El Galeón de Manila: la globalización que trajeron las Españas
Por Fran Hurtado
«Proponemos que la globalización comenzó cuando el Viejo Mundo se conectó directamente con las Américas en 1571 a través de Manila».
Dennis O. Flynn y Arturo Giráldez. “Born with a ‘Silver Spoon’:The Origin of World Trade in 1571”. University of Pacífico. Journal of World History, Vol. 6, No. 2 (1995)
«El viaje desde las Islas de Filipinas a América puede llamarse el más largo y terrible de todos en el mundo, debido al inmenso océano que hay que cruzar, que es casi la mitad del globo terráqueo, con el viento siempre en contra, y a las increíbles y terribles tempestades que ocurren allí”
Giovanni Francesco Gemelli Careri. Aventurero y viajero italiano del Galeón. 1698
El Galeón de Manila, también llamado Galeón de Acapulco y Nao de China, era el nombre con el que se conocían las naves que cruzaban el océano Pacífico una o dos veces por año entre Manila (Filipinas) y los puertos de Nueva España en América, principalmente Acapulco.
Este galeón protagonizaba la travesía Filipinas-México (Nueva España) de una ruta comercial que se extendía desde Europa hasta América y a la región de Asia-Pacífico, convirtiéndose en la primera ruta de comercio mundial de la historia, además de la más larga de su época.
La totalidad del trayecto desde España hasta Filipinas sumaba alrededor de 15 000 millas naúticas, conectando Sevilla con Veracruz en su tramo Atlántico, Veracruz y Acapulco a través de la Ciudad de México por tierra y finalmente Acapulco y Manila atravesando la totalidad del Pacífico. Aunque la línea del Pacífico duró hasta 1815, la ruta completa mundial operó desde 1566 hasta 1790.
El Galeón de Manila fue en realidad un galeón de unas 500 a 1500 toneladas (alguna vez fueron dos) que hacía la ruta por el Pacífico transportando una mercancía muy costosa, valorada entre 300 000 y 2500 000 pesos.
Su primer viaje se realizó el año 1565 y el último en 1821. La embarcación se construía usualmente en Filipinas (Bagatao) o en México (Autlán, Jalisco). Iba mandada por el comandante o general y llevaba una dotación de soldados. Solían viajar también numerosos pasajeros, que podrían ayudar en la defensa. En total iban unas 250 personas a bordo.
Atlas náutico manuscrito del cartógrafo genovés Batista Agnese, conocido como «Atlas de Carlos
V». El mapamundi oval, de extraordinaria belleza, representa sobre el mundo conocido en la época la ruta seguida
por Magallanes y Elcano en la primera vuelta al mundo
Un intercambio de mercancías de doble sentido
La línea transpacífica existe desde el descubrimiento del Tornaviaje (viaje de vuelta por el Pacífico desde las Islas de la Especiería) por Andrés de Urdaneta en 1565. Conectó Manila con Acapulco desde su inauguración hasta 1815. Productos asiáticos (seda, porcelana, marfil y especias) se transportaban a Nueva España a cambio de plata de las minas de Zacatecas y Potosí.
Parte de esta mercancía oriental era después transportada por tierra hasta Veracruz (cruzando la Ciudad de México) donde se embarcaba en la Flota de Indias . Dicha flota partía para Sevilla después de hacer escala en La Habana, transportando artículos valiosos de Nueva España, Perú y Asia.
Esta importación de productos orientales durante más de doscientos años propició particularidades interesantes en España, tales como la adopción del mantón de Manila en el traje flamenco, considerado hoy día inherente a la moda andaluza.
En dirección contraria, la Flota de Indias surcaba el Atlántico entre España y América ya desde el primer viaje de Colón de 1492. Vinos españoles, aceite de oliva, libros y productos manufacturados se fletaban para Veracruz y tras atravesar el Virreinato se embarcaban en el Galeón de Acapulco a Manila junto con otros productos del Nuevo Mundo.
La introducción en Filipinas de herramientas, textiles, y productos agrícolas españoles acarreó cambios significativos en la forma de su población. Provocó también la adopción de muchos vocablos españoles en tagalo, que desde entonces se consideran nativos. Las nuevas costumbres, prácticas y técnicas introducidas transformaron el paisaje físico y cultural.
Las dos rutas que operaron simultáneamente
Por tanto, fueron en total dos largas rutas marítimas las que operaron simultáneamente en los océanos Atlántico y Pacífico, conectadas a su vez con una terrestre que enlazaba Veracruz con Acapulco vía la Ciudad de México, conocida como “ El Camino de China ”.
Las rutas comerciales entre Las Españas.Este tramo también incorpora un pequeño ramal desde la ciudad productora de plata, Zacatecas, que abastecía de este metal precioso al Galeón de Manila. El Camino de China era el único trayecto terrestre de toda la ruta Manila-Sevilla, y posibilitaba el enlace entre las rutas marítimas del Atlántico y el Pacífico, formando una ruta combinada que abarcaba desde Manila hasta Sevilla, uniendo Asia, América y Europa.
En un sentido productos del Extremo Oriente era enviados desde Manila hasta España, y en el otro productos europeos eran transportados desde Sevilla hasta Manila, a través de los puertos mexicanos de Veracruz (Atlántico) y Acapulco (Pacífico). Fue una ruta verdaderamente mundial la que existió durante más de dos siglos. Cruzaba dos océanos y enlazaba tres continentes.
En otras palabras, durante tres siglos, el triángulo formado por Sevilla, Ciudad de México y Manila fueron los tres nodos logísticos de comercio más importantes del mundo. Veamos cómo ocurrió.
