Vayamos a lo práctico: sería deseable que lo que pasó en Jumilla pasara en toda España; por lo pronto todos esos delincuentes magrebíes no camparían tan alegremente a sus anchas y verían lo que les espera.
Es triste, sí, pero con estos elementos no vale ni el razonamiento ni las buenas maneras y sólo bajarán las orejas por el miedo, nada más.
Desde el momento que llegan en las pateras ya cuentan con la "solidaridad" del europeo; ellos se tiran al mar y, hala, "ya me darán alojamiento y trabajo por mi cara bonita. Y luego ya de paso me apodero del territorio, violo a mujeres, etc."
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