bastante aleccionador como para desayunarnos recién hoy de cuánto pueda hipertrofiarse esta esfera, que fuera con acierto llamada la de la «Cenicienta del espíritu». Quizás queriendo relanzar al Papado como a fuerza capaz de terciar eficazmente en las disputas sublunares (cosa siempre menos frecuente desde el maldito día de la Ruptura protestante, evidenciándose un progresivo repliegue de la potestad temporal del Papa con hitos funestos como la invasión napoleónica de los Estados Pontificios, y aun la garibaldina), lo cierto es que el papa polaco acentuó esta voluntad de que la Iglesia tuviese parte protagónica en los destinos políticos del orbe, arrimando a las tesis mundialistas (one-worlders) la impronta cristiana, aunque deslavazada por los inevitables compromisos del caso.
«Si Bossuet le hubiese gritado a Luis XIV como san Ambrosio a Flavius Teodosius Magnus, se hubiese evitado la Revolución Francesa. Si el padre Lachaise le hubiese dado un tirón a Luis XV como san Juan Nepomuceno al otro rey bohemio, todavía era posible ahorrar al mundo el Terror y la Guillotina [...] Solamente el poder espiritual, representado en los países católicos por la Iglesia, puede posibilitar con su función normal -y en nuestros tiempos con salidas heroicas- la que llaman fecunda revolución desde arriba, que es hoy día lo único para evitar la infecunda revolución desde abajo» (Castellani). Si esa revolución «desde arriba» no tiene hoy ni visos de probabilidad, esto es sencillamente porque la política religiosa (fundada en el llamado clamoroso a la metanoia) le cedió toda iniciativa a la política clerical, hecha de pactos, de recortes, de concesiones recíprocas entre las partes. Ahí están las flores de Paulo VI a la ONU con motivo del vigésimo aniversario de la creación de este organismo, que para aquél representaba nada menos que «el camino obligado de la civilización moderna y de la paz mundial... Los pueblos del mundo recurren a las Naciones Unidas como última esperanza de concordia y paz».
Que no estamos ya en los días de la Unam Sanctam es cosa bastante evidente. Pero que el Obispo de Roma se conceda habituales injerencias -y jamás en el sentido de una «política religiosa», sino apenas regiminosa- en las turbiedades democráticas de su país, de las que no se sale sino con nuevos tiznes, es una prueba de la degradación de la política incluso clerical. Que debiera llamarse ya cloacal, como parece denotarlo a toda hora la marcha de la administración implícita -y la manifiesta- de los asuntos que convocan a la Iglesia a expensas del «efecto Francisco». Ahí está el ominoso silencio de los obispos gallegos ante una nueva ley local de promoción de las aberraciones sexuales, la más reciente muestra de muchos otros traspiés que tienen por actores a hombres de la Jerarquía. Y ahí está la nueva efigie de político católico, Matteo Renzi, reciente ganador de las elecciones europeas, de quien se ha ponderado «el éxito de una versión de catolicismo eficiente y compasivo, simpático y simple, que hoy, en la época del papa Francisco, es quizás el único catolicismo potable». Sandro Magister, a propósito de la "clave pluralista" que se le alaba a Renzi, precisa que ésta «es la que le consiente a él y a otros católicos de nueva generación llegados al poder el sostener con tranquilidad la fecundación artificial heteróloga, el matrimonio entre personas del mismo sexo, la adopción de hijos por parejas homosexuales y otros semejantes "derechos" [...] Aparte del clima del papa Francisco, estos nuevos políticos católicos se benefician del giro consumado en el vértice de la Conferencia Episcopal Italiana, donde el nuevo secretario de nómina papal Nunzio Galantino teoriza el desplazamiento de acento de la defensa de la vida y la familia a la promoción de instancias más "sociales" como trabajo y salud».
In exspectatione
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Por eso decía, que después de las cosas importantes en materia de atuendo, liturgia, protocolo, etc. que tienen su simbología y su importancia, esta cuestión de la pulserita casi ya me parece algo nimio. Y mucho más importante aún me parecen las ambigüedades que comete de vez en cuando en materia teológica frente a musulmanes y judíos. Esas cosas, sí que me exasperan... Y no digamos nada lo que me llega a cabrear ese catolicismo "eficiente, compasivo, simpático y simple" que se está poniendo de moda entre la gentes de bien. ¡Frente a ese catolicismo sí que entono el "Dies Irae" con alegría!. Pero, tampoco le echaría toda la culpa de eso a Francisco.
Ya sabemos cuál es el estilo de Bergoglio... monta en metro, lleva zapatos viejos, se hospeda en hoteles baratos, etc, etc... Y se para a rezar frente al muro que los judíos han construido para masacrar a los palestinos. Hay algunos gestos de Francisco que me conquistan. A un Papa que tiene el valor de hacer lo que érl ha hecho en Palestina, frente al muro de la vergüenza que han construido los infames israelitas, le perdono alguna de estas cuestiones más o menos nimias como la de las pulseritas.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
No vamos a ponernos a discutir por una pulsera. Aquí lo importante es lo siguiente: Está muy bien que Bergoglio diga cosas positivas en política. Pero olvidáis que la principal función de un pontífice no es hacer política sino la Doctrina y justo lo que debería ser más importante es lo que se está cargando. Cuando las élites mundiales dispongan un nuevo Papa, se habrá profundizado en la destrucción de la Doctrina y del discurso político no se va a acordar ni su tía.
La Doctrina Tradicional católica es un estorbo para la globalización y lleva mucho tiempo y mucha planificación calculada destruírla. En cambio los discursitos políticos son solo opiniones personales y mañana mismo un nuevo Papa podría opinar otra cosa.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
El Papa, a la vanguardia
Fray Gerundio
Este título es evidentemente ambiguo y de doble sentido. Nos podemos referir con él a la entrevista que el Papa ha concedido al periódico catalán del mismo nombre, pero también a esa divinización popular del Pontífice –me temo que autoconscientemente procurada-, que lo ha presentado ante la Cristiandad como el que va delante de todos los procesos, progresos e intentos de acelerar lo que se ha llamado la modernización de la Iglesia. Ya se sabe lo que esto quiere decir: modernizar la Iglesia supone que hay que dar por terminada la funesta etapa en la que se denunciaba el pecado personal. Gracias a Dios, ahora han descubierto los sabios exegetas y moralistas que hoy en día todos los pecados son sociales, y sobre todo, los cometen los demás. Basta con echar un vistazo a los sermones diarios para comprobar que la corrupción (de los otros, claro), el capitalismo, la inmigración, el paro… y un largo etcétera son los auténticos pecados contra los que hay que luchar desde la Sede de Pedro. El aborto, la homosexualidad, la impureza, el adulterio son peccata minuta, nunca mejor dicho. Y como ya se sabe (según Francisco) lo que dice la Iglesia sobre eso, pues no hay que insistir más en ello. Enfoquémonos sobre la ecología y aprovecharemos mejor el tiempo.http://tradiciondigital.es/wp-conten...3%ADndice4.jpg
Pues bien, nos encontramos esta semana con la susodicha entrevista, emitida también por televisión. Eramos pocos y parió la abuela, solían decir los antiguos. Cada nueva entrevista lleva aparejada una nueva equivocidad, de tal modo que quien la lee suele interpretarla según sus intereses. Como era de esperar, las palabras ambiguas de Francisco sobre el proceso separatista, han suscitado el entusiasmo de los propios y el encanto de los extraños. Decir que es comprensible la secesión si ha habido anteriormente un episodio de fuerza, es lo mismo que darle la razón a los separatas catalanes (tan dolidos ellos por la fuerza que los ha mantenido esclavizados durante siglos), mientras que los ingenuos lo interpretan como si fueran palabras definitorias y condenatorias del dichoso proceso. Al final, todos acaban diciendo: El Papa nos ha dado la razón. Y puede que sea verdad.
Yo les explicaba a mis novicios modernistas, que lo que el Papa opine sobre el conflicto Cataluña-España (tal como maliciosamente preguntaba el periodista judío de turno), viene a tener el mismo valor que si yo predicara el domingo en misa sobre las paperas de la vaca lechera en época estival. Ni tengo autoridad para ello, ni a la gente le importa. Y por supuesto, no está dentro de mi misión. Ya hay expertos que puedan opinar sobre esto. Pero sin embargo, hubiera sido muy bonito que el Papa aprovechara la pregunta malévola, para hablar de la unidad secular de la España cristiana desde siglos inmemoriales, capaz de haber llevado a cabo una evangelización monumental, en la que también participaron catalanes ilustres que nunca tuvieron el menor rencor contra los españoles, por la sencilla razón de que ellos eran españoles y se sentían así. Claro que entonces no había obispos modelo Don Oppas que vendían su primogenitura en Barcelona o Tarragona o Girona por un plato de lentejas independentistas. Imagínense ustedes quién va a aspirar al cardenalato en Barcelona con espíritu españolista. Lo desollarían vivo antes de empezar el canto de entrada. Ya hubo antecedentes en el nombramiento de don Marcelo hace lustros y Roma se asustó.
Pero bueno, a lo que voy.
El caso es que entre tantos melindres y chucherías de la entrevista, hay algo que me ha llamado poderosamente la atención, por lo petulante, doctoral y engolado. Es un intento de parecer que no se habla de uno mismo, cuando las palabras denuncian perfectamente las maniobras que dejan adivinar la presuntuosidad e inmodestia del entrevistado. Esto sucede en muchas entrevistas y no va a ser menos en la que nos ocupa.
Cuando al final de la entrevista (el final siempre es interesante porque sale a colación alguna chorrada de fin de fiesta), el periodista pregunta: Usted está cambiando muchas cosas. ¿Hacia qué futuro llevan estos cambios?, la contestación es de lo más sugerente:
No soy ningún iluminado. No tengo ningún proyecto personal que me traje debajo del brazo, simplemente porque nunca pensé que me iban a dejar acá, en El Vaticano. Lo sabe todo el mundo.
Bueno, la verdad es que esto me parece algo, humm… digamos… que no se corresponde con la verdad….
Vamos a ver: Todo el mundo sabe que el cardenal Bergogglio, a punto ya de retirarse, estaba dando clases de italiano un par de meses antes de la renuncia de Benedicto XVI. Y ya se va conociendo más a fondo que todo estaba programado, a falta solamente de que el Espíritu Santo diera su conformidad, o al menos dejara actuar a los picarones de la comedia. Eso por un lado.
Por otra parte, si uno llega a una Institución sin un proyecto personal, lo primero que hace es respetar lo establecido. Y una Institución tan venerable como la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, merecía que se la hubiera tratado con algo más de respeto y de veneración por sus ancestrales costumbres. Es cierto que el Papado llevará siempre una cierta huella de la personalidad de quien lo sustenta: supongo que así ha ocurrido a lo largo de los siglos. Pero desde luego, la sistemática y atropellada desconsideración hacia costumbres, modales, formas, procedimientos, conductas y opiniones de todo lo anterior, es sin duda un Proyecto Personal, así como suena. Porque si no lo hubiera, al menos habría permanecido algo en pie.
Fue el francés Luis XIV quien dijo la famosa frase El Estado soy yo. No se cortó un pelo al pronunciarla y no tuvo que disimular. Y desde luego el Papado es monárquico y absoluto, aunque ahora, con disimulada careta democrática, se ha convertido en absolutista en sentido negativo: para hacer un cambio radical de todo lo anterior, para poner la doctrina moral patas arriba, y para hacer ver que la Iglesia ha estado actuando mal hasta ahora. Si esto no es un proyecto personal, que venga Dios y lo vea.
Yo por eso les he dicho a mis novicios que aprendan a leer las entrevistas. Las que conceden los políticos, suelen ser embusteras y falsas (pues dependen del electorado); las de los famosos, también suelen ser mentirosillas (pues dependen del dinero que les paguen para que den una noticia sorpresa de divorcio, adulterio, embarazo o cotilleo). Respecto a las que van concediendo los Pastores, pues…. ¡que vayan sacando consecuencias!
El Papa, a la vanguardia | Tradición Digital
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Re: Habemus Papam - Francisco I
FRANCISCO Y LA SANTÍSIMA EUCARISTÍA
«El problema del hombre consiste en la adoración,
y todo el resto está hecho para darle luz y substancia»
Romano Amerio
Esta vez Francisco ha considerado oportuno no participar de la procesión del Corpus, que todos los años para la fecha respectiva encabezan los pontífices, uniendo a pie la basílica de san Juan de Letrán con la de Santa María la Mayor, distante un kilómetro y medio la una de la otra. Según el padre Lombardi, estoico portavoz de las desconcertantes decisiones papales, el Santo Padre habría desistido de hacer el itinerario "para evitar el cansancio en función de sus próximos compromisos", en especial el viaje previsto para dentro de dos días a Cassano sul Ionio, en Calabria. Habiéndose barajado la obvia posibilidad de que cubriese el trayecto a bordo del papamóvil, evitando el tener que caminar, Lombardi abundó que Francisco prefirió esquivar esta opción "a fin de que, según el espíritu de la celebración de hoy, la atención de los fieles se concentre en el Santísimo Sacramento, expuesto y llevado en procesión". Con razón el blogue messainlatino acompaña estas desopilantes explicaciones con el horaciano risum teneatis.
Hubo visible pena entre los fieles, entre ese popolino romano adicto a la presencia del Pastor supremo, que sólo en contadísimas ocasiones faltó a esta cita desde que Urbano IV instituyera en el año 1264 la fiesta del Santísimo Cuerpo de Cristo. Ni un Juan Pablo II atacado de Parkinson avanzado, ni un León XIII a sus noventa y tres años dejaron de estar junto a la Custodia en este tránsito solemne en el que el Señor es públicamente reverenciado por las calles de la Ciudad Eterna.
Es de creer que hechos como este induzcan a muchos a engaño, presentándolos como la enésima muestra de la presunta "libertad cristiana" del pontífice, capaz de desairar las expectativas de aquellos hombres demasiado apegados a rituales y ceremonias. Pero este desdén no debe entenderse como una perfecta imitatio Christi ni mucho menos: si el Señor desestimó las prescripciones farisaicas, ello es por la sobrecarga humana que había en éstas, tanto que asfixiaban lo que de divino podía aún subsistir en el culto judío. Este caso es muy otro: se trata ya de la presencia misma del Señor en el Augusto Sacramento por Él instituido, que nunca podrá rodearse de veneración excesiva, siendo que es Él quien todo lo excede con su soberana presencia.
http://it.arautos.org/view/resource/...ge=9445&size=2
Acuciante actualidad cobran entonces las palabras de Pío XII: «no es extraño que la Iglesia, desde sus orígenes, haya adorado el cuerpo de Cristo bajo las especies eucarísticas, como se ve en los mismo ritos del augusto sacrificio, en los que se prescribe a los sagrados ministros que adoren al Santísimo Sacramento con genuflexiones o con inclinaciones profundas» (encíclica Mediator Dei). Y es que «conviene adorar la Eucaristía no sólo con culto interno, sino también externo; porque es conveniente que adoremos con aquel modo de adoración que sea conforme con nuestra naturaleza, que consta de cuerpo y alma, por los signos corporales de genuflexión, postración, inclinación, etc., que la piedad interna anima» (Gregorio Alastruey, Tratado de la Santísima Eucaristía).
Creemos que esta deserción, junto con la persistente y jamás explicada actitud de permanecer de pie -y nunca de rodillas- tras la consagración, otrosí junto con la reducción de la Misa in coena Domini al solo lavatorio de los pies, sirven dolorosamente a recapitular todos los ulteriores atropellos del Obispo de Roma (los verbales y los gestuales, que ya ¡ay! le conocemos). Los glosan a suficiencia, trágicamente los explican: todos vienen a confluir en este sombrío punto focal.
In exspectatione
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Re: Habemus Papam - Francisco I
No juzguéis y no seréis juzgados
Fray Gerundio
Esta enjundiosa sentencia, fue pronunciada por el Señor. Aparece concretamente en el evangelio de san Mateo -capítulo 7-, y también en otros evangelistas. Parece evidente que con ella nos quiere decir Jesús, que no nos precipitemos en juzgar a los demás, porque al fin y al cabo todos vamos a terminar siendo juzgados por Dios. Y en la misma medida que seamos jueces exigentes y abruptos con el prójimo, nos estamos labrando el que Dios lo sea también con nosotros. Paralelamente dejó dicho también el Maestro: Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso. Me parece que hasta un niño de catequesis (de las de antes), puede entender esto con toda claridad.
La teología moral de siempre (no la de ahora, que lo pone todo en duda), nos decía al hablar del octavo mandamiento, que los juicios temerarios son aquellos que se emiten sin el suficiente fundamento. Queriendo voluntariamente hacer daño, o bien teniendo la imprudencia y la excesiva ligereza por consejeras. Son pecado grave contra la justicia. Y nos dice Santo Tomás, que más vale engañarse muchas veces teniendo un buen concepto de un hombre malo, que hacerlo pensando mal de un hombre bueno (S. Th. II-II, 60, 4 ad 1).
Sobre algo de esto ha predicado el Papa esta semana. A propósito del pasaje de la pajita en el ojo ajeno o la viga en el propio, ha hecho un discurso de los suyos sobre el tema en cuestión. Pero habría que hacer algunas aclaraciones, siempre necesarias en el batiburrillo dialéctico de Francisco, dicho sea con todos los respetos. No sé si esto le suele pasar porque no estudia (dicen algunos que nunca estudió), o porque predica según le va insuflando “el espíritu”, pero claro está que con tanta homilía espontánea en Santa Marta, es difícil tener la precisión del Aquinate. Aún así, se puede vislumbrar por dónde van los tiros.
Veamos algunas de las felices expresiones, entresacadas del texto del noticioso vaticano:
Por eso, quien juzga se equivoca, simplemente porque toma un lugar que no es para él. Pero no sólo se equivoca, también se confunde (…) Confunde la realidad, es un fantasioso. Y quien juzga acaba derrotado, termina mal, porque la misma medida será usada para juzgarlo a él.
Jesús, delante del Padre, ¡nunca acusa! Al contrario: ¡defiende! Es el primer Paráclito. Después nos envía al segundo, que es el Espíritu Santo. Él es el defensor: está delante del Padre para defendernos de las acusaciones. ¿Y quién es el acusador?
En la Biblia, se llama ‘acusador’ al demonio, a Satanás. Jesús juzgará, sí: al final del mundo, pero mientras tanto intercede, defiende…En definitiva, quien juzga es un imitador del Príncipe de este mundo, que va siempre detrás de las personas para acusarlas delante del Padre.
Aparte de que me hace cierta gracia esta definición de primer paráclito y segundo paráclito, tan modernista ella (Raymond Brown la espetó en sus libros), he de confesar que mis neuronas frailunas no alcanzan a comprender estas palabras, que rezuman una vez más ambigüedad y falta de claridad doctrinal, rozando la falsedad -si es que se analiza el texto con cuidado-.
