Barcelona / Madrid, 16 abril 2012, festividad de los Stos. Toribio de Astorga y Fructuoso de Braga, obispos y confesores, y de Sta. Engracia y compañeros, mártires. La omertàmediática ya no puede ocultar la acumulación de noticias sobre la corrupción e irresponsabilidad del Jefe de Estado constitucional, Juan Carlos, y de su entorno. Al "caso Urdangarín" (en el que nadie duda de la implicación del propio Juan Carlos y de su hija Cristina) y a las constantes salidas de tono de una tal Letizia, se han venido a sumar el accidente de su nieto Froilán (en unas circunstancias que a cualquier otra familia le acarrearían la pérdida de la custodia del niño) y el propio de Juan Carlos mientras, sin permiso ni conocimiento oficial del Gobierno ni del Parlamento, se hallaba en Botsuana, derrochando el dinero de los españoles y cazando especies en peligro de extinción. Un comportamiento habitual en Juan Carlos: tanto el ausentarse de España sin motivo ni permiso, como la afición a matar animales, que no a cazar (la caza es una actividad noble). La calculada y pública indiferencia de su consorte, Sofía, ha puesto en evidencia lo que ya muchos sabían.
En su última entrada, el cuaderno de bitácora El Matiner Carlípone el dedo en la llaga: (post anterior)
Agencia FARO
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