A partir de aquí cualquier mensaje que no tenga que ver con el tema se borra.
Al final el tema versaba sobre el "Auge y caída del Imperio Británico" ¿verdad? ¡Qué pena que se haya terminado! Yo mientras escribía me estuve tomando un excelente "Yorkshire tea" with a cloud of milk y un poco de "plum cake", todo riquísimo.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
A partir de aquí cualquier mensaje que no tenga que ver con el tema se borra.
Aquí corresponde hablar de aquella horrible y nunca bastante execrada y detestable libertad de la prensa, [...] la cual tienen algunos el atrevimiento de pedir y promover con gran clamoreo. Nos horrorizamos, Venerables Hermanos, al considerar cuánta extravagancia de doctrinas, o mejor, cuán estupenda monstruosidad de errores se difunden y siembran en todas partes por medio de innumerable muchedumbre de libros, opúsculos y escritos pequeños en verdad por razón del tamaño, pero grandes por su enormísima maldad, de los cuales vemos no sin muchas lágrimas que sale la maldición y que inunda toda la faz de la tierra.
Encíclica Mirari Vos, Gregorio XVI
Generalmente, en afirmaciones como ésta, reduccionistas, simplificadoras o simplistas, sin argumento alguno, sólo hay detrás prejuicio negativo, ausencia de racionalidad crítica ante lo escuchado antes, desconocimiento y conformismo con la propia ignorancia.
España fue a "civilizar", dando la acepción al infinitivo de "extender la fe y el Mensaje de Cristo, tal y como afirma MAEZTU: "Toda España es misionera en el Siglo XVI" (Defensa de la Hispanidad pág., 124. Cap., "Contraste de Nuestro Ideal" 4ª Edic., 1941). Por tanto, nada más lejos que ir de conquista militar. España era mucho más que sus Tercios o sus flotas[/B], América entera fue creación hispana, en lo bueno y en lo errado. Lo peor, lo negativo, lo nefasto, surge precisamente cuando las "oligarquías" del XIX vinieron a poner en práctica aquello de "quítate tú, que me ponga yo en nombre del pueblo, aunque sin el pueblo por supuesto" Y esto es algo que se ve perfectamente porque dos siglos después ahí siguen las mismas oligarquías con los mismos problemas y el mismo cuento engañando a sus respectivos pueblos.
Y volviendo con MAEZTU:
"(...) Pues bien, este Estado teocrático --el más ignorante, el más supersticioso, el más inhábil y torpe, según el juicio de la Prensa revolucionaria-- acaba por lograr lo que ningún otro pueblo civilizador ha conseguido, ni Inglaterra con sus hindús, ni Francia con sus árabes, sus negros o bereberes, ni Holanda con sus malayos en las islas de Malasia, ni los Estados Unidos con sus negros e indios aborígenes: asimilarse a su propia civilización cuantas razas de color sometió. (...) Y estas cosas no son agua pasada, sino el ejemplo y la guía en que ha de inspirarse el porvenir".
(op. cit., págs, 121 y 122)
Hoy, cuando se habla cuando se "descubre" eso de la integración y la asimilación, eso de la "alianza de civilizaciones", se está en la supina ignorancia de que España ya lo llevó a cabo 400 años atrás: se llama Hispanidad y todo el torrente de vida, Catolicismo.
Última edición por Valmadian; 08/05/2010 a las 21:46
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Como noticia de última hora, en este fin de semana al parecer se ha producido la venta de los almacenes Harrods de Londres. El empresario egipcio AL-FAYED, harto de Gran Bretaña que le ha negado siempre la nacionalidad, ha decidido vender la empresa, "seña de identidad inglesa", a la familia real de QATAR, por la módica cantidad de 1.741 millones de euros (unos 1.500 millones de libras) y se espera que se haga público dentro de pocas horas.
Por otro lado, y aunque soy escasamente aficionado al fútbol, mañana juegan una final el "Fulham", equipo inglés, contra el "Atlético de Madrid". El primero es propiedad del egipcio AL-FAYED, el segundo es genuina y netamente español... ¡Aupa Atleti!
