Re: Para entender al tío Donald (Opinión de Marcelo González)
En efecto, ni es el Anticristo, ni el salvador de Occidente. En efecto, no se ajusta a ninguna de las descripciones que nos ofrecen Los Evangelios. En cambio, si es palpable el abandono de la lectura de los mismos por parte de muchos que definiéndose tradicionalistas han abandona la Santa Tradición, para convertirse en seguidores milenaristas de las más absurdas conspiranoias. Sólo el Padre sabe el día y la hora, y ya se sabe que se entregarán a toda clase de cuentos y chismorreos.
Pero si queremos especular sobre algo, Trump es el síntoma de que el Sistema de la Tiranía Liberal-capitalista está al borde de un posible colapso y hundimiento, algo similar a lo que sucedió con el Comunismo cuando cayó el Muro de Berlín. Lo que se abre es un periodo de incertidumbre, de resurgimiento de los nacionalismos (¡cuidado, nacionalistas periféricos de España porque puede ser que en esta situación que se va a ir extendiendo como la pólvora no falte mucho para un verdadero despertar del nacionalismo español¡ ¿qué vais a hacer entonces? no quedará de vosotros ni el recuerdo), un replanteamiento global de las comunicaciones y los intercambios económicos reconducidos por unas economías más domésticas, y eso traerá o adaptaciones inmediatas a la nueva situación, o la desaparición de muchas formas de acción socioeconómicas que hasta ahora han sido impuestas a la brava. Si se ve la portada del diario ABC de la fecha de hoy, y se le da la vuelta a las frases, se ve lo que está pasando: rebelión y venganza, el reflejo del hastío de la gente, de las personas que son algo más que borregos individualizados al servicio y capricho de poderosos y mindundis metidos al chollo del poder y dinero fáciles. Los medios de comunicación que se preparen también, pues son tan culpables como los otros.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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