Me gustaría que me hablarais un poco sobre este tema del que no tengo ni idea. Sé que tenemos un salario mínimo interprofesional que es más o menos la mitad del sueldo mínimo europeo, pero también sé que hay que tener en cuenta la desigualdad en el precio de los productos en un país y otro. Por ejemplo, Francia tiene un salario mínimo interprofesional de 1400 euros más o menos, pero quizá eso no es suficiente para vivir en París (no sé si en el resto de Francia, porque también hay que tener en cuenta la diferencia entre ciudades de un mismo país, de la misma forma que no es lo mismo vivir en Sevilla que en Madrid), pero... ¿es posible subir el sueldo mínimo a, por ejemplo, 1200 euros? ¿Cuáles son las dificultades para hacerlo (a parte de que los plutócratas dejen de ingresar cantidades indecentes de dinero a cambio de explotar a los demás)? ¿Supondría una inflación generalizada?
Gracias.
¡VIVA ESPAÑA! ¡VIVA CRISTO REY! ¡VIVA LA HISPANIDAD!
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"Dulce et decorum est pro patria mori" (Horacio).
"Al rey, la hacienda y la vida se ha de dar, pero el Honor es patrimonio del alma y el alma sólo es de Dios" (Calderón de la Barca).
Lo primero, un poquito de historia para comprender mejor lo que después ha ocurrido. En 1963 se instaura por vez primera en España el Salario Mínimo Interprofesional. El SMI se configura como una obligación que los poderes públicos, el Estado, impone a los empresarios para no permitir salarios por debajo de ese umbral. En teoría, ningún trabajador puede percibir por su trabajo, en cualquier actividad, un salario por debajo de la cuantía del SMI fijado. Una medida que nunca gustó a los liberales, que siempre han argumentado sus típicas monsergas basadas en el peregrino argumento de que sin salario mínimo los empresarios tendrían más incentivos para contratar, etc, etc... La cuestión es que no les gusta que un gobierno intervenga diciéndoles qué línea peligrosa no pueden sobrepasar. Ya sabemos cómo las suelen gastar estos señores. Y también suelen argumentar que un aumento del SMI implica necesariamente una clara destrucción del empleo. Pero para qué ahondar mas en esas típicas monsergas liberales que todos, desgraciadamente, conocemos.
Haciendo, como decía, un poco de historia y buscando por internet, he encontrado una página web que expresa cuál ha sido la evolución del SMI en España desde los tiempos de su creación (1963) hasta nuestros días. Y que, curiosamente, señor Valderrábano... los creadores de este portal dedicado a la economía, han obtenido también los mismos resultados que dieron origen a tantísima polémica con usted en el hilo dedicado a la desindustrialización de España (#10) - (http://cuentame.i8.com/poder_adquisitivo.htm).
Según vemos en la web (www.tusalario.es)
Para los curiosos, resultará fácil comprobar que las gráficas que yo pude obtener son prácticamente exactas a las que han obtenido estos señores, acudiendo también a las mismas fuentes oficiales.Evolución del Salario Mínimo en España
Evolución del Salario Mínimo en España
Cuatro décadas de salario mínimo en España
En el cuadro 1 se recoge la evolución del salario mínimo interprofesional, SMI, en España desde 1963 hasta 2003. Se observan dos fases claramente diferenciadas. En una primera fase que dura hasta 1981, los trabajadores con SM multiplican por 2,5 su capacidad adquisitiva en un proceso de crecimiento que traspasa los años de fuerte crecimiento económico de la década de los sesenta, para mantenerse también durante los años de crisis económica y trasformación política de la segunda mitad de la década de los 70. La década de los 80 inaugura, sin embargo, un cambio de tendencia, de forma que en los siguientes veinte años, el SMI pierde un 10 % de su poder adquisitivo. Esto es, el crecimiento del SMI para el conjunto del periodo es inferior al crecimiento de los precios, derivándose de ello una caída de su poder adquisitivo, con lo que los trabajadores con SMI en 2003 tenían un salario con una capacidad adquisitiva equivalente a la de 1975.
Esa caída de la capacidad adquisitiva del SMI, al ir acompañada de un aumento de los salarios medios, hace que en las dos últimas décadas, tal y como se reproduce en el gráfico 2, el SMI haya pasado de suponer casi el 38% del salario medio en términos reales en 1982, a suponer tan sólo el 28 % 2003.
Nota : Debido a la existencia de cambios metodológicos en las series utilizadas, los datos concretos pueden no ser estrictamente comparables, lo cual, sin embargo, no afecta a la tendencia.
Fuente : Elaborado a partir de datos de la Encuesta Salarial y Encuesta Trimestral de Salarios Medios, para salarios, IPC, para el índice de precios, ambos casos publicaciones del INE (Instituto Nacional de Estadistica. (Spanish Statistical Office)) y MTAS para el SMI (http://www.mtas.es/estadisticas/BEL/ANE/smi.htm).
La pérdida de poder adquisitivo del SMI, tanto en términos reales como en relación con el salario medio, no es sin embargo, una característica aislada de España. Como se puede ver el gráfico 3, en la mayoría de los países de la OCDE para los que disponemos de datos se ha permitido que los salarios mínimos se deterioraran de forma progresiva e importante con respecto a los salarios medios, y en muchos casos también en términos reales. Así, en EE.UU. el salario mínimo pasa de suponer el 50 % del salario medio a principios de los años 60 al 36 % en el 2000, en Bélgica pasa del 60 al 49 % entre 1975 y 2000, y en Portugal del 56 % al 38 % en el mismo período. De los países incluidos en el gráfico 3 sólo Francia muestra un comportamiento distinto del SM, con un valor que crece hasta la década de los 80, permaneciendo estable desde entonces.
____________________________
Es decir, como vemos... en España, hasta el año 1981 los trabajadores con SMI multiplicaron por 2,5 su capacidad adquisitiva, mientras que a partir de esa fecha, la gráfica no haya hecho otra cosa que descender. Los datos, como vemos, son como la lluvia que cuando llueve, si nos empeñamos en negarlo... nos mojamos y no admiten discusión.
____________________________
Y estos señores de esta página concluyen con un gráfico que expresa ésto:
Y concluyen hablando del debate existente sobre este tema tan polémico...Para terminar, en el gráfico 4 hemos recogido el valor que tiene el salario mínimo en algunos países de nuestro entorno económico. Para hacer más relevante la comparación se han considerado las diferencias de precios entre los distintos países de forma que los valores de SM de cada país se puedan interpretar en términos de igualdad de poder adquisitivo. Según los datos recogidos en el cuadro, a comienzos del 2004 España tenía junto con Portugal el SM más bajo de la UE (15), tan sólo ligeramente por encima de la mitad del SM de países como Francia o Bélgica.
Fuente : Eurostat, Statistics in focus. Population and social conditions 10/2004
Sin ninguna duda, este hilo va a generar también muchísima polémica, y en él seguirán escribiendo gentes que se empeñaran en hacernos creer en la cuadratura del círculo... como si lo estuviera viendo.El debate sobre los efectos del salario mínimo
El debate sobre el salario mínimo ha sido uno de los más intensos y nos atreveríamos a decir que inusuales del mundo de la economía, ya que ha derivado en un cambio de opinión en lo referente a sus efectos sobre el empleo. Así, durante mucho tiempo, la respuesta de la corriente dominante en economía sobre los efectos sobre el empleo de los SM era que o bien eran innecesarios o bien eran perjudiciales para el empleo. Innecesarios en el caso de fijarse por debajo del salario existente en el mercado, ya que no afectaría para nada a los trabajadores. Perjudiciales en el caso de que el SM se fijase por encima de los salarios existentes en el mercado, ya que al hacer más costosa la contratación de los trabajadores que antes cobraban salarios inferiores al nuevo SM, se destruirían parte de los empleos y expulsaría a los trabajadores menos cualificados del trabajo. En la actualidad, y dada la magnitud de evidencia empírica acumulada, se ha pasado a considerar que sus efectos sobre el empleo son poco significativos, produciéndose, como mucho un cambio en la composición del mismo, en contra de los trabajadores más jóvenes y sin experiencia, y a favor de otros colectivos con mayor experiencia de trabajo. Así y todo, en un completo estudio de la OCDE (1998) sobre el efecto de los SM sobre el empleo juvenil se obtiene un impacto negativo relativamente modesto sobre este colectivo. Por su parte, Bernstein y Schmitt investigadores del Economic Policy Institute de Washington, tras un minucioso análisis del efecto del aumento del salario mínimo impulsado por la administración Clinton en 1996-97, concluyen que no hay evidencia de que se haya producido un impacto negativo sobre el empleo juvenil en ese país. Así mismo, de su análisis se deriva que el 63 % de las ganancias derivadas del aumento del SM van al 40 % de la población con menores ingresos, de lo que deducen que el aumento del SM tendría un efecto no despreciable en términos de lucha contra la pobreza, especialmente en lo que se refiere al subgrupo de trabajadores con salarios por debajo de la línea de pobreza. Un colectivo más abundante de lo que se piensa. Pero eso es otro tema.