Todo el mundo sabe que un juicio verdadero, es el coincide con la realidad objetiva. Tan fácil como esto. Y la realidad objetiva del pecado la pone el pecado mismo, que ha sido además declarado como tal por Dios. Si yo veo a Pepito robando y digo: “Pepito está robando”, no estoy haciendo ningun juicio temerario, sino que estoy exponiendo un hecho que se puede ver. Vamos, lo que siempre se expresó en el castellano clásico diciendo pillar a uno con las manos en la masa. Entonces, puedo decir con toda tranquilidad y veracidad: “El que roba está en pecado, porque está transgrediendo el séptimo mandamiento”.
De modo similar, si la homosexualidad ha sido condenada como pecado en la Sagrada Escritura, el que comete ese pecado objetivamente, el que se enorgullece de ese pecado públicamente, el que practica ese pecado ante todos y se jacta de ello, es pecador. Si lo acuso de pecador, no estoy faltando a la caridad. Por supuesto que no habrá que juzgar de sus intenciones, porque esas solamente las conoce Dios, pero habrá que denunciar como pecado esas acciones concretas.
Cualquiera podría hacer esto, aunque es evidente que no a todo el mundo le corresponde la labor de denuncia sistemática del pecado. Lo tendrá que hacer de modo especial el Pastor de almas, si es que quiere llevarlas a buenos pastos y no darles gato por liebre. Y no digamos en el caso del Papa, que se supone que es Pastor de toda la Cristiandad (no sólo de Roma), y tiene el mandato específico de confirmar en la fe a sus hermanos. El Papa no podrá decir en público que Fulanito es homosexual. Por prudencia y caridad. Pero sí que podrá –y deberá- denunciar que la homosexualidad es pecado. Y que todo el que esté en esa situación está en pecado y debe arrepentirse y dejar de pasear sus vergüenzas en el Orgullo Gay de turno.
Resulta extraño que diga el Papa que Jesucristo no acusa, cuando el mismo Señor se propone como acusador de todos aquellos que le nieguen delante de los hombres: A quien me niegue delante de los hombres, yo mismo lo negaré ante mi Padre que está en los cielos. Lógico: Por que el que niega a Jesucristo delante de los hombres lo está negando objetivamente, y el mismo Señor no hace distingos de si tenía o no buena voluntad al negarle.
Resulta extraño que diga el Papa que no podemos acusar de ninguna de las maneras, cuando vemos que el mismo San Pablo dice a los Corintios esta frase tan singular:
Os escribí en la carta que no tuvieseis trato con los fornicarios. No digo con los fornicarios de este mundo en general, o con los avaros, ladrones o idólatras, pues entonces tendríais que salir del mundo. Mas lo que ahora os escribo es que no tengáis trato con ninguno que, llamándose hermano, sea fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho o ladrón; con ese tal, ni siquera toméis bocado. Pues ¿qué tengo yo que juzgar a los de afuera? ¿No es a los de adentro a quienes habéis de juzgar? A los que son de afuera los juzgará Dios. ¡¡Quitad al malvado de en medio de vosotros!! (1 Cor. 5, 9-13)
Claro que San Pablo no había leido al cardenal Kasper. Ni parece que tenía excesiva misericordia. Aunque me cuesta creer que el Apóstol de los Gentiles sea un imitador del Príncipe de este mundo, si atendemos a lo que dice Francisco.
De todos modos, en modo alguno me encaja que el Santo Padre utilice con tanta misericordia la ausencia de juicio para los homosexuales -¿quién soy yo para juzgar a un homosexual si tiene buena voluntad?-……
……y al mismo tiempo juzgue con tanta violencia –incluso verbal-, a los mafiosos. Véanlo si no, en las palabras pronunciadas en el viaje a Calabria esta misma semana:
“Los que en su vida tiene el camino del mal, como son los mafiosos, no están en comunión con Dios, ¡están excomulgados!”,
Uno de mis novicios, entusiasmado con estas acusaciones del Papa a los mafiosos, me quiso tomar el pelo diciendo que si yo estaba de acuerdo con ellas. Yo le respondí: ¿Y quién soy yo para juzgar a un mafioso, si tiene buena voluntad y busca a Dios? De hecho, muchos mafiosos seguro que colaboran en las obras de la Iglesia y bautizan a sus hijos, y se relacionan con cardenales, y reciben condecoraciones de la Iglesia. Justamente como los homosexuales de las parroquias gays de California o de Nueva York… ¿Por qué no condenar a unos y -extrañamente por el contrario-, sí condenar a otros? ¿No puede ser que haya cierto populismo y cierto oportunismo en etas diferentes actitudes?
Definitivamente, no lo entiendo. Yo creo que el Papa debe condenar tanto a homosexuales como a mafiosos. A no ser así, se expone a que su magisterio doctrinal quede al albur de las simpatías personales. Y si es que quiere repartir misericordina, entonces que la reparta para todos.
http://tradiciondigital.es/wp-conten...06/images4.jpgMafioso “de buena voluntad”
No juzguéis y no seréis juzgados | Tradición Digital
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Re: Habemus Papam - Francisco I
“No estoy interesado en convertir a los Evangélicos al Catolicismo”: Papa Francisco.
“No estoy interesado en convertir a los Evangélicos al Catolicismo. Quiero que la gente encuentre a Jesús en su propia comunidad. Hay tantas doctrinas en las cuales nunca estaremos de acuerdo. No gastemos nuestro tiempo en ellas. Más bien, tratemos de mostrar el amor de Jesús”
Papa Francisco
[Según lo cita textualmente Brian C. Stiller (a la derecha del Papa en la imagen), Embajador Global de la Alianza Mundial Evangélica, en su recuento, Jul-09-2014, de un reciente almuerzo con el Pontífice del cual fue partícipe. Traducción de Secretum Meum Mihi] Visto en SMM, 12-Jul-2014.
STAT VERITAS: “No estoy interesado en convertir a los Evangélicos al Catolicismo”: Papa Francisco.
Una llaga mas se abre en el Cuerpo Místico de Cristo. Pedro sale de Roma. Camina alejándose de Ella. Pedro no quiere saber mas.
Pax.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
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Re: Habemus Papam - Francisco I
La apostasía de Roma, imparable de momento “No estoy interesado en la conversión de los Evangélicos al catolicismo”
Ver fuente Aquí
Francisco, que pronto predicará en una iglesia pentecostal en Roma – planea ofrecerles “una disculpa de mi iglesia por el daño que ha traído a su congregación.”
(No hay nada dicho sobre si los Pentecostales se disculparán por su propagación de la herejía.)
En cualquier caso, Bergoglio, no quiere tener nada que ver con esa tontería solemne conocida como nueva “evangelización.”, él le dice a un no católico que no tiene intención de tratar de convertirle.
El hereje pentecostal, preguntado, comenta los dichos de Bergoglio de la siguiente manera:
En el almuerzo le pregunté Papa Francisco cuales eran sus sentimientos para el evangelismo. Sonrió, sabiendo lo que estaba detrás de mi pregunta. Su comentario fue: “Yo no estoy interesado en la conversión de los evangélicos al catolicismo. Quiero que la gente encuentre a Jesús en su propia comunidad. Hay tantas doctrinas que nunca estarán de acuerdo. No vamos a gastar nuestro tiempo en ello. Más bien, tenemos que mostrar el amor de Jesús “.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Lo dijo? No lo dijo? Lo dijo pero no lo quiso decir? Lo quiso decir y dejó que lo dijeran?
Las ipsíssima verba de PP Franciscus serán difíciles de recomponer. O no. A lo mejor (que será lo peor) aparece un día un codicilo con todos los off the records francisquistas aclarados con nota al margen. ¿Por qué no? Después de todo lo visto y oído en un año y pico de francisquismo, cualquier cosa puede pasar.
Pero que pase no significa que esté bien. Este pseudo-magisterio de entrevista, de grabadora, de cháchara de compadres, hoy con un moro, mañana con un rabino, ayer con protestante, esas formas no se corresponden con lo que es. Sigo sospechando - razonablemente - que él no ha asumido lo que es, quizá porque no quiere ser lo que debe ser. Me cuestiono si un día tomará auto-consciencia papal y asumirá otras formas esencialmente consecuentes.
Cuando se publican esas emanaciones francisquistas, se ven luego en la obligación de negar lo afirmado y de poner tope a la bola que rueda cuesta abajo. Pero es difícil hacer creer que la bola no se echó a rodar con una premeditada patada, para hacer lío... Después de haber venteado ciertos principios, es imposible recoger los vientos.
Supongo que sabrán Uds, que me estoy refiriendo a esta entrevista oficiosa y a la oficial negación de dicha entrevista.
El baile es un paso adelante con giro a izquierda y derecha, y otra vuelta, y otra vez paso adelante con más vueltas. Y así, desmarcándose del paso firme y recto. Pero moviéndose, con ese bandeo giratorio, hacia un determinado objetivo, cada vez más próximo.
Hay ciertos temas recurrentes preocupantes (por recurrentes), como el celibato y el clero casado, que vuelven a salir una y otra vez, sin profundidad (porque no es profundo), sólo como algo que está en la mesa, sobre el tapete, y se juega con ello, y se sabe qué se quiere hacer, y se están poniendo los medios para hacer algo, y por eso sale a colación y se deja que lo saquen.
Son - parece ser - sus formas. Así procede, con esa táctica de rebotica, de trascoro, de camarilla.
Y si hubiera dicho o hecho algo notable...
Pero hasta ahora, lo más notable, es la vulgaridad, un tedioso empobrecimiento general. Con aplausos (todavía).
+T.
EX ORBE
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Lo siento por el idioma, pero creo que es una buena noticia que conviene tener en cuenta, aunque no nos tranquilice del todo.
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Austrian bishop: Pope Francis told me ‘gender ideology is demonic’
andreas laun , pope francis
VATICAN – Pope Francis strongly condemned “gender ideology” in a private conversation with Austrian Bishop Andreas Laun earlier this year, the bishop related in a recent essay.
In doing so, the pope follows in the footsteps of his predecessor, Pope Benedict XVI. Nearing the end of his pontificate, the pope emeritus spoke twice about gender ideology as “a negative trend for humankind,” and a “profound falsehood,” which “it is the duty of pastors of the Church” to put the faithful “on guard against.”
http://lifesite-cache.s3.amazonaws.c...nd-incence.jpg “In response to my questioning, Pope Francis said, ‘Gender ideology is demonic!’” Bishop Laun wrote in his essay, adding that the pope was not exaggerating in his comment. Steve Jalsevac/LifeSiteNews.com Bishop Laun, auxiliary bishop of Salzburg, wrote about the words of Pope Francis in March in an essay for the German Catholic news publication Kath.net. Bishop Laun told LifeSiteNews that he met the pope briefly on January 30 as part of the Austrian bishops’ ad limina visit, a meeting with the pope that bishops must do every five years. Laun added that he was the last of the bishops to speak with the Holy Father.
“In response to my questioning, Pope Francis said, ‘Gender ideology is demonic!’” Laun wrote in his essay, adding that the pope was not exaggerating in his comment. “Indeed, gender ideology is the destruction of persons, which is why Pope Francis was justified in calling it demonic,” he said.
Artículo completo: Austrian bishop: Pope Francis told me ‘gender ideology is demonic’ | News | LifeSite
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Los que somos menores 30 años no recordamos bien pero ¿alguna vez con Juan Pablo II se vivió algo así?
Pax.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Yo tengo 55 (en unos días cumplo 56), y puedo afirmar que Francisco sólo llevaba unos meses en el trono de San Pedro y ya había hecho más daño que todos los papas posconciliares anteriores juntos. No, nunca se ha vivido nada semejante.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
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NovoHispano
Los que somos menores 30 años no recordamos bien pero ¿alguna vez con Juan Pablo II se vivió algo así?
Pax.
En mi opinión sí. Lo que pasa es que antes nadie protestaba.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
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Kontrapoder
En mi opinión sí. Lo que pasa es que antes nadie protestaba.
Quizá una de las consecuencias positivas de las formas chuscas de Francisco es que algunas personas se empiezan a plantear que el Papa es cuestionable en ciertos temas. Cosa que hasta ahora era pedir peras al olmo.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Digamos que Francisco ha rebajado el papado, aún más todavía que sus antecesores posconciliares (excepción hecha, con todas las reservas que se quieran, de Benedicto XVI que a mi juicio ha sido un vaso de agua fresca en mitad de un desierto), a la condición de parodia del papado verdadero. Un mero espectáculo dicharachero de narices de payaso y conciertos multitudinarios brasileiros...
De todas formas, yo, que tengo casi los mismos años que Hyeronimus, opino como él... que "Francisco sólo llevaba unos meses en el trono de San Pedro y ya había hecho más daño que todos los papas posconciliares anteriores juntos". Y que por mucho que digamos que antes la gente no se quejaba tantísimo, quizás también era porque no se veía tan clara la charanga y la pandereta pontificias. Y es que, como también dice Hyeronimus, nunca jamás se ha vivido nada semejante a las mil y una tonterías que ha hecho y dicho Francisco.
https://fbexternal-a.akamaihd.net/sa...&sw=800&sh=418
Un saludo
______________
P.D.: Y es que, con jerarquías como éstas, ¿qué esperábamos que saliera de un cónclave?.
http://www.youtube.com/watch?v=rCnhl0aP0hY
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Re: Habemus Papam - Francisco I
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Re: Habemus Papam - Francisco I
VER-GON-ZO-SO este Bergoglio sonso. ¿Quién tiene que pedir perdón a quién? Los herejes, a Dios y a la Iglesia, y volver al redil.
Francisco pide perdón por las persecuciones de los católicos a los pentecostales.
http://2.bp.blogspot.com/-EqFhsdYvj4...-francesco.jpg
Noticia sobre la histórica visita de un Papa exclusivamente a un “pastor” protestante.
Papa pide perdón por las persecuciones de los católicos a los pentecostales.
El papa Francisco pidió hoy perdón por las persecuciones cometidas por parte de católicos a los pentecostales, en su viaje a la ciudad italiana de Caserta (sur), donde se reunió con su amigo y pastor evangélico Giovanni Traettino.
Es una visita calificada ya de histórica pues se trata de la primera salida que realiza un papa desde el Vaticano fuera de Roma expresamente para encontrarse con un pastor protestante.
“Entre las personas que han perseguido a los pentecostales también hubo católicos: Yo soy el pastor de los católicos y os pido perdón por aquellos hermanos y hermanas católicos que no han comprendido y han estado tentados por el diablo”, afirmó el pontífice argentino.
Jorge Bergoglio ya estuvo el pasado 26 de julio en Caserta para celebrar una misa en honor a la patrona Santa Ana ante 200.000 católicos, según refirieron los organizadores.
Ahora, Francisco ha regresado para reunirse con la comunidad de pentecostales de esta ciudad situada al norte de Nápoles y celebrar un encuentro con unos 350 protestantes provenientes de todas partes del mundo.
Según medios locales, el obispo de Roma instó a los cristianos a estar unidos en la diversidad.
“El Espíritu Santo crea diversidad en la Iglesia. La diversidad es bella, pero el propio Espíritu Santo hace también la unidad, para que la Iglesia esté unida en la diversidad: para usar una palabra bella, una diversidad reconciliadora”, señaló.
El máximo representante de la Iglesia católica también pidió a los cristianos que ayuden a los débiles y a los necesitados, y que caminen, dijo, al lado de Dios.
“No comprendo a un cristiano que está quieto, el cristiano debe caminar. Hay cristianos que caminan por al lado de Jesús, pero en cierto momento no caminan a la presencia de Jesús. Esto es porque son cristianos que confunden el caminar con el andar, son errantes”, subrayó.
Tras el acto, que ha durado cerca de hora y media, el papa ha almorzado con la comunidad, indicó la Santa Sede en un comunicado.
Francisco ha salido esta mañana en helicóptero desde la Ciudad del Vaticano y ha aterrizado en Caserta hacia las 10.15 horas (08:15 GMT), según refirió el Vaticano.
Lo ha hecho en el helipuerto de la Escuela de Suboficiales de la Aeronáutica Militar italiana en el Palacio Real de Caserta y posteriormente se ha dirigido en coche hasta la casa del pastor, donde ha permanecido unos momentos.
Tras esta conversación privada, ambos religiosos fueron en coche a la iglesia evangélica de la reconciliación de Caserta, donde algunos fieles curiosos aguardaban la llegada de Bergoglio.
Francisco les ha saludado durante unos instantes antes de entrar en su interior, donde se ha celebrado la reunión lejos de las cámaras y en estricta intimidad.
STAT VERITAS
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Re: Habemus Papam - Francisco I
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Hyeronimus
"El Espíritu Santo crea diversidad en la Iglesia. La diversidad es bella, pero el propio Espíritu Santo hace también la unidad, para que la Iglesia esté unida en la diversidad: para usar una palabra bella, una diversidad reconciliadora".
No sabía yo que entre las funciones del Espíritu Santo estuviera la de crear diversidad en la Iglesia. Es decir que, gracias a Francisco, ahora ya sabemos que la herejía luterana no fué tal, sino otra manifestación del Espíritu Santo sembrando por el mundo un poco de 'diversidad creadora'. ¡Güauuuu...!, qué New Age suena ésto. ¡Estoy pletórico de contento!. Voy a poner en el tocata la vieja música del maestro ascendido George Harrison, voy a encenderme un canutillo y una de esas cañitas de incienso (a ver si todavía encuentro alguna de cuando era jovenzuelo). Y voy a sentarme en la postura del loto (a ver si me acuerdo...) para meditar sobre este hermoso mantra que nos ha traido el gran gurú Francisco...
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Re: Habemus Papam - Francisco I
La otra visita a Caserta
Si un Papa iba a Caserta (si hubiera ido), iría a ver a SS MM los Reyes de Nápoles y las Dos Sicilias. Un precioso eco borbónico que, imposiblemente, ni pasó ni ha pasado, porque cuando un Papa ha ido a Caserta, no ha sido para ver al rey (que no hay, ¡ay!) sino para visitar a un pastor protestante, un herejete pentecostal. (Ahora, con toda justicia ciceroniana, conviene que declamemos gravemente el 'O tempora, o mores', a coro).
La cosa no tiene gracia, ni es para parodia. Pero, como nos hemos acostumbrado a las promiscuidades ecuménicas, los besos a todos y las sonrisas ubicumque, que el Papa de Roma compadree con un hereje no sólo no escandaliza, sino que parece bien. Y todos aplauden.
