EL COMUNISMO. La hidra de las cien cabezas
(XV)
El Alcázar. 15/02/1977.
Por Francisco J. DE URCI
ORGANIZACIÓN DE MARXISTAS-LENINISTAS (O.M.L.E.)
Para impulsar sus siembras de propaganda el 18 de julio de 1974, la O.M.L.E., para confusión de
demócratas de izquierdas y demás memopensantes, confecciona unos "materiales" en los que se ridiculiza
a doña Dolores y su discípulo predilecto Santiago Carrillo. Por otra parte, invitan a la reconstitución del
Partido, tema para ellos obsesionante.
Pero lo curioso es que, aunque presumen de su rompimiento total con el P.C.E. (M-L) de donde han
nacido, por escisión, según dijimos, en la misma fecha, y con análogos motivos, en Madrid es intervenido
un llamamiento suscrito conjuntamente por la O.M.L.E. y el F.R.A.P., lo que viene a demostrar
nuevamente que todos son lobos de la misma camada y que las discrepancias son falsas, como falso y
veleidoso es todo el montaje tanto "pekinés" como "moscutero", para conseguir sus propósitos.
En el llamamiento en cuestión, además de criticar la postura aperturista de engañosa para "blanquear el
fascismo su negro régimen", lanzan una especie de programa político consistente en los siguientes puntos:
1 Amnistía verdadera, completa y general y libertad para todos los presos políticos y por causas sociales.
(Presos políticos y causas sociales, son para O.M.L.E. los procesados e indultados bondadosamente por el
Caudillo (q.e.p.d.) en el proceso de Burgos).
2 Libertad de asociación, reunión, prensa y manifestación.
3 Subida general de salarios y jornada de 40 horas.
4 Precios justos por sus productos a los pequeños y medianos campesinos.
5 Nuestra participación consiste en luchar por estas cosas y no cejaremos hasta conseguirlas.
6 Por consiguiente, boicotearemos todo lo que no vaya al logro de estos objetivos.
En enero de 1975 tiene lugar la III reunión del pleno del Comité de Dirección. En ella se acuerda la
convocatoria para el Congreso Reconstitutivo del Partido. Las razones son expuestas en octavillas
fechadas en primero de mes.
Se intenta dar un gran impulso a los planes internos de la O.M.L.E., reconsiderar la línea política y
estudiar nuevamente los estatutos. Se hace luego un llamamiento general con el fin de ejercer la discusión
y la debida critica.
Al mes siguiente, el Comité de Dirección de la O.M.L.E. propaga las nuevas directrices a seguir por la
masa obrera con relación a las anunciadas elecciones sindicales.
Ya no basta —dicen— con el boicot, se impone ejercer acciones más activas durante la celebración de las
asambleas. "Nuestras armas —alardean— ya las conocéis: la unión, la huelga, la solidaridad, las
manifestaciones masivas en las calles y los enfrentamientos con las fuerzas de Orden Público. Nada de ir
con las manos vacías".
El P.C.E. (r), Partido Comunista de España reconstituido, como se comienza a designar a la O.M.L.E. a
partir de la III Reunión Plenaria del Comité de Dirección, cree así cumplir una de sus misiones, la de
cambiar de nombre, para pasar de organización - de masas a partido político. Todo esto como puede
verse, son camelos semánticos. De todas formas, la reconstitución del partido es pura utopía y de hacerse,
quien la llevará a cabo será el "ortodoxo", en cuanto consiga su deseada legalización. Hecho que
anticipadamente denunciamos, como conocedores de las trapisondas arteras del comunismo, como
doctrina ambiciosa que no admite más puntos de vista que los propiamente suyos.
Sin embargo, para dar visos de una realidad ficticia, la O.M.L.E. aunque sigue "agarrada" a su
centralismo democrático, tiene que modificar algo sus estructuras y cuadros.
Así en los organismos superiores, al antiguo Comité de Dirección se le llama ahora Comité Central, y a la
antigua Conferencia se la designa más "ortodoxamente" Congreso. Esta regresión a los patrones del
verdadero comunismo es muy aleccionadora.
Como el afán de protagonismo se exalta y todos quieren ser importantes, se aumenta el número de
conspicuos del Comité Central y de paso a los simples militantes —pues así conviene al totalitarismo
comunista— se les despoja de su antiguo derecho de revocar los acuerdos de la Asamblea, antes
Congreso.
Para la celebración de éstas, acuerdan realizarlas cada cuatro años. En el primer pleno de la Comisión
Ejecutiva se eligieron los responsables y se nombró el secretario del Comité Central. Los responsables de
agitación y propaganda son ahora, a su vez, miembros de la Comisión Ejecutiva.
Las tareas del Comité Central nuevo son las habituales de toda organización comunista. A saber:
convocar y organizar los congresos; rendir cuentas de su labor a aquél; hacer que se cumpla la línea
política del Partido y fiscalizar la composición de los cuadros intermedios. Estos a su vez han de aplicar la
línea política marcada y seguir cuantas consignas le marque el Comité Central.
