El Iberismo es un camelo; como bien decían dos anti-iberistas de uno y otro lado: Sardinha y Maeztu, solo cabe la alianza peninsular de Portugal con España, a lo sumo, dos países una sola monarquía tradicional (cada uno con su capital). Ambos dos, en la gran macro-confederación de la Hispanidad.
Que por causas que ya se han explicado y debatido, desde 1640 ambos dos han llevado destinos separados pero paralelos en muchos casos; que mucho antes del 1580, Portugal ya ganó su grandeza, conquistando y evangelizando parte del orbe conocido, a la par que hacía España. Luego, no le veo yo ninguna ventaja a ese nuevo país: mas allá de uniones (ora desfasadas), lo que hay que buscar es una verdadera Alianza hispánica tanto en la península como con ultramar.
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