En su estilo, según acostumbra, PP Franciscus también ha hablado, ha dejado en Caserta unas cuantas confusas frases que hoy recogen los medios y mañana no sé si pasarán a la crónica pontificia francisquera. Digo que no sé si serán recordadas en la AAS porque no suenan bien (a los piadosos oídos, como decíase antaño). Me refiero a estas palabras:
"El Espíritu Santo hace la diversidad en la Iglesia y esta diversidad es tan rica, tan bella; pero después, el mismo Espíritu Santo hace unidad. Y así la Iglesia es una en la diversidad. Y para usar una palabra bella de un evangélico, que yo quiero mucho: una diversidad reconciliada por el Espíritu Santo". (leer en Zenit) ¿Qué quiere decir esto? Puesto que se dice en un meeting entre católicos y protestantes pentecostales, sin ulteriores explicaciones que aclaren un sentido católico y ortodoxo, lo que parece decirse es que los cismas y las herejías son simple diversidad creada por el Espíritu Santo (Kyrie, eleison!!); que el pecado de la heterodoia y el cisma son una especie de juego (Kyrie, eleison!!) del Espíritu Santo que después construye con la diversidad de los fragmentos alegres y polícromos mosaicos eclesiales (Kyrie, eleison!!).
Obviamente, las glosas oficiales al sermoncete ecuménico de Caserta se aplicarán a explicar rectamente las palabras francisquistas, palabras dichas en el calor de la emoción y el entusiasmo del momento, palabras dichas sin papel, improvisadas, frescas, de iglesia de ventanas abiertas. Y el repertorio habitual de notas a pie de páginas y off the record.
A propósito, podríamos preguntarnos - entre otras muchas cuestiones - dónde queda la Dominus Iesus ratzingeriana etc. etc. etc. Pero esos tiempos con documentos de luz y esperanza ya han pasado. Parece que ha pasado toda una época, tan lejos estamos (o nos están llevando).
Ahí quedó, pues, en la Caserta real sin reyes, la equívoca prédica papal-francisquista.
Estremece pensar que el que habla es el Cabeza Visible de la Iglesia. Esa Iglesia en la que, sin distingos, parece considerar que están todos, como si la amistad fuera el pase infalible para ser y estar en la Ecclesia Domini.
+T.
EX ORBE
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Re: Habemus Papam - Francisco I
“Las diez máximas para obtener la felicidad”, según Francisco.
http://4.bp.blogspot.com/-QlGs6YpxOr...+Francisco.jpg
Como ha dicho el propio pontífice: “Verdaderamente no concedo entrevistas, pero porque no sé, no puedo, es así. No me resulta fácil hacerlo” (22-Jul-2014, ver aquí). Pues bien, este pontífice que no concede entrevistas salvo excepciones aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, y aquí, ha concedido otra excepcional entrevista al periódico Clarín, la cual ha salido publicada en la Revista Viva, 27-Jul-2014.
(Los resaltados en negrita, son nuestros)
Francisco íntimo
Mano a mano con el hombre más influyente del mundo
Texto: Pablo alvo (pcalvo@clarin.com) / enviado especial a Roma
Fotos: Anna-Karin / AP / AFP
Le conté al oído que la hebilla había perte*necido a un soldado que peleó en Malvi*nas, que la había en*contrado en la turba de una trinchera cuando fui a las islas a hacer una nota, hace 15 años, y que la guardé desde entonces. A Francisco le cambió la cara. Veníamos riéndonos de San Lorenzo, nuestro amor en común, y de una bandera que le hicieron en la cancha, pero apenas tocó ese vestigio de la guerra su mirada se disparó hacia el pasado. Francisco se aferró a la hebi- lla de corre apara colgar cantimploras, y se la llevó a los labios para besarla, como besa una cruz. “Gracias por esto, muchas gracias”, dijo el Papa, que sabe que la herida de 1982 sigue abierta y que sus invocaciones al diálogo, por más que la reina Isabel haya ido a regalarle un whisky y los foros internacionales lo reclamen, no han dado resultado.
Verlo en la intimidad de la Casa San*ta Marta es una experiencia impactan*te. Francisco se guarda la hebilla en un bolsillo porque el pequeño objeto tie*ne futuro de recuerdo. La Argentina le queda a dos años de distancia, pues re*cién volverá para el Bicentenario de la Independencia, en 2016, pero el nom*bre del país se le cuela a cada rato en su verba obligada a atender lo universal. Hay un rito que anuncia su llegada,
el alumbramiento total de una sala que, segundos antes, ya parecía total*mente iluminada. La intensidad de los kilovatios hace más evidente el enro*jecimiento de sus mejillas, acaloradas este verano europeo como las pinturas de la Capilla Sixtina, que han comen*zado a sufrir la erosión de los alientos de tantos turistas que colman el lugar.
Los pulmones de Francisco buscan el oxígeno como los solitarios buscan el amor. Silba el pecho que se escuda detrás de una cruz de plata, a la que el Papa se aferra con una mano mientras conversa y con las dos cuando busca inspiración.
Me presentan como “un hijo de trabajadores” y él siente curiosidad. Es*toy frente al hombre que gobierna el mundo cristiano apenas armado con biromes Bic, una roja y otra azul, con el mismo único traje de hace 18 años, y un anotador que empieza a acumu*lar garabatos indescifrables, porque es imposible desviar la mirada: él mira todo el tiempo a los ojos y establece un lazo que está pero no se ve.
Atino a decirle que la única carta que le traigo es la de la señora que cui*da a mi hijo desde hace 13 años y ayuda en mi casa:
-Está conmovida porque usted, que atiende a reinas y “grandes” jefes de Estado, un día les dedicó palabras cari*ñosas alas empleadas domésticas.
- Sí, fue hace un mes porque... voy a hacer una infidencia -contesta Fran*cisco y, en un movimiento inesperado, desabrocha tres de los 33 botones de su sotana marfil, a la altura del pecho, y empieza a escarbar.
Las ocho personas que mirábamos no sabíamos qué buscaba. Ya había di*cho que no le gustaba la comparación con Superman, así que no era el traje con la “S”. Tardaba, hasta que por fin apareció el amuleto: una medalla del Sagrado Corazón.
-Es de una señora que ayudaba a mi mamá a lavar la ropa, cuando no había lavarropas, con la tabla, a mano. Era*mos cinco nosotros, mamá sola, y esta señora venía tres veces por semana a ayudarla. Era una mujer de Sicilia que había emigrado a la Argentina con dos hijos, viuda, después de que su mari*do muriera en la guerra. Llegó con lo puesto, pero trabajó y sostuvo su ho*gar. Yo tenía unos 10 años, hasta que se mudaron mis padres y dejé de verla. Pasó mucho tiempo y un día apareció a saludar por San Miguel. Yo ya era sa*cerdote. Después la volví a perder de vista, pero siempre pedí la gracia de volverla a encontrar, porque, mientras lavaba, nos enseñaba mucho, nos ha*blaba de la guerra, de cómo cultivaban en Sicilia. Era viva como el hambre, cuidaba el pesito, no se dejaba estafar, tenía muchas cosas buenas. En su me*dio italiano y medio castellano, me ha*blaba. Por fin la encontré, ya tenía 80 y tantos, y la acompañé 10 años hasta su muerte. Pero unos días antes se sacó esta medalla y me dijo “quiero que la lleves vos”, y todas las noches cuando me la saco y la beso y todas las mañanas cuando me la pongo, la imagen de esa mujer se me aparece. Era una anóni*ma, nadie la conocía, pero se llamaba Concepción María Minuto. Murió feliz, con una sonrisa, con la dignidad de quien trabajó. Es por eso que tengo mucho cariño a la mujer que ayuda, a las empleadas domésticas, que tienen que tener todos los derechos sociales, todos. Es un trabajo como cualquiera, no debe ser objeto de explotación ni maltrato. Eso que dije para ellas, hace un mes, no estaba en el Angelus origi*nal, me salió del corazón.
-El Angelus del 6 de julio ante la pla- za San Pedro también lo dedicó a los abandonados de la sociedad. Los pá*rrafos parecían componer el cuadro de Antonio Berni llamado Contraste, en el que una pareja de millonarios disfruta de un manjar multicolor mientras a sus pies tirita un mendigo, en blanco y negro. Es de 1977, pero parece pintado ayer, ¿verdad? -le digo, porque sé que los contrastes sociales y algunos tan*gos de Horacio Ferrer lo conectan con el pintor.
-¿Sabe lo que yo pienso de Berni? No entiendo de pintura y sé que es exa*gerado lo que digo, pero, para mí, Berni es el Dostoievski argentino: trabajó la
humanidad y el misterio del hombre como pocos. Los rostros de Berni. No sé si hay mejores que él, eso que lo di*gan los técnicos, pero hoy me sale a mí decir acá que es el Dostoievski argen*tino, un experto en humanidad, que sabe plasmar esa humanidad. Tienen que ver los ojos de los chicos que pinta Berni. Son ojos tristes, sufridos.
A Francisco le duele el crimen sin castigo de la pobreza, el dolor de los humillados y ofendidos.
Sus ojos compungi*dos cambian a brillo cuando le muestro los rostros de los destina*tarios de sus cartas, fo*tografiados en la revista Viva del 9 de marzo, que le doy en mano.
Le llegan montañas de cartas desde los confines del planeta, y él las devuel*ve de a puñados. Está cansado y desli*za que quizá no tenga mucho tiempo para todo lo que quiere hacer. Pero yo lo cruzo, había ido preparado para ese momento:
-Usted siempre repite eso, pero tiene apenas cinco años más que Paul McCartney... ¡y es más famoso que Los Beatles!
Lo estaba invitando a recordar aquel vaticinio pronunciado por John
Lennon en 1966 que decía: “El cristia*nismo desaparecerá, se desvanecerá, se encogerá. Nosotros somos ahora más famosos que Jesucristo”.
¿Cómo reaccionó Francisco? Se rio como el joven profesor de literatura y psicología que era en aquel momento, cuando tenía 30 años.
Aprovecho la música de fondo para intentar otra pregunta simple, o tal vez no tanto:
-Hay una canción de los Beatles que dice All you need is love (Todo lo que necesitas es amor), entonces le que*ría preguntar, a usted que, además de Papa, es técnico químico, ¿cuál es la fórmula de la felicidad?
Francisco vuelve a reír. Y hacer reír aun Papa es una de las cosas más curio*sas que me ha pasado en la vida, sobre todo porque le hablo como les hablo a mis amigos cuando tomamos café.
Y encima contesta, no esquiva la pregunta, y entonces el Papa argen*tino, en esta respuesta puntual y en el resto de la charla, se anima a ensayar una receta para ser feliz. He aquí diez elementos de esa pócima que parece inalcanzable, pero que Francisco con*vida:
1. Viví y dejá vivir. “Acá los romanos tienen un dicho y podríamos tomarlo como un hilo para tirar de la fórmula esa que dice: Anda adelante y deja que la gente vaya adelante’. Viví y dejá vivir, es el primer paso de la paz y lafelicidad.”
2. Darse a los demás. “Si uno se es*tanca, corre el riesgo de ser egoísta. Y el agua estancada es la primera que se corrompe.”
3. Moverse remansadamente. “En Don Segundo Sombra hay una cosa muy linda, de alguien que relee su vida. El protagonista. Dice que de joven era un arroyo pedregoso que se llevaba por delante todo; que de adulto era un río que andaba adelante y que en la vejez se sentía en movimiento, pero lenta*mente remansado. Yo utilizaría esta imagen del poeta y novelista Ricardo Güiraldes, ese último adjetivo, reman*sado. La capacidad de moverse conbenevolencia y humildad, el remanso de la vida. Los ancianos tienen esa sabi*duría, son la memoria de un pueblo. Y un pueblo que no cuida a sus ancianos no tiene futuro.”
4. Jugar con los chicos. “El consumismo nos llevó a esa ansiedad de per*der la sana cultura del ocio, leer, disfru*tar del arte. Ahora confieso poco, pero en Buenos Aires confesaba mucho y cuando venía una mamá joven le pre*guntaba: ‘¿Cuántos hijos tenés? ¿Jugás con tus hijos?’ Y era una pregunta que no se esperaba, pero yo le decía que jugar con los chicos es clave, es una cul*tura sana. Es difícil, los padres se van a trabajar temprano y vuelven a veces cuando sus hijos duermen, es difícil, pero hay que hacerlo.”
5. Compartir los domingos con la familia. “El otro día, en Campobasso, fui a una reunión entre el mundo de la universidad y el mundo obrero, todos reclamaban el domingo no laborable. El domingo es para la familia.”
6. Ayudar a los jóvenes a conseguir empleo. “Hay que ser creativos con esta franja. Si faltan oportunidades, caen en la droga. Y está muy alto el índice de suicidios entre los jóvenes sin trabajo. El otro día leí, pero no me fío porque no es un dato científico, que había 75 mi*llones de jóvenes de 25 años para abajo desocupados. No alcanza con darles de comer: hay que inventarles cursos de un año de plomero, electricista, cos*turero. La dignidad te la da el llevar el pan a casa.”
7. Cuidar la naturaleza. “Hay que cuidar la creación y no lo estamos haciendo. Es uno de los desafíos más grandes que tenemos.”
8. Olvidarse rápido de lo negativo. “La necesidad de hablar mal del otro indica una baja autoestima, es decir: yo me siento tan abajo que en vez de subir, bajo al otro. Olvidarse rápido de lo negativo es sano.”
9. Respetar al que piensa distinto. “Podemos inquietar al otro desde el testimonio, para que ambos progresen en esa comunicación, pero lo peor que puede haber es el proselitismo religio*so, que paraliza: ‘Yo dialogo contigo para convencerte’, no. Cada uno dialo*ga desde su identidad. La Iglesia crece por atracción, no por proselitismo.”
10. Buscar activamente la paz. “Es*tamos viviendo en una época de mu*cha guerra. En África parecen guerras tribales, pero son algo más. La guerra destruye. Y el clamor por la paz hay que gritarlo. La paz a veces da la idea de quietud, pero nunca es quietud, siem*pre es una paz activa.”
“Bienaventurados los que buscan la paz.” Usted va por ahí. El abrazo de las tres religiones en el Muro de los La*mentos, la lapicera que le dio al presi*dente ucraniano para que firmara el fin de hostilidades, el llamado al diálo*go en Venezuela lo ponen en camino a ganar el Nobel de la Paz. No le pido que aventure el final del cuento, pero como usted es un hombre despojado, me in*triga saber qué haría con el millón de dólares que otorga ese premio, adonde lo destinaría.
-Es un tema que no entra en mi agenda, le digo la verdad. Nunca acep*té doctorados y esas cosas que ofrecen, sin despreciar. Ni se me ocurre pensar en eso, y menos (se ríe) voy a pensar qué haría con esa plata, con toda fran*queza. Pero evidentemente, prescin*diendo de un premio o no premio, creo que todos tienen que estar comprome*tidos con el asunto de la paz, hacer todo lo que uno puede, lo que puedo hacer yo desde acá. La paz es el lenguaje que hay que hablar.
Francisco pide darle una oportuni*dad a la paz y, mientras acaricia otra vez su cruz, pienso que, al final, Lenon y él no estaban tan distantes.
Carlos Luna, un viejo exiliado ar*gentino que vive en Suecia y fue el gestor de este encuentro en el Vatica*no (ver página 34), me había sugerido que la candidatura del Papa al Nobel de la Paz ha pasado filtros previos a la decisión. Que de los 2.500 candidatos iniciales quedaron 10, y que entre ellos estaría el argentino. Final abierto.
La guerra y la paz es la dualidad que desvela a Francisco. Sobre las con*secuencias actuales, le comentó que hay 25.300 niños solos por el mundo y que, según la última estadística de las
Naciones Unidas, hay 33,3 millones de desplazados en sus propios países y 16,7 millones de refugiados, en total un millón más que en la Segunda Gue*rra Mundial. Carlos Luna advierte que los perseguidos podrían constituir la población entera de un continente.
El gesto papal cambia, se agudiza:
-Vos hablaste de chicos solos... Hoy día, los traficantes de la migración que pasan por Centroamérica y México a los Estados Unidos y llevan gente es*tán llevando chicos solos. Los padres los mandan a amigos de allá, porque no pueden ser expulsados. Les aseguran un futuro pero se rompe el vínculo, es durísimo. Y acá también, me dicen que en los barcones que llegan a las costas sicilianas, calabresas, llegan chicos so*los, mandados por los padres a amigos, los trae un vecino, porque sus padres no pueden.
Los seis suecos —de nacimiento o por adopción— presentes en la re*unión comentan que en los últimos años Suecia recibió a 800 mil inmi*grantes, sobre una población de 9,5 millones de habitantes.
Francisco agradece la histórica hos*pitalidad de Suecia con los exiliados políticos de la Argentina y contrapone esa postura a la que tienen hoy otros países vecinos: “Europa tiene miedo”,
dice el Papa, que llora cuando en los ma*res naufragan las cáscaras de nuez que transportan a miles y miles de personas desesperadas por huir de sus países y encontrar un futuro; o cuando las cu*chillas de los alambrados españoles desgarran la piel de los que trepan para caer del lado de menor injusticia social.
Pasa el mundo por la charla en la Casa Santa Marta, que es la residencia que eligió Francisco pa*ra vivir, más modes*ta que los aposentos de los papas ante*riores, aunque con vista privilegiada a la cúpula de la Basílica de San Pedro, donde cobran cinco euros para subir 551 escalones y ver la ciudad de Roma como la vio Miguel Ángel.
Me ha tocado un inmejorable asien*to, justo enfrente de Francisco. Puedo ver sus zapatos negros, su reloj de malla negra debajo de la manga izquierda y el viaje de su mirada hacia arriba de mi cabeza, no porque le llamen la atención mis canas sino porque tengo sobre mí la imagen de la Virgen Desatanudos. Ella está acompañada por ángeles, uno que le alcanza una cinta repleta de nudos tensos y otro en el lado opuesto que la recibe ya alisada, sin los pliegues del dolor, la tristeza y la soledad. Una paloma con las alas abiertas en lo alto representa al Espíritu Santo. Y allí se posa por segun*dos la mirada de Francisco.
No ha sido fácil su día. Por la maña*na, recibió a seis jóvenes que sufrieron abusos sexuales por parte de curas y obispos pedófilos, condenó esas prác*ticas “execrables” y su encubrimiento como ningún otro papa lo hizo en el pasado y les pidió a las víctimas “hu*mildemente perdón”.
Los diarios italianos, además, die*ron cuenta de reacciones de la mafia calabresa contra Francisco, quien ha*bía tenido la valentía de ir a Calabria semanas atrás para anunciar que sus capos estaban excomulgados.
Y acaba de cambiar al presidente del banco del Vaticano, que pierde beneficios pero intenta mejorar en transparencia. No por nada el Papa le dice a quien se le acerca: “Rece por mí”.
Francisco ha suspendido los paseos en el Papamóvil este mes, debido al ca*lor. Pero vive cada día con igual inten*sidad: madrugón, rezo, lecturas, misa, siesta breve, audiencias, una hora a solas frente a la cruz, cena liviana. En comidas, sólo gasta seis euros por día.