Interesante hilo, estimado Alejandro Farnesio.
Un abrazo en Cristo N.S.
Última edición por jasarhez; 29/05/2013 a las 01:22
Yo no espero nada de esta panda de sinvergüenzas. Estoy hablando de un escenario serio, donde se haya suprimido el Senado, los estado autonómicos, se hayan reducido a la mitad o más el número de ayuntamientos y se hayan cerrado todas las empresas públicas que no se dediquen a servicios esenciales y que sean deficitarias, que los partidos políticos y sindicatos se financien con la cuota de sus afiliados y, sobre todo, que esta panda de hijos de puta miren un poco por el bien común de su Patria (si es que tienen alguna que no sea el Dinero). En fin, que no espero que en este escenario de esquizofrenia, impere un poco de cordura.
Muy interesante todo los expuesto por jasarhez. Me ha servido de ayuda para entender un poco el declive del poder adquisitivo desde los años 60 hasta nuestros días. Y sí, espero que este debate dé para más y se expongan los motivos por los que los trabajadores españoles se encuentren en situaciones de esclavitud a parte de que la casta política parasitaria democráta-liberal sean una panda de hijos de la grandérrima puta.
¡VIVA ESPAÑA! ¡VIVA CRISTO REY! ¡VIVA LA HISPANIDAD!
"Dulce et decorum est pro patria mori" (Horacio).
"Al rey, la hacienda y la vida se ha de dar, pero el Honor es patrimonio del alma y el alma sólo es de Dios" (Calderón de la Barca).
El salario mínimo interprofesional es un mecanismo estatalista mediante el cual, bajo la amenaza de una sanción (generalmente una multa o pena financiera que en la mayoría de las casos se traduciría en términos reales en la destrucción del empleador físico o la empresa empleadora para pequeñas y medianas empresas - otra historia son las multinacionales) se obliga a todos aquéllos que tienen empleados a personas con un contrato de arrendamiento de servicios a no bajar la renta financiera del mismo por debajo de una cantidad determinada, ya fijada directamente por el propio Estado, ya como fruto de un "convenio" colectivo entre los "representantes" de los empresarios y los trabajadores y ratificada por el Estado para su cumplimiento (los entrecomillados están puestos a propósito, ya imaginará por qué).Me gustaría que me hablarais un poco sobre este tema del que no tengo ni idea. Sé que tenemos un salario mínimo interprofesional que es más o menos la mitad del sueldo mínimo europeo, pero también sé que hay que tener en cuenta la desigualdad en el precio de los productos en un país y otro. Por ejemplo, Francia tiene un salario mínimo interprofesional de 1400 euros más o menos, pero quizá eso no es suficiente para vivir en París (no sé si en el resto de Francia, porque también hay que tener en cuenta la diferencia entre ciudades de un mismo país, de la misma forma que no es lo mismo vivir en Sevilla que en Madrid), pero... ¿es posible subir el sueldo mínimo a, por ejemplo, 1200 euros? ¿Cuáles son las dificultades para hacerlo (a parte de que los plutócratas dejen de ingresar cantidades indecentes de dinero a cambio de explotar a los demás)? ¿Supondría una inflación generalizada?
Gracias.
Este parche es uno más de los mecanismos que se fueron implantando en las políticas estatalistas-keynesianas de los países occidentales tras la Segunda Guerra Mundial como una pseudosolución más para hacer frente a los evidentes malos efectos sociales del capitalismo-liberalismo (política vigente durante los últimos dos siglos hasta el día de hoy) originadores de la continua y creciente falta de poder adquistivo en la población.
Respecto a sus preguntas. El Estado tiene el poder en cualquier momento para subir el salario mínimo. La dificultad (o problema) que se produciría (y que se produce) es la misma que usted mismo señala: la inflación o aumento de precios. Todo aumento de los costes laborales necesariamente debe repercutirse en los precios de los bienes y servicios producidos, lo que se traduce en una temprana neutralización del efecto socialmente deseado del aumento del poder adquisitivo que, por supuesto, podría producirse por otras causas ajenas al aumento de dichos costes laborales consecuentes al aumento del salario mínimo.
¿Y un aumento del salario mínimo interprofesional con la eliminación de IVA y la bajada del IRPF? Lo que no entiendo es por qué una subida del salario debe conllevar inflación. Aquí de lo que se trata es de que el dinero esté mejor distribuido y no quiero entrar en demagogias. No entiendo por qué Amancio Ortega cobra 800 kilos todos los años con una fortuna de más de 30.000 millones y sus empleados tienen que estar cobrando sueldos de mierda por trabajar 10-12 horas. El problema que veo es que los empresarios sacan muchos más beneficios de lo que deberían y no "reparten" los beneficios de forma equitativa.
Y en la mente de Ortega se pensará: "Bueno, si me imponen un salario mínimo más alto, subo el precio de los productos y no dejo de ganar dinero". Entonces sí, se producirá una inflación de los precios. Pero en realidad de lo que se trata es de repartir mejor los beneficios en las empresas. Si se produce subida de precios es por la codicia de los de siempre.
¡VIVA ESPAÑA! ¡VIVA CRISTO REY! ¡VIVA LA HISPANIDAD!
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Alejandro. De acuerdo a las condiciones o reglas impuestas por el capitalismo bancario en lo que se refiere a emisión y retirada de crédito en general en una comunidad política y que actualmente siguen vigentes (macroeconomía), por un lado, y las reglas de contabilidad de una empresa (microeconomía), por otro lado, es imposible que una empresa pueda seguir sobreviviendo ante un aumento forzoso del coste laboral sin que al mismo tiempo (para hacer frente a sus compromisos bancarios, que es donde está el meollo de todo) lo recupere repercutiéndolo en los precios de sus bienes o servicios (provocando así un aumento de precios o inflación).¿Y un aumento del salario mínimo interprofesional con la eliminación de IVA y la bajada del IRPF? Lo que no entiendo es por qué una subida del salario debe conllevar inflación. Aquí de lo que se trata es de que el dinero esté mejor distribuido y no quiero entrar en demagogias. No entiendo por qué Amancio Ortega cobra 800 kilos todos los años con una fortuna de más de 30.000 millones y sus empleados tienen que estar cobrando sueldos de mierda por trabajar 10-12 horas. El problema que veo es que los empresarios sacan muchos más beneficios de lo que deberían y no "reparten" los beneficios de forma equitativa.
Y en la mente de Ortega se pensará: "Bueno, si me imponen un salario mínimo más alto, subo el precio de los productos y no dejo de ganar dinero". Entonces sí, se producirá una inflación de los precios. Pero en realidad de lo que se trata es de repartir mejor los beneficios en las empresas. Si se produce subida de precios es por la codicia de los de siempre.
Es importante subrayar la distinción que hice antes entre los pymes (que no tienen margen de maniobra para no subir sus precios más que usando de sus propias reservas hasta que se les agoten y tengan que "comerse" su propio capital y acabar cerrando) que el caso de las multinacionales (que, aunque también están sujetas al mismo sistema financiero, cuentan con el beneplácito del mismo) que van acumulando capital y creando sus monopolios y oligopolios con mano de obra esclava. Éstos últimos ni siquieran subirían sus precios, pues tienen amplísimo margen de maniobra no sólo para mantener los precios sino incluso para bajarlos y hacer que las pymes y/o autónomos vayan cayendo (aumentando así su posición de dominio).