En muestras así se ven los síntomas de descomposición de un país. En efecto, nosotros tenemos problemas, pero ¿y los demás? Es muy común encontrar estudios, más bien ensayos, acerca de porqué desaparecen los imperios: ¿cómo desapareció el Imperio Romano?, o ¿qué pasó con el Imperio de los Mayas? Incluso podríamos extendernos a otros muchos ejemplos. Las causas de las decadencias parecen ser múltiples, pues cada imperio constituido es una experiencia única, pero las razones de sus caídas puede que sean mucho más comunes de lo que se piensa. En cualquier caso, y no es casualidad, la decadencia del Imperio Español empezó por la decadencia de la fe en si mismo y de su misión evangelizadora.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
... la decadencia del Imperio Español empezó por la decadencia de la fe en si mismo y de su misión evangelizadora.[/QUOTE]Lo curioso de la historiografia oficial es que olvida de que España siguio siendo una gran potencia hasta el descalabro napoleonico. Los inglecitos y sus adeptos piensan ridiculamente que tras el fracaso por las tormentas de la Gran Armada, España quedo acabada e Inglaterra, que no tenia ni una sola colonia, se convirtio en el imperio mas poderoso de la tierra.
Todas las naciones caen tarde o temprano; pero uno de nuestros graves problemas no es haber caído, sino haciendo una paráfrasis bíblica, es que volvemos a revolcarnos en nuestro propio vómito una y otra vez. Amén de lo bien dicho hasta ahora, este factor autodestructivo creo que es también importante. ¿Que cuando empieza? Creo que Maeztu lo dejó muy bien sentenciado en Defensa de la Hispanidad. ¿Cuándo acabará? Eso ya está complicado....
«Cuando éramos invencibles», 36 hazañas para entender lo que fue el Imperio español
El periodista Jesús Ángel Rojo Pinilla publica un completo libro sobre los principales relatos heroicos del pasado de España. «La lectura y difusión de libros así harían que el nacionalismo tuviera los días contados», opina el pintor catalán Ferrer-Dalmau, quien se encarga de ilustrar la obra y firmar su prólogo
Pintura del Regimiento Asturias durante una carga - Ferrer-Dalmau
cÉSAR cERVERA - Madrid
03/06/2015 17:39h - Actualizado: 08/06/2015 17:21h. Guardado en: Cultura Libros
El Imperio español no desapareció en el Desastre de 1898, al menos no su legado. El director y fundador del periódico madrileño «El Distrito», Jesús Ángel Rojo Pinilla, presentó el pasado martes el libro «Cuando éramos invencibles» en el Casino de Madrid. Un repaso a los episodios más increíbles acontecidos entre los más de 400 años del Imperio español. Acompañando los textos del periodista, el pintor Augusto Ferrer-Dalmau se encarga de ilustrar gran parte del libro con algunos de sus cuadros más conocidos, como el Milagro de Empel o la carga del Regimiento de Asturias. «Una persona que conoce su pasado y está orgulloso de él, como debe estarlo la gente del nuestro, se convierte en alguien menos vulnerables a los ataques y a las manipulaciones», afirmó Jesús Ángel Rojo durante un acto donde hubo espacio para analizar las raíces de la irrespetuosa pitada al himno en la final de la Copa del Rey de fútbol
A través de 36 relatos de historia, que abordan desde la batalla de las Navas de Tolosa hasta la Conquista del indómito Oeste de Norteamérica, Jesús Ángel Rojo se embarca en la aventura de narrar los principales hechos heroicos ocurridos durante los 400 años de existencia del Imperio español. Bernardo de Gálvez, Blas de Lezo, María Pita, Hernán Cortés o Francisco Pizarro, entre otros, protagonizan estos episodios que han quedado relegados de los libros escolares. «Buscamos poner de manifiesto episodios que se ocultan o minimizan en una obra escrita desde el punto de vista de un periodista, lo cual añade el aliciente de hacerla más accesible y amena», afirmó Gerardo Hernández, editor de «Cuando éramos invencibles».
