Javier Garisoain, secretario general de Comunión Tradicionalista Carlista (CTC), califica esta agresión como un “mal síntoma” y afirma que estos grupos de extrema izquierda “están envalentonados” y que “curiosamente se llaman antifascistas, pero su forma de actuar es fascista”.
Parece que los clichés mentales que Valmadian señalaba en algunos periodistas no son sólo de los periodistas sino que también afectan a otros. ¿Cuánto les costará decir que se trataba de cafres actuando como lo que son: terroristas marxistas o ultraizquierdistas?
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