Usted señala como posible solución quitar el IVA y una bajada en el IRPF. Je, ¿se contenta usted con tan poco? Las condiciones reales actuales permitirían, financieramente hablando, eliminar casi todos los impuestos estatales-autonómicos y locales (pero por ahora no quiero entrar en detalles sobre este asunto que extendería la explicación en demasía). El problema está, como siempre, en que las entidades administrativas también actúan, desde un punto de vista financiero-contable, como "empresas" estando sujetas a las mismas condiciones y reglas antes señaladas que caracterizan al capitalismo. Es decir, no pueden quitar (de acuerdo a esas mismas reglas) toda esa tiránica presión fiscal sobre la población porque también deben hacer frente, en última instancia, a los mismos compromisos de deudas con el sistema bancario (aunque actualmente sólo le llegue, en la mayor parte de los casos, para el simple pago del interés y no del principal).
Por último, sobre que un aumento del impuesto sobre las grandes fortunas de personas físicas o los beneficios brutos de las macroempresas -cuya formación facilita el sistema capitalismo-financiero mediante la acumulación de capital financiero antes señalada- como solución a la falta de poder adquisitivo o demanda efectiva, debo decir que en sí mismo tampoco solucionaría realmente ese problema, no ya sólo por el hecho de que si juntáramos todas esas fortunas (por poner un caso extremo) y las dividiéramos entre toda la población y a razón de renta mensual a lo largo de un año saldría una cifra ridícula, sino porque los mismos ricos repercutirían en los precios de los bienes-servicios de sus macroempresas dichos costes tributarios adicionales (es el mito económico socialista de que "los pobres son pobres porque los ricos son ricos").
En pocas palabras. Una verdadera solución debe pasar por un aumento del poder adquisitivo de la población que no suponga al mismo tiempo un aumento o creación de nuevos costes financieros (ya empresariales y que repercuten en los precios (inflación), ya públicos y que repercuten en un aumento de la presión fiscal).
Última edición por Martin Ant; 29/05/2013 a las 19:55
¿Y por qué no la eliminación total del IRPF?. Y para imaginar ésto tampoco hace falta recurrir a planteamientos utópicos como los de aquellos niñatos universitarios parisinos del mayo de 68, tales como aquél tan ingenioso como estúpido grito: 'seamos sensatos, pidamos lo imposible'. Yo sencillamente diría: 'seamos sensatos y recuperemos todo aquello que hemos perdido'. Porque yo, que no soy tan viejo, aún recuerdo aquellos tiempos en los que las rentas obreras, en España, estaban exentas de pagar impuestos, y solamente existían los impuestos indirectos de cuantía inferior al actual IVA y los impuestos que habían de pagar religiosamente los empresarios.
Pero para poder hacer que los trabajadores españoles dejen de estar obligados a pagar impuestos por sus salarios tan raquíticos, lo primero que habría que hacer es eliminar, como tu dices, la ingente cantidad de gastos superfluos que el actual régimen ha creado para contentar a todas los caciques a los que tiene que alimentar. Si los salarios reales subían y subían desde 1963 hasta casi 1980, ¿por qué a partir de esa fecha hubieron de bajar estrepitosamente hasta la actual posición, al mismo tiempo que se iban creando mas y mas impuestos...?. Los empresarios hasta los años 80 aplaudían mientras el gobierno les obligaba a pagar salarios cada vez mas elevados a sus trabajadores y todo eran adhesiones inquebrantables venidas de todos sitios. Mientras, la riqueza de la nación continuaba creciendo a un ritmo vertiginoso, similar al ritmo con que iban aumentándose los salarios, y todos tan contentos. Hoy que los salarios descienden, ocurre justamente lo contrario y el país va a la ruína. ¿Alguien puede explicármelo...? (y no se bien si esta pregunta es retórica).
Última edición por jasarhez; 29/05/2013 a las 20:00
jarsahez, el problema que yo veo con el IVA y demás impuestos indirectos es que no gravan la capacidad económica, es decir, lo paga igual el que cobra 1400 euros que el que cobra tres millones. La justicia tributaria no se basa en que todos paguemos por igual, sino que el que gana más pague más y el que gane menos pague menos. Yo veo bien que ciertos tramos, por ejemplo hasta 24.000 euros estén exentos de pagar IRPF y que, a partir de ahí, progresivamente se vaya aumentando el tipo impositivo hasta llegar, com máximo, al 50%. Quitaría todos los demás impuestos indirectos.
Señor Martin Ant. No hace falta que me explique cómo funciona el sistema capitalista y el actual sistema autonómico español. Mi pregunta se orientaba más hacia un escenario que no fuera capitalista. Sé perfectamente cómo funciona España y su ralea de chupóptero y sé cuántos impuestos tenemos que pagar para seguir manteniéndolos.
Yo siempre me refiero a otro tipo de Economía que no sea la capitalista. Un tipo de Economía más humana en el que ésta sirva al ser humano y no al revés.
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"Al rey, la hacienda y la vida se ha de dar, pero el Honor es patrimonio del alma y el alma sólo es de Dios" (Calderón de la Barca).
Bueno, pero, ése era precisamente el punto que quería señalar. Una vez enunciadas sucintamente las contradicciones económicas que el sistema financiero (que está en la base del capitalismo) provoca en la comunidad política, pasar a señalar la correspondiente medida técnica que la corrija de manera sencilla (y todo ello con independencia de quién esté actualmente en el gobierno español, pues la cuestión económica es una cuestión autónoma o al margen).Señor Martin Ant. No hace falta que me explique cómo funciona el sistema capitalista y el actual sistema autonómico español. Mi pregunta se orientaba más hacia un escenario que no fuera capitalista. Sé perfectamente cómo funciona España y su ralea de chupóptero y sé cuántos impuestos tenemos que pagar para seguir manteniéndolos.
Yo siempre me refiero a otro tipo de Economía que no sea la capitalista. Un tipo de Economía más humana en el que ésta sirva al ser humano y no al revés
En ningún momento me he movido en mi planteamiento fuera de la finalidad u objetivo real propio que tiene (o debería tener) la economía: la producción y distribución de los bienes y servicios deseables (o con demanda real) a la población. O como usted bien dice: al servicio del ser humano. Pero lo que pasa es que el sistema financiero (y los que lo manejan) manipulan convenientemente el crédito financiero, es decir, el dinero de la comunidad política, de tal forma que la lucha por la adquisición de una parte del mismo se convierta socialmente en el objetivo (artificialmente provocado, recalco) fundamental y primario de la población (ya sean administraciones públicas, empresas, trabajadores, etc..., a todos nos mueve el mismo objetivo: la seguridad financiera), dejando el aspecto de servicio real o material de la economía como un aspecto secundario, colateral o de añadidura, que provoca los malos efectos sociales que todos conocemos (el gobierno y los impuestos, a pesar de sus importantes implicaciones sociales, es un aspecto meramente subordinado al sistema financiero).
Precisamente uno de los elementos de confusión cuando se habla de estas cosas es la de confundir inconscientemente los distintos planos: financiero, por un lado, y ecónomico real o material, por otro; así como la dificultad de comprender la necesaria relación que debería existir entre ambos (y sus consiguientes consecuencias en materia de poder adquisitivo, precios e impuestos -plano financiero- y de distribución y adquisición real de bienes y servicios o aumento del bienestar social -plano económico real-material).
Sinceramente, me daría lo mismo que se establezca una exención del pago del IRPF para las rentas obreras, que el hecho de que se haga desaparecer este impuesto y se sustituya por otro nuevo que también dejara exentas del pago las rentas salariales de los obreros. La cuestión final pasa por echar cuentas y ver qué tipo de administración pública podemos permitirnos y hacerla, con los medios económicos disponibles, lo mas eficaz posible. Sobran absolutamente todas las autonomías, sobre eso empieza ya a existir un amplísimo consenso de opinión entre todas las tendencias extra y anti sistema. El otro día escuchaba en una radio de internet de uno de esos colectivos próximos al 15-M también lo mismo: "¡SOBRAN LAS AUTONOMÍAS!".
Los impuestos indirectos siempre se ha dicho que son 'de derechas', y yo no lo niego. Pero, en su justa medida, tampoco resultarían tan injustos. Lo que no es admisible son las actuales tasas impositivas para este tipo de impuestos.
Una posible 'tercera vía':
http://clubchesterton.com/que-es-el-distributismo
El capitalismo se cae a pedazos y el socialismo nunca se levantó, ¿será el momento del distributismo?
El distributismo es una alternativa al socialismo y el capitalismo ideada, entre otras personas, por Gilbert Keith Chesterton. Chesterton tuvo un idilio en su juventud con el socialismo, hasta darse cuenta que era una ideología reaccionaria. Era una reacción contra el capitalismo, y la reacción equivocada. Con el tiempo, y especialmente fruto de su amistad con Hillaire Belloc, maduró una nueva concepción económica basada en la Doctrina Social de la Iglesia (DSI). Sabemos que la forma de curar los males de nuestra civilización es llevar a cabo una concepción real de la libertad, restaurar la dignidad del hombre y la independencia de la familia, salvaguardado de forma apropiada por la distribución de la propiedad.
