Re: Amigos y enemigos de España entre la "extrema derecha" extranjera
Las actividades de este tipo de gente, que es de lo más variopinta pues el mismo LIMONOV es comunista y líder de un partido nacional-bolchevique, y que militan o no según casos, en grupúsculos irrelevantes compuestos por cuatro amiguetes muchas veces, tienen dos efectos opuestos. En nuestro caso, de una parte sirven de caja de resonancia -de cartón-, para hacer creer que los golpistas sublevados de Cataluña tienen un apoyo exterior importante, lo que es falso pues el peso de la mayoría de éstos -hay alguna excepción y aún así-, es casi nulo. Pero, de otro, están produciendo el efecto contrario a medida que se va sabiendo de su existencia y posicionamiento: el cabreo generalizado de muchos españoles acompañado la creciente tendencia hacia un nacionalismo patrio que antes no había. En resumen, ¿para qué quieres amigos con semejantes enemigos?
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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