Roma es un im*perio de pétalos blancos que caen de los árboles y tienden alfom*bras al paso del caminante. Es un atractivo natural que pelea en belleza con las ruinas acu*muladas durante 3.000 años de poder militar, incendios y gladiadores.
Hay aquí más argentinos que esta*tuas del escultor Gian Lorenzo Bernini y varios se ponen la camiseta de la Se*lección para saludar a Francisco desde la plaza San Pedro, durante el Angelus de los domingos al mediodía.
Una profesora de tango pide “buena onda y unidad” para el país. Un viajan- te de Comodoro Rivadavia agradece la elección “milagrosa” de Bergoglio co*mo Papa. Y un inmigrante de San An*tonio de Padua, que hoy vive en Como, ruega que nunca le falte el trabajo.
Los tres se emocionan cuando Fran*cisco aparece por la ventana, pronun*cia oraciones sagradas y se despide con un saludo mundano: “Buona Dome- nica e buon pranzo. Arrivederci”, que quiere decir: “Buen domingo y buen almuerzo. Hasta la vista”.
Incluso para los que no son católi*cos, Francisco actúa como un imán, señala Claudio Palombo, taxista con
parientes en la Argentina que tuvo la ocurrencia de improvisar recorridos con toques de argentinidad. Su auto se mete por callecitas adoquinadas que llevan al Grand Hotel de la Minerve, que en 1846 alojó al general José de San Martín y a su hija Merceditas.
Suena Libertango en la Piazza Navona y la Fuente de los Cuatro Ríos -el Danubio, el Nilo, el Ganges y el Río de la Plata- queda envuelta por los acor*des de Astor Piazzolla.
Al Papa porteño lo han dibujado con un bandoneón sobre la falda y su rostro aparece en remeras, pósters, llaveros y postales. Hasta en el asfalto lo pintan en arte efímero y, a la vez, inolvidable.
Francisco casi no menciona a Dios. En los 77 minutos que dura la charla, sólo pronun*cia su nombre en tres ocasiones, dos para el llamado a proteger la naturaleza y una al leer en voz alta el título de mi libro so*bre San Lorenzo de Almagro: “Dios es cuervo”, repite, y se ríe.
La palabra que más invoca Jorge Bergoglio en estos días es “paz”. Sabe que en Medio Oriente ha vuelto a estallar la violencia y que en las últimas semanas se han producido más de 200 muertes, entre ellos chicos y jóvenes inocentes del conflicto entre israelíes y palesti*nos. Se acomoda el casquete blanco Francisco cuando repasa los flagelos de la guerra. Y acepta que sus llama*dos a dialogar son escuchados, pero no suficientes.
-Lo que puedes hacer desde acá es mucho. Tu palabra, tu energía, do*minan todo el planeta. Son las leyes del Universo puestas en movimiento -trata de entusiasmarlo Carlos Luna.
-Es verdad -contesta Francisco-, pero en un tiempo corto...
El Papa cumple este 27 de julio 502 días al frente de la Iglesia y le quedan dos años para regresar a la Argentina.
Por eso le regalo una camiseta de San Lorenzo con triple sentido, pues tiene la consigna “Me verás volver”, que en este caso es por él, por el tango de Gardel y por el futuro retorno del club santo al barrio de Boedo.
Le llevo también mensajes de afec*to de sus compañeros de secundaria, quienes me confiaron la antigua exis*tencia de un loro vecino a la escuela que en medio del silencio gritaba: “Vi*va Perón, carajo”, para diversión de los alumnos en clase.
-Los muchachos, mis compañe*ros químicos, buenas personas -dice Francisco con melancolía, mientras toma en sus manos la foto de Oscar Crespo, Abel Sala, Hugo Morelli y Alberto D’Arezzo, más un mail que le mandó Francisco Spinoso, todos con ganas de darle un abrazo.
Francisco les explica a los ciudadanos suecos que a los argentinos “nos individualiza el mestizaje, la mezco*lanza de sangre, pues nos nutrieron las co*rrientes migratorias de posguerra, de Italia, España, Polonia, Rusia, Alemania. También de Suecia. La Iglesia Sueca está en la calle Azopardo, cerca del puerto”. Se refiere al templo evangélico luterano que está en Azopar*do 1428, en el barrio de San Telmo.
Le reunión está por terminar, pero Francisco, que había llegado cansado, luce ahora con una potencia extra, son*riente, dispuesto a sacarse fotos con los visitantes, y selfies si se lo piden.
Ver el movimiento de cámaras y celulares recuerda que hay también aspectos de la tecnología que afectan el diálogo. Aprovecho para la última conversación:
-A veces, hay familias de tres per*sonas que están conectadas a sus celu*lares y no se hablan entre ellas. Así, la historia de Romeo y Julieta no hubie*ra existido, porque Romeo le hubiera enviado un SMS del tipo: “Estoy abajo, asomate”, y el romanticismo se hubiera perdido.
-Es verdad eso, el consumismo te llega a fagocitar el tiempo para vos y a no compartirlo en la mesa familiar. Yo sé que ver televisión es una ayuda, los telenoticieros..., pero comer con el televisor encendido no te permite la comunicación.
El Papa nos regala ocho rosarios, tres blancos para las damas y cinco ne*gros para los caballeros. Y, sin ayuda, recoge de una mesita ratona lo que le llevamos, miel ecológica, pájaros talla*dos a mano de Córdoba, un retrato de su jugador favorito, René Pontoni; una caricatura de Hermenegildo Sábat, que lo hizo junto a otro astro azulgrana, Rinaldo Martino; y un dibujo del artista de Clarín Mariano Vior, donde la silueta del Papa argentino proyecta la sombra de San Francisco de Asís.
A todo le sonrió. Salvo a una cosa, a la hebilla que vino desde las islas del fin del mundo. Se llevó ese pedacito de Malvinas en el bolsillo. Y muy proba*blemente en el corazón.
Comentario:
Brevemente nos detenemos en algunos puntos, porque muchas cosas se podrían decir de este tipo de comunicación por parte de un pontífice. La llamada “receta para ser feliz”, son diez consejos en los que se encuentra totalmente excluido el principal motor que debiera mover a un pontífice para predicar, hablar, comunicar a los hombres: Dios. Y para que no queden dudas de que la exclusión realmente llama la atención, el mismo periodista anota: “Francisco casi no menciona a Dios. En los 77 minutos que dura la charla, sólo pronuncia su nombre en tres ocasiones, dos para el llamado a proteger la naturaleza y una al leer en voz alta el título de mi libro sobre San Lorenzo de Almagro: ‘Dios es cuervo’, repite, y se ríe”.
“El domingo es el día de la familia”, otra afirmación podríamos decir se aleja de lo que siempre ha enseñado la Tradición católica. El domingo es el día del Señor, como su misma etimología lo afirma. Este desvío del sentido católico del día domingo, nos recuerda a la influencia masónica de los gobernantes de la república oriental del Uruguay, que han transformando los días festivos católicos por días “humanistas” y “laicos”, como por ejemplo: la Navidad transformada en “el día de la familia” o la Semana Santa transformada en “semana de turismo”.
También, encontramos otro ataque más al espíritu misionero tradicional que siempre tuvo la Iglesia con esta afirmación, ya repetida en otras entrevistas, del estilo humanismo integral mariteiniano: “lo peor que puede haber es el proselitismo religioso, que paraliza: ‘Yo dialogo contigo para convencerte’, no. Cada uno dialoga desde su identidad. La Iglesia crece por atracción, no por proselitismo.” Lo cual no es otra cosa que más proselitismo hacia el ecumenismo relativista y pluralista.
Y “la ramplonería futbolera que crea la complicidad entre entrevistado y entrevistador ayuda a que el lector envilecido por la prensa no se sienta afuera de la charla y participe de una entrevista como cualquier otra de las que puede ofrecer la revista, frívola y superficial, cuyo destino final es perderse en la mesa de revistas manoseadas de un trajinado consultorio médico. El cronista asocia un Ángelus de Francisco con un cuadro de Antonio Berni. Aquí se introduce –suele ocurrir- la fealdad estética, obra del resentimiento que caracteriza a la izquierda, y Francisco aprovecha para elogiar y hasta comparar insólitamente al mediocre pintor con Dostoievsky (¡!). Agreguemos otro detalle no menor: Antonio Berni fue agente del Partido Comunista Argentino.” (Syllabus, 27-Jul-2014)
Con lo cual, nos terminamos encontrando con un discurso chato, de corte totalmente humanista, el cual, podría haber sido pronunciado por un masón, sin el más mínimo vestigio del Dios católico, del Dios que murió en la cruz por nuestros pecados.
STAT VERITAS
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Re: Habemus Papam - Francisco I
10 consejos de Fray Gerundio para ser feliz
- Ama a Jesucristo, realmente presente en la Eucaristía.
- Prefiere la muerte antes que cometer un pecado mortal.
- Odia la mentira, la vanidad y la ambición.
- Ama a la Virgen Santísima y reza el Santo Rosario todos los días.
- Arrepiéntete siempre de tus pecados y confiésalos en el Sacramento de la Penitencia.
- Vive la Santa Misa con verdadero amor a Jesucristo y alabanza a la Trinidad.
- Odia y aborrece la impureza.
- No dejes que te maten el alma y escapa del ateismo mundano.
- Vive en Gracia de Dios y piensa siempre en la Vida Eterna.
- No te creas ninguna otra lista que leas por ahí para conseguir la felicidad. Todas son falsas y engañosas. Y algunas, más que otras.
10 consejos de Fray Gerundio para ser feliz | Tradición Digital
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Cita:
Iniciado por
Hyeronimus
10 consejos de Fray Gerundio para ser feliz- Ama a Jesucristo, realmente presente en la Eucaristía.
- Prefiere la muerte antes que cometer un pecado mortal.
- Odia la mentira, la vanidad y la ambición.
- Ama a la Virgen Santísima y reza el Santo Rosario todos los días.
- Arrepiéntete siempre de tus pecados y confiésalos en el Sacramento de la Penitencia.
- Vive la Santa Misa con verdadero amor a Jesucristo y alabanza a la Trinidad.
- Odia y aborrece la impureza.
- No dejes que te maten el alma y escapa del ateismo mundano.
- Vive en Gracia de Dios y piensa siempre en la Vida Eterna.
- No te creas ninguna otra lista que leas por ahí para conseguir la felicidad. Todas son falsas y engañosas. Y algunas, más que otras.
Pues no.... el gran gurú Francisco ha dicho otra cosa que parece salida de cualquier manual de meditación ZEN:
Cita:
Francisco dixit:
http://gums.org.au/wp-content/upload...site-FINAL.jpg
1. Vive y deja vivir.
2. Date a los demás.
3. Muévete remansadamente.
4. Juega con los niños
(no nos ha dicho a qué...).
5. Comparte los domingos con la familia.
6. Ayuda a los jóvenes a conseguir empleo.
7. Cuida la naturaleza.
8. Olvídate rápido de lo negativo.
9. Respeta al que piensa distinto.
10. Busca activamente la paz.
¿Qué hay que hacer para solicitar que nombren papa a Fray Gerundio?. ¿A dónde habría que escribir?.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
El decálogo de la felicidad del Papa Francisco
En un envión de llamas de fuego, níveas palomas y vientos huracanados, el Espíritu Santo se posó sobre el Papa Francisco que ha sorprendido a la Cristiandad toda con el decálogo de la felicidad, o lo diez consejos para ser felices.
A fin de que los lectores del blog puedan ser felices aún más rápidamente, aquí va una versión ilustrada de los diez consejos:
1. Vivir y dejar vivir
http://4.bp.blogspot.com/-8Z4gO7bIrB...ejar+vivir.jpg
2. Darse a los demás
http://4.bp.blogspot.com/-7dzbLace2F...dem%C3%A1s.jpg
3. Moverse remansadamente
http://2.bp.blogspot.com/-SEyeABwX2N...nsadamente.jpg
4. Jugar con los chicos
http://2.bp.blogspot.com/-sl0sMQ3Fnc...os+chicos1.jpg
5. Compartir los domingos con la familia
http://2.bp.blogspot.com/-WfjCw0f0f7...ir+en+flia.jpg
6. Ayudar a los jóvenes a conseguir empleo
http://1.bp.blogspot.com/-dViHZ0wf41...uir+empleo.jpg
7. Cuidar la naturaleza
http://3.bp.blogspot.com/-WYs8H5cLkr...naturaleza.jpg
8. Olvidarse rápido de lo negativo
http://4.bp.blogspot.com/-_RGEXzqvtN...o+negativo.jpg
9. Respetar al que piensa distinto
http://2.bp.blogspot.com/-YSOkpfzUWY...a+distinto.jpg
10. Buscar activamente la paz
http://3.bp.blogspot.com/-_VF90Tsisl...nte+la+paz.jpg
The Wanderer
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Cita:
Iniciado por
Hyeronimus
6. Ayudar a los jóvenes a conseguir empleo
Es una vergüenza lo que G.G.Francisco (G.G. significa 'Gran Gurú'; me niego a llamarle Papa) está haciendo con los Franciscanos de la Inmaculada. ¿Hay mayor prueba de la demolición que este tipo está llevando a cabo en la Iglesia, que el comprobar de qué manera está dinamitando las vocaciones y hasta expulsando a los seminaristas?. Recuerdo algunas viejas discusiones también habidas en este foro, cuando Francisco afirmó no creer en el mismo Dios trinitario en el que creemos los católicos, afirmando que judíos, musulmanes y cristianos adorábamos al mismo Dios verdadero. Ya lo dije en su momento, pero ahora también lo repito: No sabía que judíos y mahometanos creyeran también en la Santísima Trinidad.
A ver si nos damos cuenta, Francisco no es papa. Es solo un gurú de opereta sentado sobre la silla de San Pedro. A que no... perdón, perdón, que también se sienta en ese trono el delantero Lavezzi... ¡Oye, pues mira...!, a lo mejor hasta resultaba este jugador de la Selección Nacional Argentina algo menos corrosivo que Francisco.
Un saludo
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Re: Habemus Papam - Francisco I
El Papa Francisco. I. Hipótesis Elisabetta Piqué
http://2.bp.blogspot.com/-PWYS8UJxwa...0/descarga.jpg
El papa Francisco podrá gustarnos más o menos, pero no cabe duda alguna de que su figura es sorprendente, con toda la amplitud semántica que posee ese adjetivo. Y lo que “sorprende” exige a los sorprendidos la búsqueda de algún tipo de explicación o racionalización del hecho sorpresivo. Es así que quiero proponer algunas hipótesis acerca del Romano Pontífice que intentan, cada una a su modo, una explicación de su figura.
Ellas son:
1) Hipótesis Elisabetta Piqué
2) Hipótesis crítica (esta nos llevará más tiempo)
3) Hipótesis del libreto la que, a su vez, se divide en cuatro subhipótesis:
3.1 Hipótesis de cambio de imagen y,
3.2 Las hipótesis guionadas o narrativas, que también presenta tres posibilidades:
3.2.1 Hipótesis Chance Gardiner
3.2.2 Hipótesis Leonard Zelig
3.2.3 Hipótesis Kiril Lakota.
Comienzo con la más obvia y universalmente aceptada. La denomino la “Hipótesis Elisabetta Piqué”. Para quienes no la conocen, la Piqué es una periodista italiana acreditada ante la Santa Sede, que oficia de corresponsal del diario argentino “La Nación”. Como periodista es bastante holgazana: suele copiar sus notas de otros medios gráficos italianos, como “Il Corriere della Sera” o “Inside the Vatican”, a los que siempre adiciona algún condimento propio. Durante el pontificado de Benedicto XVI eran palos; y durante lo que va del papa de Francisco, flores.
Para esta señora –aunque por su cara, parece más bien señorita- el papa Bergoglio es el gran mago que se encontraba escondido en el fin del mundo y que, de un modo inesperado, irrumpió en la vida de la Iglesia para cambiarla y mejorarla, modernizándola. Esta afirmación se ha establecido como un postulado sólido e inamovible, que no admite ningún tipo de discusión y, a partir del cual, se generan diariamente las noticias, las que, en consecuencia, siempre serán positivas y laudatorias hacia la figura del Pontífice.
Se trata, claro, de una postura totalmente acrítica. Y es muy fácil probarlo. La Piqué anunció con fanfarrias que la primera medida del Papa sería la reforma de la maldita Curia Romana. Por cierto, luego de un año y medio, lo único que ha reformado han sido los nombres de algunas comisiones. Es decir, no ha hecho nada. Sin embargo, la periodista disimula su desconcierto. Por ejemplo, cuando el Papa nombró al cardenal Parolín –un curial hecho y derecho, sin el más leve olor a oveja- como Secretario de Estado, Elisabetta aclaró que el prelado era hijo de un obrero. Los perfumes del agrado de Bergoglio le venían, entonces, de los sudores de su padre, más allá de que toda su vida sacerdotal se había pasado en los dicasterios vaticanos o en los palacios de las nunciaturas papales.
Otra de las grandes reformas iba a hacer Francisco era la del Banco Vaticano. Y la reforma se hizo. El director, que era un financista alemán, le dejó el lugar a un oscuro financista francés, y en la Comisión de Vigilancia, nombró a la señorita Chuoqui, dedicada al lobby internacional en el mundo de las finanzas. La Piqué no supo cómo salir del atolladero, como tampoco supo hacerlo cuando, al festejar la franqueza pontificia al hablar en contra del lobby gay instalado en la Curia, nombró en un altísimo cargo del IOR, a Mons. Ricca, seguramente, uno de los usuarios y beneficiarios más importante de ese lobby.
Aunque el fracaso más resonante del mago sudamericano haya sido la presentación que se hizo de él como el “hacedor de la paz” y el constructor de un “nuevo orden mundial” basado en la equidad y amistad entre las naciones, todo esto a partir del viaje de Francisco a Tierra Santa. Con esos títulos y expectativas fue presentado por la Piqué y por insignes periodistas argentinos como Nelson Castro, que mostraban la foto de Francisco abrazado frente el Muro de los Lamentos con un rabino y un clérigo musulmán como el abrazo de las tres religiones monoteístas que dejaba atrás siglos de incomprensión. Se les olvidada decir que los tres personajes eran argentinos, y para peor, porteños, poseedores de todos los vicios posibles que acarrean ambos gentilicios, y que no son pocos. La cosa es que, un mes después de la revolucionaria visita, israelíes y palestinos se están matando peor que antes. Concretamente, las últimas noticias nos advierten que el conflicto ha recrudecido con una fuerza, violencia y crueldad inusitadas. La Piqué y el Doctor Castro, en silencio.
La hipótesis Piqué se revela débil y puede ser muy fácilmente rebatida, mal que le pese a la periodista y a los bobalicones que la siguen.
No puede, por ese mismo motivo, ser validada.