Decálogo del distributismo (empezando con los primeros cinco puntos de la DSI)
- El principio de bien Común
- Se entiende por bien Común al conjunto de condiciones de vida social que hacen posible a las personas el logro más pleno y fácil de la propia perfección (GS 26) Una sociedad que quiere estar al servicio del ser humano pone como meta el bien común. Por el se respeta y se promueve integralmente a la persona humana. Es un deber de todos los miembros de una sociedad ya que todos tienen derecho a gozar de las condiciones de vida que resultan de su búsqueda, y principalmente, corresponde al Estado velar por garantizar su pleno desarrollo armonizando los diversos intereses de los grupos y de los individuos.
- Subsidiariedad
- Es imposible promover la dignidad de la persona si no se cuidan la familia, los grupos, las asociaciones, las realidades territoriales locales, en definitiva, aquellas expresiones agregativas de tipo económico, social, cultural, deportivo, recreativo, profesional, político, a las que las personas dan vida espontáneamente y que hacen posible su efectivo crecimiento social. Es el ámbito de la sociedad civil: el conjunto de las relaciones entre individuos y entre sociedades intermedias.
- Las sociedades de orden superior deben ponerse en una actitud de ayuda (« subsidium ») —por tanto de apoyo, promoción, desarrollo— respecto a las menores.
- A la subsidiariedad entendida en sentido positivo, como ayuda económica, institucional, legislativa, ofrecida a las entidades sociales más pequeñas, corresponde implicaciones en negativo, que imponen al Estado abstenerse de cuanto restringiría, de hecho, el espacio vital de las células menores y esenciales de la sociedad. Su iniciativa, libertad y responsabilidad, no deben ser suplantadas.
- Participación
- La participación en la vida pública es fundamental e ineludible para el católico, quien debe saber que ésta no se limita a algún sector particular de la vida social sino que se extiende a todos los ámbitos donde se desarrolla el ser humano.
- Dado que la dignidad humana es fuente de todos los derechos, el derecho de regir los pueblos no puede realizarse de espaldas de la gente, ni se le debe usurpar su espacio legítimo de actuación.
- Destino universal de los bienes
- Primacía de la persona: La propiedad sirve al hombre, no al revés
- Al comienzo Dios confió la tierra y sus recursos a la administración común de la humanidad para que tuviera cuidado de ellos, los dominara mediante su trabajo y se beneficiara de sus frutos (cf Gn 1, 26-29). Los bienes de la creación están destinados a todo el género humano. Sin embargo, la tierra está repartida entre los hombres para dar seguridad a su vida, expuesta a la penuria y amenazada por la violencia.
- El derecho a la propiedad privada, adquirida o recibida de modo justo, no anula la donación original de la tierra al conjunto de la humanidad. El destino universal de los bienescontinúa siendo primordial, aunque la promoción del bien común exija el respeto de la propiedad privada, de su derecho y de su ejercicio.
- Solidaridad
- El ser humano no es individuo sino persona, y en tanto persona relacional. Es un ser trascendente también en tanto que su interés no es meramente personal, sino el de la comunidad. La hermandad humana exige una actitud de unión y ayuda entre todos los seres humanos en cualquier sociedad sana.
- Localismo
- La separación de la economía (oikos, casa) del hogar no es natural y es parte de un proceso de fracturación más grande. El feminismo separa a la mujer de la casa, el capitalismo separa al hombre de la casa, la fábrica separa la manufactura de la casa y la industria de información y entretenimiento separa la originalidad y la creatividad de la casa, lo cual nos hace meros consumidores y no ciudadanos activos.
- Hay una especie de aversión al localismo porque la sociedad está demasiado acostumbrada a los “beneficios” de la globalización mal entendida. Los problemas de nuestros días se deben al divorcio de la gente de su tierra y sus derechos, el remedio de esos males depende del entendimiento. Un hombre tan enfermo que no puede curarse sin una operación puede estar tan emocionalmente agitado que no pueda soportar una operación. Su posición es análoga a la de la nación que ha aceptado un modo artificial de vida y no tiene deseos de recuperarse. En un caso los médicos deben tratar los nervios antes de operar. En el otro debe cambiar la cultura antes de mejorar los hábitos.
- Gremialismo
- El gremio está entre las instituciones humana más antiguas, más arraigadas y más necesarias. Es una asociación de hombres con un mismo oficio que se dedica al mutuo apoyo. Tiene cuatro características:
- Primero: garantiza su propiedad. No la destruye como el comunismo, la hace permanente y se segura que la competencia injusta no lleve a la destrucción del pobre por el rico. No hace que no florezca el trabajador ni favorece la vagancia e ineficacia, pero impone condiciones para la entrada al Gremio que controla la competencia injusta.
- Segundo: adquiere del Estado el derecho de tratar los asuntos que son de incumbencia de sus miembros, entre ellos el de restringir la práctica del oficio a los miembros del gremio. La pertenencia al gremio debe estar abierta a todos y depender de una prueba de la capacidad en el oficio del que se trate.
- Tercero: un miembro del gremio debe observar ciertos límites en la competencia contra sus compañeros de gremio. Hay cosas que puede hacer y cosas que no. Las reglas de conducta profesional se deben obedecer bajo pena de ser expulsado del gremio y perder el derecho a ejercer su oficio. Estas reglas están pensadas por dos objetos. El buen funcionamiento del oficio y el bien de sus miembros; para que todos, con un mínimo de capacidad y competencia, esté seguro de salir adelante.
- Cuarto: el gremio se auto-gobierna dentro de los límites de su carta de naturaleza. Tal carta de naturaleza se la debe a la autoridad del Estado, pero debe ser escrita y ratificada por quienes llevan a cabo el oficio.
- Favorecer la pequeña propiedad
- Si hay, como hoy en día cuatro gatos con mucha propiedad, algunos con poca y muchos con ninguna, estamos en un sistema injusto además de inestable. Cae uno de los cuatro gatos y todo se va al garete. La propiedad da estabilidad a las personas y todos deben tener suficiente propiedad como para poder ganarse la vida honradamente. Deben ser, al menos, propietarios de sus propias herramientas de trabajo y de su casa.
- Un sistema basado en la pequeña propiedad (y las pequeña empresa) es, además de un sistema de distribución más justa, un sistema más estable. Si una persona o un sector tiene serias dificultades, el efecto para los demás es limitado en comparación con la caída de algo que sostiene por si todo el sistema.
- El valor del trabajo
- El trabajo tiene una dimensión subjetiva más importante que el capital. No debe tratarse, pues, de forma utilitaria, ni establecerse el sueldo, en el caso (que debe ser excepcional) que una persona dependa de un sueldo, únicamente atendiendo a criterios materiales. En la encíclica laborem exercens, Juan Pablo II dice que el problema del trabajo es clave en la cuestión social, y hace hincapié en la primacía del hombre (el trabajador) sobre el instrumento (el capital).
- No es teoría política ni económica: es la adecuación a la naturaleza humana
- “Nadie que acometa la restauración de la propiedad o distributismo”, decía Belloc, “(…) puede decir ‘aquí está mi propuesta clara y completa’. No lo puedes hacer porque es normal en el hombre, orgánico; no es mecánico, no es teórico. Lo que podemos hacer es avanzar en el camino, propagar la idea, propagar sus resultados (…). [No queremos]la distribución igual de propiedad. Si tienes una sociedad en el que la norma, quizá no la mayoría, pero el número determinante de hombres tienen seguridad en lo que hacen, con su personalidad y su producción asegurados para el futuro, has establecido un estado saludable, has reconstruido la propiedad.”
http://ligadistributista.blogspot.com.es/
El viejo “distributismo” cobra nuevo impulso
Por David Gibson, Religion News Service, The Washington Post, 17 de octubre de 2012.
(Nueva York) ¿Puede un teólogo anglicano de Gran Bretaña revivir una teoría de justicia social católica de hace 80 años y dar solución a los problemas económicos y a la polarización política de los Estados Unidos?