Así, el libro nace con la pretensión de revertir la imagen negativa que se tiene en nuestro país sobre el Imperio español y su herencia, donde solo las derrotas son conocidas en profundidad. En este sentido, el Alto Comisionado del Gobierno para la Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros, también presente en el acto, tiró de actualidad para reseñar que Argentina, Venezuela y la propia España sean los lugares donde hay peor imagen de España y su historia. «En Francia, cuna de los republicanos, los Reyes de España están recibiendo innumerables muestras de respeto en la visita de esta semana; mientras tanto, el pasado sábado 90.000 energúmenos chillaban y silbaban cuando tocaban el himno nacional en la final de la Copa del Rey. Es un problema de desconocimiento sobre nuestra historia y de educación», concluyó Espinosa de los Monteros, quien ve el origen del problema en las carencias en conocimientos de Historia de muchos escolares españoles.
«Me entristece que los marines y otros soldados extranjeros a los que he acompañado en misiones sepan más de nuestra historia que nosotros mismos», sintetizó el pintor Ferrer-Dalmou, quien además de las ilustraciones se encarga de firmar el prólogo del libro. Sobre lo ocurrido el sábado, el pintor catalán mostró su vergüenza por la actitud de una minoría que no leen y «no representan al pueblo catalán, que es un pueblo muy respetuosa». En su opinión, la lectura y difusión de «Cuando éramos invencibles» y otros libros similares haría que «el nacionalismo tuviera los días contados».
Como no podía ser de otra forma, el libro editado por El Gran Capitán Ediciones reserva un importante espacio a la hazaña del marinero guipuzcoano Blas de Lezo, cuya defensa de Cartagena de Indias cambió el devenir de los acontecimientos. «Blas de Lezo representa para los colombianos un campeón de la Hispanidad. Fue un mutilado físico, pero un gigante mentalmente, que se enfrentó a fuerzas muy superiores para preservar la cultura hispánica en lo que hoy es Colombia», defendió Fernando Carrillo Flórez, embajador de Colombia en España. Asimismo, el Marqués de Ovieco y Valdegema, descendiente primogénito del marino vasco y autor del epílogo del libro, aprovechó la ocasión para reclamar a las autoridades colombianas un nuevo esfuerzo para encontrar los restos de un hombre que «murió solo, lejos de su familia y amigos, y sin apenas aliados». Encontrar su tumba sería el reconocimiento más elemental.
Jesús A. Rojo: «España es el único país del mundo donde se recuerdan más los fracasos»
CC
-¿Cómo surge la idea de crear este libro?
Soy un aficionado a la Historia que fui descubriendo episodios y héroes como Blas de Lezo, los cuales no aparecían en mis libros escolares. Mi intención es mostrar a la sociedad que existen estos héroes olvidados para que la gente sienta orgullo de sus raíces.
-¿Qué ha fallado en la educación española para que estemos a estas alturas redescubriendo fragmentos de nuestra historia?
-La educación se ha dividido en 17 miniconsejerías que han destruido la historia común. Luego, además, existen zonas de España que más que Historia enseñan educación del odio hacia el resto de España. También es cierto que buena parte de la sociedad ha hecho suya la leyenda negra que vertieron los enemigos de España en un contexto de guerra. El resultado final hace que España sea el único país del mundo donde se recuerdan más los fracasos que los éxitos.
-Pero además de una leyenda negra traída desde el exterior, se necesita que la gente la asuma voluntariamente desde el interior del país.
-España es el país de Europa con la historia y las gestas más importantes, pero ha olvidado quién fue. Es culpa de la negatividad de los españoles y de los complejos de unos políticos que no han defendido los intereses comunes de España en fechas recientes.
-En los últimos años se han publicado grandes obras sobre el Imperio español, ¿qué presenta de novedoso el libro «Cuando éramos invencibles»?
