También hay que tener en cuenta una cosa: Merimée se fue decepcionado de España porque encontró muy poco " morismo ", que era justo lo que él quería encontrar. Y no lo halló.

Sea como fuere, a mí hay ciertos " tópicos " que no me molestan. Quiero decir, no creo que sea ofensivo que España se conozca por los toros, por su folklore, etc.; pero eso es una cosa y otra el esperpento falseador de nuestra idiosincrasia con tal del capitalismo turístico. Amén del ladrado bulo del paraíso tricultural, que ha sido el colmo de estos románticos ignorantes e imbecilizados, acaso cristalizados en el necionalismo antiandaluz.