Phillip Blond [foto], filósofo y pensador político, piensa que sí,
y está empeñando en ello todo lo que tiene
Blond, que ha sido asesor del primer ministro británico David Cameron, acaba de finalizar una gira de dos semanas por los Estados Unidos para publicitar su versión renovada del “distributismo”, una teoría que argumenta que el capitalismo y el gobierno están fuera de control.
En ese sentido, para los que así piensan, tanto los indignados de Wall Street como el Tea Party están en lo cierto.
“Lo que estamos generando en nuestra sociedad es un nuevo modelo de servidumbre”, declaró Blond el viernes (14 de octubre) en una conferencia que dio en la Universidad de Nueva York. “La retórica del libre mercado no ha producido mercados libres; ha producido mercados cerrados”, y el “capital social” de la nación está en decadencia, dejando detrás individuos aislados y familias fracturadas que deben depender de Washington para sobrevivir.
Con una tormenta de cuadros, Blond demostró gráficamente el quiebre de las normas sociales y de la unidad familiar —y el crecimiento del gobierno que debe encargarse de estos males— así como el mayor dominio de las corporaciones y los ricos en la economía actual.
Es el resultado de la “oscilación entre el colectivismo extremo y el individualismo extremo”, dice Blond. Ambas son manifestaciones del mismo impulso: la concentración del poder, primero en el Estado y luego también en los mercados. Y las “ortodoxias” liberal y conservadora han conducido al mismo resultado destructor de la sociedad.
O, como dijo en forma cortante, el liberalismo, tanto de izquierda como de derecha, “produjo una economía donde la gente piensa que puede aprovecharse del vecino y que todos se harán ricos”.
“Los indignados de Wall Street y el Tea Party son esencialmente expresiones diferentes de un mismo fenómeno”, dijo Blond. Ambos están enojados con la concentración del poder, pero los dos se encuentran en terreno pedregoso cuando exigen salvación a los dioses del mercado o a los del gobierno.
El distributismo, argumenta Blond, llama a una búsqueda más pequeña y local de soluciones (música para el oído de los conservadores clásicos), al mismo tiempo que deja al gobierno central ocuparse de construir la infraestructura y garantizar lo básico como la educación y el cuidado de la salud (ideas que enternecen a cualquier corazón herido).
Pocos saben que Blond ha adoptado la etiqueta de “conservador rojo”, o, lo que los americanos llamarían “derechista rojo” o, tal vez, “socialista del Tea Party”.
De hecho, el distributismo siempre ha sido algo extraño.
La idea se originó en Inglaterra en la década de 1920 con escritores profundamente católicos como G. K. Chesterton y Hilaire Belloc, que fundaron la Liga Distributista católica para desarrollar las teorías inspiradas en la encíclica Rerum Novarum de 1891 de León XIII sobre la justicia social y que desafiaba las problemas emergentes de la era industrial.
La preocupación por la enorme y deshumanizante fuerza del capitalismo y el comunismo ganó algo de peso en la Gran Depresión. Sin embargo, los que abogaban por esta teoría eran tenidos por excéntricos o directamente maniáticos, y fueron criticados como diletantes que “conducían sus automóviles para venir a discutir la abolición de las máquinas”.
Chesterton y Belloc convencía más como escritores que como economistas, y aunque su llamado a proteger a los pequeños comercios más que a las grandes cadenas podía sonar lindo, no tenían mucho que ofrecer en términos de soluciones reales.
Con el crecimiento impresionante de la economía posterior a la Segunda Guerra Mundial, dominada por las superpotencias y los mercados financieros globalizados, el distributismo se convirtió en una nota al pie y, en el peor de los casos, en el equivalente intelectual de los “aplanadores” —neo-medievalistas que propician una economía que se asemejara a la Tierra Media de J. R. R. Tolkien—.
Hasta hace muy pocos años esta teoría no hubiese obtenido demasiada atención.
Pero ahora, el distributismo se ha convertido quizá en la idea más intrigante de las que emergieron de las ruinas del colapso económico del siglo XXI, en no menor medida por el potencial que tiene de tender puentes entre los polos ideológicos que dominan el panorama político en los Estados Unidos.
Blond fue bien ponderado por David Brooks, columnista conservador de The New York Times, y por Adrianna Huffington, magnate izquierdista de los medios, y se encontró con políticos de ambos partidos durante su gira estadounidense. Fue invitado a hablar en la Universidad Católica en Washington por Stephen F. Schneck, el politólogo asesor de Obama, y en Nueva York fue incluido en una reunión a puertas cerradas con Philip K. Howard, el apóstol de las políticas públicas “de bien común” y ex asesor de Al Gore.
¿Pero puede el distributismo encontrar una audiencia dispuesta al cambio radical si apela a los defectos de ambos extremos pero niega sus remedios?
Blond es, sin complejos, un conservador con “c” minúscula. Sus teorías se inspiran en ideales religiosos, pero habla abiertamente de la centralidad de la renovación moral para restaurar la sociedad. Eso lo hace sospechoso para muchos en la izquierda. Pero existe también una vigorosa oposición desde la derecha a las críticas de Blond a los dogmas del libre mercado, sin mencionar su apertura al papel clave del gobierno en muchos sectores.
Dice Blond, por ejemplo, que se vio impresionado por la “sorprendentemente pobre” infraestructura urbana y de transportes que encontró al montar un tren desde Washington hasta Nueva York.
La infraestructura cultural y política estadounidense no es mejor, dijo Blond. Si los estadounidenses no llaman a una tregua en sus guerras culturales y terminan la “parálisis política endémica” que es causada por un sistema de controles y contrapesos, pero no por consensos, va a ser difícil lograr cualquier progreso.
Los norteamericanos, dijo, tienen que sentarse y decidir qué quieren ser como nación —y ésa es una respuesta de largo plazo que puede ser difícil de alcanzar en medio de esta crisis de corto plazo—.
“Es muy difícil ver alrededor de qué se pueden sentar los estadounidenses”, dijo al Religion News Service. “Se necesita una nueva cultura, o una nueva ‘comunalidad’ alrededor de la cual uno pueda asociarse y crear.”
“Y el problema es que no lo tienen porque están metidos en una guerra cultural. Y una vez que uno tiene una guerra cultural, lo que uno tiene es una sociedad fragmentada… lo que quiere decir que se ha convertido en una sociedad que no puede resolver problemas. Lo que es preocupante.”
FUENTE, vía Distributist Review
Última edición por jasarhez; 29/05/2013 a las 23:23
El salario mínimo a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia
De la Encíclica Quadragesimo Anno de S.S. Pío XI:
69. (…) el trabajo no puede ser valorado justamente ni remunerado equitativamente si no se tiene en cuenta su carácter social e individual.
71. Al trabajador hay que fijarle una remuneración que alcance a cubrir el sustento suyo y el de su familia (...) Hay que luchar denodadamente, por tanto, para que los padres de familia reciban un sueldo lo suficientemente amplio para atender convenientemente a las necesidades domésticas ordinarias. Y si en las actuales circunstancias esto no siempre fuera posible, la justicia social postula que se introduzcan lo más rápidamente posible las reformas necesarias para que se fije a todo ciudadano adulto un salario de este tipo.
Quadragesimo Anno- 15-5-1931
_______________________________
La DSI ordena expresamente que la remuneración salarial que perciba el trabajador (y habla concretamente del cabeza de familia) ha de alcanzar para cubrir convenientemente tanto su sustento personal, como el de toda su familia. Y además afirma que, 'hay que luchar denodadamente' para conseguir ésto, y dice que 'si en las actuales circunstancias no siempre fuera posible, la justicia social postula que se introduzcan lo más rápidamente posible las reformas necesarias para que se fije a todo ciudadano adulto un salario de este tipo'. Es decir, casi está anunciando la necesidad de establecer lo que luego se denominó Salario Mínimo Interprofesional, pero estoy seguro de que aquí también habrán discrepancias con algunos habituales foreros que yo me se...
Pero, es que incluso recurriendo a esta institución (el SMI) tal y como se encuentra actualmente regulada en España, ¿acaso es posible afirmar que los SMI actuales permiten a un trabajador 'cubrir convenientemente el sustento de él mísmo y el de toda su familia', tal y como ordena la DSI?.
Pues, imaginemos la situación si desaparecieran los SMI. Porque, luego vendrían rápidamente los liberales a decirnos que el mercado es en todo caso la institución perfecta para garantizar el equilibrio... esto es, obrar el milagro de satisfacer enteramente tanto a trabajadores como a empresarios.