-Es un libro que descubre episodios sobre los que se ha escrito muy poco. Desde la primera ciudad europea en Norteamérica, que también fue el primer santuario para los esclavos negros que huían de los ingleses; la navegación por el Océano Pacífico, conocido como el Gran Lago español; el asedio de Melilla por parte de los musulmanes, que los reyes españoles planearon abandonar pero finalmente consiguieron conservar con muchos sacrificios. Pero sobre todo el libro descubre que nuestra armada ha sido una de las más potentes del mundo. No es cierto que los ingleses nos hayan vencido sistemáticamente. La Contraarmada, la batalla de la Isla de las Flores o la hecatombe en Cádiz en 1625, narradas en el libro, demuestran al lector la realidad de la rivalidad con los británicos.
-De los 36 episodios que conforman el libro y que vertebran la historia del Imperio español, ¿por cuál episodio recomendarías al lector que empezara el libro?
-Por el dedicado a la Contraarmada, que es un hecho completamente desconocido en nuestra sociedad frente a lo archiconocida que es la mal llamada Armada Invencible.
-El pintor Ferrer Dalmau se encarga de poner muchas de las ilustraciones del libro. ¿Cómo ha sido la participación del pintor en este proyecto?
-El contar con el mejor pintor de batallas del mundo es un privilegio. Personas como él son las que hacen grande a este país. En un principio nos pusimos en contacto con él para simplemente emplear sus ilustraciones, pero luego hemos mantenido el contacto. De hecho, el prólogo lo firma Ferrer-Dalmau.
-Precisamente, uno de los episodios del libro está dedicado a la aventura del Glorioso, sobre la que Ferrer-Dalmau pintó recientemente un cuadro. ¿Habéis compartido documentación o ha influido el cuadro en tu relato?
-Es un escrito que hicimos en común Gerardo Hernández, editor del libro, y yo inspirándonos directamente en el cuadro de Ferrer-Dalmau. Es muy fácil escribir con un material visual así. Fue un texto también empleado en un congreso de la Marina del siglo XVIII y Blas de Lezo. Si la gente de España descubriera la aventura del Glorioso algo empezaría a cambiar en este país.
-¿Hay riesgo de que pasemos del desconocimiento absoluto de los episodios a lo contrario, que se terminen mitificando algunas historias?
-Nos queda mucho por descubrir todavía.Basta con hurgar en los libros para encontrar cosas impresionantes. El otro día sin ir más lejos me topé con la figura del capitán Solano, conocido como «el Terror del Atlántico», que apresó más de 80 barcos mercantes ingleses. De momento, la mitificación se la dejamos a los nacionalistas, que se inventan la Historia.
-Después de Blas de Lezo, al que se le ha levantado una estatua en Madrid, de que héroe español debería ser ahora el turno para homenajearle.
-Ferrer-Dalmau y Salvador Amaya están preparando una escultura de Bernardo de Gálvez, muy conocido en EE.UU. por ser el héroe de la revolución y se van a organizar varias exposiciones en torno a su figura. («Este año es año Gálvez», añade Ferrer-Dalmau situado en segundo plano durante la entrevista).
-Los últimos capítulos, «Cataluña: la nación imaginaria que nunca existió» o «El genocidio de la cultura hispánica en Filipinas», tienen un carácter más político.
-La gente tiene que saber que Cataluña es un reino que nunca existió, que Rafael Casanova murió tranquilamente en su casa sintiéndose muy español, y que el «derecho a decidir» no tiene espacio en ningún ordenamiento jurídico internacional.
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Fuente:
«Cuando éramos invencibles», 36 hazañas para entender lo que fue el Imperio español
En mi humilde opinion, pienso que el chico o no sabe o no se expresó correctamente. España fue una potencia económica gracias a los recursos de America y en lo naval eramos los más respetados.
Ahora, si es pro EEUU es su forma de ver la vida, aunque no podemos negar que este país es (más bien fue) el referente de democracia por excelencia.
Respecto a la caída del imperio Español, en mi opinión, se debe a que se marginó bastante a los ciudadanos de America. No estoy hablando de crueldad o abuso, que aunque lo hubo, no fue en la medida que muchos pseudo indigenistas quieren mostrar. Los ciudadanos del nuevo continente se vieron segregados por diferentes políticas y esto causó muchos movimientos independentistas.
