Nos venden a la guardia de asalto republicana como "adalides de la libertad y la democracia" cuando muchos de sus miembros fueron cómplices y coautores de las mayores actividades represivas y persecutorias contra todo lo que oliera a católico o derechista. Efectivamente la casualidad quiso que no hubieran encontrado para "sacar" también a otros dirigentes como Gil-Robles el mismo día, por eso descargaron sus iras sobre este inocente diputado.
De un modo u otro fue la gota que colmó el vaso, y que evidenció el clima de desorden y anarquía en el que se había sumido la incapaz, inactiva, fracasada y ahora "modélica" república. Ni siquiera pudieron darle un funeral digno sin incidentes.
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