Re: La culpa del estado-nación

Iniciado por
raolbo
¡Ah, ya! pero hombre esto no es un rechazo a la SS o sus servicios por el hecho de serlo o por mantener una supuesta postura tipo testigos de Jehová que rechazan los análisis de sangre. Sino una discusión sobre la deriva que ha tenido la SS a raíz de las transferencias a las CCAA. Además, de los que discuten unos son franquistas y otros carlistas tradicionalistas que analizan la situación actual de la Seg. Soc. Yo mismo he sido crítico con "ciertas" situaciones derivadas de tales transferencias, pero no de los servicios prestados como tales. Por ejemplo, hace 4 años a mi madre la trasladaron a un centro universitario, es decir, de la SS, a 55 km de distancia con 30 pulsaciones, lo hicieron en helicóptero y le implantaron un marcapasos, ¿coste? CERO euros. ¿Rapidez? en apenas media hora había salido del centro de atención primaria y ya entraba en quirófano. Pero del problema que se plantea en ese hilo que tendría que releerlo entero, está más relacionado con las políticas que se llevan a cabo en las CCAA y desde el Estado, ¿por parte de quiénes? pues de quiénes va a ser, de esos mismos que a la Señora Vainilla no le gustan nada y a mi menos.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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