The Wanderer
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Re: Habemus Papam - Francisco I
El Papa Francisco. II. Hipótesis crítica 1ª parte
La hipótesis crítica intenta explicarnos quién es el Papa Francisco a partir de la reconstrucción de su teología. Para esta tarea utilizaremos el excelente artículo de Maurizio Blondet aparecido en su sitio hace algunas semanas.
Se trata de un texto bastante extenso -y la traducción lleva tiempo-, por lo que publicaré en entregas. Y aquí la primera:
La teología papal. Tentativa de reconstrucción conjetural
Leo en un sitio católico que “la revista internacional de teología Concilium ha dedicado su último número al tema “Del anatema sit al ¿Quién soy yo para juzgar?”, a partir de la famosa frase del Papa Francisco sobre la homosexualidad, pronunciada cuando regresaba de Brasil en junio de 2013.
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Los autores sostienen que las fórmulas y los dogmas no pueden abarcar la evolución histórica, sino que todo problema debe ser ubicado en su contexto histórico y sociopolítico. El concepto de ortodoxia, entonces, es superado o, al menos, redimensionado, porque de otro modo es utilizado como “punto de referencia para sofocar la libertad de pensamiento y como arma para vigilar y castigar”. Definen, por tanto, a la ortodoxia como una “violencia metafísica”. El primado de la doctrina es sustituido por el de la praxis pastoral. (Concilium, 2/2014, p. 11).
Concilium es la revista fundada por Karl Rahner, Hans Küng e Yves Congar, y en la cual “colaboran más de 500 teólogos de todo el mundo”. Nos apresuramos a expresar nuestra gratitud a una revista tan prestigiosa y frecuentada, porque aporta claridad a la doctrina católica que debemos seguir desde que es papa Francisco. Porque no hay duda de que todo lo que está escrito en Concilium refleja el pensamiento del pontífice. Por ejemplo, él mismo dijo hace un tiempo a La Civiltà Cattolica: “Quien busca hoy siempre soluciones disciplinares, quien tiende de una manera exagerada a la “seguridad” doctrinal, quien busca obstinadamente recuperar el pasado perdido, tiene una visión estática e involutiva. Y, de este modo, la fe se convierte en una ideología más”.
Está más o menos claro que Bergoglio considera a la dogmática y a la teología de dos mil años como un peso y un obstáculo a la acción pastoral. Pero el mérito de Concilium es el de desarrollar los pensamientos que el Papa expresa aquí y allá, en homilías perdidas, entrevistas ocasionales, frases coloquiales que muchas veces son dejadas voluntariamente incompletas y a la mitad (del tipo: “Si mañana llegara una expedición de marcianos, y uno de ellos dijese: Quiero el bautismo. ¿Qué cosa sucedería?”). Pero no nos dijo qué sucedería. Afortunadamente, Concilium completa estas frases dejadas a la mitad, rellena los puntos suspensivos, nos proporciona su contenido, explicita aquello que en la teología implícita del Papa no se dice, sino que es dejado en suspenso. Y de este modo, nos permite responder la pregunta que frencuentemente nos hacemos: ¿Cuál es la teología de Bergoglio?
Así como los arqueólogos epigrafistas son capaces de reconstruir inscripciones latinas de lápidas antiguas, donde faltan letras o palabras, también nosotros hoy podemos reconstruir de modo conjetural la teología papal a la cual estamos obligados de obedecer. Gracias a la revista Concilium, una luz de claridad ilumina ciertas acciones del Papa que parecen en contradicción con las palabras.
Algunos no llegan a entender cómo se conjuga el “¿Quién soy yo para juzgar?” con la intervención sin ninguna explicación de los Franciscanos de la Inmaculada, el castigo y reclusión del fundador en su casa. Parece una contradicción. Como ha destacado el vaticanista Sandro Magister, el Papa continuamente “exhorta a no emitir juicios… quien juzga “se equivoca siempre”, dijo en la homilía del 23 de junio en Santa Marta. Y se equivoca, continuó, “porque ocupa el puesto de Dios, que es el único juez”. Se arroga “la potestad de juzgar todo: las personas, la vida, todo”. Y “con la capacidad de juzgar” sostiene poseer “también la capacidad de condenar”.
Sin embargo, “Francisco es papa que juzga, absuelve, condena, promueve, remueve. Pero al mismo tiempo predica que no se debe juzgar nunca, ni acusar, ni condenar”. Ha llevado a cabo una purga sistemática de prelados y teólogos que no eran del agrado de su escuela, desde un Antonio Livi a un padre Cavalcoli; ha removido brutalmente a ministros vaticanos como monseñor Piacenza; ha removido obispos que detestaba en Argentina. ¿No hay contraste? Nosotros no debemos juzgar, y está bien; pero él juzga y lanza juicios.
En sus homilías de Santa Marta nunca pierde ocasión de condenar –sin nombrarlos- a los cristianos hijos devotos de la Iglesia que –como el pobre Mario Palmaro-, han protestado por sus cartas y su entrevista con Eugenio Scalfari, donde colaba frases como “la cuestión para quien no cree en Dios está en el obedecer la propia conciencia”. “Esto es relativismo”, han dicho los buenos cristianos, y este es un error no solamente teologal sino también psicológico: la conciencia de los Scalfari tiene callos; la conciencia no le reprochará nunca nada el Rico Epulón ni al Fariseo, que fueron condenados por Dios.
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Y bien, ¿qué cosa ha hecho el Papa Francisco? Nadie responde, nadie explica ni corrige. Una homilía después de otra, llama a los fieles laicos que lo critican con distintos apelativos: “pelagianos”, “untuosos”, “tristes”, “asustados por el gozo”, “cristianos murciélagos”, los insulta y los condena… pero sin decir precisamente a quiénes alude.
Pero quizás ustedes tomen este modo de actuar como desleal y poco cristiano, y sobre todo en claro contraste con la frase más citada por los aplaudidores medios laicistas: “¿Quién soy yo para juzgar…” un homosexual? Pero en cambio, ahora sabemos, gracias a Concilium, que no hay ninguna contradicción. La frase “yo no juzgo” y la brutal represión sin explicación a los Franciscanos de la Inmaculada, derivan de la misma teología.
Pero busquemos de entender bien lo que es esta teología. Me podría equivocar, pero concluyo que el fundador de los Franciscano ha sido castigado y que su orden ha sido puesta bajo tutela por el hecho de ser ortodoxos y, como explica Concilium, han cometido entonces “violencia metafísica”. Pueden creer que los teólogos o laicos que se acercan a la ortodoxia son removidos, purgados, expulsados de las cátedras pontificias y llamados “murciélagos”, porque se los acusa de usar una dogmática de dos mil años “como punto de referencia para sofocar la libertad de pensamiento y como arma para vigilar y castigar”…
Pero si piensan de esta manera, se equivocarían; no habrían entendido todavía la sutileza y profundidad de la teología bergogliana. El punto que define a tal teología es el de “no dar explicaciones”. Pegar, insultar, remover, sin decir el por qué. Esto es la consecuencia necesaria del hecho que la Iglesia bergogliana se quiere a sí mismo como a-dogmática. Habiendo “superado” los dogmas, no debe nunca más justificar los castigos que conmina acusando a la víctima de cualquier violación dogmática o doctrinal. Si se procediera de otro modo, se volvería al antiguo sistema, en el que la ortodoxia era usada como arma para vigilar y castigar. Hoy se castiga sin expresar el motivo –la consecuencia necesaria de la superación de la doctrina es que los castigos continúen, pero en silencio. No se puede y no se debe dar motivos del por qué.
En la nueva teología a-dogmática, toda la pastoral es caritativa, los bastonazos y castigos se conjugan espléndida y armónicamente con la frase “¿Quién soy yo para juzgar?”. Que se alegre el que recibe los bastonazos: nadie lo está juzgando. No se instruye más ningún proceso canónico, no se eleva una acusación formal y formulada en palabras, a partir de las cuales, el acusado podría incluso llegar a defenderse, pobre murciélago untuoso y triste. Ya no estamos en el tiempo de la Inquisición, los hemos superado! Ahora se dan golpes en la oscuridad, se pega y listo. El golpeado no pide un por qué. El por qué no se puede expresar, no se debe expresar. Es la a-teología a-dogmática la que lo exige.
Esto nos recuerda un poco a los procedimientos estanilistas, en los que castigar con 25 años de lager (“un cuartito” de siglo) o a la muerte no era oficio de un tribunal, sino de una comisión de tres funcionarios del Partido, la así llamada Troika Administrativa. La Troika le aclaraba alegremente al tembloroso ciudadano a quien habían arrastrado delante de ella: no te acusamos de haber hecho nada; te mandamos al Gulag por el hecho de que eres un burgués. Por eso, no tenemos necesidad de encontrar una culpa; nos basta con descubrir tu identidad: eres un burgués y, por lo tanto, un enemigo del proletariado. ¡A Siberia! ¡Un cuartito! Y así se hacía.
Así como el cristiano de base, debe estar hoy constantemente “a la escucha del papa Francisco”, porque está claro que nunca escribirá una verdadera y propia encíclica, no pondrá nunca blanco sobre negro lo que entiende por “verdad”, que estamos obligados a seguir, y por falsedad de la que debemos huir. Tenemos que recabar su doctrina –que se convierte en doctrina de la Iglesia- de sus discursos. Ocasionales. Muchas veces al margen de las intervenciones oficiales.
The Wanderer
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Re: Habemus Papam - Francisco I
El Papa Francisco. II. Hipótesis crítica. 3° parte
¿Querían colegialidad? Aquí tienen colegialidad
La colegialidad fue el caballito de batalla de los innovadores del Concilio. Querían reducir el magisterio monocromático del Papa –el primado petrino era demasiado autoritario-, diluyéndolo en la “colegialidad”, obligándolo a decidir junto a los obispos, casi como un primus inter pares. Apenas fue elegido Francisco, los jesuitas americanos estaban seguros que su hermano convertido en Papa pondría “renovado énfasis en la colegialidad, la colaboración y el liderazgo commpartido con el episcopado en el gobierno de la Iglesia”. Para esto se crearon las Conferencias Episcopales nacionales, un instrumento que, por extraña heterogénesis de los fines, debía dar un estatus de paridad a los obispos en relación con el Papa pero, en cambio, lo que consiguió es hacer de los obispos –cada uno de los cuales es sucesor de los apóstoles- un anónimo dentro de un grupo burocrático… pero este es otro tema. Volvamos a la colegialidad tal como la ha aplicado Francisco, sobre todo, en relación a la Conferencia Episcopal Italiana (CEI). Recordemos que, por muchos años, era el presidente de la CEI quien tenía el discurso inaugural al comienzo de la asamblea anual de los obispos. Demos ahora la palabra a Sando Magister: este año “el cardenal Angelo Bagnasco, que todavía figura como presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, aunque Francisco lo haya desautorizado imponiéndole un secretario general, el cómico Galantino, pidió a Francisco que sea él, el Papa, quien pronunciara el discurso inicial de la asamblea plenaria de los obispos convocada para el mes de mayo, lo que ningún pontífice había hecho antes. El pedido del cardenal, se lee en el comunicado oficial, “ha encontrado la pronta disponibilidad del Santo Padre que le confió que había tenido esa intención”. En efecto, se sabía desde hacía algunos meses que Francisco había decidido dar él mismo el discurso inaugural”.
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¿Qué les parece? A mi, que ya soy viejo y conozco la historia, esto me recuerda un poco a las reuniones del Soviet Supremo bajo el gobierno de Stalin: cuando todos los delegados del Soviet, que debería ser el poder legislativo, frenéticamente, espontáneamente y por unanimidad, se levantaban para pedir, implorar, suplicar al “camarada Stalin” que sugieriese él mismo las decisiones que debían tomar. El camarada Stalin, en un primer momento, se sorprendía, pero enseguida, agradecido y reconociendo que el pedido del Soviet Supremo era de corazón, gustosamente se dignaba a tomar el mando de la asamblea. Entonces, improvisaba un discurso que había preparado hacía ya algunas semanas: lanzaba, quizás, una campaña de represión contra los “saboteadores escondidos en el Partido”. Y entonces, los centenares de miembros del Soviet Supremo se ponían de pie aplaudiendo frenéticamente, durante decenas de minutos. En la URSS de Stalin, el Soviet podía aplaudir también durante horas, sin parar, porque el camarada Stalin, allí presente, observaba y tomaba nota del primero que, dándose aires, se sentaba y dejaba de chocar las manos. Al día siguiente, desaparecía.
¿Es exagerado lo que digo? ¿La acogida de los obispos italianos no habría podido ser producto del terror al porteño, no-juzgador, simpático y manso papa Francisco como era con Josip Vissarionovic Stalin?
Lean lo que dice Magister:
“Desde que él es Papa, la CEI está como esclavizada. Francisco pidió a los obispos italianos que le dijeran cómo preferían que fuese el nombramiento de su presidente y de su secretario: por voluntad del Papa, como siempre ha sido en Italia, o por votación libre como sucede en los otros países. Cuando se dieron cuenta por dónde venía la mano, la intención de casi todos los obispos fue de dejar la nominación a la voluntad papal. Y si él quiere que primero se haga una votación consultiva, se hará, pero en secreto y sin publicación de los votos. Se le dará al papa la urna cerrada y él hará lo que quiera. La CEI es la desmentida viviente de los propósitos de descentralización y “democratización” de la Iglesia atraibuidos a Jorge Mario Bergoglio: el único que hoy está dotado de autoridad efectiva es el secretario general Nunzio Galantino, obispo de Cassanio all`Jonio. Pero su autoridad es puro reflejo de la del papa, que es quien lo nombró”.
Teología de la mala eduacación
Algún diario se ha pregunta acerca de las condiciones de salud del Santo Padre. Y esto porque, en repetidas ocasiones, ha faltado a citas y encuentros, algunos de ellos muy importantes, sin previo aviso y sin explicaciones. Como quizás recuerden, el 22 de junio de 2013 fue esperado inútilmente en el concierto que se daba en su honor organizado con ocasión del Año de la Fe. El 4 de diciembre Francisco canceló bruscamente la audiencia con el cardenal Angelo Scola y con los representantes de Expo-Milano que querían invitarlo al evento. Además, el 28 de febrero, con pocos minutos de anticipación, Francisco postergó la visita al Seminario Romano; una semana antes de partir para Tierra Santa, anuló la peregrinación al Santuario del Divino Amor previsto para el 18 de mayo; el 9 de junio anuló imprevistamente algunas audiencias, entre ellas la que iba a conceder al Consejo Superior de la Magistratura. La última fue un baldazo de agua fría para los numerosos fieles que lo esperaban en el Policlínico Gemelli. Los medios de prensa daban cuenta de esta situación: “Gran desilusión de los presentes que esperaban al Pontífice en el momento del anuncio. El staff del Papa se encontraba ya en el lugar de la visita. El ceremoniero pontificio, Mons. Guido Marini, cuando se le preguntó el motivo de la cancelación de la vista, respondió: “Si no lo saben ustedes…”. El anunció fue dado a conocer por el obispo Claudio Giuliodori, asistente eclesiástico de la universidad católica, explicando que la visita se postergaba. Giuliodori no dio ningún motivo”. Porque no lo sabía nadie, como queda claro, ni siquiera su staff. Para celebrar la misa y leer la homilía que iba a pronunciar Francisco, se buscó al cardenal Angelo Scola…
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Pero todos estos compromisos cancelado sin explicación dieron pie a que algunos medios de comunicación tomaran por cierta la excusa que luego fue dada por el staff papalino (“leve indisposición”) y a preguntarse si el pontífice no estaría gravemente enfermo. Puedo tranquilizarlos con respecto a la salud de nuestro amado Papa: si hace lo que hace, es porque se le da la gana. En la curia de Buenos Aires me han dicho que hacía lo mismo allá cuando era cardenal: una parroquia lo invitaba, sacerdotes y fieles preparaban en evento durante meses, las mujeres se encargaban de una comida festiva, y él llegaba corriendo, decía corriendo la Misa, y se escapaba corriendo, prácticamente sin saludar, sin decir una palabra, dejando a todos desilusionados en torno a la mesa preparada para el festejo. En la curia de Buenos Aires se asombran sinceramente de ver nuevamente a Bergoglio, ataviado con vestiduras papales, y que ¡sonríe! ¡y abraza a los niños! Muchos me lo describieron como un huraño arisco y áspero, un autoritario arbitrario que siempre provocaba más miedo que simpatía, especialmente en la curia, donde podía frustrar carreras y había instaurado un clima de terror. Me lo describieron como un grosero y un mal educado, un rencoroso y, todavía más grave, sujeto a enamoramientos y detestaciones fortísimas, y sin motivo alguno, hacia las personas. A aquel que ama, lo defiende contra toda evidencia y lo promueve contra todo mérito; hacia sus preferidos asume incluso actitudes serviles (“les hace de monaguillo en las misas”); de aquellos que odia, se venga durante años.
Desde los primeros actos de su pontificado, el Santo Padre mostró que se dejaba arrastrar por estas simpatías y antipatías arbitrarias. Todos recordarán el metejón que se agarró con el director de la residencia Santa Marta donde vive, monseñor Battista Ricca, hasta nombrarlo incluso su representante en la cúpula del IOR, el banco vaticano. Recuerda Magister: “Cuando en junio último lo promovió a ese rol, el papa Francisco desconocía el pasado escandaloso de Ricca, durante los años en los que éste era consejero de nunciatura en Argel, Berna y, sobre todo, en Montevideo”, donde convivía con su amante, en la misma sede de la Nunciatura. “La intimidad de la relación entre Ricca y Haari eran tan evidentes que escandalizaron a muchos obispos, sacerdotes y laicos de ese pequeño país sudamericano, incluidas las religiosas que servían en la nunciatura”. Cuando personas de su confianza le informaron al papa Francisco del pasado de Ricca y de su todavía más escandaloso retorno a la carrera, el Pontífice les agradeció, se documentó y prometió que obraría en consecuencia. Pero después de diez meses Ricca es todavía el prelado del IOR.
The Wanderer
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Re: Habemus Papam - Francisco I
El Papa Francisco. II. Hipótesis crítica. 4° y última parte
Al papa Fracnsico le resulta antipático, en cambio, el nuncio apostólico en Italia, Adriano Bernardini: “Es hielo. Jorge Mario Bergoglio lo conoce bien y no se la perdona. Cuando Bernardini era nuncio en Argentina, entre 2003 y 2011, comandaba las filas de la oposición del arzobispo de Buenos Aires”. Bernardini discutía con Bergoglio acerca de sus “valores no negociables” (“Nunca entendí qué era eso de valores no negociables”, ha dicho el papa en una de sus últimas entrevistas). Antipatiquísimo le resulta también el cardenl de Milán Angelo Scola, su competencia en el cónclave: no es casualidad que le multiplique los desplantes, no acuda a las citas y le cancele los encuentros oficiales con él en el Vaticano. También el presidente de la CEI, monseñor Bagnasco, no le gusta para nada, y de hecho lo intervino con Galantino, obispo de una diócesis secundaria, lenguaraz y ventrílocuo del Papa. El error imperdonable de Bagnasco es el de haber querido ser el primero, a la finalización del cónclave, en felicitar a Scola, a quien creía que habían elegido pontífice.