Hay que aclarar que movimientos independentistas como el de México o el de Simón Bolívar en Sudamérica, fueron movimientos impulsados por los ricos, influyentes y todo aquel con intereses económicos. Muchos hijos de españoles nacidos en América no gozaban de la misma condición que uno de la península. ¡El peor error!
Sin estas malas políticas y con el pleno reconocimiento que America era España, ahora posiblemente nuestro país sería uno de los más grandes del mundo a nivel geográfico y en recursos. Actualmente gran parte del continente Americano sería territorio español.
Es lo que pienso, puede que esté equivocado.
Hugh Thomas: «Lo mejor de los españoles es su generosidad y lo peor, demasiada política»
El gran hispanista, que aboga por que el Reino Unido siga en la UE, conversa con ABC en su bonita casa de Notting Hill: «Suárez fue el político español de más éxito, su encanto era tremendo»
Hugh Thomas, durante la entrevista, en su casa de Notting Hill, en Londres - L. VENTOSO
LUIS VENTOSO Corresponsal En Londres
19/03/2016 18:34h - Actualizado: 21/03/2016 10:27h. Guardado en: Cultura
Lord Hugh Thomas de Swynnerton tiene 84 años y es una casi una leyenda desde que a los 30 años de edad publicó su aclamado libro sobre la Guerra Civil española. Nacido en Windsor, se formó en Cambridge y luego pasó por la Sorbona. Al margen de su fecunda carrera como historiador, trabajó en el Foreing Office y fue también asesor de Margaret Thatcher («una persona muy agradable en privado, enormemente atenta»). Hugh Thomas conserva el gusto por el pelo largo y un poco rebelde. Viste atildadamente, con la clase de un veterano gentleman, y es un anfitrión amable y atento, con ese punto de evanescente distancia que caracteriza al caballero inglés.
Estamos en su hermosa casa de Notting Hill, que compró en 1964, en un barrio que ha sufrido una espectacular revalorización y hoy es como todo Londres: prohibitivo. En la sala hay un piano y muchos libros y cuadros. En el hogar crepita un fuego de verdad, de pura leña, que se agradece. A nuestra espalda, una terraza invernadero, y tras ella el patio-jardín de la vivienda. Thomas, que recibió en su día la Orden de Isabel la Católica, es un apasionado defensor de España, incluido su pasado imperial, y conversando con él cuesta preguntarse en qué piensan a veces los jurados de los premios Princesa de Asturias. Tal vez sería un acertado reconocimiento.
La prestigiosa revista «New York Review of Books» ha hecho una crítica muy encomiástica de su último libro, «Un mundo sin fin: España, Felipe II y el primer imperio global» (Random House). ¿Se habrá quedado feliz?
Es una crítica muy agradable, sí. Pero usted ya sabe cómo funcionan estas cosas: unas veces las críticas son buenas y otras son malas.
¿Qué recuerda de su primer viaje a España?
En muchos aspectos era un país maravilloso. Me decían que podía sufrir allí; no sufrí en absoluto. Mi padre me invitó a ir a España en 1955, a pasar la Navidad. Él venía de África y yo bajé desde Londres, en tren, por supuesto. Mi padre vino por Marruecos, pasando por Marrakech y nos vimos en Torremolinos, que por entonces era una ciudad encantadora. Estuvimos en un hotel costero muy agradable, el Santa Clara, con él y con mi madre. Realmente, no pasó nada. Era como un tiempo muy inocente, aunque realmente no lo era en absoluto, con un régimen muy duro. Pero los turistas no lo notaban, aunque había muy pocos turistas entonces.
¿Qué le atrajo de España en aquel primer contacto?
Creo que el hecho de que era una mezcla muy curiosa de seriedad e informalidad. Los españoles saben comportarse, pero también saben ser informales. Acabo de estar justo en España de nuevo hace muy poco, en Sanlúcar de Barrameda, uno de mis lugares favoritos.
Los historiadores anglosajones que se ocupan de España suelen tener una mirada muy meridional. Salvo Cataluña, su España suele ser de Madrid para abajo...