Primeros gigantes: de Magallanes y Elcano a Urdaneta y Legazpi
Con la llegada a Filipinas por la ruta occidental, Magallanes y Elcano tendían un puente inesperado con Oriente y culminaban una aventura iniciática que cambió la historia de la navegación.
Si bien Magallanes tomó posesión del archipiélago de las Filipinas en nombre del Rey de España en 1521, la colonización no dio comienzo hasta la llegada del Adelantado Miguel López de Legazpi de Nueva España (actual México) en 1565.
Instruido por Felipe II, el Virrey Luis de Velasco envió a Legazpi a explorar las Islas Filipinas en busca de especias. También para que encontrara una ruta marítima de regreso a México, empresa en la que expediciones previas de Loaysa (1525), Saavedra (1527), y Villalobos (1543) habían fracasado.
Villalobos, que había bautizado Sámar y Leyte como “Las Filipinas” en honor a Felipe II, zarpó en agosto de 1543 hacia el este, pero regresó unas cuantas semanas más tarde, incapaz de hallar vientos propicios.
Ruta del Tornaviaje de Andrés de UrdanetaEl tornaviaje fue finalmente descubierto en 1565 por Andrés de Urdaneta , fraile agustino y piloto de la expedición de Legazpi. Urdaneta fue capaz de regresar a Acapulco navegando hasta el paralelo 39 de latitud norte, donde su nave, el «San Pedro», se valió de la corriente de Kuroshio de dirección este desde Japón, para cruzar el Pacífico hasta California.
Ya desde ahí navegó hacia el sur a lo largo de la costa hasta alcanzar finalmente Acapulco. La travesía completa del Pacífico en dirección este, duró más de 4 meses.
Corriente de Kuroshio
Entretanto, Legazpi exploraba Sámar, Leyte, y Bohol, donde se firmó el famoso “Pacto de Sangre” con el cacique Sikatuna en marzo de 1565. Más tarde se fundaría en Cebú el primer asentamiento español de las Filipinas. En 1571 Legazpi estableció en Manila la capital del archipiélago filipino, ya constituido en Capitanía General, que llegaría a incluir Guam y las Islas Marianas, Palau, las Carolinas y durante un tiempo parte de las Molucas.
Itinerario de Legazpi en FilipinasUn periodo de más de tres siglos
La llegada de Legazpi inauguró un periodo de posesión española que se extendió durante más de tres siglos, y que generó una relación permanente entre Filipinas y América hasta 1815, y entre Filipinas y España hasta 1898. Los lazos políticos, culturales y comerciales entre territorios tan distantes entre sí, requerían una red de líneas marítimas regulares que los enlazaran eficientemente.
Filipinas quedó constituida en una Capitanía General autónoma vinculada al Virreinato de Nueva España con sede en México. El comercio entre ambos territorios se convirtió en el mayor incentivo para la inmigración española a las islas. El Galeón de Manila, inaugurado por Urdaneta en 1565, fue la respuesta a esta necesidad logística
Capitanía General de Filipinas, perteneciente al Virreinato de Nueva España
A partir de 1565, la ruta descubierta por Andrés de Urdaneta obtendrá inaugurar una línea regular de galeones entre México y Filipinas estableciendo un comercio transpacífico, línea que recorría 15.500 millas náuticas y duraría dos siglos y medio, la más duradera de la Historia.
El viaje del Galeón de Manila
El derrotero exacto de esta ruta se mantuvo mucho tiempo en secreto para proteger a España de la competencia comercial de otras potencias europeas y los galeones de los corsarios ingleses y holandeses.
La ruta era larga y compleja. Desde Acapulco ponía rumbo al sur y navegaba entre los paralelos 10 y 11, subía luego hacia el oeste y seguía entre los 13 y 14 hasta las Marianas, de aquí a Cavite, en Filipinas.
En total cubría 2.200 leguas a lo largo de 50 a 60 días. El tornaviaje se hacía rumbo al Japón, para coger la corriente del Kuroshio, pero en el año 1596 los japoneses capturaron dicho galeón y se aconsejó un cambio de itinerario.
Partía entonces al sureste hasta los 11 grados, subiendo luego a los 22 y de allí a los 17. Arribaba a América frente a California, a la altura del cabo Mendocino, desde donde bajaba costeando hasta Acapulco.
Lo peligroso de la ruta aconsejaba salir de Manila en julio, si bien podía demorarse hasta agosto. Después de este mes era imposible realizar la travesía, que había que postergar durante un año. El tornaviaje demoraba cinco o seis meses y por ello el arribo a Acapulco se efectuaba en diciembre o enero. Aunque se intentó sostener una periodicidad anual, fue imposible de lograr.
Los viajes de Acapulco a Manila debían realizar entre los meses de marzo a junio, en tanto que la tornavuelta tenía lugar de julio a enero, ya que en su conjunto eran meses ideales para realizar la siempre peligrosa travesía.
Cuando alguna epidemia se desataba a bordo, era consignada en los documentos de «arribo» debido a la cuarentena a la que era sometida toda la tripulación del navío infectado, pero lo sucedido a bordo, lo cotidiano en el acontecer de aquellos fascinantes viajes se perdió con el tiempo de los galeones.
Durante 250 años, entre 1565 y 1815, la línea del galeón de Manila, realizó en el Océano Pacífico entre Nueva España y las islas Filipinas , un total de 662 viajes o travesías marítimas. Utilizaron para ello 163 embarcaciones (naos, pataches, carabelas, galeones, goletas, paquebotes, bergantines, fragatas y navíos de línea). De todas las travesías, el 86 por ciento de los viajes iniciados llegaron a su destino.
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