Por su parte, los organismos de Base encargan muy especialmente que se liguen a las masas, a las que han
de inculcar la línea política fijada a través del Comité Central otros escalones intermedios tales como los
comités de fábrica, de radio, comarcal, del metal, de la construcción, etc.
La O.M.L.E., persuadida de que con estas ilusorias medidas ha logrado la "reconstitución" del Partido, lo
difunde así en julio de 1975, mediante un comunicado que refleja lejanamente las tareas de su primer
Congreso. "La Organización de Marxistas-leninistas de España —anuncian— cambia, pues, de nombre,
adoptando el de P.C.E. (r), en un nuevo intento de constituir el auténtico Partido Comunista de España,
verdadera vanguardia del proletariado y fiel a la doctrina marxista-leninista".
Debido a su matización ideológica, sus relaciones con otras cabezas de la hidra son de diversa condición.
Así, con los ortodoxos mantienen en principio algunos contactos circunstanciales —como demostración
de un deseo "filial" de volver al seno materno—, mientras que con los trotskistas, los verdaderos
oponentes del comunismo tradicional, los contactos son nulos, aunque esporádicamente fomentan alguna
colaboración, mientras que con el P.C.E. (M-L), si a nivel directivo se pronuncian discrepantes, a través
de su frente armado de masas F.R.A.P., se relacionan íntimamente para "asimilar" sus tácticas de
violencia con miras a constituir supropio frente revolucionario practicante del crimen, al que llamarían
finalmente G.R.A.P.O. (Grupo de Resistencia Antifascista, Primero de Octubre).
La O.M.L.E., con anterioridad a su transformación en P.C.E. (r), mantiene relaciones con otras
organizaciones de izquierdas, aunque ajenas al comunismo, proclives a éste, como son la U.S.O. (Unión
Sindical Obrera), C.C.O.O. y la denominada Iglesia Progresista, donde el trotskismo, del que hablaremos
en otra ocasión, consigue una sustancial captación de incautos.
Hacia mediados de 1974, la O.M.L.E., en su plan expansionista, pone en marcha un grupo para la
Universidad al que denomina: "crítica antiimperialista". Su actividad hasta el presente no ha sido muy
destacada.
Con respecto al grupo marxista-leninista español ubicado en Bruselas, el que se "auto-titula" escindido
del P.C.E. (M-L) mantiene estrechos contactos con vistas a la realización de un Congreso General de
organizaciones marxistas-leninistas. En verdad, todo queda por el momento en proyecto por cuestiones de
protagonismo, ya que la O.M.L.E., o mejor dicho el P.C.E. (r) y el grupo de Bruselas, quieren ambos
llevar la dirección.
La O.M.L.E. desde el momento que estrena la nueva titulación de P.C.E. (r) se distingue por sus
campañas en descrédito del 18 de julio, sus reiterados llamamientos para la reconstitución del Partido y
sus violentas censuras —para despistar— a "Pensionaría" y Carrillo. Su limitación de "slogans"
publicitarios es manifiesta. Los más explotados y usuales, son: "¡Abajo el fascismo!; ¡Alertas ante la
represión fascista! ¡Adelante en la lucha contra el fascismo! ¡Viva la unidad y la solidaridad de la clase
obrera y del pueblo! Demostrativos por otra parte de que el fascismo sigue, al parecer, siendo el coco que
les quita el sueño.
Para su aprendizaje de acciones violentas, el P.C.E. (r) mantiene una reunión conjunto con elementos de
E.T.A.-V Asamblea, continuando luego con los de E.T.A.-VI, de donde los desplaza violentamente la
L.C.R. (Liga Comunista Revolucionaria), organización, como es sabido, trotskista.
En cuanto a los medios de propaganda son a su vez limitados, por lo que se refiere a titulares, aunque
suelen hacer tirajes algo cuidados. De todos ellos, destaca "Bandera Roja", como órgano central de
difusión. La O.M.L.E. Gallega publica "Setembre Roxo" y "Socorro Roxo".
En Andalucía fueron editados algunos números de "Gallo Rojo", órgano del Comité regional, y "Cuña",
para la provincia de Cádiz. Estos periodicuchos desaparecieron al ser desmantelada la organización por la
acción represiva.
Como revista doctrinal, el P.C.E. (r) distribuye desde Madrid "Antorcha" y algún que otro boletín o
suplemento de "Bandera Roja", aunque sólo con carácter monográfico. También en 1973, y con
"pretensiones comerciales", editaron en Francia almanaques. Desde junio de 1974, y bajo el tema de:
"Hacia la unión popular antifascista", lanzaron "Gaceta Roja", publicación mensual que en un alarde de
agorero vaticinio, venden al precio de quince pesetas ejemplar.
El P.C.E. (r) en realidad es un grupo minoritario pero muy fanático y radicalizado. En verdad, hasta junio
de 1975, tras la reunión de unos cuantos conspicuos en algún lugar de la provincia de Santander, no se le
concede la mayoría de edad.
