¿Qué es esto, un peticionario New Age?
Para actuar rectamente no tenemos que hacer lo que deseemos, sino lo que debemos, la voluntad de Dios.
¿Que fuerza? ¿Una suerte de magia? Porque el abandono a Dios es precisamente eso que se haga su voluntad no la nuestra. Y nos abandonamos a Él sabiendo que somos una nada insignificante, incapaces de siquiera de sostenernos en el ser por nosotros mismos.
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