Efectivamente, esa es la verdad... Y además, ellos, a diferencia de algunos católicos, saben esperar con paciencia durante siglos sin renuncian jamás a la esencia de su fé ni a sus principios. Existen infinidad de proverbios árabes referidos a la paciencia...
La política que estamos siguiendo en España, y en el occidente europeo entero, es auténticamente de suicidio. Organizando estúpidas 'alianzas entre civilizaciones', basadas en falsos conceptos que no son otra cosa que un desprecio a nuestras verdaderas raíces y religión cristiana. Y para colmo, estamos asesinando literalmente a toda nuestra descendencia (casi 200.000 niños asesinados cada año, solamente en España...). Si en medio de esta inmensa catástrofe, sumamos el hecho de que España se está poblando de musulmanes (tanto los venidos de fuera, nacionalizados o no... como los muchos nacionales convertidos al islam...), el resultado de esta ecuación, si no media la Providencia Divina, es sencillo de resolverse. El cristianismo no morirá jamás, eso todos los que tenemos fé lo sabemos. Pero España (tras haber renunciado a su verdadera fé y a sus principios) está ya casi muerta, y solo es cuestión de tiempo, poco tiempo...
Nosotros renunciamos a nuestra fé y principios, mientras los musulmanes que pueblan nuestras ciudades, jamás renunciarán a los suyos, porque no son tan estúpidos como nosotros. Y además, tienen un índice de natalidad altísimo, porque sus mujeres ni abortan, ni toman anticonceptivos. Estas gentes, sin conocer la Humanae Vitae, la están cumpliendo casi a rajatabla, mientras nosotros (a quienes iba realmente dirigida) la hemos reprochado desde el mismísimo día de su nacimiento.
De seguirse por este camino, el islam acabará conquistando Europa con el vientre de sus mujeres sumisas, mientras las nuestras llevan minifalda. Sencillamente, moriremos... y a todas nuestras féminas, tan liberadas ellas... les van a hacer un burka con su puñetera banderita europea (éste es el final que nos espera, éste es el final que les espera).
Y sin embargo, lo repito... no es el islam nuestro principal enemigo, sino nuestra propia desidia, orgullo y descreimiento. Quizás la expansión del islam por nuestras tierras, que acabará tarde o temprano por pasarnos a todos a cuchillo, sea el justo castigo que nos merecemos como pueblo... Espero que mi mensaje no suene a derrotista, porque no pretende ser nada de eso (y lamento que algunos no lo comprendan).
Pero, solo espero que, al igual que la invasión asiria sirvió de castigo por los pecados de los israelitas, para nosotros tambien, el hecho de recibir este enorme revulsivo, si no morimos bajo las hojas de sus cimitarras o sus alfajes... el sufrimiento nos haga vomitar de nuestro corazón todas nuestras enormes inmundicias, para que podamos regresar limpios como pueblo de nuevo a Jesucristo. Quizás aún esté en nuestras manos todavía evitar ese castigo.
Que así sea...
Un abrazo en Nuestro Señor
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