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Simpatías públicas le despiertan, por ejemplo, el cardenal Kasper, a quien alabó en su primer Angelus desde San Pedro, urbi et orbe: “un buen teólogo”. Quienes conocían las ideas de Kasper ya empezaron a darse cuenta de cuál era la teología implícita de Bergoglio. La intención de dar la eucaristía a los divorciados y vueltos a casar viene de él. Y es de allí que, frente a la resistencia y argumentaciones de muchos y serios opositores, Bergoglio dijo: “Si mañana llegara una expedición de marcianos, por ejemplo, y algunos de ellos vinieran y nos pidiera… y digo marcianos, de esos verdes, con la nariz larga y las orejas grandes, como son dibujados por los niños, y uno dijera: Yo quiero el bautismo. ¿Qué cosa ocurriría?”
La respuesta es más simple de lo que parece. Desde hace dos milenios la Iglesia bautiza “marcianos”, aztecas, chinos, caníbales, excazadores de cabezas… lo hace, sin embargo, luego de haberlos instruido en el sentido del sacramento y de haberle transmitido la doctrina católica. Pero con el chiste de los marcianos es justamente a la doctrina católica a la que quería declarar inútil, aludiendo no a los marcianos sino a los divorciados que exigen la Comunión porque sufren discriminación. En efecto, a continuación el Papa explicaba: “El Espíritu sopla donde quiere, pero una de las tentaciones más recurrentes de quien tiene fe es la de embarrarle el camino y de pilotearlo hacia una dirección más bien que hacia otra”. ¿Entendieron? Esto es lo que quiere decir: ciertamente, la Comunión a los divorciados será aprobada, y el Cristo real le será dado a pecadores habituales y no arrepentidos, que se supone que hoy son el Cuerpo social de Cristo, entre el aplauso de los obispos.
De hecho, el obispo de Novara ya se ha descargado contra uno de sus sacerdotes que había explicado que no se puede dar la comunión a los que conviven porque “viven en una continua infidelidad. No se trata de un pecado ocasional, como sería un homicidio, puesto que en este caso falta el deber de emendarse a través de un arrepentimiento sincero y el propósito verdadero y firme de alejarse del pecado y de las ocasiones que conducen a él”. Como era previsible, el diario La Reppublica, del querido Scalfaro, interpreta: “Para el párroco de Cameri, convivir es peor que asesinar”, y se desata el escándalo. Inmediatamente, el obispo del pobre párroco, Mons. Giulio Brambilla, se precipita a comunicar a las agencias “una clara toma de distancia sea del tono como de los contenidos del texto por una inaceptable equiparación entre convivencia/situaciones irregulares y el homicio”. Pero todavía más. Interviene hasta el cardenal Baldisseri, nada menos que Secretario del Sínodo para la Familia quien, para expresar todo su desprecio hacia el pobre párroco de Novara, declara a las agencias: “Es una locura. Se trata de una opinión estrictamente personal de un párroco que no representa a nadie más que a sí mismo”.
¿Cómo se permite decir esto el señor cardenal? Pero no se puede dudar: cuando los obispos y hasta los cardenales se ponen a insultar, con la baba en la boca, a un pobre párroco culpable de haber dicho una cosa verdadera, lo hacen porque se dan cuenta que eso agrada al Papa, que es coherente con el sistema a-dogmático y a-teológico implícito e in fieri con el cual pretende renovar a la Iglesia. Sienten que pueden hacer esta felonía porque el pobre párroco es uno de aquellos a los que Bergoglio acusa de “tender de una manera exagerada a las seguridades doctrinales, en una visión estática e involutiva”. También ellos se hacen ventrílocuos del Papa, sabiendo que atacar a un débil puede incluso ayudarlos en la carrera, visto el nuevo clima.
Es cierto que esta gran pasión y benevolencia para con los que están lejos, el rechazo a juzgar y a castigar, toda la bondad y l comprensión para los Eugenio Scalfari, toda la cálida misericordia para los gay y los divorciados, la bella y santa disposición para poner entre paréntesis la ortodoxia a fin de no irritar a los no creyentes, en definitiva, toda esta delicadeza, tiene luego consecuencias violentas, vilmente represivas y repugnantes: que los obispos se sientan con el derecho a insultar y vilipendiar a sus sacerdotes fieles, que ordenes religiosas sean sofocadas, y en general el resultado es una formidable voluntad de odio, persecución y censura que se ejercita hacia el interior de la Iglesia y contra una parte del pueblo fiel.
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Extraños resultados de la teología progresista y que no se quiere “estática e involutiva”, desvinculada de la “excesiva seguridad doctrinal”, pero abierta y dinámica, pastoral y caritativamente sin límites. Y paciencia, si a este precio se atraen multitudes y masas de nuevos cristianos venidos de afuera, de la incredulidad y de las periferias existenciales, atraídos por la reforma a-dogmática, del “quien soy yo para juzgar” (los maricones). En cambio, sucede esto: cierra Ad Gentes, una histórica revista misionera, porque no vende más, y porque, como escribe el querido padre Gheddo en el último número “las misiones a los gentiles está perdiendo su identidad e interesa cada vez menos, al menos en Italia: parroquias, diócesis, seminarios y el pueblo de Dios. Es difícil encontrar un seminario que acoga voluntariamente a un misionero y le permita hablar a los seminaristas. Los seminaristas son pocos, muy ocupados y las misiones casi no interesan. Hasta el Concilio Vaticano II estaba clara la afirmación de nuestra identidad: ir a los pueblos no cristianos, donde nos mandaba la Santa Sede, a anunciar y testimoniar a Cristo y su Evangelio, del cual todos tienen necesidad. Es cierto que se hablaba también de caridad, de instrucción, de salud, de promoción, de derechos y obras de justicia para los pobres y los oprimidos. Pero sobre todo, emergía el entusiasmo de ser llamados por Jesús para llevarlo a los pueblos que vivían sin conocer al Dios del amor y del perdón. Había entusiasmo por la vocación misionera gozosamente manifestado y por tanto mucho de catequesis, catecumenado, conversiones a Cristo, oraciones y sacrificios por las misiones, del por qué los pueblos tienen necesidad de Cristo, etc. Sobre todo se hablaba de vocaciones misioneras, porque el misionero es un privilegiado que llega hasta los confines de la tierra para cumplir el testamento de Jesús cuando subió al cielo”.
Todo esto desapareción después del Concilio. Hoy, instruidos por la a-teología y la a-dogmática, por los ventrílocuos y por los exégetas de Bergoglio, podemos entender mejor el por qué. Por una parte, si ya la afirmación de la ortodoxia es una “violencia metafísica” con el prójimo no creyente, pensemos qué cosa puede llegar a ser la pretensión de convertir a un pagano. Además, ¿convertirlo a qué cosa? ¿A qué contenidos?
The Wanderer
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Cita:
Iniciado por
Hyeronimus
...si ya la afirmación de la ortodoxia es una “violencia metafísica” con el prójimo no creyente, pensemos qué cosa puede llegar a ser la pretensión de convertir a un pagano. Además, ¿convertirlo a qué cosa? ¿A qué contenidos?
Excelente batería de artículos que culminan con una afirmación (formulada en forma de retórica pregunta) certerísima y terrorífica: ¿Convertir [a un pagano] a qué cosa...?, ¿A qué contenidos?. Y es que todo parece estarse convirtiendo en humo y paja en las manos de Francisco.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Cita:
1. Viví y dejá vivir. “Acá los romanos tienen un dicho y podríamos tomarlo como un hilo para tirar de la fórmula esa que dice: Anda adelante y deja que la gente vaya adelante’. Viví y dejá vivir, es el primer paso de la paz y lafelicidad.”
2. Darse a los demás. “Si uno se es*tanca, corre el riesgo de ser egoísta. Y el agua estancada es la primera que se corrompe.”
3. Moverse remansadamente. “En Don Segundo Sombra hay una cosa muy linda, de alguien que relee su vida. El protagonista. Dice que de joven era un arroyo pedregoso que se llevaba por delante todo; que de adulto era un río que andaba adelante y que en la vejez se sentía en movimiento, pero lenta*mente remansado. Yo utilizaría esta imagen del poeta y novelista Ricardo Güiraldes, ese último adjetivo, reman*sado. La capacidad de moverse conbenevolencia y humildad, el remanso de la vida. Los ancianos tienen esa sabi*duría, son la memoria de un pueblo. Y un pueblo que no cuida a sus ancianos no tiene futuro.”
4. Jugar con los chicos. “El consumismo nos llevó a esa ansiedad de per*der la sana cultura del ocio, leer, disfru*tar del arte. Ahora confieso poco, pero en Buenos Aires confesaba mucho y cuando venía una mamá joven le pre*guntaba: ‘¿Cuántos hijos tenés? ¿Jugás con tus hijos?’ Y era una pregunta que no se esperaba, pero yo le decía que jugar con los chicos es clave, es una cul*tura sana. Es difícil, los padres se van a trabajar temprano y vuelven a veces cuando sus hijos duermen, es difícil, pero hay que hacerlo.”
5. Compartir los domingos con la familia. “El otro día, en Campobasso, fui a una reunión entre el mundo de la universidad y el mundo obrero, todos reclamaban el domingo no laborable. El domingo es para la familia.”
6. Ayudar a los jóvenes a conseguir empleo. “Hay que ser creativos con esta franja. Si faltan oportunidades, caen en la droga. Y está muy alto el índice de suicidios entre los jóvenes sin trabajo. El otro día leí, pero no me fío porque no es un dato científico, que había 75 mi*llones de jóvenes de 25 años para abajo desocupados. No alcanza con darles de comer: hay que inventarles cursos de un año de plomero, electricista, cos*turero. La dignidad te la da el llevar el pan a casa.”
7. Cuidar la naturaleza. “Hay que cuidar la creación y no lo estamos haciendo. Es uno de los desafíos más grandes que tenemos.”
8. Olvidarse rápido de lo negativo. “La necesidad de hablar mal del otro indica una baja autoestima, es decir: yo me siento tan abajo que en vez de subir, bajo al otro. Olvidarse rápido de lo negativo es sano.”
9. Respetar al que piensa distinto. “Podemos inquietar al otro desde el testimonio, para que ambos progresen en esa comunicación, pero lo peor que puede haber es el proselitismo religio*so, que paraliza: ‘Yo dialogo contigo para convencerte’, no. Cada uno dialo*ga desde su identidad. La Iglesia crece por atracción, no por proselitismo.”
10. Buscar activamente la paz. “Es*tamos viviendo en una época de mu*cha guerra. En África parecen guerras tribales, pero son algo más. La guerra destruye. Y el clamor por la paz hay que gritarlo. La paz a veces da la idea de quietud, pero nunca es quietud, siem*pre es una paz activa.”
Lo que nos está diciendo Francisco, el Papa, la cabeza de la Iglesia, es, nada menos, que se puede ser feliz sin necesidad de Dios. Dios es secundario. Hasta el mismo periodista se da cuenta de esto cuando dice que Bergoglio solo menciona a Dios en 3 oportunidades (dos en realidad, porque la broma tonta futbolera no puede contarse).
Recuerdan que hace un tiempo hubo una campaña ofensiva y provocadora, promovida por el infame Richard Dawkins, para poner en los buses la frase "There's probably no God. Now stop worrying and enjoy your life" ("Probablemente Dios no exista, deja de preocuparte y disfruta de tu vida")
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Pues tal vez Francisco no vea nada malo en esta campaña, y quizá esté de acuerdo con el mensaje
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Aquí vemos a Francisco, muy "pancho", junto con sus amigos dentro de uno de esos buses.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
La gravedad del decálogo
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Tengo en cola para publicar en el blog la última de las hipótesis sobre la misteriosa figura del papa Francisco, una excelente reseña de Jack Tollers sobre un libro de Mosebach sobre la liturgia, otra reseña mía sobre una película, un episodio de la vida de Don Gabino a quien tenemos casi olvidado y un comentario sobre la reflotación del caso Grassi y lo que, a mi entender, se podría venir para muchos obispos. Pero Bergoglio sorprende día a día, y mi temor es que, acostumbrados a las bergogliadas, ya no reparemos en la gravedad de las mismas. Me resisto a convertir a este blog en una página de críticas pontificias, pero la gravedad de la hora se impone.
Los “Diez consejos para ser felices” que aparecieron en los medios de prensa durante los últimos días es un caso que no puedo dejar de comentar. Más allá de la vacuidad y superficialidad de lo que dice, conseguida a fuerza del recurso a lugares comunísimos y a referencias propias de un mediocre libro de autoayuda (verbigracia, “Un pueblo que no cuida a sus ancianos no tiene futuro”; “El domingo es para la familia”; “Si faltan oportunidades, caen en la droga, y está muy alto el índice de suicidio de jóvenes sin trabajo”; “La dignidad te la da el llevar el pan a casa”; “La necesidad de hablar mal del otro indica una baja autoestima”, et alii), yo veo un problema de fondo que me asusta.
El decálogo fue expresado en la entrevista de setenta y siete minutos que le hiciera un periodista de la revista Viva del diario Clarín. No vamos a entrar en la conveniencia de que un Papa otorgue una entrevista a una revista de frivolidades e indecencias varias. La cosa es más profunda. Seguramente, el Santo Padre se sentó en su casa de Santa Marta con el periodistas argentino, mate de por medio, y estuvieron poco más de una hora hablando. Hacia el final, quizás el periodista le pidió algunos consejos para ser felices y el Pontífice se despachó con el decálogo de marras. No se trata, ciertamente, de un documento del Magisterio emitido oficialmente por la Santa Sede. Es poco más que una conversación grabada y luego publicada con anuencia del autor. Podemos decir que Francisco compuso su decálogo, no cual Moisés tonante en la cima del monte Sinaí, sino como rápida respuesta de casi lo que fue una conversación entre amigos. En otras palabras, los diez consejos para ser felices le salieron del corazón; habló ex abundantia cordis.
Y aquí está problema. El más elemental sentido común cristiano, el primer pensamiento que le sale a cualquier católico cuando le preguntan sobre la felicidad, es Dios. Para un cristiano, la felicidad consiste en la posesión de Dios; en su inhabitación en nuestras almas; en la gracia. No hay duda de que hay “felicidades” pasajeras y superficiales que resulta lícito buscar: los arenques de Santo Tomás de Aquino y los espárragos de San Juan de la Cruz. Para nosotros, será una velada en familia o con amigos, un whiskey, un buen libro, una pipa, etc. Pero el reflejo de cualquiera de nosotros al que le preguntaran qué hacer para ser feliz, sería una referencia primerísima y básica a Dios: viví en gracia, o nunca pierdas a Dios que vive en tu alma. Después viene el resto.
Se trata, por otro lado, de una cuestión de catecismo básico. Concretamente, de la primera pregunta: “¿Con qué fin fue creado el hombre? Para conocer, amar y servir a Dios en esta vida y gozarle en la eterna”. La felicidad o el gozo consisten en el conocimiento y en el amor de Dios. No niego, y el catecismo tampoco lo hace, las “pequeñas felicidades” que mencionamos más arriba –a las que podríamos agregar: “jugar con los hijos”, “vivir remansadamente” o “Compartir los domingos en familia”-, pero eso no basta; eso no es absolutamente nada comparado con la experiencia de la presencia de Dios en el alma y de su amor.
Por eso, me parece gravísimo que el Sucesor de Pedro, encargado de “confirmar a sus hermanos en la Fe”, proponga a los hombres consejos que no llegan siquiera a los talones de las máximas masónicas que José de San Martín dejó a su hija Merceditas. A ver si caemos en la cuenta de la gravedad de la cuestión: ¿cómo es posible que un Papa proponga un método para ser felices sin mencionar una sola vez – repito, ni una sola vez- a Dios?
Por otro lado, esto lo dijo el Papa a boca de jarro. Es más grave, me parece a mí, que si hubiese sido un texto pensado, porque es lo que le salió del corazón. Si “de la abundancia del corazón hablan los labios”, como dijo Nuestro Señor en el Evangelio, ¿qué lugar ocupa Dios en el corazón pontificio?
The Wanderer
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Re: Habemus Papam - Francisco I
El Papa Francisco. III. Hipótesis narrativa. 1°) La consultora
Nos toca ahora desarrollar la primera de las hipótesis que hemos llamado “narrativas” y que tienen en común la afirmación de que el Santo Padre sigue un libreto que le ha sido asignado. Pero esta “asignación” presenta, a su vez, diversas posibilidades, y la primera de ellas consiste en sostener que el guion de su pontificado le ha sido dado por una especie de consultora internacional dedicada al cambio de imagen de la iglesia católica.
Para quienes no tienen fe, entre los que se incluyen númerosos obispos y cardenales, la Iglesia es una gran multinacional, multimillonaria, que ejerce una importantísima función social en diversos planos y que puede sostenerse en razón de la multitud de sus clientes, o fieles, y del apoyo o alianza con los gobiernos civiles de la mayor parte de los países del mundo. Necesariamente, entonces, la Iglesia –su praxis y su doctrina-, debe ir acompañando la evolución natural de la sociedad y de los clientes que la integran, so pena de empobrecerse y llegar a la extinción, tal como le podría pasar a la Coca Cola o a la Cruz Roja.
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Desde este punto de vista, el pontificado de Benedicto XVI fue un rotundo fracaso ya que, además de su conservadurismo en materia doctrinal –se resistía a adaptar las prácticas de la Iglesia a las nuevas mentalidades o, peor aún, propiciaba un retroceso- se produjo la explosión de los escándalos sexuales y financieros que todos conocemos. La imagen de la iglesia católica caía en picada, perdía clientes de a cientos de miles –y aquellos más valiosos por su cultura y su fortuna: los europeos y americanos-, perdía capacidad de presión e influencia en los ámbitos políticos y económicos y –parecía- se acercaba rápidamente al precipicio de la desaparición.
Frente a esto, un grupo de obispos, principalmente alemanes y americanos, decidieron hacer lo que hace cualquier CEO de una multinacional haría: contratar una consultora a fin de conseguir asesoramiento para revertir la situación. El consejo habría sido: cambio de imagen de la iglesia católica. Esto implicaba, en primer lugar, sacar al papa Benedicto de escena, puesto que su imagen jamás iba a poder ser revertida, y colocar a otro pontífice que siguiera “el libreto” que esta consultora habría diseñado a fin de cambiar el rumbo desastroso que había tomado la iglesia.