Bueno, yo me he ocupado del Norte, he escrito sobre él. Por ejemplo, he escrito un libro sobre Eduardo Barreiros [«Barreiros: el motor de España», Planeta, biografía del industrial gallego pionero de la industria española del automóvil] y también he escrito otro sobre Asturias. He estado mucho en el País Vasco. También conozco Cataluña, a la gran agente literaria Carmen Balcells…
Su Felipe II es un personaje con muchos más matices que el estereotipo que nos ha llegado de un emperador perpetuamente enlutado y obsesionado con la religión.
Sí, así es. Por ejemplo, adoraba la pintura de Tiziano y le ayudó económicamente mucho. También era un hombre que viajaba constantemente, más que Mr. Rajoy hoy seguramente. Estuvo en Alemania, un año en Inglaterra, en los Países Bajos, Italia, Francia… Era una persona muy viajada, mucho. Personalmente, no era hombre de mucha elocuencia, pero se dio cuenta de que tenía una tarea muy difícil en España y se tomaba los asuntos de Estado con una enorme seriedad. Reinó en España, de hecho, desde los años cuarenta hasta 1598, responsable de buena parte de la expansión, y lo hizo bien. Creo que ha sido injustamente maltratado.
La gente joven en España es como si hubiese olvidado que su país fue un gran imperio, el mayor que ha conocido la humanidad, o al menos parece que no quieren recordarlo.
¿Está usted seguro?
Me temo que sí.
Bueno, pues ahí está Colón, una expedición española. Magallanes, Cortés, Pizarro… Son grandes logros de España.
Pero parece como si España no se quisiese hoy a sí misma.
Eso es un gran error. Yo he defendido a España con fortaleza, he hecho todo lo que he podido en ese sentido. España estableció un imperio enorme, que manejó con reformas a veces muy imaginativas y que además duró mucho, más por ejemplo que el Imperio Británico o el Imperio Francés.
¿Cuál fue la principal diferencia entre lo españoles y los británicos a la hora de gobernar sus imperios?
La religión. Los españoles conquistaron el mundo con la idea de imponer su religión y los británicos, en cambio, hicieron sus conquistas para tratar de escapar de la ortodoxia. En las colonias británicas eran rebeldes contra la Iglesia Anglicana.
Usted publicó su aclamado libro sobre la Guerra Civil española en 1961. ¿Ha envejecido el bien a sus ojos? ¿Cambiaría cosas hoy?
Lo veo igual. Por ejemplo, sigo pensando que Negrín fue una persona incomprendida. Veo a los anarquistas muy destructivos. Los socialistas democráticos, gente como Negrín o Prieto, trataron de crear una democracia pacífica en España, pero era muy difícil.
¿Y Franco?
Franco, curiosamente, se unió a los rebeldes muy tarde. Cambió de idea en el último minuto. Era un personaje muy indeciso, no se sabía por dónde iba. Cuando ETA mata a Carrero Blanco, Don Juan Carlos le pregunta: «¿Qué hacemos ahora?» Y Franco le responde: «Esperar hasta mañana».
El carácter gallego…
Sí, ja ja. Rajoy también es gallego, y Fraga lo era.
Ya, pero igual le tiraba más su sangre vasca.
La parte Iribarne, sí. Yo conocí a Fraga bastante bien. Incluso vino a cenar a esta casa, estuvimos sentados ahí, en esa mesa. Fue muy interesante hablar con él. Aquí ha venido mucha gente, pero él fue el primero en publicar un diario en donde lo recogía. En el libro puso mal el color de los ojos de mi mujer. Hablaba de los «hermosos ojos azules de Lady Thomas», pero mi esposa tiene los ojos verdes.
Las prisas de don Manuel… ¿Quién fue la figura más importante y valiosa de la Transición española?
Adolfo Suárez. Creo que además fue el más exitoso de todos ellos. Tenía un encanto personal tremendo.
¿Más que González, el otro gran encantador de serpientes?
