Lo más sorprendente, a mi entender, no es la respuesta de la FSSPX frente a este órdago diplómático de Castrillón, sino la sinrazón de sitios "tradicionales" como:

La Cigüeña de la Torre (quien a visto y quien ve a Fdez. de la Cigoña, digo yo que no hace falta llegar al insulto como hace él) y el FSTM (¿cómo luchar por el Reinado de Nuestro Señor cuándo es destronado por un documento como Dignitatis Humanae?),

da claras muestras de que la crisis de la Iglesia es profunda y si la ceguera física y espiritual fue la enfermedad del pueblo judío en la primera venida de Nuestro Señor, no lo es menos en la actualidad del pueblo católico. Rezar, y mucho para que se caigan las escamas de los ojos a los que no ven y para que el Ángel del Señor libere de las cadenas del mundo a Pedro.

Señor, ¡que vea!