Este grupo de cardenales se habría movido, entonces, en ese sentido. En primer lugar, lograr la renuncia de Benedicto, lo cual no era empresa fácil, pero posible, y quedó demostrado. Podrían haber apretado por muchos lados pero –y esta no es más que mi opinión-, se habrían dado cuenta que la debilidad del papa alemán era su preocupación de cumplir con perfección germánica su ministerio. La solución venía en crearle una serie de situaciones que le mostraran que las cosas se le iban de las manos y que ya no era capaz de cumplir. Necesariamente, entonces, debía renunciar. ¿Cuáles fueron esas situaciones? Muchas: el robo de documentos por parte de su mayordomo (no podía confiar en nadie); la detonación permanente de casos de pedofilia por parte de miembros del clero, lo cual lo apesadumbraba; la publicación en todo el mundo del tráfico y lavado de dinero por parte del banco vaticano y otros escándalos financieros; los más que turbios manejos de la Curia Romana, acrecentados por la torpeza de su Secretario de Estado, el cardenal Bertone; las dos famosas cajas que contenían los documentos de la investigación interna y que, misteriosamente, con el pontificado de Francisco desaparecieron de la atención pública. En cuanto a esto último, ¿qué contenían las cajas? ¿A qué información pudo acceder el papa Benedicto? ¿Qué presiones habrá recibido? Todo esto habría provocado su renuncia y la elección de un nuevo pontífice.
Se trataba, claro, de un cónclave previsto y preparado con anticipación por la troika (o “cuatroika”…) de cardenales encargados de la operación. ¿A quién elegir? Bergoglio era el indicado. Había sido un serio competidor de Ratzinger en el cónclave anterior, por lo que ya tenía un buen nivel de conocimiento, predicamento y apoyo en el colegio cardenalicio; era una personaje dominado por la ambición de poder y sin ningún tipo de preocupaciones o principios doctrinales (“Yo no entiendo eso de principios innegociables”, dijo el papa Francisco hace poco) por lo que no pondría reparo alguno en seguir el libreto que le pasaran y que contenía detalladamente –tal como hacen las consultoras- lo que debía hacer: desde dejar de usar la muzetta y los zapatos colorados, hasta llamarse Francisco y hablar de la iglesia “de los pobres y para los pobres”. Con eso, y muchas cosas más por el estilo, vendría una lavada de cara de la institución que prepararía el terreno para los cambios disciplinares y doctrinales de fondo.
Pero se enfrentaban con una dificultad: los cardenales ratzingerianos, pocos en número pero que, aliados con los cardenales de la Curia y otros italianos del grupo de Sodano, podían contar con el número de votos suficientes para elegir al cardenal Scola. Pero el peligro se allanó con la renuncia intempestiva de Benedicto, que dejó en offside a Sodano, y que le valió que éste quitara su apoyo a los cardenales de la línea benedictina. Sin el sostén de los curiales y de buena parte de los italianos, el arzobispo de Milán no reuniría los votos suficientes y la balanza se inclinaría en favor del candidato de la troika.
¿Qué hechos concretos avalan esta hipótesis? Hay de distinto tipos. Los que conocen del manejo de imagen de empresa, aseguran que lo ocurrido con el papa Francisco es un caso de manual: ninguna novedad. Es así como se manejan las consultoras con sus clientes. Y para corroborarlo, está la decisión de la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard que ha tomado el caso Francisco como un ejemplo exitoso de cambio de imagen y de CEO eficiente, y así lo enseña a sus alumnos (ver aquí).
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Otro indicio sería el masivo e incomprensible apoyo de los medios de prensa de todo el mundo a Bergoglio. Los que entienden, aseguran que el apoyo de ciertos medios –como la tapa de las revistas Time y Rolling Stone- no es gratuito sino que se compra. Es decir, estas importantísimas revistas colocan en sus portadas a quienes pagan por estar allí. ¿Parece improbable? No sé si tanto. Hace algunas semanas nos enteramos que el papa “ha contratado a la consultora internacional McKinsey para estudiar y aconsejar en la política de comunicación de la Santa Sede. Ya esa firma tenía a su cargo la auditoría financiera que ordenaron los cardenales a quienes se les ha confiado ese sector junto a la firma KMPG. También conocimos en esas charlas el nombre del principal asesor en medios del Vaticano desde el año pasado, el periodista norteamericano Greg Burke, que asesora al secretario de Estado en el manejo de las comunicaciones a través de radio, tv y medios gráficos”. La noticia apareció en el diario Ámbito Financiero del 30 de junio pasado. No resulta para nada extraño que Burke y la firma McKinsey –cuyo asesoramiento debe salirle varios millones de euros al papa que hoy comió en el comedor con los empleados vaticanos sirviéndose él mismo la humilde comida proletaria- posean el poder de lobby y el poder financiero suficiente para comprar tapas y sugerir líneas editoriales en el planeta. Todos sabemos que la propiedad de los medios de prensa más influyentes del mundo se concentra en muy pocas manos.
Otra clase de indicios tienen que ver con las andanzas de Bergoglio antes de su elección. Es muy fuerte el comentario que indica que, seis meses antes del cónclave, comenzó a recibir clases de italiano de parte de una profesora que iba diariamente al arzobispado porteño. Además, el día en que se conoció la renuncia del papa Benedicto, estuvo horas hablando telefónicamente con cardenales de todo el mundo. Estos datos me fueron confiados personalmente por un sacerdote que trabaja en la curia de Buenos Aires. También se comenta -y, hasta donde sé, son solamente comentarios-, que entre el triste 11 de febrero de 2013 y el inicio del cónclave, hizo al menos dos viajes secretos a Roma. Si fuera verdad, haría aún más plausible esta hipótesis.
En conclusión, el papa Francisco estaría ejerciendo un pontificado “guiñado” por una consultora internacional. Él, personalmente, no tendría otro plan más que llegar y mantenerse en el poder. Del resto, se ocupan los técnicos.
The Wanderer
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Re: Habemus Papam - Francisco I
El Papa Francisco. III. Hipótesis narrativa. 2) Chauncy Gardiner
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Esta hipótesis toma el nombre del protagonista de la novela de Jerzy Kosinski, titulada Being there y traducida al español como Desde el jardín*. El libro dio ocasión a la película del mismo nombre, filmada en 1979 y muy bien actuada por Peter Sellers.
El argumento es el siguiente: Chance es un cuarentón que vive en casa de un hombre anciano y rico. Es muy simple de entendimiento, casi fronterizo y ha vivido toda su vida en esa casa encargado de cuidar el jardín. Sus únicos conocimientos son acerca de la jardinería y de lo que ve en televisión. De hecho, sus modales y expresiones son copia de lo visto en la pantalla. Cuando su benefactor muere, Chance debe dejar la casa y descubrir, por primera vez, el mundo exterior.
Comienza a vagar sin rumbo fijo por la ciudad hasta que, a raíz de un pequeño accidente, se encuentra con Eva, la mujer del millonario Ben Rand quien, lo hace subir a su limusina y lo lleva a su mansión a fin de que se recupere.
Cuando la mujer le pregunta su nombre, él responde: “Chance the Gardener” (Chance, el jardinero), pero Eve entiende Chauncy Gardiner, es decir, un nombre propio de cierto lustre. Además, Chance se ha vestido con las ropas de su antiguo patrón, toda ellas de la mejor calidad y posee modales muy refinados, aprendidos en la pantalla. Este conjunto de circunstancias provoca que, cuando Ben Rand lo conoce, suponga que se trata de una persona de clase alta, muy educado y entendido en negocios y finanzas. Las palabras simples de Chance, que siempre surgen a partir de la confusión en el diálogo o de las situaciones más obvias, son entendidas como profundas y reflexivas, por lo que el millonario cree descubrir en Gardiner a una persona con una enorme capacidad de penetración y discernimiento. Las simples afirmaciones de Chance sobre el jardín y el clima son interpretadas como sentencias alegóricas sobre los negocios y la marcha de la economía.
Rand es también hombre de confianza del presidente de los Estados Unidos a quien le presente al jardinero. También el magistrado interpreta sus palabras sobre el jardín como penetrantes observaciones sobre los vaivenes de la economía que en ese momento afectan al país. De esa manera, Chance Gardiner se convierte rápidamente en asesor político del presidente y, también, en una celebridad social que aparece en los programas de televisión más vistos y es invitado a los eventos sociales más relumbrantes.
El millonario Rand muere debido a una grave enfermedad, no sin antes alentar a su esposa a que se acerca a Chance. En el mismo funeral, los directores de las compañías del difunto deciden que su próximo presidente debe ser Chauncy Gardiner. Hasta aquí el libro.
¿De qué manera esta historia puede adaptarse a una hipótesis sobre el Papa Francisco? Yo lo entiendo del siguiente modo: es como si alguien –una persona muy inteligente, o un demonio- reuniera a todos los que leemos el Wanderer, Mundabor y otros blogs, y también a Sandro Magister, a la Piqué, a Rubín y otros muchos, y se comenzara a reír a carcajadas de nosotros, mientras nos dice:
- Déjense de interpretar y sáquense los lentes de los ojos. Bergoglio no es más que lo que ven. Como Chauncy Gardiner, es solamente un simplón que, debido a que los astros se alinearon a su favor y que se topó con las personas justas, llegó donde llegó. No hay más que eso.
Bergoglio, en efecto, es un técnico químico de Flores, bastante mediocre en sus épocas de estudiante, que ingresó a la Compañía de Jesús y allí aprendió las mañas y artes que los jesuitas han desarrollado durante siglos para trepar, conseguir poder e influencia en la sociedad, todo, por supuesto, para mayor gloria de Dios. Vulgar e inculto, jamás se preocupó por estudiar o aprender, sino por acomodarse y alcanzar puesto que le permitieran el poder por el poder mismo, porque detrás, no había ningún objetivo o contenido; sólo su voluntad. Se hizo de derecha y casi nazi durante los ’70, cuando fue Provincial de la Compañía, periodo en el cual llegó a darle el doctorado Honoris Causa de la Universidad del Salvador al Almirante Emilio Massera. Cuando los aires cambiaron, se hizo moderadamente progre y utilizó la mala conciencia y la empeorada salud del cardenal Quarracino para pasar de portero de la residencia jesuita de Córdoba a obispo auxiliar de Buenos Aires, luego vicario general y terminar como arzobispo y cardenal primado de la Argentina. La eminentísima y reverendísima irresponsabilidad de los cardenales, que se creyeron su imagen de obispo humilde que anda subte y toma mate con los villeros, lo eligió para ocupar del solio petrino, y allí lo tenemos.
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Pero todos, progres y no progres, tendemos a interpretar sus palabras y sus gestos, buscando detrás de la simpleza y obviedad de las mismas, signos del pensamiento profundo y sapiencial que se espera de un Papa, tal como hacía Ben Rand con Chance. Pero la pura verdad, es que no hay más que lo que se ve: un hombre simple, con poco seso y escasa cultura, habitado por una enorme ambición de poder.
Mirado desde otro ángulo: es la argentinización de la Iglesia, lo peor que le podía ocurrir a nuestra Santa Madre. La Argentina, un país con su sistema educativo desvertebrado hace décadas sino ab ovo, es una máquina de engendrar bluffs varios, debido a cierto barniz racial y superficial de su clase media. Vivimos de las rentas de nuestro pasado opulento (pero bruto, nunca tuvimos una élite intelectual en serio), de nuestros apellidos latinos y de nuestra piel blanca. Y de la audacia, toujours de l'audace, como decía Danton. El argentino es un ersatz, es decir, un sustituto de inferior calidad de un europeo, pero sólo ersatz, privado de toda vertebración y disciplina intelectual y condenado a ver la realidad metafísica bajo la grosera y maniquea categoría Boca-River.
Esta apariencia engañosa se conjuga con lo que podríamos llamar seriedad académica del Primer Mundo, donde la clase dirigente recibe una educación cualitativanente diferente, frente a la cual el argentino ersatz es un zombie intelectual, un auténtico muerto vivo. De donde surge cierta ingenuidad, cierta inmunodeficiencia del sistema europeo para con arquetipos de la argentinidad, que en llegando a posiciones expectables, logran vender humo y encumbrarse, bajo el embuste de que “Hay algo más en este tipo”. Efecto Gardiner: alguien con las ropas y modales de Chance, no puede decir solamente lo que dice; hay algo más detrás. Quien maneja las reglas del arte tiende a ver al audaz que las quiebra como un hombre superior, que por ese eminente dominio del arte se puede dar el lujo de transgredirlas. Efecto Picasso. Para luego sufrir la frustración de la revelación del chanta, prototipo perfecto del muridismo antropológico de la inteligencia argentina. Hace unos años, la editora Tusquets escribió un libro donde contaba sus peripecias con un psicólogo argentino, integrante de la recua de chantas emigrados a España a fines de los setenta. Le costó innumerables sesiones darse cuenta de que el tipo era un irresponsable total, un alegre ignorante que le estaba arruinando la vida, una especie de Boudou de la picaresca psicoanalítica.
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Digámoslo así: el hombre quiere creer. En un sistema ordenado, Bergoglio no sale del cargo de párroco de Quemú Quemú; eso está a la vista. Entonces comienzan a funcionar los mecanismos negatorios: es un Columbo, es un padre Brown, es un Reformador de la estirpe de San Gregorio Magno. Es un extraordinario disfrazado de ordinario, un príncipe vestido con andrajos.
Virus de mediocridad e inmunodeficiencia de los sistemas “serios”: Combinación mortal.
Bergoglio, con un papelito, diez minutos de tiempo en el Consistorio previo al cónclave, delubaquismo de apunte y la palabra periferia les hizo la granja a los cardenales. La mayoría compró el bluff. Y así estamos un año y medio más tarde.
En definitiva, Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco, como Chance, no es más que lo que se ve.
(Los créditos correspondientes a Ludovicus por parte del desarrollo de esta hipótesis).
The Wanderer
(* Nota de Hyeronimus: En España la película se llama Bienvenido, Mr. Chance.)
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Re: Habemus Papam - Francisco I
El Papa Francisco: la hipótesis Zelig
http://4.bp.blogspot.com/--VNMLFWYQa.../s1600/ze1.jpg
Es esta la última hipótesis que proponemos acerca de la misteriosa personalidad del Papa Francisco. Y se trata de una hipótesis complementaria a cualquiera de las que hemos visto anteriormente.
Toma su nombre del título de la película Zelig, de Woody Allen, estrenada en 1983. El protagonista, Leonard Zelig, ha logrado fama mundial gracias a su singular capacidad de adoptar la personalidad de cualquier persona que se encuentre a su lado. Este insólito hecho será estudiado por la doctora Eudora Fletcheer (Mia Farrow).
La película está presentada como un documental rodado en blanco y negro y al estilo de los filmes de la década del ’30, en el que se sigue la vida y evolución terapéutica de Leonard Zelig y su habilidad camaleónica que le permite confrontar su identidad individual y la colectiva y el desapego como medio para entrar a formar parte de manera complaciente en el núcleo de la masa social.
Zelig afirma en la película: “Miento porque quiero caerle bien a todo el mundo”. Y el relator comenta: “Estaba loco por asimilarse”. Más aún, el proceso patológico de Zelig lo lleva a “adquirir gusto plebeyos”, y la película se cierra con el colofón: “Esto demuestra que lo puedes hacer si eres un psicótico total”.
Cotidianamente Bergoglio es Zelig: está de acuerdo con su interlocutor circunstancial, sin importarle que mañana deba decir exactamente lo contrario a otro interlocutor. Pongamos un solo ejemplo de entre los muchos que existen: en su famosa y desafortunada entrevista con el Scalfari prácticamente se mimetizó con la postura del ateísmo humanista representada porel periodista. Afirmó, entre otras cosas: “Y lo repito. Cada uno tiene su propia idea del Bien y del Mal y debe elegir seguir el Bien y combatir el Mal como él lo concibe” o “El Hijo de Dios se encarnó para infundir en el alma de los hombres el sentimiento de hermandad”.
Poco tiempo después, se supo que, siendo arzobispo de Buenos Aires, le comentó en una de las entretenidas y amigables conversaciones que tenía con el P. Christian Bouchacourt, Superior de Distrito de la FSSPX, que “había leído dos veces la biografía de Mons. Lefebvre escrita por Mons. Tissier de Mallerais” ya que guardaba una profunda admiración por el arzobispo francés representante del tradicionalismo en los últimos cuarenta años.
Del mismo modo, es capaz de hablar en una homilía sobre el diablo y sus acechanzas, y al día siguiente de los cristianos semipelagianos, burlarse de quienes le ofrecen 3000 avemarías o mimetizarse con los obispos italianos que se quejan porque tiene sacerdotes conservadores en su diócesis que no quieren dar la comunión en la mano, diciendo que esos presbíteros se despreocupan del “cuerpo social de Cristo”!
Relato aquí una anécdota que me fue referida por el mismo protagonista. Hace algunos años, cuando ocupaba aún la sede porteña, un grupo de laicos con un pensamiento “derechoso”, en términos generales, le pidió que celebrara una misa en la catedral con motivo de un aniversario particular. El organizador del evento se encontró con el cardenal Bergoglio en la sacristía minutos antes del inicio de la celebración. Luego de un más que frío y distante saludo, le preguntó: “Decíme quiénes están en la iglesia”. El joven le comentó quiénes eran, con nombre propio aquellos más conocidos, y con referencias generales los menos. Luego, en la homilía, el cardenal habló como si fuera uno más del grupo conservador y de derechas que lo escuchaba. Nadie podía salir de su asombro de que ese mismo prelado que se negaba a apoyar las marchas pro-vida o que boicoteaba las manifestaciones públicas contra la ley del homomonio, pudiera tener un pensamiento tan claramente conservador. Por supuesto, no lo tenía. Era Leonard Zelig, o Juan Perón…
The Wanderer
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Re: Habemus Papam - Francisco I
En estos días veraniegos, con motivo del horrible crimen que está perpetrando el infame Estado de Israel sobre el pueblo palestino, anda uno buscando cosas por la red que me puedan dar algo de entendimiento a las motivaciones israelitas para cometer tan grande masacre (al margen de la ya sabida del petroleo). Y buscando me he encontrado con algo que no tenía nada que ver con ésto, sino con algo que también hemos tratado en hispanismo.org, y que estaba relacionado con las boberías que suele decir nuestro Gran Gurú Francisco.
¿Recuerdan cuando Francisquillo se empeñó en hacernos creer que cristianos, judíos y musulmanes 'le rezábamos al mismo Dios'?. Pues, veamos lo que dice una web hebrea sobre esta cuestión:
Cita:
Diferencias entre el judaísmo y el cristianismo
El judaísmo religioso tiene como dogma central la idea que Dios es Uno (“Adonai ejad” se dice en hebreo), sin forma y sin límites. A pesar de ser una religión mesiánica (es decir, que cree que un día ha de llegar un mundo mejor, de justicia y bondad), el judaísmo no considera al mesías como una figura de naturaleza sobrehumana y aún menos divina. Por eso, por ejemplo, no está permitido pronunciar el nombre de Dios.
