Sí, en España (y en toda Europa) estamos viviendo una situación muy peligrosa, basada en una política realmente suicida. La invasión migratoria musulmana es un verdadero peligro, pero quería hacer incapié en que no ha de ser ese el único motivo de preocupación, para poder tener una radiografía completa del problema. Sin el avance galopante del laicismo este problema ni siquiera sería tal, o al menos quedaría muy diluído.
Efectivamente, el islamismo radical (y el no radical también) siempre ha querido recuperar 'su Al-Andalus querido'. A todos los niños siempre les inculcaron en las escuelas de todos los países musulmanes esta vieja aspiración. Pero eso se hubiera quedado en solo un 'sueño' sin ninguna aspiración de poder jamás verse cumplido si Europa, y sobretodo España, hubiera continuado siendo fuertemente cristiana, tal y como lo fuera antaño. La actual crisis de identidad europea, similar a la que sufrió Roma en los últimos años de su imperio, es la que está haciendo creer al mundo islamista, y con bastantes dosis de fundamento, que quizás ese día (tan soñado para ellos) esté próximo.
Y esta es, a mi juicio, la situación en la que vívimos; con una población reblandecida, adocenada, aborregada y descreída que ha hecho de los 'valores contraculturales' su único credo. Y para colmo con un envejecimiento de nuestra población realmente terrorífico (si se examinan las gráficas, la situación aterra...) unido a una crisis de natalidad espantosa, hacen no parecer verse casi ninguna salida a la actual situación, ni a corto ni a medio plazo... Y todo ésto el mundo musulmán (que tampoco es idiota) lo sabe y, desde hace años, ya están comenzando a jugar sus bazas (y lo peor es que nuestros gobiernos parecen permitírselo e incluso favorecerlo).
Quizás me equivoque, porque no soy ni siquiera un entendido en estas materias, pero a mi nuestra actual situación me recuerda un poco a la que vivió Roma en tiempos de San Agustín, y que él narraba excelentemente en su maravillosa obra "La Ciudad de Dios".
Un abrazo en Cristo N.S.
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