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Fragata La Princesa. Sello editado por la Administración Nacional de Correos de Uruguay, para conmemorar el 200 aniversario del primer correo ultramarino Montevideo-A Coruña-Montevideo.



Los Correos Marítimos se crearon por una Real Cédula otorgada en 6 de agosto del año 1764 por el rey Carlos III, y poco después, el 24 de agosto del mismo año, se estableció el reglamento por el que debían regirse. Su propósito era llevar de manera regular la correspondencia generada en España, con especial atención a la diplomática y militar, por medio de unos paquebotes que saldrían mensualmente desde el puerto de A Coruña, hasta el de La Habana (con escalas previas en San Juan de Puerto Rico y Santo Domingo. Desde La Habana, donde residía el Administrador Principal de la Renta de Correos, se enviaban barcos menores que recogían la correspondencia en Veracruz, Tierra Firme y PeRÚ

Muy poco tiempo después, desde el 5 de diciembre de 1767, se estableció una segunda tanda de paquebotes, con salidas desde A Coruña cada tres meses, con destino a Montevideo y Buenos Aires, que complementaba a la línea principal de La Habana cubriendo el Sur americano. Desde 1771 se incrementó el número de viajes, elevándolo a uno cada dos meses.

El antiguo sistema de correos, que se había venido usando hasta entonces, había funcionado durante poco más de 250 años, desde que la reina doña Juana concedió el título de Primer Correo de Indias a Lorenzo Galíndez de Carvajal (Real Provisión de 14-V-1514) y aún se mantuvo vigente en los primeros años de actividad de los recién establecidos Correos Marítimos, pero pasó a mejor vida cuando el oficio de Correo Mayor se incorporó a la Corona (13-X-1768). Nunca hasta entonces se había propuesto en ningún país una idea semejante ni de tal calado, fue una modernización espectacular en sintonía con otras disposiciones que se dieron tendentes a romper el monopolio del comercio con América que tenían las ciudades de Sevilla y Cádiz, para permitir que también los puertos de Barcelona, Málaga, Santander y A Coruña pudiesen establecer líneas comerciales.

Al tiempo de la instauración del Correo Marítimo poco o nada se dejó a la improvisación y hubiese sido un servicio de calidad inmejorable de no haber mediado las guerras contra Francia e Inglaterra, que condujeron a que los barcos y tripulaciones que lo desarrollaban se viesen obligados a integrarse en la Real Armada en el año 1802.
Todo el peso del sistema de correos marítimos gravitó sobre dos pilares fundamentales: el cuerpo administrativo y la marina. El primero se servía de varios funcionarios y establecimientos constituidos en los territorios bajo dominio de la corona española, destacando sobre los demás el de la capital (Madrid) y los situados en los puertos principales (A Coruña, La Habana y Montevideo). Su máximo responsable fue el Superintendente General de Correos y Postas, cargo que ocupó el marqués de Grimaldi, a la sazón Primer Secretario de Estado y la persona había dado forma a todo el proyecto.

CAPITANES DE SOMORROSTRO EN LOS CORREOS MARTIMOS (1764-1802). (1) - SOMORROSTRO