Empezado por Templanza
A mí que la mayoría opine de un mismo modo me importa un pepino...
Querido Templanza, ya te habrás percatado de que por aqui no somos demasiado amigos de la "mayoria" - al menos tal como la entiende el "demos". Por lo demás, es tipico del hispano enfrentarse al mundo entero si es necesario cuando la verdad y la justicia estan en juego - aunque en ocasiones eso nos lleve por los infernales caminos del error, el orgullo desmedido y la locura.

Por lo demás, no es el asentimiento mayoritario y becerril la unidad que gusta al español, antes al contrario, toda uniformidad forzada (ya sea esta socialista, fascista o cualesquiera clase de estatismos - y esta es la razon de que el franquismo, a pesar de todas las cosas positivas del "regimen", deje un regusto amargo en el patriota), toda adhesion que no sea completamente libre repugna al sentir profundo del hispano (y de ahi tambien que ciertos aspectos de la Santa Inquisicion nos parezcan inversiones del genuino espíritu cristiano). La unica union posible a estos "espíritus indómitos" que habitan desde antaño la peninsula y sus prolongaciones es aquella que definió magistralmente el obispo de Hipona: unidad en lo necesario, libertad en lo dudoso, caridad en todo.

Tan solo, Templanza, queria expresar mi convencimiento - y es muy posible que este del todo equivocado - sobre el parlamentarismo actual, a saber, que lo que se denomina "izquierda" y "derecha" no son mas que los dos brazos de una misma tenaza (posesos y fariseos- por utilizar el lenguaje evangélico ).


En cuanto a las victimas del terrorismo, algunas precisiones - que una vez mas, son personales y se hallan sujetas al error.

Primero, y esta demas decirlo, hay que apoyar economica y espiritualmente a todas aquellas personas golpeadas directa o indirectamente por el terror irracional - pues en un "Reino como Dios manda" nadie excepto las leyes por El impartidas o derivadas de su Amor infinito tiene derecho a tomarse la justicia por su mano (y ahora mismo veremos que ocurre cuando el reino esta "manga por hombro", "dejado de la mano de Dios" y ya no hay en él justicia visible). Sin que todo esto signifique, en modo alguno!, que se comparten las manipulaciones interesadas que partidos y poderes diversos realizan del dolor ajeno.

Segundo: aunque la tradicion guerrilera es antiquísima, tan antigua que bien se puede decir que es ya implicita en el ser español (como lo refleja de manera indubitable el propio lenguaje: "echarse al monte"*), hay tambien dentro de esa misma tradición una serie de limites, formas y "marcas" que limitan el explosivo contenido de la resistencia violenta - y el pueblo español ha tenido desde siempre un acertadísimo olfato para distinguir entre el guerrillero y el simple bandolero o salteador de caminos( y sin duda Ordoñez, Vacongado, del Aguila y muchos otros podrían ilustrar todo esto que digo con infinidad de ejemplos). Entre esa dilatada saga de luchadores se encuentran, desde luego, numerosos casos de personajes realmente endurecidos, de una brutalidad explícita y descarnada; ahora bien, es dudoso que ninguno de ellos hubiera consentido de ningún modo el asesinato cobarde, a traición, sin riesgo personal alguno, de inocentes desarmados, de niños y mujeres..., antes al contrario, tales comportamientos hubieran sido castigados por los jefes de guerrilla con una crueldad proporcional.

Dicho lo cual, y para terminar ya - que me enrollo como las persianas - si el mundo batasuno cree que debe luchar por la "supuesta" libertad de su pueblo ahi tiene el monte a su disposicion y la lucha abierta en su mano - lo demás es pura infamia, cobardía y condenacion eterna.

Saludos en Cristo


* Sigo muy de cerca el interesantísimo hilo sobre el derecho a tomar las armas - que recomiendo por su gran calidad y contraste de opiniones a todos los foreros - pues es un tema que me interesa desde siempre. No obstante, no me he decidido a intervenir aún - pues todavía no tengo clara mi propia postura - es decir, todavía no tengo claro, cuales sean esos limites y "marcas" de las que hablo más arriba en este extraño mundo tecnificao en el que vivimos.