Como diría Jack el destripador, vayamos por partes:
-Kontra, gracias por tus palabras. No obstante, no creo que Adriano encaje en ese perfil que refieres, que tanto está lobotomizando a los "identitarios" de toda Europa.
-Michael: Precisamente por eso zurdos e indigenistas están equivocados, porque ellos no creen en la verdad. Y la verdad es la que nos hace libres, y existe.
No entiendo a qué viene tu comentario sobre la "versión" de mi abuelo, quien, como el de Adriano, vivió la guerra en primera persona. Simplemente aquí se ha dicho algo muy concreto: LOS MOROS VIOLARON A CIENTOS DE MUJERES Y ERAN SALVAJES ASESINOS. Bien, yo soy historiador y eso no quiere decir que sea más que nadie, sino que para afirmar algo así, o para "creerme" algo así, necesito documentación, y no panfletos que me digan que la clase alta apoyaba a la Falange.
No todos los que hicieron la Cruzada hacen alabanzas a todo lo que se hizo en el bando nacional, por otra parte. El mismo libro de los requetés es un ejemplo vivamente crítico.
Por otra parte, reitero que al final resulta graciosa la apelación a "los viejos de pueblo", como si tantos otros foreros o un servidor no conociéramos eso. En cambio, exponemos un testimonio como el mío y se nos salta que es que son muy reservados.... Estimado Michael, de verdad no es nada personal, pero así no se consigue un mínimo de objetividad histórica.
Y en general, reitero sobre el discurso de Queipo: Había que enfrentarse a un enemigo brutal que llevaba 5 años cometiendo las peores atrocidades y que, entregado a Stalin, pensaba hacer de España una colonia soviética. Las violaciones de monjas y matanzas indiscriminadas se habían extendido como la peste y encima el "gobierno" republicano inyectaba la política de "armas al pueblo". Y encima "contrataba" toda una legión de mercenarios a la orden de la URSS como eran las Brigadas Internacionales, queriendo así internacionalizar la guerra, cosa que intentaron más todavía desde el 38, cuando los muy infames ya sabían que tenían la guerra perdida. Si no se explica esto, claro que el general Queipo de Llano (Que por otra parte era una personajazo, un culo de mal asiento cuya psicología es demasiado compleja) parece más atroz de la cuenta.
Es lo mismo que cuando algunos "leyenda-rosistas" no se explican por qué buena parte del pueblo español acaba acogiéndose al frentepopulismo.... Y siguiendo con esa leyenda rosa, cómo se aprovechó la Guerra para las venganzas personales... En mi pueblo sin ir más lejos fue tan trágico como esperpéntico. Y sabrá Dios cuánto de eso se habrá dado en otras tantas guerras civiles.... Sí, sería para otro tema. La guerra, sin duda, es poco romántica, ahí totalmente de acuerdo con Adriano.
Y bueno, por qué buena parte de los moros combaten con los nacionales lo explica muy bien José María Pemán en La historia de España contada con sencillez. Los militares con experiencia en África sabían tratar con moros y los moros se fiaban, con todo, más de éstos que con quienes querían desterrar a Dios. Ahora bien, eso no minimiza la famosa mala leche, de hecho, todo el que había estado en África venía de vuelta (si sobrevivía) con más malas ideas que un gato pisado por el rabo. Algunos oficiales realistas a principios del XIX llegaban de pelear en el norte de África y de hecho daban miedo a los señoritos criollos separatistas por su agresividad. Tal es el caso de Antoñanzas, por ejemplo, uno de los mentores del Taita Boves. Un paisano contaba que en la Guerra de Marruecos (Época de Primo de Rivera) vio cómo en una playa cuatro moros jugaban al fútbol con la cabeza de un español. Vuelvo a la referencia de Aquilino Duque y es cierto que en ocasiones los moros tuvieron que ser frenados por los mandos; que en su mayor parte eran analfabetos y que procedían de clanes rifeños belicosos con más peligro que Willy Fogg con un bonobús. Vale, hasta ahí de acuerdo. Rasgos muy generales y para analizar detenidamente. Pero señores, de ahí a esas supuestas cientos de violaciones y de querer ver una especie de "talibanes" en aquellos regulares pues... Sigue sin demostrarse nada hasta la fecha, más que la propaganda.
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