Prohibido pensar, prohibido salirse del pensamiento único, prohibido cuestionarse nada, prohibido ser políticamente incorrecto... ah, señores, pero sólo los de un determinado signo político, el resto tienen carta blanca no sólo para reivindicar todo aquello que les plazca por mucho que vaya contra la naturaleza y el mismo hombre sino, además, para asesinar bebés en el seno materno, ancianos o personas inútiles, incluso ya también, para encarcelar sólo por dudar.

Malos tiempos se avecinan, peores todavía.