Re: Accidente ferroviario en Santiago
Vaya por delante mi más profundo pésame a todos los familiares de los fallecidos a los que deseo que Dios los haya acogido en su seno. Y mi pesar a todos los heridos deseando que se restablezcan lo antes posible, así como a sus familiares.
Para, después, preguntar a algunos cómo andan de Física, además de la vista y la paciencia necesaria para esperar lo que cada vez irán siendo explicaciones más completas. Vamos, aquello de dejar trabajar a los expertos que para algo están, se supone. Después de haber visto hasta la saciedad el vídeo de RENFE y haber tenido la oportunidad de ver la secuencia fotograma a fotograma, aquí no ha habido atentado que valga, sino algo que se llama movimiento y fuerza de un cuerpo que en cuanto no está en estado de reposo genera una cosa llamada inercia . Hay diversas hipótesis que deberán ir siendo analizadas y excluidas aquellas que no se sostengan hasta llegar a la verdad. El diseño de este tipo de tren, TALGO -y que aunque hoy lo llamen de otro modo es el mismo que el que diseñaron Goicoechea y Oriol-, con un único eje por vagón y cada uno apoyado en el siguiente vagón, puede dar por resultado lo que desgraciadamente ha sucedido. Luego, la altura del talud de cemento por la cual se desplazó ese vagón en ese punto tiene 5 metros (la longitud de un coche grande) y se desplazó 15 metros (la longitud lateral de cualquier chalet de unos 180 ó 200 metros cuadrados). En el tercer fotograma se aprecia perfectamente que los vagones siguen una trayectoria diferente de la máquina y aún no se ha producido ni explosión, ni golpe alguno. Esa modificación de la trayectoria es consecuencia de la relación masa-velocidad-inercia. Y ya en los fotogramas 4 y 5 se ve el golpe contra el talud, el fuego propio del golpe y la fricción del metal sobre el cemento del talud y como el convoy se deshace literalmente.
Mientras tanto, tanta especulación a quienes no favorecen en nada es a las familias de los afectados que, además del lógico desconcierto y dolor, ven como en este país todo el mundo se pone a especular según sus propios criterios particulares, en lugar de guardar un oportuno y respetuoso silencio. No se me olvidará jamás cuando en los primeros instantes del último accidente en Barajas, salió un tío en la televisión y al que preguntaban como "experto", dando una explicación posible de lo que le había pasado al avión. Y resultó que el "experto" lo era en "construir maquetas" de aviones, ¡de traca! Afortunadamente, el resultado no tuvo nada que ver.
Cuando se estaban construyendo las instalaciones del AVE en Atocha, una noche un vehículo que bajaba a una enorme velocidad desde la calle de Alfonso XII, acabó en el fondo de lo que era un pozo en el que hoy se ubica ese cilindro de vidrio que hay en la confluencia entre la mencionada calle, incio de la Avda de la Ciudad de Barcelona y el Pº de la Infanta Isabel. El estampido del golpe se escuchó en 300 metros a la redonda, y yo fui testigo de ello, mientras que el estampido de una bomba sube de abajo a arriba.
Repito, la secuencia del vídeo fotograma a fotograma ya está circulando por la red.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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