Tema: ¡EL CORONEL ALAMÁN SOMOS TODOS (¿Independencia de Cataluña? Por encima de mi cadáver)

Iniciado por Arnau Jara

Soy de la impresión, que más que sacar los tanques a la calle, lo que se debería hacer es sacar los colores al micronacionalismo. Este Coronel, que no dudo de su patriotismo y honestidad, lo primero que debería hacer, es arrancarse todos los galones, quemar su uniforme y renegar de su carrera militar. Sólo entonces, pensaría que actúa con valentía. Porque servir a un ejército bajo el mando de la OTAN, es estar en las filas de los zipayos. No creo que este ejército sea ya garantía de la unidad de nada, además, para eso está el pueblo, que no necesita intermediarios, si es un pueblo de hijos verdaderos.


http://www.abc.es/20120311/espana/ab...203110021.html

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Estimado Arnau Jara:
Hay que matizar.
La cosa no pasa por quemar el uniforme, ni renegar de la carrera militar, lo que hay que hacer es honrarlo.
El ejercito no es el intermediario del pueblo.
Las Fuerzas Armadas son uno de los pilares fundamentales e imprescindibles de la Patria eterna, de la Nación histórica, y del Estado, como órgano, que tiene el imperativo de continuar con la Misión histórica sustentada en sus raíces Fundacionales y en los hilos conductores de sus veras Tradiciones.
De allí que Las fuerzas Armadas son o deben ser el custodio de este Orden Politico en el que se entroncan las Polis, Civitas o Patrias.
Los Amos del Mundo, pretenenden por todos los medios asediar y socavar y abatir a las Naciones.
Así -quitandoles su soberanía- las someten a su poder esclavista.
Para ello en primer lugar asaltan, usurpan, falsifican, u ocupan los Estados.
Las fuerzas Armadas están para impedir que ello ocurra, son la ultima ratio.
Siguiendo a Aristóteles, Santo Tomas, y demás pensadores clásicos se ha de ponderar que el pueblo por si solo no puede gobernarse y que naturalmente y necesariamente requiere de Instituciones a las que debe sujetarse.
Ahora bien, puede que el Ejercito en estos tiempos babilónicos haya tambien perdido el rumbo, como lo ha perdido la sociedad en general -incluso obviamente en el ámbito religioso-, pero no por eso hemos de quemar nuestros trajes civiles, nuestras sotanas, renegar de las familias, prohibir los sindicatos o corporaciones, cerrar los clubes, suprimir las escuelas, etc.
La labor improba que nos queda es la de asumir que nadie da lo que no tiene.
Por tanto hay que procurar por todos los medios a nuestro alcance la reconquista, empezando por la de nosotros mismos.
Sin caer en utopías, porque la política es el arte de lo posible, en el momento en que se la practica.
Teniendo en cuanta además aquello de Esquilo: "nada hay más terrible que el hombre"
Sin caer tampoco en la desesperanza, porque en tiempos de Pelayo tambien todo parecía perdido...
Cordiales saludos.