¿Que habría pasado si la II República hubiese ganado la guerra?
Esto de las historias contrafactuales, alternas o más conocidas como ucronías, suelen ser bastante entretenidas si están bien elaboradas ya que deben contemplar múltiples aspectos de lo que habiendo sucedido realmente, como sería si... hubiera sido diferente. La primera dificultad suele iniciarse en la extensión sobre lo que se pretende especular, por ejemplo, la clásica ¿qué hubiese pasado si Hitler hubiera sido el vencedor en la IIGM? Es obvio que el número de factores y variables es tan grande que prácticamente es sólo ficción ambientada en unos escenarios donde se desarrollaron los acontecimientos de la IIGM. Por tanto, cuanto más pequeño sea el escenario, más probable es que la especulación se acerque más a una cierta verosimilitud en caso de que los resultados hubiesen sido los opuestos. De ahí la razón de que no es muy difícil colegir qué nos hubiese pasado si la vencedora de la guerra civil hubiese sido la II República.
Ateniéndonos a lo ya expuesto hace unos días en este mismo foro, sabemos que la revolución marxista habría logrado sus fines:
PSOE: un siglo de guerracivilismo
Esto habría tenido muy graves consecuencias, por ejemplo:
1.- Las tropas alemanas no se hubiesen detenido en Hendaya.
2.- España hubiera sido la segunda república soviética de Europa, después de la URSS, lo que nos habría llevado a intervenir en la IIGM y habría quedado prácticamente destruida. Hay que tener presente que con una gran probabilidad hubiera estallado una segunda guerra civil paralelamente a la otra.
3.-Si el resultado final de la IIGM en Europa hubiese sido el mismo que el verdadero, Rusia no hubiese permitido que España quedase del lado de las potencias occidentales -USA, GB, Francia-, y, por el contrario, España se habría convertido en un satélite de Stalin (la salida natural de la flota rusa al Atlántico y a la influencia socio-comunista hacia toda América).
4.- En ese escenario, por el Este Rusia y los países satélites ocupados y sometidos y, por el Oeste probablemente toda la Península Ibérica (unión ibérica a la que aspiraba la izquierda en los años 30), toda Europa hubiese quedado encerrada en una pinza. No es necesario hacer un gran esfuerzo para imaginar que Europa y el mundo serían muy distintos y no precisamente para mejor.
5.- En consecuencia, es más que posible que no hubiese habido ningún Plan Marshall y, si lugar a dudas, para nada a efectos de España.
6.- Suponiendo que el devenir de Europa se pareciese algo a la realidad, hay que especular con que inevitablemente la URSS se hubiese disuelto, tal como sucedió. Pero ¿cómo se encontraría España una vez liberada de semejante tiranía histórica? ¿Tendríamos un nivel similar al de las ex-repúblicas soviéticas asiáticas? Probablemente si.
7.- La situación social del país sería una verdadera hecatombe. Muchísima gente habría muerto y consecuentemente muchos no habrían nacido, empezando por quien suscribe.
Y estos son sólo unos apuntes, sin entrar mucho en detalles, sin concretar y sin necesidad de hacer grandes esfuerzos para imaginar que ni una catástrofe cósmica habría tenido tan nefastos resultados como la zarpa sangrienta de algunos y cuyos descendientes ideológicos nos quieren hacer tragar que Franco fue lo peor que le ha pasado a España. La realidad es tozuda, y la Historia no permite gilipolleces. No cabe duda de que Franco fue un hombre providencial, con la ayuda de muchos claro está: carlistas, falangistas, alfonsinos, derechistas y hasta republicanos que se echaron las manos a la cabeza reconociendo el disparate que era la II República y adónde nos llevaba. A todos los que contribuyeron a que España se librase de semejante tragedia, hay que agradecerles su esfuerzo y su memoria respetada. Y también a Franco por encima de diferencias ideológicas y particulares.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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