Dos objeciones. La primera: beber té y tomar el té no son costumbres inglesas, sino portuguesas; o sea, españolas. Pasó a Inglaterra cuando Catalina de Braganza casó con Carlos II Estuardo.
La segunda: en la España peninsular, almorzar entre las once y las doce ha sido siempre corriente. No se confunda almuerzo con comida. Los carpetovetónicos desayunamos, almorzamos, comemos, merendamos y cenamos, por ese orden (sin contar aperitivos y tentempiés); excepto los días que la Santa Madre Iglesia (tradicional) manda ayunar.
Marcadores