DERECHO DE FELIPE II A LA HERENCIA PORTUGUESA[1]
El Rey—D. Cristoval de Mora mi gentil hombre de la boca. El correo que despachastes á 7 del presente llegó á 15 del mismo, y á 16 el del Rey mi tio, que trujo vuestras cartas de 10 y 11 del mismo. Todas contienen particularidades que era muy necesario que yo las supiese y señaladamente lo que toca á las prevenciones que os paresce se deben hacer por mi parte dentro y fuera dese reino, que todas son muy á propósito para en caso que se haya de venir á la via de la fuerza, que espero en Dios encaminará el negocio de manera que no sea menester, pues mi derecho y pretensión es tan justa y tan clara que permitirá que se conozca llana y suavemente sin embargo de la diligencia que el Rey quiere hacer, que en substancia es la misma que vos allá habíades entendido, como lo entenderéis por lo que os comunicará el Duque de Osuna, y copias que se le envian de dos cartas del Rey que me presentó su embajador avisándome mandase acudir á mostrar las razones de mi derecho; á lo cual no le puedo responder hasta que habiendo hecho el Duque y vos la diligencia que le escribo, se me avise y envíe relación de todo lo que en esto hubiere pasado, que cuanto mas presto será mas á propósito; y así os encargo que vos por vuestra parte useis en esto de la diligencia que soleis.
Creo son pocos los lugares de la raya destos reinos en que sea menester hacer la diligencia que decís; pero si vos teneis noticia de los que son de consideración, así de la parte de Extremadura y Ciudad Rodrigo como del Andalucía y Galicia, será bien que envieis memoria dellos, y de la calidad, vecindad y sitio de cada uno.
Será muy á propósito reconoscer la barra, boca y tres torres dese rio como lo advertís; y así he mandado que se mire en la persona, y hallada se enviará con nombre de criado del Duque, como decís, que será buena cubierta.
Tambien se van poniendo las galeras en la órden que conviene, pues cuando no sean menester para lo de ahí, lo serán para otros efectos, siendo ya primavera.
Trayendo el Rey mi tio la salud tan quebrada, cierto es así que se puede tener poca seguridad de su vida, que deseo yo muy de veras sea muy larga por lo que le amo y estimo; y así me avisaréis del suceso della. Y agora no le daréis recaudo mio, porque no conviene que allá se sepa que va este despacho.
Yo á Dios gracias me hallo con mucha mejoría de la gota y estúviera ya del todo sano, si no se hubiera mudado el tiempo, que lo ha hecho estos dias muy contrario á lo que requena mi disposición.
El pasaporte para los frailes de la Merced que van á sacar captivos, vino con el cumplimiento necesario, y será justo que lo agradezcais al Rey de mi parte con las buenas palabras que os paresciere.
No ha llegado D. Juan de Silva ni Andrea Corzo: espéranse por horas, y en llegando se hará la carta que por parte del Rey se me ha pedido para el Xariffe en la forma que convenga, que en esto y en todo lo que se pudiere, ayudaré de muy buena gana al rescate de los captivos.
Del Pardo a 19 de Hebrero 1579. —Yo el Rey. —Zayas.
[1]Carta de Felipe II a don Cristóbal de Mora, en: Correspondencia de Felipe II con varias personas y principalmente con don Cristóbal de Moura o Mora, su Embajador en Lisboa, sobre asuntos concernientes a la sucesión de la Corona de Portugal durante el reinado del Cardenal don Enrique.
Col. Doc. Inéditos. Tomo VI, Madrid, 1845, Págs. 162-164.
El hombre que sólo tiene en consideración a su generación, ha nacido para unos pocos,después de el habrán miles y miles de personas, tenlo en cuenta.Si la virtud trae consigo la fama, nuestra reputación sobrevivirá,la posteridad juzgará sin malicia y honrará nuestra memoria.
Lucius Annæus Seneca (Córdoba, 4 a. C.- Roma, 65)
Un documento historico muy interesante... me parece que "la barra, la boca y tres torres del río..." serían las del Tejo, cerca a Lisboa.
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