Y tras la desaparición del SMI, también habríamos de seguir escuchando aquello de que siempre el mercado conseguirá alcanzar óptimamente una situación de pleno empleo. Porque, para el liberalismo existe el paro porque alguien se empeña en que el mercado no funcione correctamente. Esto es, porque los trabajadores o los gobiernos intervencionistas se empecinan en mantener un salario superior al que corresponde a la plena ocupación, y que bastaría con que los salarios se redujeran convenientemente para que el paro desapareciera. Y es verdad... si los obreros no percibiéramos ningún salario por nuestros trabajos, no existiría paro. Sería la situación perfecta...
Por ello, si estamos en paro, la culpa es únicamente achacable a nosotros mismos. Y si un hombre no puede mantener convenientemente a toda su familia con el salario resultante de la 'benéfica' acción de los mercados, es porque su mujer no sabe administrar bien la casa, ni mucho menos su economía...
Y no olvidemos jamás que si hoy hay obreros en paro, la culpa es de aquellos que se empeñan en cobran los salarios excesivos fijados en el SMI (algo mas de 600 euros al mes...). Adonde iremos a parar con semejantes fortunas, ¡así no me extraña que se cierren todas las empresas y España se haya desindustrializado!.
(tras una espectacular subida del 0,6% respecto al valor del pasado año 2012, el salario mínimo que ha fijado el gobierno para 2013 quedará fijado en 654,30 euros al mes). Pruebe usted a alimentar a su mujer (tal y como manda la DSI) y a su familia numerosa con todos los hijos que Dios le haya obsequiado (tal y como manda la DSI), amén de atender las necesidades de sus ancianos progenitores y de su parroquia (tal y como manda la DSI), con esa cantidad... y luego échele usted la culpa a los gobiernos demasiado intervencionistas de que las industrias cierren, que alguien hasta le dará un buen puñetazo en la naríz por ser tan estúpido. Y ese alguien debería hacerlo pronto, porque si no voy a hacerlo yo mismo... Y es que algo debe de estar equivocado, o es verdad lo que dice la DSI o es verdad lo que dice el liberalismo, pero jamás ambos a un mismo tiempo.
Un saludo
Última edición por jasarhez; 30/05/2013 a las 01:26
Aporto mi grano de arena:
- Relativamente al gráfico 4 colgado por el Sr. Jasarhez: me extrañan los datos. No pongo en duda que la fuente sea el Eurostat pero quizás la construcción de los agregados no esté enteramente correcta. Me recuerdo perfectamente que por 1994 ya el sueldo mínimo en España superaba el de Portugal por larga diferencia. Puedo deciros que hoy por hoy el sueldo mínimo en Portugal no llega a los 500 Euros y es lo más alto (nominalmente) que alguna vez se ha tenido por acá. Puede que el agregado considere las pagas extra; pero entonces no se entiende el valor atribuido a España.
- Con respecto al apunte de Martín de que el salario mínimo es una panacea estatal para las consecuencias del liberalismo capitalista, coincido con él por entero. En una sociedad y una economía estructurada por cuerpos intermedios - como los gremios sectoriales o corporaciones profesionales, aunque controladas para que no funcionasen como corta-fuegos de competencia para oligarquías como ocurrió en el régimen fascista o salazarista - no existe necesidad de que el estado intervenga y intervenga mal, ya que no conoce y no puede tomar en consideración las especificidades de cada sector de actividad. Sin embargo esa sociedad y economía no existe - ni puede existir en cuanto existir una unión política y monetaria que priva a nuestros países de su soberanía monetaria, fiscal, de cambio y bancaria (central) y que abre nuestras economías hasta el hueso, ni hablando de otras dependencias; y en cuanto esa sociedad y esa economía no existir, el sueldo mínimo, humillante limosna que pueda ser, es la ultima frontera que separa la subsistencia del obrero de una productividad que no gestiona y no controla y la ultima defensa contra la tiranía del capitalista. Me parece que también el tradicionalismo debe pugnar por un sueldo mínimo más digno y coherente con la función del sueldo para la teoría social de la Iglesia, al mismo tiempo que se van formando las consciencias para el cambio político, social y económico que se hace cada vez más necesario. A Dios rogando y con el mazo dando.
- Sobre el aumento del sueldo mínimo y inflación: pues yo creo que hay margen para se aumentar el sueldo mínimo sin producir inflación. Por el simples hecho de que, con la crisis financiera y bancaria, el efecto multiplicador del crédito se ha reducido (por contracción autónoma de la concesión de crédito). Sin embargo, tendría que ser acompañada de una bajada de impuestos sobre la renta de las empresas para que no perdiesen competitividad externa. Se compensaría la quiebra de ingreso con un aumento de recaudación de impuesto sobre la renta de las personas, por aumento de la masa tributable. ATENCIÓN: Yo sé que esta es una receta liberal pero estoy simplemente opinando de como se podría hacer ya, con lo poco que se puede manipular.
- Sobre el distributismo: sin duda que es la concreción más fina y fiel que se ha hecho, hasta el momento, de la Teoría Social de la Iglesia. No es todavía una teoría económica sino un conjunto de principios. En mi opinión, hace falta que se gane consistencia científica desde el punto de vista de la economía en cuanto ciencia social. Una teoría económica que, anclada en los referidos principios, construya los modelos adecuados para que se estudie al detalle los comportamiento de cada variable y del conjunto, en función de diferentes escenarios de política económica. Sin eso, me temo que el distributismo siga como está desde los tiempos de Belloq - como un bello libro para quien no sabe leer: queda bien en la estante pero que no sirve para aprender y poner en practica. Reto a Martín?
Aquí el Papa simplemente subraya la necesidad de que la renta financiera percibida por las personas, en una economía dineraria (no de trueque) en que se realizan las intercomunicaciones sociales por medio de transacciones financieras, sea holgadamente suficiente para su estabilidad material y la de sus familias, como resultado final u objetivo final que debe ser perseguido por la comunidad política conforme a los principios de la justicia.El salario mínimo a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia
De la Encíclica Quadragesimo Anno de S.S. Pío XI:
69. (…) el trabajo no puede ser valorado justamente ni remunerado equitativamente si no se tiene en cuenta su carácter social e individual.
71. Al trabajador hay que fijarle una remuneración que alcance a cubrir el sustento suyo y el de su familia (...) Hay que luchar denodadamente, por tanto, para que los padres de familia reciban un sueldo lo suficientemente amplio para atender convenientemente a las necesidades domésticas ordinarias. Y si en las actuales circunstancias esto no siempre fuera posible, la justicia social postula que se introduzcan lo más rápidamente posible las reformas necesarias para que se fije a todo ciudadano adulto un salario de este tipo.
Quadragesimo Anno- 15-5-1931
Pero de ahí no pasa, sin entrar en detalles técnicos sobre la consecución de este objetivo moral y que no son de su competencia (como por otro lado subraya también en la misma Encíclica).
Por supuesto esto no es incompatible con la dirección a la que Pío XI apuntaba sobre el origen constante del problema económico y social, dirigiendo su mirada hacia el sistema financiero.
Y más tarde lo recordaba también Pablo VI100. En primer lugar, está a los ojos de todos que la estructura de la economía ha sufrido una transformación profunda. Sabéis, venerables hermanos y amados hijos, que nuestro predecesor, de feliz recordación, se refirió especialmente en su encíclica a ese tipo de economía en que se procede poniendo unos el capital y otros el trabajo, cual lo definía él mismo sirviéndose de una frase feliz: "Ni el capital puede subsistir sin el trabajo, ni el trabajo sin el capital" (Rerum novarum, 52).101. León XIII puso todo su empeño en ajustar este tipo de economía a las normas del recto orden, de lo que se deduce que tal economía no es condenable por sí misma. Y realmente no es viciosa por naturaleza, sino que viola el recto orden sólo cuando el capital abusa de los obreros y de la clase proletaria con la finalidad y de tal forma que los negocios e incluso toda la economía se plieguen a su exclusiva voluntad y provecho, sin tener en cuanta para nada ni la dignidad humana de los trabajadores, ni el carácter social de la economía, ni aun siquiera la misma justicia social y bien común.
(...)
105. Salta a los ojos de todos, en primer lugar, que en nuestros tiempos no sólo se acumulan riquezas, sino que también se acumula una descomunal y tiránica potencia económica en manos de unos pocos, que la mayor parte de las veces no son dueños, sino sólo custodios y administradores de una riqueza en depósito, que ellos manejan a su voluntad y arbitrio.