Sí, González tenía también encanto. Pero Suárez era una persona muy extraordinaria, aunque no en un sentido intelectual. Fraga, por ejemplo, no le perdonaba que no hubiese aprobado sus exámenes. Cuando el Rey elige a Suárez, Fraga dice: «¿Pero qué ha pasado? ¡Si no ha aprobado un solo examen!»
¿Y el Rey Juan Carlos?
Lo hizo muy bien. Un trabajo maravilloso. Fue una pena el mal último año que pasó, pero su trabajo está ahí. Creo que el principal motivo para su renuncia fueron realmente sus problemas de salud, sus piernas.
¿Más que el caso Urdangarín?
Sí, aunque es terrible. ¿Cree usted que la Infanta irá a la cárcel?
No soy un experto en leyes pero me parece que él casi seguro y ella no.
Ya veo.
¿Qué opina usted del desafío separatista en Cataluña? ¿Teme que logren romper España?
Espero que no y creo que no. Tengo un montón de amigos en Barcelona y todos piensan que es mejor estar en España que crear un Estado independiente. Cambó decía que una Cataluña independiente pasaría muy pronto a ser un departamento de Francia. Creo que es un comentario muy bueno. Yo he sido Jurado del premio Cataluña, muy importante, y allí hemos tenido conversaciones muy interesantes sobre todo esto.
En mi modesta opinión, fue un error de Zapatero volver a abrir las heridas de la Guerra Civil. ¿Qué piensa usted?
Estoy totalmente de acuerdo con lo que dice. La mayoría de la gente está muerta, incluso creo que casi todos los ministros de Franco, aunque no estoy totalmente seguro.
¿Sigue la actualidad española aquí en Londres?
Sí, claro, continúo comprando los periódicos el sábado y domingo. Pero mi tragedia es que ahora no encuentro ABC aquí en los quioscos.
Con las facilidades tecnológicas se llega al extranjero más rápido y más barato con las ediciones en la tableta, el Kiosko y Más. Se lo recomiendo.
Yo todavía no hago eso. El iPad, hmm… ABC es un periódico maravilloso, lo echo de menos. De hecho, escribo allí de vez en cuando.
Claro, sus excelentes Terceras.
Sí, gracias.
En la segunda mitad del siglo pasado surgió una excepcional generación de hispanistas ingleses, entre los que están en un nivel superior usted, John Elliott y Raymond Carr. Desde la atalaya del tiempo, ¿quién ha sido el mejor?
Elliott. Es el más sabio de nosotros y un hombre maravilloso. También conocí bastante bien a Raymond, pero tuvimos una relación complicada, porque él quería escribir un libro sobre la Guerra Civil española y yo lo hice antes.
Y no le perdonó…
Sí, sí que me perdonó.
¿Está trabajando en algún nuevo libro?
Sí, pero de eso hablaremos en su día. Nunca hablo de los libros que estoy escribiendo.
¿De dónde saca la fuerza para seguir trabajando así a su respetable edad?
Pues olvidándome de mi respetable edad.
Muy bueno. ¿Le ha compensado dedicar tanto de su esfuerzo intelectual a España?
Sí, ha sido un auténtico placer. Amo a España y a su gente. El campo es maravilloso. Me gusta viajar por el país, la comida, el arte. Hasta su hora de comer me parece más razonable que las doce y media inglesas.
¿Cuál es en su opinión la mejor y la peor cualidad de los españoles?
La mejor cualidad de los españoles es vuestra generosidad, probablemente la gente más generosa del mundo. Lo peor de la vida española tal vez sea el hecho de ser demasiado políticos, pensar demasiado en la política.
¿Qué posición tiene ante el referéndum sobre el Reino Unido y la UE?
Quiero que se quede. Por cierto, estoy escribiendo una Tercera para ABC sobre el tema. Creo que va a ocurrir, que nos quedaremos. Bueno, ¿hemos terminado la entrevista?
Sí.
Muy bien, ¿le podría apetecer un sherry, una manzanilla…?
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Fuente:
Hugh Thomas: «Lo mejor de los españoles es su generosidad y lo peor, demasiada política»
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