Re: Carta abierta a los hispanos (mi humilde opinión)

Iniciado por
Josean Figueroa
Republicas de Opereta era toda Europa hasta el fin de la segunda guerra mundial. Es el resultado de imponer una revolucion, en vez de una evolucion.
Parece que no sabes que la historia de la literatura hispana en el siglo XX y la renovacion de la lengua española como alta lengua literaria en occidente, es fundamentalmente un hecho americano.
La primera afirmación demuestra una enorme ignorancia sobre la Historia de las Relaciones Internacionales. Precisamente es el periodo entreguerras el que, como consecuencia del cambio económico que supuso la IGM, aceleró la caída de los Imperios de las "repúblicas de opereta". Es pasmoso llamar así a Francia, Alemania, Italia, Suecia, Reino Unido, Países Bajos, Austria-Hungría, así como otros Estados del Este y, por supuesto, a Portugal y España.
Nuestro país, a comienzos de los años 30, tenía un ejército con 800.000 efectivos y una Marina que doblaba las unidades de la de hoy día. Francia, llegó a encuadrar 5.000.000 de hombres y Alemania 7.000.000 de combatientes... En economía eran las potencias del mundo aunque es en ese periodo cuando se produce un desplazamiento del eje económico y hegemónico hacia los Estados Unidos y Japón.
Hablar de repúblicas de opereta es demostrar un total desconocimiento de la realidad histórica y política de Europa, más aún, es desconocer qué fue y qué es Europa.
En cuanto a la segunda parte casi no merece comentario alguno,
prefiero dejar este enlace:
LITERATURA ESPAOLA A LO LARGO DEL SIGLO XX
Última edición por Valmadian; 03/10/2010 a las 03:24
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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