Así como el P.C.E. (M-L) dispuso de más tiempo y medios para poner en marcha, a través de
organizaciones filiales el frente de masas, tristemente llamado F.R.A.P., el P.C.E. (r) lo hace más
débilmente, aunque tal vez bastante más insidiosamente. Para la canalización de incautos, aspirantes al
crimen, sólo cuenta con la O.D.E.A. (Organización Democrática de Estudiantes Antifascistas) y los
C.L.E. (Comités de Lucha Estudiantil).
Para su carrera del crimen en pro de una democracia "centralizada" por supuesto, el flamante P.C.E. (r)
carece de elementos experimentados, mas este pequeño inconveniente se lo soluciona el P.C.E. (M-L),
todo sea en beneficio de los principios del Mao Tse Tung ese, quien cede el frente de masas F.R.A.P.
algunos "instructores" para explicar las nuevas técnicas de lucha. Así se forman los G.R.A.P.O., bajo
patrón de una "praxis" maoísta, aunque como acaece en ocasiones, los discípulos aventajan a los
maestros, si no en la importancia de los hechos, sí en la forma sanguinaria y criminal de llevarlos a cabo.
El P.C.E. (r), todavía en su fase inicial, carece por el momento de medios económicos para llevar a
cabo sus andanzas. Ironías del destino, para cualquier empresa, es necesario el vil metal. Pero todo se
realiza con el esfuerzo idealista de una "recuperación" sustanciosa.
El 30 de julio (1975) unos —hasta entonces— grupos incontrolados, realizan un atraco a mano armada en
un hospital de Barcelona. El botín, perdón, el "préstamo" es de treinta y dos millones de pesetas.
Insistimos en los eufemismos. El comunismo llama al producto de sus atracos a punta de pistola, unas
veces "préstamos" —al igual que la E.T.A.-, y otras "recuperaciones", ya que en su mentalidad, aseveran
que todo lo que hay sobre la faz del planeta es propiedad del Partido y que le ha sido arrebatado
injustamente por la reacción y el obscurantismo. Por eso, al apropiárselo por la fuerza de las armas que
empuñan, sólo han hecho "recuperar lo que es suyo". Claro que con tales razonamientos, los que poseen
patrimonio y se dedican al lamento del cocodrilo, quizá tengan más que perder que aquellos otros,
exentos de heredad. En el atraco reseñado resulta muerto un policía armado y creo que herido un cabo.
Pero esto sólo importa a los familiares y deudos más allegados de la víctima, en el cumplimiento de su
deber. Sin duda, estas cuestiones del europeísmo les suenen a cuento tártaro.
Con el atraco de Barcelona, el P.C.E. (r) puede "tutearse" con otras organizaciones de la clandestinidad.
Ya tienen un crimen en su historial y un expolio al "capitalismo imperialista", méritos con los que se
"contribuye" a la evolución del país.
De la reunión de la provincia de Santander, surgió, pues, pujante el P.C.E. (r) con un activo, libre de
cargas fiscales, de treinta y dos millones de pesetas exentas de impuestos, lo que no deja de tener su
aliciente.
Continuando en la misma línea de la antigua O.M.L.E., el P.C.E. (r), considerándose el verdadero
"partido revolucionario de la clase trabajadora española", insiste en la separación de la Iglesia y el Estado,
el desmantelamiento de las bases americanas, la lucha despiadada y sin tapujos contra la monarquía
española y el fomento de los separatismos.
Para la acción directa contra la opresión, hay que planificar un aparato militar donde se disponga de
comandos especializados capaces de la "expropiación", "recuperación" y control y dirección de
militantes.
El siguiente "hecho glorioso" por la libertad del P.C.E. (r), a través de su frente de masas G.R.A.P.O.,
tiene lugar el día dos de agosto. Una pareja de la Guardia Civil, cumplido su servicio de vigilancia en el
canódromo madrileño de Carabanchel, regresaba al puesto de El Terol, sobre las once treinta de la noche.
Nada presienten los guardias. Ambos caminan confiados, como lo vienen haciendo durante los días de
carreras de galgos, en cuyo establecimiento prestan un servicio más humanitario que represivo. La hora es
avanzada y la iluminación pública es escasa. Súbitamente desde detrás de unos coches aparcados, tres
sujetos a los que el Partido les ha dado la orden de "matad sin piedad", acometen a la pareja por la
espalda. Los agresores asesinan al guardia Casimiro Sánchez García. El compañero, Inocencio Cabezón,
es herido en un pulmón, aunque logra llegar, angustiosamente y por sus propios medios, al Hospital
Militar "Gómez Ulla", donde fue atendido. La bala, aún la tiene como recuerdo imperecedero, alojada en
el interior de su cuerpo, ya que la ciencia médica decidió no extraérsela. Sus razones tendría.
Los asesinos se dieron a la fuga. El guardia civil Casimiro Sánchez García, de cuarenta y cuatro años de
edad, natural de Herreros del Suso (Avila), estaba casado y dejaba cuatro hijos y viuda. Hacía un año que
estaba destinado en Madrid, donde vino con el fin de facilitar a sus hijos un porvenir atrayente. Casimiro
Sánchez García recibió seis disparos a bocajarro; de ellos, dos le atravesaron el cráneo y un tercero el
tórax.
https://recursos.march.es/linz/I53593.pdf
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