Esto es lo que se puede barruntar a la vista de los resultados del circo que tenemos instalado en la política nacional -lo de la autonómica y municipal, ya es de antología del disparate-, porque ni por activa, ni por pasiva, ninguno de los ¿líderes? de sus respectivas covachas políticas se van a poner de acuerdo. Y como son absolutamente ineptos a la hora de sacrificarse en aras de "la ciudadanía" a la que dicen representar -por culpa de esa misma que les vota, claro-, pues vamos a comernos el turrón con la pretensión de que lo hagamos mientras se les vuelve a votar.
Pero lo que clama al cielo es que por razón de calendario -el suyo, obviamente-, la convocatoria para el nuevo aquelarre democratista sea nada más y nada menos que el día de Navidad. La situación es debida a que a "Albertito Rivera" se le ha ocurrido que "Marianín" presente su candidatura para renovar la poltronaza monclovita en los días 30 y 31 de este mes. Y como lo previsible es que las matemáticas vuelvan a funcionar correctamente, pues nada, otra vez a aguantarles en aplicación de una nueva, inútil, inservible e innecesaria, convocatoria. A "Albertito" que es ateo (véase la WIKI), anticristiano y partidario de sacar los crucifijos de las aulas, así como la enseñanza de la religión de los planes de estudios, le importa un bledo, naturalmente. Y como "Marianín" y sus mariachis, junto al "Pedrito Chiringuito" y a "Pablito y sus boys", les da todo también lo mismo, yo propongo sacarlos a todos ellos de la política, a ellos y a sus asquerosas organizaciones. Pienso que nunca lo hemos tenido tan fácil, "poder sacarlos a todos de nuestras vidas..."
Abstención e incertidumbre: las consecuencias de convocar elecciones un 25 de diciembre
La coincidencia de unos hipotéticos comicios con la Navidad obligaría a muchos españoles a elegir entre familia o voto
ISABEL MIRANDA -
20/08/2016 03:11h -
No solo nunca se han repetido elecciones tres veces, sino que tampoco se han celebrado en una fecha tan señalada como el 25 de diciembre. Hasta que el año pasado concurrieron los comicios el 20-D, tampoco se había hecho una convocatoria nacional en el último mes del año desde el referéndum de la Constitución española en 1978. El contexto implica ahora nuevos factores, tantos que unas hipotéticas terceras elecciones abren una gran variedad de incógnitas.
Gran abstención.
«La participación se hundiría», opina sin ambages el presidente de GAD3, Narciso Michavila. Hasta la vicepresidenta valenciana, Mónica Oltra (Compromís), aseguró ayer que ella prefiere estar comiendo el «puchero» el 25 de diciembre antes que ir a votar en esa jornada. Para el analista demoscópico, la lectura es clara: «Si algo aprendimos el 26 de junio es que en una repetición electoral todos los cálculos anteriores no sirven. En unas terceras elecciones el resultado sería imprevisible para todos los partidos».
«Cabreo» generalizado
En las elecciones del 26 de junio fueron convocados 172.578 miembros titulares de las mesas electorales (un presidente y dos vocales en cada una) y otros 345.156 suplentes. Un deber que es casi ineludible. Es decir, de repetirse unas cifras similares, el 25 de diciembre más de medio millón de personas estarían avocadas a madrugar en el festivo posterior a Nochebuena y a quedarse en su lugar de empadronamiento. De ser miembro titular de la mesa tampoco celebrarían ninguna reunión familiar, por no hablar de los integrantes del dispositivo de seguridad (90.000 agentes fueron movilizados el 26-J), interventores, periodistas, carteros y otros trabajadores movilizados para quienes la jornada solo serviría para elevar el clima de enfado contra la clase política, salvo quizá aquellos a los que no gusten las reuniones familiares.
Viajes navideños
Todo ello por no hablar de quienes planifican las navidades para desplazarse a otra ciudad, ya sea para visitar a sus familias o para una escapada lúdica en una vacaciones que, al ser más cortas que las estivales, son menos flexibles a la hora de hacer cambios en su planificación. Solo el año pasado la DGT calculó más de 13 millones de desplazamientos por carretera. Además, en caso de decidir esperar hasta el día 25, se corre el riesgo de acumular el tráfico, dificultando los desplamientos.
El discurso del Rey
Si cada año, en Nochebuena, el Rey traslada un mensaje a todos los españoles sobre el escenario político y social, este año contaría con un interés y dificultad añadida para Don Felipe.
¿Y si no es domingo?
El artículo 68.6 de la Constitución estipula los plazos de celebración de las elecciones («entre los treinta días y sesenta días desde la terminación del mandato») pero no hace referencia al día de la semana. Aunque la lógica consuetudinaria marca el domingo como el día de la semana para su celebración... ¿por qué no un cambio si ese domingo es el de Navidad?
Abstención e incertidumbre: las consecuencias de convocar elecciones un 25 de diciembre
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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