Ahí es donde habita uno de los mayores demonios, los mercaderes. Pero lo alarmante es que en un edificio público como el capitolio de un estado se atevan a poner con total descaro una estatua abiertamente satánica ya sin disimular ni poner excusas ni nada. Simplemente la ponemos y punto, no hay que dar explicaciones ni inventar cuentos.
En cuanto a Roma ya no se sabe ni que pensar. En este foro ya conocéis de sobra la famosa "Resurrección" de Fanzini.
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