Re: ¿Península Ibérica?
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Iniciado por
Javi Hispánico
¿Península Ibérica?
El nombre de Península Ibérica es menos correcto que el término Hispánica debido a que el pueblo íbero[FONT=Times New Roman][SIZE=3], del que deriva el nombre,
Aquí se están mezclando dos cosas. En primer lugar la palabra Iberia no deriva de los iberos como etnia, sino al parecer del Río Iber, es decir, el Ebro. En cualquier caso, Iberia en griego significa Occidente, y tiene por ello un significado geográfico, mientras Hispania tendría una significación administrativa. Son numerosos los nombres y los topónimos de Hispania, es decir las Españas, cuya etimología es griega. Y, en la mayor parte de los casos fueron respetados por los romanos.
Geográficamente Europa cuenta con 5 grandes penínsulas: Ibérica, Italiana, Helénica o Griega, Escandinava y la de Kola. Por tanto, mezclar la geografía con la historia, y aún más con intenciones ideológicas, mucho me temo que no responda a la realidad. Recomiendo la lectura de clásicos tales como Plinio, o Pomponio Mela y, por supuesto, la Geografía de Strábon. De las obras de ellos, afortunadamente, hay suficientes traducciones publicadas. Léanse, pues, tanto los nombres como las explicaciones.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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