Re: Futura Reina...
El término plebeyo puede ser despectivo o reflejar una realidad, todo depende del uso o acepción que se le quiera dar. Y dentro de un uso normal significa miembro de la plebe, que en la antigua Roma era la clase social extendida y diferenciada del patriciado. Y dicho término nada tiene que ver con derechonas que pueden ser más republicanas que Azaña, ni con lo que es el Tradicionalismo que compruebo sigues sin entender lo que significa. Y es que cuando Rodrigo la ha llamado plebeya es para significar que se ha dado un matrimonio morganático, o lo que es lo mismo: desigual, al ser él de sangre real (1) y ella no, y es que ni siquiera pertenecía a la nobleza titulada. ¿Eso es negativo? no necesariamente, y ha habido muchos casos a lo largo de la historia, lo que sucede en este caso concreto es que se suman otros aspectos al anterior.
(1) Es de sangre real por pertenecer a la familia en sentido general en la que, según las normas de la Monarquía Hispánica, recaen los derechos del Trono. Otra cuestión es la legitimidad de ejercicio.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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