Quiera Dios nuestro Señor, y así lo rogamos nosotros fervientemente, que todos los pueblos europeos se reconcilien definitivamente, reconociendo que todos han cometido crímenes (no solo este o aquel país ni este o aquel régimen político) Que todos tengan la generosidad de perdonar y la humildad de pedir perdón y que con "dolor de corazón y propósito de enmienda" (como decía nuestro viejo catecismo) retornemos a las raíces cristianas de nuestra cultura común. Paz y justicia para todas las víctimas, perdón entre todas las naciones, piedad con los vencidos en todas la guerras. Que el amor fraterno predicado por el Salvador, se extienda sobre nuestras patrias empapadas con la sangre de tantos inocentes.
Amén.