De todo el texto que expuso el compañero, el párrafo final es cuanto menos, esperpéntico:
Para el prelado mexicano, Francisco sólo está aplicando lo que el Espíritu Santo le dijo a la Iglesia en el Concilio Vaticano II y que la Teología Latinoamericana, en las Conferencias Episcopales, ha hecho: “entender al mundo y acercarse a él”; sin embargo, quienes siguieron esta línea, en el pasado fueron condenados por la propia Iglesia, reconoció.
¡¿Cómo que la Iglesia tiene que entener al "mundo" y acercarse a él?! ¡Es el mundo quien tiene que entender -y aceptar- el mensaje de Dios a través de la Iglesia! ¡Somos nosotros, la sociedad, quien debe abrir sus corazones a la Iglesia y a Dios, y no al revés!
Y recomendaría a cualquier Obispo que hable sobre homosexualidad y ciencia, a que revisara encarecidamente lo que dice. Si hay algo que podemos aprender de la ciencia -psicología- es que casi la totalidad de los homosexuales tienen un problema de vicio. Lo que se condena, precisamente, es eso: el vicio al que aboca cualquier práctica sexual y que, en el caso de la homosexualidad -sobre todo la masculina- es imprescindible.
¡Lo que hay que leer!
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