Eso pasa porque es un radical de extrema izquierda, si fuera de extrema derecha la condena les parecería ridícula. ¿Ahora ya no se trata de erradicar la violencia del deporte? Claro, la extrema izquierda no es violenta, qué va, son unos chavales antirracistas y la mar de majos. Por eso el Olympique, con su presidente a la cabeza, bien que los subvenciona.
La campaña de ataques a España desde todos los sectores de la sociedad francesa para evitar la condena de este salvaje es un ultraje. Y las declaraciones de directivos del Atlético de Madrid afirmando que esperaban que no fuera condenado y pudiera estar animando a su equipo en el próximo partido (como si el tipo este fuese un aficionado normal y no un peligroso descerebrado) son humillantes.
La hermana de este energúmeno afirma que va a quemar su pasaporte español (tienen doble nacionalidad). Por mí ya tarda. Ni esa impresentable ni el criminal de su hermano son compatriotas míos.