106. Dominio ejercido de la manera más tiránica por aquellos que, teniendo en sus manos el dinero y dominando sobre él, se apoderan también de las finanzas y señorean sobre el crédito, y por esta razón administran, diríase, la sangre de que vive toda la economía y tienen en sus manos así como el alma de la misma, de tal modo que nadie puede ni aun respirar contra su voluntad.
(...)
Por lo que atañe a las naciones en sus relaciones mutuas, de una misma fuente manan dos ríos diversos: por un lado, el "nacionalismo" o también el "imperialismo económico"; del otro, el no menos funesto y execrable "internacionalismo" o "imperialismo" internacional del dinero, para el cual, donde el bien, allí la patria.
Quadragessimo Anno
Cuando dice "nefasto sistema que la acompañaba" no puede más que referirse al sistema financiero que acompaña siempre, desde el comienzo de la revolución industrial, a la economía, y que está en el origen de todos los problemas sociales (como muy bien señalaba en su análisis C. H. Douglas).25. La industrialización, tan necesaria para el crecimiento económico como para el progreso humano, es a un mismo tiempo signo y causa del desarrollo. El hombre, al aplicar tenazmente su inteligencia y su trabajo, paulatinamente arranca sus secretos a la naturaleza y utiliza mejor sus riquezas [las de la naturaleza]. Simultáneamente, mientras imprime nueva disciplina a sus costumbres, se siente atraído cada vez más por las nuevas investigaciones e inventos, acepta las variantes del riesgo calculado, se siente audaz para nuevas empresas, para iniciativas generosas y para intensificar su propia responsabilidad. 26. Con las nuevas condiciones creadas a la sociedad, en mala hora se ha estructurado un sistema en el que el provecho se consideraba como el motor esencial del progreso económico, la concurrencia como ley suprema en la economía, la propiedad privada de los medios de producción como un derecho absoluto, sin límites y obligaciones sociales que le correspondieran. Este liberalismo sin freno conducía a la dictadura, denunciada justamente por Pío XI como generadora del imperialismo internacional del dinero[27]. Nunca se condenarán bastante semejantes abusos, recordando una vez más solemnemente que la economía se halla al servicio del hombre[28]. Mas si es verdad que cierto capitalismo ha sido la fuente de tantos sufrimientos, de tantas injusticias y luchas fratricidas, cuyos efectos aún perduran, injusto sería el atribuir a la industrialización misma males que son más bien debidos al nefasto sistema que la acompañaba. Más bien ha de reconocerse, por razón de justicia, que tanto la organización del trabajo como la misma industrialización han contribuido en forma insustituible a la obra toda del desarrollo.
Populorum Progressio
Última edición por Martin Ant; 30/05/2013 a las 14:47
Irmao. Yo creo que es imposible descender a cuestiones particulares (como la específica de este hilo, por ejemplo, sobre el salario mínimo) sin antes abordar la cuestión fundamental de cómo funciona e influye la finanza de manera decisiva en la economía real (determinando -no digo ya condicionando- la producción y el consumo, y por ende, el bienestar o malestar social de la población).
Yo sostengo, junto C. H. Douglas, la existencia de una escasez sistémica o crónica de poder de compra que se manifiesta de manera periódica en la población como consecuencia de un manejo de la política financiera al margen o fuera de la realidad productiva (actual y potencial) de la comunidad política, en términos de la contabilidad general de dicha comunidad (los cálculos que se hacen del PIB así como la forma en que se desarrolla y compone este parámetro "sacrosanto" de los economistas ortodoxos -en tanto que supuesto reflector de la realidad económica material de la comunidad política- es un auténtico fraude). Es ésa la causa de todo el problema económico, agudizado ad nauseam desde la llegada de la Revolución Industrial.
La única vez que Jasarhez intentó rebatírmelo fue reproduciendo un comentario crítico de Keynes en su libro La Teoría General del empleo, el interés y el dinero, y que ya contesté abundantemente, no sólo citando al propio Douglas (que ya se sabía de memoria esa típica objeción de que no siempre se produce esa falta de poder de compra y que pueden existir situaciones coyunturales en que la población vea aumentado su poder adquisitivo dentro del mismo defectuoso sistema económico) sino incluso también citando al propio Keynes en ese mismo libro contradiciéndose (me refiero a Keynes) a sí mismo.
En cuanto a la teoría del distributismo, respeto sus críticas sociales al capitalismo así como las finalidades sociales loables que persiguen (sobre esto, obviamente, no digo nada). Pero precisamente les critico lo mismo que usted correctamente señala: que en su literatura no se han molestado en escudriñar las entrañas del sistema ecónomico -y sobre todo del sistema financiero que lo acompaña- para refutar las falacias de los economistas ortodoxos (clásicos, marginalistas o keynesianos, me es indiferente, pues todos están de acuerdo en no estudiar el sistema financiero -que está en el núcleo de todo el problema- siendo sus diferencias meramente accidentales) sobre el verdadero funcionamiento de la finanza, la industria, el consumo, los precios, los impuestos y en general de todos los aspectos de la economía.
A diferencia de los distributistas, C. H. Douglas sí que lo hizo. Todo este debate, como tenía su origen en el mundo anglosajón, por desgracia prácticamente quedó confinado en los límites del mismo (si exceptuamos a los francocanadienses). Los debates se hacían en la misma revista The New Age de Orage, donde se recogían las grandes plumas anglosajonas del momento sobre la cuestión social (Chesterton, Belloc, Maeztu, Douglas, etc...). Douglas se sabía de memoria todos los argumentos del distributismo, haciendo alusión al fallo de los distributistas antes indicado de no querer meter la importante cuestión financiera en sus análisis.
El distributismo jamás generó un movimiento de masas comparable al que inició C. H. Douglas, no sólo en los países británicos insulares, sino a lo largo y ancho de los demás países importantes angloparlantes (Australia, Nueva Zelanda, Canadá y EEUU) en donde también arrastraba masas allí a donde iba a realizar conferencias populares. Y no sólo eso, sino que lo invitaron a declarar en sendas comisiones parlamentarias sobre la cuestión económica en Inglaterra (la famosa Comisión MacMillan), en Canadá y en Nueva Zelanda.
En fin, mientras me sigan dejando, seguiré colocando en otros hilo trabajos de este injustamente olvidado (dentro de los ámbitos tradicionalistas) pensador económico, que dió en la clave de todo el problema social.
Última edición por Martin Ant; 30/05/2013 a las 15:30
Pues gracias por su aportación, estimado Irmão de Cá. Sinceramente ese gráfico 4 al que hace alusión, simplemente lo copié de la página de la cual también he puesto el enlace. A los gráficos a los que yo me refería cuando decía que resultaban ser casi idénticos a los que yo obtuve en el año 2003 eran el 1 y el 2. Sinceramente, los datos referidos en el cuatro, jamás yo los había contrastado.
Según una página que acabo de encontrar por internet ahora mísmo, el SMI en Portugal evolucionó según la siguiente tabla de resultados:
SMI Portugal | Salario Minimo Portugal
SMI - PORTUGAL 2013 565,83 € 2012 565,83 € 2011 565,83 € 2010 554,17 € 2009 525,00 € 2008 497,00 € 2007 470,17 € 2006 449,98 € 2005 437,15 € 2004
425,95 € ← 2003 416,03 € 2002 406,01 € 2001 389,89 € 2000 371,27 € 1999 356,72 €
Según los datos aportados en esta tabla, la cifra reflejada en el gráfico 4 en cuestión estaría equivocada si consideramos esta información expresado en términos cuantitativos, pero fíjese usted en lo que dice expresamente el párrafo que los autores de esa página han escrito en su cabecera:
Pero, repito, estos datos expresado en este gráfico (4) yo no los había contrastado. Supongo que habría que hacer la misma corrección que se hizo con los gráficos 1 y 2 en función de la evolución de los IPC's en cada país, tal y como yo hice en los gráficos que publiqué en mi página."Para hacer más relevante la comparación se han considerado las diferencias de precios entre los distintos países de forma que los valores de SM de cada país se puedan interpretar en términos de igualdad de poder adquisitivo."
