Desde luego, semejantes pitanzas dan lugar a tremendos problemas de colesterol y diabetes y otras muchas secuelas asociadas, desde morbilidad a problemas coronarios. Una costumbre por el hecho de serlo no necesariamente es buena ni positiva. Es paradójico que a todo diabético se le diga que debe adelgazar y, al tiempo, debe ingerir alimento 6 veces al día. Pero algo tan peculiar se debe a que se trata de alimentos muy bajos en grasas y azúcares, y que al tiempo produzcan sensación de saciedad.
La cocina ha venido siendo asociada siempre como signo de buena salud y de buen bolsillo. El primer signo porque se come en gran cantidad mientras la salud acompaña, y no al revés y creer que la salud viene por comer mucho y, en cuanto a la segunda, hoy en día, en las sociedades desarrolladas hasta los pobres comen, pero no hace tanto tiempo eran demasiados los que no tenían ni para un chusco. De ahí que ya en el propio NT se asocie a los opulones con riqueza y que la gula sea un pecado capital.
Como dice la expresión:
"desayuna como un rey, come como un monje y cena como un pobre", es el único modo en el que los excesos no te pasarán factura ni te llevarán al cementerio.

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