
Iniciado por
LadislaoForense
Cuando llegó la mujer, la verdadera esposa de Cortés a México, éste cuate le dijo a la Malinche que por favor se retirara. Jajaja. Osea eso lo hace cualquier hijo de vecina, pero 'cualquier hijo de vecina' no modifica la historia. Bueno, pues, Hernán Cortés hizo eso y la Malinche le contestó que sus hijos, sus verdaderos hijos serán quienes comen el maiz y el chile. Imaginen ustedes el cuadro: Son los bastarditos, hijos de una amante que fue despreciada por un padre golpeador (dicho esto en términos del ejemplo). Obvio, no le van a poner un monumento a ese cuatanete. ¿Cuál sería la razón? ¿Aceptar que se es bastardo? Y por otra parte no se pone un monumento a La Malinche porque sería encumbrar su idiotez de haberse metido con el conquistador. ¿Qué le queda a México? ¿Ponerles un monumento a ambos en el momento justo cuando están cogiendo? ¡Pues, no! Pues, esa es la razón. Somo hijos de la 'chingada'. Es decir, hijos de la humillada, de la violada, de la dejada.
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