La UE y EEUU negocian un tratado de libre comercio en secreto
Con la firma de este tratado, la UE permitirá que primen los intereses de las grandes empresas sobre los derechos laborales de los europeos
El Tratado Transatlántico de Comercio e Inversión entre Estados Unidos y la Unión Europea, más conocido como TTIP por sus siglas en inglés, supone una integración con el mercado estadounidense que suprimirá las barreras económicas y legislativas a todos los intercambios comerciales entre los países de la UE y los EE.UU.
Este acuerdo se está negociando en secreto entre gobiernos y multinacionales. Ni los documentos de negociación, ni las agendas de las reuniones entre los estados miembros y las transnacionales son de dominio público. Todo se está tejiendo en el más oscuro de los secretismos.
En España, la adhesión al tratado se lleva fraguando desde junio de 2013, cuando PP y PSOE presentaron en el Congreso una petición expresa al Gobierno para "apoyar un rápido comienzo de las negociaciones de un acuerdo de libre comercio entre los Estados Unidos de América y la Unión Europea".
Este tratado responde únicamente a los intereses económicos y de grandes multinacionales, que son quienes están dictando las negociaciones a nuestras fuerzas políticas. Por muchas razones, este tratado de libre comercio (TTIP) puede hacer que en Europa el empleo sea aún más precario y se reduzcan todavía más, si cabe, los derechos laborales, ya que el gran objetivo de este acuerdo es la liberalización de todos los sectores de servicios y la equiparación de las legislaciones laborales europeas a las yanquis..
En enero de 2013 once países de la UE alcanzaron un acuerdo para poner en funcionamiento el impuesto sobre transaciones financieras (ITF), y ahora con el TTIP estos mismos paises aprueban eliminar las regulaciones existentes de los distintos gobiernos y permitir transacciones entre las bolsas mundiales.
El TTIP favorece también a las patentes de las empresas farmacéuticas y la propiedad industrial. Esta política supone un mayor coste para los presupuestos públicos en sanidad, por el retraso en la incorporación de genéricos y mayor coste de los medicamentos para los pacientes. Recordemos que un medicamento genérico solamente puede comercializarse una vez que la patente y el Certificado Complementario de Protección (CCP) que protegen al producto original han expirado. En Europa existe todavía una Directiva del año 2005, que autorizaba la comercialización de medicamentos genéricos en un máximo de 5 ó 10 años a lo sumo. De prosperar el TTIP, habría de esperarse hasta los 20 años (que es lo que opera en EE.UU.), con el consiguiente incremento del gasto para la Administración Pública Sanitaria.
Ahora bien, no será solo la sanidad, también nuestra alimentación empeorará. Puesto que disminuirá el control a productos con organismos genéticamente modificados (conocidos como transgénicos). Actualmente en Europa están supervisados, pero tras la firma de este tratado muchas normativas desaparecerán y estos productos quedarían peligrosamente sin control en las estanterías de nuestros supermercados e hipermercados.
Así mismo, los europeos también nos veríamos perjudicados debido a que el tratado también pretende eliminar el principio de precaución que regula el uso de las sustancias químicas peligrosas. Como dato , decir que en la actualidad la Unión Europea bloquea más de 1200 sustancias que se utilizarían en cosméticos, mientras que Estados Unidos sólo bloquea poco más de diez.
También,con la firma del TTIP, el 'fracking' u obtención de gas y petróleo mediante la fractura hidráulica, se vería con buenos ojos, puesto que las normas de la Union Europea tendrían menor valor que las norteamericanas, debido a la firma del tratado.
Otro asunto puntiagudo es el referente a los sistemas judiciales. Estados Unidos pretende que las empresas puedan denunciar a los Estados si aprueban una ley que perjudique a la actividad empresarial que se hubiera aprobado anteriormente. De este modo, si una corporación obtuviera un margen de beneficios menor del esperado, ésta podría acudir a un tribunal paralelo, creado a tal efecto, en el que poder denunciar a cualquier gobierno de la UE. Los estados, en este modelo neoliberal que propone el tratado, no dispondrían de un trato recíproco en esas materias, dado que las corporaciones siempre estarían "por encima de las leyes nacionales".
De aprobarse este capítulo, los europeos tendrían aún menor poder sobre lo que hacen las multinacionales en su territorio patrio. Y si se llegara a crear este organismo paralelo, hasta podrían pasar por encima de sus gobiernos. La apertura indiscriminada de la Unión Europea al mercado estadounidense no supondrá un crecimiento económico, ni tampoco frenará el crecimiento de la pobreza, sino que la aumentará.
Con este tratado cada día estaremos más lejos del desarrollo económico y una más justa redistribución de la riqueza.
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P.D.: Y por otra parte, para que vean ustedes que este tratado solo beneficiará a las grandes transnacionales, hagan únicamente el ejercicio de pensar si, una vez en vigor este tratado, se podrá comprar gasolina al mismo precio que en los EEUU.... Se admiten apuestas.
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