Un abrazo en Cristo
Última edición por jasarhez; 30/05/2013 a las 20:47
Efectivamente, señor Martin Ant, en ese párrafo el Papa dice eso, que los obreros deben de percibir el salario necesario para poder alimentar dignamente a sus familias. Ahora bien, créame que debido a mi ignorancia en materia financiera, por mucho que he leído y releído sus excelentes aportaciones sobre los textos de C. H. Douglas, aún no he conseguido entender lo que dicen. Y repito, esta circunstancia solo es debida a mi completa ignorancia en la materia. De todas formas, las propuestas que usted ha lanzado basadas en las teorías de esta escuela, al margen de no poder comprenderlas, como ya le dije en otros hilos, no me gustan. Y es que para mi, el trabajo tiene un valor social intrínseco que va mucho mas allá que la mera percepción salarial. Jamás he llegado a compartir ninguno de los criterios basados en el crédito social y demás historias que nos prometen una especie de estipendio sin pegar un palo al agua. Sinceramente, y perdone (como siempre le digo) mi ignorancia, a mi eso jamás me ha parecido ni correcto, ni bueno, ni posible, ni aún siquiera deseable en modo alguno. Yo soy de la vieja escuela y para mi la riqueza nace siempre del trabajo y el esfuerzo, y entiéndase ésto dicho tanto a nivel individual o familiar como nacional o colectivo. Es decir, yo no puedo salirme de la máxima expresada por San Pablo que decía: 'el que no trabaja, no come...'. Y usted perdone mi ignorancia... y mi atrevimiento (seguro que causado por ésta). Porque ya se sabe lo que dice el dicho: 'La ignorancia es atrevida'.
Por eso en este hilo yo, humildemente, desearía poder seguir hablando de salarios emanados del esfuerzo de los obreros, del sudor de la frente... vamos, como ha sido ganado el pan desde que el mundo es mundo, o al menos desde que Adán y Eva fueron expulsados del paraíso. Porque yo no entiendo nada de cuestiones financieras.
Un abrazo en Cristo N.S.El valor del trabajo adquiere una importancia suprema como valor de dignidad y realización del ser humano, por lo que éste no debería estar sujeto a criterios financieros, así como tampoco a la ley de oferta y la demanda.
Última edición por jasarhez; 30/05/2013 a las 23:43
Las enseñanzas de la Iglesia católica romana son muy claras en lo referente a la necesidad de un salario de subsistencia para el trabajador. Hace más de un siglo, el papa León XIII (1891) dijo en su trascendental carta encíclica Sobre la condición del obrero:
"Aceptando, entonces, que el obrero y el patrono realicen convenios libres y, en particular, acepten la cantidad del salario; no obstante, existe un dictado de la naturaleza más imperioso y más antiguo que cualquier trato entre hombres, a saber, que la remuneración debe ser suficiente para sustentar al obrero en una comodidad razonable y frugal. Si por necesidad o por miedo de un mal mayor, el trabajador acepta pactos más difíciles e incondicionales del patrono o el empresario, el mismo es víctima de coerción e injusticia" (p. 21-22).En el cuadragésimo aniversario de la declaración de León XIII, la carta encíclica del papa Pío XI sobre La restauración del orden social (1931) dice de manera similar:
"El salario pagado a un obrero debe ser suficiente para su propio sustento y para el de su familia. [...] las madres han de dedicarse, sobre todo, al hogar y a las cosas relacionadas con el mismo; pero es intolerable abuso que las madres de familia, por la insuficiencia del salario del padre, sean forzadas a ocuparse en labores remuneradas a expensas de los quehaceres domésticos y propios, en particular la educación de sus hijos. A esto debemos oponernos con todas nuestras fuerzas. Debe hacerse todo lo posible para que los padres de familias reciban un salario que satisfaga las ordinarias necesidades domésticas. Si las condiciones presentes de la sociedad no siempre posibilitan esto, la justicia social exige que se introduzcan cuanto antes reformas que garanticen a todo trabajador adulto tal salario" (pp. 144-145).S.S. León XIII continúa explicando: “La preservación de la vida es deber de todos y cada uno, y no cumplir con él es un crimen. Se sigue que cada uno tiene derecho a procurarse los medios para vivir; y los pobres no pueden procurarlos más que con trabajo y salario” (p. 21).
En otras palabras, puesto que las personas tienen derecho a la vida, tienen asimismo el derecho a esas necesidades que posibilitan la vida; y esto lo logra un salario justo y suficiente, el salario inadecuado no.
Pío XI señaló que para que un salario sea justo, no debe calcularse partiendo de una sola base, sino de varias, entre ellas los aspectos individuales y sociales del trabajo (p. 144). Según esta enseñanza papal, el patrón que remunera al obrero basándose estrictamente en el rendimiento económico viola la justicia.
Ya sabemos todos que hay personas que, aún diciéndose católicas, coinciden con los que no lo son en no ver valor alguno en estas enseñanzas papales o las intenten tergiversar de modo torticero. Aún así, debe hacerse hincapié en afirmar que S.S. León XIII y S.S. Pío XI no enuncian aquí conceptos excepcionalmente católicos; más bien, expresan la ley natural, y ella es válida para todas las gentes de todos los tiempos.
Ambos insisten en la dignidad del hombre y llaman a todos los empresarios a que traten a sus empleados con la justicia, imparcialidad y compasión que merecen. Los papas sostienen que es una violación de la dignidad de los obreros verlos solo desde el punto de vista económico, por ejemplo, como la capacidad productiva de una máquina. ¡Es intolerable que los trabajadores sean considerados como mera inversión de capital, al igual que lo es una máquina!. Porque el hombre, lejos de ser lo que el liberal-capitalismo o el comunismo predican, es en todo momento portador de Valores Eternos y no una mera mercancía o herramienta de producción. ¿Pero qué podemos esperar de una sociedad como la nuestra en la que cada año se tritura la vida de casi doscientasmil personitas inocentes...?. ¿Qué podemos esperar de gobiernos tan inhumanos y tan asesinos como los nuestros?. Pues, en cuanto al salario se refiere... solamente los 645,30€ mensuales por una jornada laboral completa que el gobierno le congela a las familias..... además de mas de seis millones de personas en España sin empleo a causa de la desindustrialización. Ésto es lo único que puede aportar el capitalismo a la dignidad de los obreros españoles y de sus familias.
Un saludo
Última edición por jasarhez; 31/05/2013 a las 00:25
Martín: Desconozco la obra de C.H. Douglas y el movimiento que generó. Por eso le agradezco la información y seguro que, cuando tenga tiempo, lo dedicaré a leer sobre su trabajo. Supongo que, en mensajes anteriores, Vd. ya habrá colgado enlaces para librerías digitales, por lo que voy buscarlos en el foro de economía. Entiendo su reserva y criterio de precedencia científica cuando toca hablar sobre cosas tan practicas como el sueldo mínimo; empero, a mi me parece que a los tradicionalistas más que a los franquistas y al revés de movimientos revolucionarios, inseridos (o no) en los actuales parlamentos, a nosotros nos pasan demasiado al lado los problemas sencillos que viven nuestros compatriotas, mismo aquellos que no se precian de serlo. Sé que podrá ser un refrán muy gasto, pero nos falta realpolitik; para operar un cambio de consciencia colectiva hacia los valores perennes que defendemos, hay que captar la atención del pueblo hablándole de como si puede resolver los negros problemas del presente, mirando al futuro alumbrados por el conocimiento del pasado. Si no lo hacemos, otros lo harán por nuestra vez. Le doy un ejemplo: ayer por la noche, el segundo canal de televisión más visto en Portugal (SIC) ha transmitido un largo reportaje sobre la situación del Jefe de Estado Español y su entorno familiar. Pues le digo que buena parte del programa ha sido recoger opiniones y testigos de gente enseñando la tricolor o la hoz y el martillo (la otra parte ha sido dedicada a entrevistar personajes como Anasagasti, Montilla, Ayuso - el jefe de la Casa Real Juancarlista - y amiguetes portugueses de Juanca, de los tiempos de Estoril). Lamentablemente, ni una sola palabra sobre una alternativa carlista... claro que estamos hablando de una cadena televisiva liberal; pero si el tradicionalismo estuviera en la calle, las Cruces de Borgoña tendrían que aparecer como aparecieron las tricolores (y aparecieron sobradamente), y eso se tendría que explicar. Con más razón puede decirse lo mismo sobre Portugal... y así no pasaremos las puertas de los círculos carlistas y de las tertulias de monárquicos tradicionalistas portugueses.
Sr. Jasarhez - Gracias por la aclaración de los datos que nos ha proporcionado.
Última edición por Irmão de Cá; 31/05/2013 a las 13:19
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