Un bebé de 18 días falleció el pasado domingo en la ciudad de Tarragona desangrado después de que le practicaran una circuncisión casera y sin garantías sanitarias. Así lo confirmaron ayer fuentes judiciales. El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Tarragona que lleva el caso imputó a la mujer, de nacionalidad nigeriana, que llevó a cabo la intervención por homicidio imprudente. Según fuentes policiales, no obstante, la mujer no fue detenida.

El juez recibió ayer la autopsia practicada al cadáver del menor, que indica que el pequeño falleció a causa de un shock originado por una pérdida masiva de sangre de una herida localizada en el pene. Los hechos sucedieron en un domicilio del barrio del Pilar de Tarragona donde residía la familia, de origen nigeriano. Los servicios sanitarios acudieron a la vivienda tras el aviso, pero el forense sólo pudo certificar la muerte del bebé.