En vista de estos dos puntos, la idea cristiana de que Jesús forma parte de una triada divina (la santa trinidad) no es compatible con el judaísmo, que considera que D’os [obsérvese qué piruetas hacen para no escribir la palabra Dios.- nota de Jasarhez] es uno y D’os es solo, sin principio ni final… En ningún caso toma una forma concreta para encarnar a un hombre. Tampoco es compatible con el judaísmo la concepción de un ser humano derivado de Dios a través de un vehículo humano (la virgen María). Y finalmente, el culto a representaciones de Jesús (considerado divino por los cristianos), su madre o los santos, está completamente opuesto a la concepción judía del culto al D’os único. La idea de unicidad de Dios y del desprecio de la idolatría, es decir el culto a imágenes, es una idea recurrente a lo largo de todas las escrituras hebreas.
Conversión al judaísmo - tarbutsefarad.com
¿Se habrá leído ésto Francisco?. ¿Se lo habrán leído también los católicos que creyeron a pies juntillas sus palabras, solo porque se las decía un papa?. Sin embargo, los judíos parecen tenerlo clarísimo: su 'D'os' no es el mismo que el nuestro... y el cristianismo resulta ser incompatible con el judaísmo. ¿Por qué el Gran Gurú Francisco anda predicando por ahí tan grande herejía?.
Un saludo
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Cita:
Iniciado por
jasarhez
¿Recuerdan cuando Francisquillo se empeñó en hacernos creer que cristianos, judíos y musulmanes 'le rezábamos al mismo Dios'?. Pues, veamos lo que dice una web hebrea sobre esta cuestión:
¿Se habrá leído ésto Francisco?. ¿Se lo habrán leído también los católicos que creyeron a pies juntillas sus palabras, solo porque se las decía un papa?. Sin embargo, los judíos parecen tenerlo clarísimo: su 'D'os' no es el mismo que el nuestro... y el cristianismo resulta ser incompatible con el judaísmo. ¿Por qué el Gran Gurú Francisco anda predicando por ahí tan grande herejía?.
Échale un vistazo a este hilo que acabo de abrir:
http://hispanismo.org/religion/19670...ismo-dios.html
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Re: Habemus Papam - Francisco I
FRANCISCO REVOCA SUSPENSIÓN A DIVINIS A SANDINISTA D’ ESCOTO
El religioso participó en el gobierno sandinista
Escribió a Francisco para volver a celebrar la Eucaristía
Inminente acercamiento de Francisco a la Teología de la Liberación
http://eccechristianus.files.wordpre...pg?w=363&h=260Francisco ha dado su asentimiento para que sea revocada la “suspensión a divinis” del padre Miguel d’Escoto Brockmann, de 81 años, de la Congregación de Maryknoll. El religioso había incurrido en la pena canónica en los años 80 por su participación en el gobierno sandinista de Nicaragua: pena que d’Escoto aceptó desde el inicio, si bien permaneciendo miembro de la propia sociedad misionera, pero sin desarrollar alguna actividad pastoral.
Desde hace años el sacerdote habría abandonado el empeño político. El Padre d’Escoto ha escrito una carta a Francisco manifestando su deseo de “volver a celebrar la Santa Eucaristía”, “antes de morir”. Respondiendo afirmativamente a su petición, Francisco ha encargado al superior general del Instituto acompañarlo en el proceso de reintegración al ministerio sacerdotal.
Los inspiradores de su vida: León Tolstoi, M. K. Gandhi, Martin Luther King y Dorothy Day. D’Escoto defiende el multilateralismo y el respeto del derecho internacional y los principios de la no violencia activa, la solidaridad y la justicia social, base de su vida política.
D’Escoto dice que Castro es un elegido de Dios para llevar mensaje a A.Latina
Managua, 5 ago.- El sacerdote y excanciller nicaragüense Miguel D’Escoto Brockmann dijo hoy que el líder cubano Fidel Castro es un elegido de Dios para transmitir el mensaje del Espíritu Santo en América Latina.
“El Vaticano puede silenciar a todo el mundo, entonces Dios hará que las piedras hablen y que las piedras transmitan su mensaje, pero no hizo eso, escogió al más grande latinoamericano de casi todos los tiempos: Fidel Castro”, declaró el religioso, de 81 años, al Canal 4 de la televisión local.
D’Escoto Brockmann, actual asesor para asuntos limítrofes y de relaciones internacionales del Gobierno del presidente de Nicaragua, el sandinista Daniel Ortega, brindó estas declaraciones un día después de que El Vaticano hiciera pública la decisión papal de levantarle la “suspensión a divinis” que le había impuesto el papa Juan Pablo II.
“Es a través de Fidel Castro que el Espíritu Santo nos transmite el mensaje. Ese mensaje de Jesús, de la necesidad de luchar por establecer firme e irreversiblemente el reino de Dios en esta tierra, que es su alternativa al imperio”, continuó.
Asimismo, el también expresidente de la Asamblea General de la ONU reveló que el levantamiento de su castigo ocurrió gracias al apoyo del nuncio apostólico en Nicaragua, Fortunatus Nwachukwu, quien le recomendó escribir una carta al papa Francisco para solicitar el cese de la suspensión.
El sacerdote reiteró que su alegría es poder dirigir su primera eucaristía en español, ya que a mediados del siglo pasado se hacía en latín y luego las realizó en inglés.
Durante los casi 30 años que duró su sanción, su trabajo como sacerdote fue limitado a confesar a desahuciados y funciones menores, indicó.
El pontífice dio su consentimiento para que se levante la “suspensión a divinis” que le impedía oficiar la misa a D’Escoto Brockmann, quien pertenece a la Congregación misionera Maryknoll.
El religioso fue suspendido por el fallecido papa Juan Pablo II en 1984, tras su entrada en el Gobierno sandinista de Nicaragua.
El papa Francisco aceptó la revocación de la “suspensión a divinis” y pidió al superior general de la congregación que siga con el proceso de reintegración del sacerdote nicaragüense.
Su primera misa tras el cese de la suspensión todavía no tiene fecha.
D’Escoto Brockmann anunció también que una película sobre su vida recién fue terminada de editar en Italia y que, posiblemente, se presente el 1 de octubre próximo.
“El nombre que le pusieron es ‘The problem maker’, ‘El que le causa problemas al imperio'”, dijo el sacerdote, entre risas.
Miguel D’Escoto Brockmann nació el 5 de febrero de 1933 en Los Ángeles (Estados Unidos), fue ordenado en Nueva York en 1961 y se convirtió en uno de los exponentes de la Teología de la Liberación.
Su colaboración con el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) de Nicaragua comenzó en 1975 a través del Comité de Solidaridad en Estados Unidos.
Al triunfar la revolución sandinista, D’Escoto fue llamado por la Junta de Reconstrucción Nacional para ser ministro de Exteriores.
Tras el regreso al poder de Ortega en enero de 2007, el religioso fue nombrado asesor para asuntos limítrofes y de relaciones internacionales.
(Agencia EFE)
¿Cuáles serán las bases de su vida religiosa?
FRANCISCO REVOCA SUSPENSIÓN A DIVINIS A SANDINISTA D’ ESCOTO | Ecce Christianus
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Cita:
Iniciado por
Kontrapoder
Kontra, ya te ha contestado en ese mismo hilo Hyeronimus. En cualquier caso, te invito a hacer una prueba. Si conoces alguna mezquita próxima a tu domicilio, acércate por allí, busca al responsable, y pregúntale qué tienes que hacer para convertirte al islam. Verás como te dice que has de recitar su profesión de fé (shahada). Y si eres católico, además debes de hacer una declaración pública de que estás seguro de que Jesús no es el Hijo de Dios.
Cita:
¿Cómo puedo "convertirme" al Islam?
¿CUÁL ES EL PROCESO PARA HACERME MUSULMÁN?
1) Es muy sencillo, tan solo debes dar testimonio de fe (llamado shahada), primero poniendo intención en tu corazón y diciendo ante al menos dos testigos musulmanes, lo siguiente:
Ash'hadu, an la iláha il-la Al-láh , Ua ash-hadu an-na Muhammadan Rasulu Al-lah (=Atestiguo que no hay dios excepto Dios y atestiguo que Muhammad es el Mensajero de Dios)
Debes también (si eras cristiano) reconocer y decir: que
Jesús (la Paz sea con El) hijo de María la Pura (que Al-lah esté complacido con ella) no es hijo de Dios, sino un profeta como todos los demás y es súbdito de Al-lah (Dios).
Estas son las palabras que pueden sacar a todo el mundo de la oscuridad a la luz.
http://www.way-to-allah.com/es/islam/conversion.html
En otras palabras, habrías de renegar públicamente de la Santísima Trinidad y ver solamente a Jesucristo como un profeta mas, que no es Dios, ni Hijo de Dios. ¡¡Fíjate si ellos tienen bien claro que nuestro Dios Uno y Trino no es el de ellos!!. Lo tienen clarísimo... Por eso llamaba estúpidos a los católicos españoles que creen todas las bobadas que les dice el Gran Gurú Francisco. Parece mentira que judíos y musulmanes lo tengan tan claro, y en el catolicismo comiencen a existir tantísimas dudas.
Un saludo
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P.D.: ¿Vas a ir a preguntarle al imán más próximo si es verdad esto que Jasarhez te ha contado o te sirve con el enlace que te he puesto?
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Ya no se que pensar de este Papa. Muchos me quieren forzar al sedevacantismo, pero, enserio, ya no se ni que pensar.
Pax.
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Cita:
Entre guitarra, charango y bombohttp://3.bp.blogspot.com/-U0sGDCcraZ...By%2Bbombo.jpg
Nos enteramos hoy de un
nuevo desatino pontificio: el día 12 de noviembre, el Santo Padre celebrará la “Santa Misa Criolla” en la basílica de San Pedro, que será interpretada por los cantantes y músicos argentinos Patricia Sosa y Tukuta Gordillo. Los ensayos se harán en la Capilla Sixtina los días anteriores.
El nivel de impiedad y de destrucción de la belleza litúrgica, de milenios de tradición, del buen gusto y de la sensatez más elemental que posee Bergoglio son impredecibles, y sorprenden día a día.
Los mismos muros que escuchaban extasiados los Viernes Santo el
Miserere de Allegri; las columnas de bronce del baldaquino que se emocionaban con los motetes de Pergolesi o Victoria, escucharán ahora las guitarras, charango, bombos, quenas, panderetas y otros tipo de instrumentos musicales.
Recuerdo que, siendo niño y cuando la Misa Criolla era famosa, se decía una y otra vez, que no era un pieza musical para ser interpretada en la liturgia sino que era solamente un muy buena y lograda expresión de la cultura musical popular argentina.
Recuerdo también que, durante años, muchos buenos obispos y sacerdotes repetían a porfía que la guitarra o el bombo eran instrumentos aptos para ser utilizados en la liturgia porque no tenían las condiciones para ello y que, si en algunos lugares se los utilizaba, eso era nada más que excesos y no podía ser tomado como norma. Y recuerdo también que, por decir esto, muchos curas tuvieron problemas, fueron perseguidos por sus obispos y abominados por sus fieles.
Y ahora, el técnico químico del arrabal porteño que fue elegido por los cardenales como sucesor de Pedro, celebrará el Santo Sacrificio es la mismísima basílica patriarcal de San Pedro acompañado de esa parafernalia de instrumentos musicales y cantos criollos.
Este hombre no tiene límites.
The Wanderer: Entre guitarra, charango y bombo
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Re: Habemus Papam - Francisco I
Cita:
Iniciado por
NovoHispano
Ya no se que pensar de este Papa. Muchos me quieren forzar al sedevacantismo, pero, en serio, ya no se ni que pensar.
Pax.
Gracias a Dios, en estos tiempos, no se puede hablar de sedevacantismo. Tenemos dos papas, uno de ellos emérito que, a la hora de dar consejos, no se parece en nada a Francisco...
10 consejos de Benedicto XVI a la gente joven
Dialogar diariamente con Dios, leer la Biblia, acudir a la Misa del domingo, contar las alegrías y penas a Cristo, dar ejemplo o ser útil a los demás: son algunos de los consejos que el Papa da a los jóvenes (9 de abril: Jornada de la Juventud).
1) Dialogar con Dios
“Alguno de vosotros podría tal vez identificarse con la descripción que Edith Stein hizo de su propia adolescencia, ella, que vivió después en el Carmelo de Colonia: “Había perdido consciente y deliberadamente la costumbre de rezar”. Durante estos días podréis recobrar la experiencia vibrante de la oración como diálogo con Dios, del que sabemos que nos ama y al que, a la vez, queremos amar”.
2) Contarle las penas y alegrías
“Abrid vuestro corazón a Dios. Dejaos sorprender por Cristo. Dadle el “derecho a hablaros” durante estos días. Abrid las puertas de vuestra libertad a su amor misericordioso. Presentad vuestras alegrías y vuestras penas a Cristo, dejando que él ilumine con su luz vuestra mente y toque con su gracia vuestro corazón.
3) No desconfiar de Cristo
“Queridos jóvenes, la felicidad que buscáis, la felicidad que tenéis derecho de saborear, tiene un nombre, un rostro: el de Jesús de Nazaret, oculto en la Eucaristía. Sólo él da plenitud de vida a la humanidad. Decid, con María, vuestro “sí” al Dios que quiere entregarse a vosotros. Os repito hoy lo que dije al principio de mi pontificado: ‘Quien deja entrar a Cristo en la propia vida no pierde nada, nada, absolutamente nada de lo que hace la vida libre, bella y grande. ¡No! Sólo con esta amistad se abren de par en par las puertas de la vida. Sólo con esta amistad se abren realmente las grandes potencialidades de la condición humana. Sólo con esta amistad experimentamos lo que es bello y lo que nos libera’. Estad plenamente convencidos: Cristo no quita nada de lo que hay de hermoso y grande en vosotros, sino que lleva todo a la perfección para la gloria de Dios, la felicidad de los hombres y la salvación del mundo”.
4) Estar alegres: querer ser santos
“Más allá de las vocaciones de especial consagración, está la vocación propia de todo bautizado: también es esta una vocación a aquel ‘alto grado’ de la vida cristiana ordinaria que se expresa en la santidad. Cuando se encuentra a Jesús y se acoge su Evangelio, la vida cambia y uno es empujado a comunicar a los demás la propia experiencia (…). La Iglesia necesita santos. Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad. Os invito a que os esforcéis estos días por servir sin reservas a Cristo, cueste lo que cueste. El encuentro con Jesucristo os permitirá gustar interiormente la alegría de su presencia viva y vivificante, para testimoniarla después en vuestro entorno”.
5) Dios: tema de conversación con los amigos
“Son tantos nuestros compañeros que todavía no conocen el amor de Dios, o buscan llenarse el corazón con sucedáneos insignificantes. Por lo tanto, es urgente ser testigos del amor contemplado en Cristo. Queridos jóvenes, la Iglesia necesita auténticos testigos para la nueva evangelización: hombres y mujeres cuya vida haya sido transformada por el encuentro con Jesús; hombres y mujeres capaces de comunicar esta experiencia a los demás”.
6) El domingo, ir a Misa
No os dejéis disuadir de participar en la Eucaristía dominical y ayudad también a los demás a descubrirla. Ciertamente, para que de esa emane la alegría que necesitamos, debemos aprender a comprenderla cada vez más profundamente, debemos aprender a amarla. Comprometámonos a ello, ¡vale la pena! Descubramos la íntima riqueza de la liturgia de la Iglesia y su verdadera grandeza: no somos nosotros los que hacemos fiesta para nosotros, sino que es, en cambio, el mismo Dios viviente el que prepara una fiesta para nosotros. Con el amor a la Eucaristía redescubriréis también el sacramento de la Reconciliación, en el cual la bondad misericordiosa de Dios permite siempre iniciar de nuevo nuestra vida.
7) Demostrar que Dios no es triste
Quien ha descubierto a Cristo debe llevar a otros hacia él. Una gran alegría no se puede guardar para uno mismo. Es necesario transmitirla. En numerosas partes del mundo existe hoy un extraño olvido de Dios. Parece que todo marche igualmente sin él. Pero al mismo tiempo existe también un sentimiento de frustración, de insatisfacción de todo y de todos. Dan ganas de exclamar: ¡No es posible que la vida sea así! Verdaderamente no.
8) Conocer la fe
Ayudad a los hombres a descubrir la verdadera estrella que nos indica el camino: Jesucristo. Tratemos nosotros mismos de conocerlo cada vez mejor para poder guiar también, de modo convincente, a los demás hacia él. Por esto es tan importante el amor a la sagrada Escritura y, en consecuencia, conocer la fe de la Iglesia que nos muestra el sentido de la Escritura.
9) Ayudar: ser útil
Si pensamos y vivimos en virtud de la comunión con Cristo, entonces se nos abren los ojos. Entonces no nos adaptaremos más a seguir viviendo preocupados solamente por nosotros mismos, sino que veremos dónde y cómo somos necesarios. Viviendo y actuando así nos daremos cuenta bien pronto que es mucho más bello ser útiles y estar a disposición de los demás que preocuparse sólo de las comodidades que se nos ofrecen. Yo sé que vosotros como jóvenes aspiráis a cosas grandes, que queréis comprometeros por un mundo mejor. Demostrádselo a los hombres, demostrádselo al mundo, que espera exactamente este testimonio de los discípulos de Jesucristo y que, sobre todo mediante vuestro amor, podrá descubrir la estrella que como creyentes seguimos.
10) Leer la Biblia
El secreto para tener un “corazón que entienda” es formarse un corazón capaz de escuchar. Esto se consigue meditando sin cesar la palabra de Dios y permaneciendo enraizados en ella, mediante el esfuerzo de conocerla siempre mejor. Queridos jóvenes, os exhorto a adquirir intimidad con la Biblia, a tenerla a mano, para que sea para vosotros como una brújula que indica el camino a seguir. Leyéndola, aprenderéis a conocer a Cristo. San Jerónimo observa al respecto : “El desconocimiento de las Escrituras es desconocimiento de Cristo”
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En resumen…
Construir la vida sobre Cristo, acogiendo con alegría la palabra y poniendo en práctica la doctrina: ¡he aquí, jóvenes del tercer milenio, cuál debe ser vuestro programa! Es urgente que surja una nueva generación de apóstoles enraizados en la palabra de Cristo, capaces de responder a los desafíos de nuestro tiempo y dispuestos a para difundir el Evangelio por todas partes. ¡Esto es lo que os pide el Señor, a esto os invita la Iglesia, esto es lo que el mundo – aun sin saberlo – espera de vosotros! Y si Jesús os llama, no tengáis miedo de responderle con generosidad, especialmente cuando os propone de seguirlo en la vida consagrada o en la vida sacerdotal. No tengáis miedo; fiaos de Él y no quedaréis decepcionados.
BENEDICTO XVI